Comprendiendo los Trastornos Disociativos y del Espectro Autista: Síntomas y Abordajes

Trastornos Disociativos

Los trastornos disociativos son un grupo de condiciones patológicas que se caracterizan por interrupciones o fallos en la memoria, la conciencia, la identidad y/o la percepción. La sintomatología básica común a estos trastornos es una alteración de estas funciones.

Tipos de Trastornos Disociativos

  1. Amnesia Psicógena o Disociativa

    Se define como la incapacidad repentina para recordar información personal importante, originada por un acontecimiento traumático o estresante.

    Síntomas:

    Los síntomas se subdividen en cuatro tipos:

    • Localizada: El sujeto no recuerda un periodo específico de tiempo, que generalmente comienza pocas horas después del evento perturbador. Es común en víctimas de catástrofes o accidentes violentos.
    • Selectiva: La persona recuerda algunos, pero no todos los hechos de un periodo determinado. Por ejemplo, un veterano de guerra puede recordar momentos positivos pero no los traumáticos.
    • Generalizada: La persona olvida totalmente su pasado.
    • Continua: La persona no recuerda nada de lo que sucede desde el evento traumático hasta el presente.

  2. Fuga Psicógena

    Una fuga disociativa puede durar desde horas hasta meses o más. En casos breves, puede parecer una simple ausencia laboral o un retraso en llegar a casa. Si la fuga se prolonga, la persona puede desplazarse lejos de su hogar, forjar una nueva identidad y empleo, sin ser consciente de estos cambios.

    Síntomas:
    • Inicia a cualquier edad; las personas suelen tener una apariencia y comportamiento normales, aunque pueden mostrarse ligeramente confundidas.
    • Es un «viaje» repentino y brusco.
    • La persona crea una nueva personalidad, generalmente más desinhibida, y una nueva identidad.

  3. Trastorno de Identidad Disociativo (Personalidad Múltiple)

    Se caracteriza por la presencia de dos o más personalidades distintas en un mismo individuo, que toman el control de la conducta de forma alternativa. Además, la persona puede tener dificultades para recordar información personal importante, eventos cotidianos o traumáticos.

    Síntomas:
    • En un momento determinado, una personalidad es dominante y dirige la conducta del individuo.
    • Cada personalidad es completa, con sus propios patrones de respuesta, incluso fisiológicos.
    • Pueden declarar ser de distinta raza o cultura que el huésped.
    • Pueden ser conscientes de las otras personalidades o ignorarlas.
    • Las subpersonalidades pueden o no comunicarse entre sí.

  4. Trastorno de Despersonalización

    Se manifiesta como una sensación persistente o repetitiva de separación del propio cuerpo o de los procesos mentales, como si se fuera un observador externo de la propia vida. La persona puede sentirse totalmente desconectada del entorno.

    Síntomas:
    • Alteración de la experiencia del propio yo, sintiéndose distinto.
    • Sensación de distanciamiento o de ser un espectador de sí mismo y de sus procesos mentales.
    • Sensación de anestesia sensorial y de poco control sobre las propias acciones, incluido el lenguaje.
    • No hay alteración del juicio de realidad.
    • Puede coexistir con la desrealización.

Trastornos del Espectro Autista (TEA)

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteraciones en la interacción social, la comunicación (verbal y no verbal) y patrones de comportamiento restringidos y repetitivos. Los signos suelen notarse en los primeros dos años de vida, desarrollándose gradualmente, aunque algunos niños pueden alcanzar hitos del desarrollo normales y luego experimentar un autismo regresivo.

El autismo afecta el procesamiento de información en el cerebro, alterando la conexión y organización de las células nerviosas y sus sinapsis. Es uno de los tres trastornos del espectro autista (TEA), junto con el síndrome de Asperger.

Síntomas Característicos (según Leo Kanner)

  • Incapacidad para relacionarse normalmente con personas y situaciones desde el principio; tendencia al aislamiento.
  • Lenguaje no propositivo, muy memorístico y repetitivo, con ecolalia (repetición de palabras usadas por el interlocutor).
  • Deseo ansioso y obsesivo de mantener la invariabilidad y las rutinas.
  • Posible torpeza en motricidad gruesa, pero con excelente motricidad fina.
  • Padres a menudo muy inteligentes, poco afectuosos, más interesados en temas que en personas (aunque esto no está necesariamente asociado al comportamiento autista).

El Espectro Autista

El espectro autista abarca un conjunto de síndromes del desarrollo y comportamiento que resultan de combinaciones de rasgos autistas. Se divide en:

  • Parte más baja y grave del espectro: Autismo de bajo funcionamiento o autismo de Kanner, con profundas discapacidades en varias áreas.
  • Parte más alta (menos grave) del espectro: Autismo de alto funcionamiento y Síndrome de Asperger.

Trastornos del Espectro Autista: Características Fundamentales

Son trastornos del neurodesarrollo, crónicos, que habitualmente se detectan durante los primeros 30 meses de vida y pueden causar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. Los síntomas fundamentales son tres:

  • Alteraciones de la comunicación.
  • Alteraciones de las competencias sociales y de la imaginación.
  • Patrón de intereses y actividades muy restringido y estereotipado.
  • Conductas anormales, como movimientos de balanceo y obsesiones inusuales hacia objetos o acontecimientos, asociadas a rutinas.

Sintomatología para reconocer a un niño con TEA

  • Lenguaje nulo, limitado o pérdida del lenguaje previamente adquirido.
  • Ecolalia (repetición de frases o palabras).
  • Parece sordo, no reacciona a los sonidos.
  • Evita el contacto visual.
  • No juega ni socializa con otros niños.
  • No responde a su nombre.
  • Muestra desinterés por su entorno.

Diagnóstico de los TEA

El diagnóstico de los TEA puede ser complejo, ya que no existen pruebas médicas específicas como un análisis de sangre. Los médicos basan el diagnóstico en la observación del comportamiento y el desarrollo del niño. Un diagnóstico temprano es vital para la intervención y el tratamiento.

Para un diagnóstico preciso, es necesaria la evaluación conjunta de un neurólogo y un psicólogo.

Factores que pueden retrasar el diagnóstico:

  1. Dificultad de los padres para detectar síntomas sutiles, especialmente si es el primer hijo.
  2. Desconocimiento de las manifestaciones clínicas con suficiente detalle y especialidad.
  3. Falta de seguridad, lo que lleva a posponer el diagnóstico para evitar una etiquetación errónea.

Criterios Diagnósticos (DSM-IV)

El DSM-IV clasifica los trastornos del espectro autista dentro de la categoría de Trastornos Generalizados del Desarrollo. Para el diagnóstico, se requieren como mínimo ciertos ítems, incluyendo:

  1. Trastorno autista.
  2. Trastorno de Rett.
  3. Trastorno desintegrativo infantil.
  4. Trastorno de Asperger.

Autismo Atípico

El autismo atípico es un trastorno generalizado del desarrollo que no cumple los criterios para otros trastornos específicos del espectro autista (autismo, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, o trastorno desintegrativo de la infancia). Se caracteriza por un retraso del desarrollo y social más leve, y un comportamiento autista menos estereotipado. Suele presentarse en individuos con retraso profundo cuyo bajo nivel de rendimiento favorece la manifestación de comportamientos desviados específicos requeridos para el diagnóstico de autismo.

Incluye: retraso mental con rasgos autísticos y psicosis infantil atípica.

Tratamiento para el Autismo

Existen varios tipos de tratamiento:

  1. Programas de Conducta y Desarrollo:

    Estos programas abordan destrezas sociales, atención, sueño, juego, ansiedad, interacción con los padres y conductas difíciles. Las intervenciones conductuales intensivas y de desarrollo temprano en niños pequeños pueden mejorar la habilidad de razonamiento, destrezas de lenguaje y la capacidad de adaptación, aunque su costo puede ser elevado.

  2. Programas de Educación y Aprendizaje:

    Ofrecidos en escuelas u otros centros educativos, se centran en destrezas de aprendizaje, razonamiento y enfoques de «vida total». Utilizan apoyos visuales y organizan el aula para facilitar el desempeño del niño.

  3. Medicamentos:

    Utilizados para manejar síntomas específicos o comorbilidades.

  4. Otros Tratamientos y Terapias:

    Terapia del habla y lenguaje, terapia musical, terapia ocupacional, terapia con masajes.

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

El TDAH es un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia, que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad. Suele reconocerse en niños al iniciar la educación primaria, coincidiendo con dificultades en el rendimiento escolar y disfunciones sociales.

Criterios para el Diagnóstico de TDAH

Es fundamental evaluar que los síntomas nucleares se presenten:

  • Desde una edad temprana: antes de los 12 años.
  • Con una intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y etapa de desarrollo del niño.
  • Que deterioren o interfieran de forma significativa en el rendimiento del niño en dos o más ámbitos de su vida: escolar/laboral, familiar y social.
  • No ser causados por otro problema médico, tóxico, una droga u otro problema psiquiátrico.

Síntomas Clínicos del TDAH

  • Falla en el control voluntario de la atención.
  • Impulsividad.
  • Hiperactividad.

Funciones Ejecutivas

Son actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar y regularizar el comportamiento. Incluyen:

  • Autocontrol.
  • Capacidad de esfuerzo, perseverancia y tenacidad.
  • Capacidad de interponer una pausa de reflexión.
  • Capacidad de espera.

Criterios Diagnósticos (DSM-IV) para TDAH

Las conductas deben tener larga data y presentarse desde antes de los 7 años. Existen 3 criterios principales a evaluar:

  1. Desatención.
  2. Hiperactividad.
  3. Impulsividad.

Tratamiento del TDAH

Se basa en un enfoque multimodal, que considera los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del individuo. Los principios clave incluyen:

  • Centrado en el control de las diversas manifestaciones sintomáticas.
  • Focalizado en la promoción del autocontrol y la autonomía.
  • Considerando los diversos actores que interactúan con el sujeto con TDAH.

Componentes del Tratamiento Multimodal:

  • a) Formación de profesores: Preparación pedagógica para abordar a niños con TDAH.
  • b) Psicoeducación: Informar al sujeto y su entorno sobre el diagnóstico, características del trastorno, opciones de tratamiento y pronóstico.
  • c) Fármacos psicoestimulantes: Medicación para mejorar la atención y reducir la impulsividad/hiperactividad.
  • d) Psicoterapia individual y/o Familiar: Desarrollo de recursos personales y habilidades para afrontamiento y adaptación.
  • e) Intervención Psicopedagógica: Ayuda para tratar trastornos específicos del aprendizaje, superar déficits escolares y organizar el estudio.
  • f) Estrategias Cognitivo-Conductuales: Regulación de comportamientos y procesos de pensamiento, fundamentales para el autocontrol y la autonomía.
  • g) Grupos de Apoyo: Facilitan la gestión del impacto personal de tener TDAH.
  • h) Estrategias de Motivación en Tareas: Fomentan el compromiso del paciente con la intervención y sus expectativas de mejora.