Tipos de paradigma de investigación

Compara la tradición liberal humanística con la crítico-emancipadora en la EA


Cuando hablamos de tradición liberal-humanista, nos estamos refiriendo a un pensamiento común, cuyo objetivo es restringir el poder impuesto por parte del Estado sobre las personas y la sociedad civil.Friedman (1986), intenta esclarecer en ese momento que una sociedad socialista no podía ser democrática en el sentido de garantizar la libertad individual. Lo que este autor intenta esclarecer es que lo político y lo económico van ligados sin excepción, cosa que muchas personas opinaban lo contrario.Un ejemplo del que habla, el cual me ha llamado la atención, es cuando habla de Estado Unidos, donde todos los ciudadanos, según la Ley deben pagar un 10% de sus ingresos a contratar un tipo especial de retiro, administrado por el gobierno, claro.Un grupo de campesinos Amish (que como todos sabemos defienden la vida sencilla y el trabajo en el campo sin tener que pagar a nadie para sobrevivir), que no quiso pagar dicho seguro de vejez, por supuesto por sus principios y porque es algo que va en contra de su pensamiento y que era una violación de su libertad individual.¿Qué hizo el gobierno al respecto? Vendíó a subasta parte de sus ganados para cubrir los gastos necesarios del seguro social.
Con todo esto el autor lo que pretende decirnos es que si la persona quiere ser una persona libre, donde decida lo que quiere hacer con su vida, siempre tendrá que tener en cuenta que hay un “poder” que estará siempre por encima de nosotros y que es el que pone y hace que se cumplan “las reglas del juego”.Después de hablar un poco sobre esta tradición, debemos adelantarnos un poco en el tiempo y esclarecer que hay tres paradigmas de la investigación educativa: el positivista, el interpretativo (humanista, naturalista, etnográfico) y el crítico.
Bien proseguiremos con el interpretativo, que es el que hemos estado tratando anteriormente. El paradigma interpretativo se centra en el significado de las acciones humanas y de la vida social.Este paradigma se refleja en la comprensión, significado y acción. Expresa que el comportamiento de las personas está sometido a unas leyes. Quiere comprender la realidad educativa desde la significación de las personas y estudia sus creencias, motivaciones y otras carácterísticas del proceso educativo no observables ni susceptibles de experimentación.El modelo interpretativo demanda una realidad dependiente de los significados que las personas le atribuyen. Es decir, lo que la gente hace o dice, es producto de cómo define su mundo. Por lo tanto, estamos hablando de una realidad social construida a través de estos significados. Por lo tanto en este paradigma, la tarea del investigador científico es estudiar el proceso de interpretación que los sujetos hacen de su realidad. Implica estudiarlo desde el punto de vista de las personas, es por esto que este paradigma enfatiza la subjetividad.Este modelo invita a considerar las realidades humanas como escenarios dinámicos, en el que entran en juego diversidad de percepciones y motivaciones. La sociedad se imagina y se utiliza en la vida cotidiana.El conocimiento emerge de la sensibilidad de cada sujeto, a partir de las vivencias. El individuo adquiere valores, creencias y lenguajes a través de los que expresa sus deseos e intereses. Su autonomía personal se construye en los procesos de socialización.Dentro de la educación social, este paradigma es considerado como una opción importante para la promoción y el desarrollo de las interacciones sociales. La realidad social tiene que ser significativa para quien la vive, debe ser su realidad, como ya he comentado anteriormente.Bien vayamos ahora al otro paradigma en cuestión, el crítico-emancipador. Este paradigma surge como respuesta a la práctica positivista e interpretativa y pretende ser una medida entre las dos; ni tan restringida como la primera ni tan conservadora como la segunda, para crear una ciencia social que no sea ni únicamente empírica ni interpretativa.Quiere unir la teoría con la práctica, orientar el conocimiento a liberar al hombre e implicar al docente a partir de la autoreflexión


Según Freire (1989), esta ideología se caracterizaría más por desarrollar sujetos más que objetos, haciendo posible que los “oprimidos” puedan participar en la transformación social de la sociedad.Park (1992) al igual que Freire expresa que hay que apoyar al oprimido para que éste confíe en sí mismo, que sea autónomo, es por ello, que hay que ayudarle a ser auto suficiente. Es este paradigma el que introduce la ideología de manera explícita y la auto reflexión crítica en los procesos de conocimientos. Sus principios son conocer y comprender la realidad como praxis, unir teoría y práctica, emancipar y liberar al hombre, el docente o investigador deber ser autocrítico. La finalidad es la transformación de la estructura de las relaciones sociales y dar respuesta a sus problemas. Engloba un conjunto de modelos investigativos que surgen como respuesta a las tradiciones positivistas e interpretativas.Este paradigma quiere la transformación profunda de la sociedad. No sólo hay que saber ser y saber hacer, sino que hay que saberse y reconocerse como miembro y protagonista de la sociedad y por lo tanto de nuestra historia.Deben ser las prácticas sociales y políticas las que contribuyan a que las personas proclamen sus intereses, las que desarrollen y declaren sus necesidades y expectativas creando su propia opinión en la sociedad.Bien ahora podemos identificar las diferencias de ambos paradigmas:

Interpretativo

Predomina lo prácticoAspira al descubrimiento de las condiciones naturales. Penetrar en el mundo personal de las personas (como interpretar las situaciones, que significan para ellos, que intenciones tienen, creencias o motivaciones que les guían)Se centra en la descripción y comprensión de lo individual, lo único, lo singular de los fenómenos.Crítico:Se dirige al análisis de las transformaciones sociales y la solución de problemas a través de la autoreflexión.Los sujetos de investigación así como el investigador están en constante reflexión/autoreflexión para la solución de problemas.Predomina lo práctico.Utiliza el conocimiento para liberar al hombre.Desarrolla un conocimiento “sociocrítico”.Pérez (1983), en un artículo hace un recorrido por los tres paradigmas y hace una reflexión sobre ellos, y como conclusión percibe que después de haber descrito estos tres paradigmas, se debe crear uno nuevo que integrara las aportaciones más significativas de la investigación educativa y de los tres paradigmas.Todos los paradigmas tiene aspectos buenos para la investigación educativa, los tres son necesarios para la guía de la construcción teórico-práctica de la educación social.Después de haber tratado los dos paradigmas, interpretativo y crítico, ay que decir que estas dos tradiciones son las que menos se diferencias. Los dos tienen el mismo propósito aunque cada uno de ellos lo hace de diferentes maneras y sus métodos modelos, son diarios, las entrevistas y la observación participante.Digamos que serían más diferentes al modelo positivista, pero lo que es entre la tradición interpretativa y la crítica van muy a la par. Digamos que el paradigma crítico surgíó como respuesta al paradigma positivista y al interpretativo, pero vemos como sus carácterísticas y sus métodos son bastante parecidos al interpretativo.En conclusión y posiciónándome en uno de estos dos paradigmas, creo que me identifico más con las ideas que tiene la tradición crítico emancipadora porque su finalidad es hacer de la personas un individuo crítico, que sepa entender el mundo que les rodea y poder dar su opinión sobre ello, que sea la propia persona la que elije libremente lo que debe hacer y debe ser.Más que intentar comprender el comportamiento de las personas, que es lo que pretende el paradigma interpretativo, intentar dar respuesta a sus problemas de manera autocrítico y auto reflexivo, que sean ellos mismos y con ayuda del docente las que decidan cómo quieren que sean o sucedan los acontecimientos.Es por eso que me identifico más con la tradición crítica, donde seamos nosotros mismos los que elijamos lo que queremos y cómo lo queremos, que sea nuestro propio juicio y no el que nos imponen el que maneje nuestros comportamientos y nuestras actitudes frente a las adversidades que nos puedan suceder.