Clasificación de Estructuras de Personalidad de Kernberg: Criterios y Trastornos Asociados
Clasificación y Evaluación Clínica de las Estructuras de Personalidad según Kernberg
La clasificación de las estructuras de personalidad propuesta por Otto Kernberg se fundamenta en tres criterios esenciales (Kernberg, 198?; Gomberoff, 1999):
- Identidad del yo
- Juicio de realidad
- Predominio de mecanismos de defensa primitivos vs. avanzados
Criterios Fundamentales de Clasificación
1. Identidad del Yo
Este criterio abarca dos aspectos esenciales:
- Un concepto integrado (que incluye aspectos positivos y negativos) de sí mismo a lo largo del tiempo y en diversas situaciones.
- Un concepto integrado de las personas significativas en la vida del sujeto.
2. Juicio de Realidad
Este segundo criterio de clasificación y evaluación clínica implica la capacidad de:
- Diferenciar el yo del no-yo.
- Distinguir el origen de los estímulos, ya sean intrapsíquicos o extrapsíquicos.
- Mantener criterios de realidad socialmente aceptados.
El juicio de realidad está mantenido en las estructuras neuróticas y limítrofes, pero no así en las psicóticas, lo que lo convierte en un criterio diferenciador clave entre estructuras psicóticas y limítrofes.
3. Predominio de Mecanismos de Defensa Primitivos vs. Avanzados (Adaptativos)
La constelación neurótica, caracterizada por mecanismos avanzados, se centra en la represión y se acompaña de:
- Proyección: Atribución de características o emociones propias a otros.
- Intelectualización: Uso de hipótesis, ideas o teorías para dar respuestas.
- Racionalización: Ofrecer explicaciones simples a situaciones complejas.
- Negación: Rechazo de una realidad evidente.
- Formación reactiva: Realizar lo contrario al impulso inicial.
- Sublimación: Canalización de impulsos inaceptables hacia actividades socialmente aceptables.
La segunda constelación la constituyen los mecanismos más primitivos (desadaptativos), los cuales se centran en la escisión (percepción de dos extremos, bueno o malo, sin puntos intermedios). Junto con esta, aparecen:
- Identificación proyectiva: Similar a la proyección, pero con una ligazón e identificación con la persona a la que se le proyecta la emoción o característica.
- Idealización primitiva: Ensalzar al otro o colocarlo en un pedestal de idealización donde todo es percibido como bueno.
- Proyección: Atribuir características o emociones propias en el otro, evitando hacerse cargo de ellas (ligada a trastornos esquizoparanoides).
- Omnipotencia y control omnipotente: Creencia exagerada en el propio poder o control.
- Devaluación: Atribuir todo lo negativo a otra persona, colocándola en una posición desfavorable.
- Negación primitiva: Negar la responsabilidad sobre las propias relaciones interpersonales y conductas.
- Evitación: Tendencia a eludir la responsabilidad, manifestándose conductualmente.
Criterios Diferenciadores entre Estructuras Limítrofes y Neuróticas
Las estructuras limítrofes se distinguen de las neuróticas por los siguientes criterios:
- Dificultades graves y crónicas en las relaciones de objeto: Los pacientes limítrofes no logran establecer relaciones verdaderas con otras personas, cayendo en la manipulación, el control y la desvalorización del otro.
- Manifestaciones inespecíficas de debilidad yoica: Incluyen falta de control de impulsos, incapacidad para tolerar la angustia e insuficiente desarrollo de canales de sublimación.
- Tendencia problemática del superyó: Puede manifestarse como un apego excesivo a normas morales por el «qué dirán» o en conductas antisociales como mentira crónica, robo, engaño, estafa, agresiones abiertas a otros o explotación parasitaria.
- Síntomas neuróticos crónicos, polimorfos y difusos: Presencia de angustia, depresión, fobias, síntomas obsesivos y tendencias hipocondríacas.
Trastornos de Personalidad en las Estructuras de Personalidad
Trastornos de Personalidad en Estructura Neurótica
Esta estructura se caracteriza por un yo fuerte, capaz de lidiar con el ello y el superyó. Incluye los trastornos: depresivo-masoquista, obsesivo-compulsivo e histérico. Se distinguen por:
- Una identidad del yo consolidada y capacidad para establecer relaciones profundas.
- Control de impulsos y tolerancia a la ansiedad.
- Creatividad en el trabajo gracias a la capacidad de sublimación.
- Capacidad para amar sexualmente e intimar, aunque esta está afectada por sentimientos de culpa inconscientes que se reflejan en patrones patológicos de interacción.
De hecho, el conflicto dinámico (impulsos) reside en la patología de la libido. Por ejemplo:
- En el trastorno depresivo-masoquista, existe un conflicto oral que se ha llevado (relativamente inmodificado) al plano edípico.
- En el obsesivo-compulsivo, una constelación de conflicto anal es llevada al plano edípico.
- La personalidad histérica es un ejemplo de conflicto edípico que se refleja en una inhibición sexual (Kernberg, 199?).
Trastornos de Personalidad en Estructura Limítrofe Superior
Caracterizada por un yo débil, esta categoría incluye los trastornos de personalidad ciclotímico, sadomasoquista, infantil o histriónico, dependiente y narcisismo de buen funcionamiento. Estos trastornos se caracterizan por:
- Presentar el síndrome de difusión de identidad.
- Conservar algunas funciones yoicas con buen funcionamiento.
- Tener un superyó integrado.
- Adaptarse mejor al trabajo.
- Poder establecer relaciones íntimas benignas.
- Integrar impulsos sexuales y de ternura.
Se consideran en transición entre los trastornos de personalidad neuróticos y limítrofes, manteniendo un juicio de realidad integrado.
Trastornos de Personalidad en Estructura Limítrofe Inferior
Esta categoría abarca el trastorno de personalidad limítrofe (en sentido estricto), esquizoide, esquizotípico, paranoico, hipomaníaco, hipocondríaco, narcisismo maligno y antisocial. Se caracterizan por:
- Difusión de identidad.
- No haber logrado la constancia objetal, percibiendo objetos idealizados (tanto buenos como malos) en lugar de objetos totales.
- Un desarrollo desproporcionado del impulso agresivo, ligado al uso masivo de la escisión como mecanismo defensivo para contar con objetos «buenos» que protejan de los «malos» y escapar de la agresión atemorizante.
- Problemas en las relaciones íntimas.
- Un superyó arcaico y no integrado.
Todo esto se traduce en dificultades para establecer relaciones íntimas duraderas, falta de metas en la vida, incapacidad de sublimar (ligada a poca persistencia y creatividad en el trabajo), y patología de la vida sexual por estar la libido contaminada con la agresión, incluyendo tendencias polimorfas (Kernberg, 199?).