Desarrollo Social y Autoestima en la Infancia: Factores Clave y el Impacto del Divorcio

Desarrollo Social Infantil

El desarrollo social infantil es el proceso mediante el cual los niños aprenden a interactuar, crear relaciones significativas y comprender las normas sociales de su cultura.

Factores Clave en el Desarrollo Social

Interacción y relaciones: Los niños se vuelven seres sociales a través de la interacción con los demás, formando relaciones con los adultos (padres y cuidadores) y con otros niños.

El Juego como Escenario de Aprendizaje

El juego, especialmente en grupo, es un escenario natural para que los niños aprendan a compartir, cooperar, resolver problemas y negociar con sus pares.

El compartir en el juego permite al niño interactuar, desarrollar habilidades sociales y aprender a apoyarse mutuamente.

Cambios en los Patrones de Juego y la Infancia Moderna

Durante miles de años, los juegos improvisados se han considerado campo exclusivo de la infancia: aprender a través del juego. No obstante, en la actualidad, los nuevos patrones sociales están reemplazando a los tradicionales.

El efecto de la televisión, los videojuegos y la mayor organización de los deportes, lo cual requiere menos habilidad social y física, es solo un ejemplo de los cambios que conducen a que los niños de las familias de esta época actúen, piensen y vivan de modo diferente al de los niños de las generaciones anteriores.

Dinámica de los Grupos de Juego

Los niños que juegan juntos por lo regular tienen la misma edad, o uno o dos años de diferencia, aunque en ocasiones pueden conformarse grupos de juego en el barrio con niños pequeños y niños mucho mayores.
Una diferencia de edad muy amplia entraña problemas de tamaño, intereses y niveles de capacidad.
Durante la época de la educación básica, los miembros de los grupos de amigos pertenecen al mismo sexo, en parte porque los niños del mismo sexo tienen intereses comunes, y las niñas son más maduras que los niños.

Construcción del Yo: Autoconcepto y Autoestima

Como producto de la interacción, el niño construye el Autoconcepto (que es el sentido de nosotros mismos, incluidos la autocomprensión y el autocontrol o autorregulación).

Los autoconceptos que se construyen en la infancia con frecuencia son fuertes y duraderos. Los positivos (como “soy popular”, “soy un buen artista”, “soy un buen corredor”) pueden producir niños con habilidades sociales, físicas e intelectuales que les permitan verse como individuos valiosos para la sociedad. En esa época también es posible que surja una imagen negativa que puede permanecer hasta mucho tiempo después de haber salido de la infancia.

Autoestima en la Infancia Intermedia

La infancia intermedia es una época importante para el desarrollo de la autoestima, una autoimagen positiva o autoevaluación. El niño compara su yo ideal y se juzga a sí mismo por la manera como alcanza los patrones sociales y las expectativas que se ha formado de su propio autoconcepto y qué tan bien se desempeña.

Las opiniones de los niños acerca de sí mismos tienen un gran impacto en el desarrollo de la personalidad, en especial en su estado de ánimo habitual.
Los niños que se gustan a sí mismos por lo general son alegres, y es probable que los que tienen baja autoestima se muestren deprimidos. Un estado de ánimo deprimido puede reducir la energía de una persona, lo cual, a su vez, puede afectar la competencia y conducir a una baja autoestima.

La Perspectiva de Erik Erikson

Según Erick Erikson, la opinión que los niños tengan de su competencia es fundamental para lograr una buena autoimagen. La crisis más importante de la infancia intermedia en la teoría de Erikson es la de “Laboriosidad versus Inferioridad”.

Erikson: Lo que debe resolverse es la capacidad del niño para el trabajo productivo. En todas las culturas, los niños aprenden las habilidades necesarias para sobrevivir; las específicas dependen de lo que es importante en una sociedad.
Estos esfuerzos por dominar las habilidades pueden ayudar a que los niños formen un autoconcepto positivo. La “virtud” que surge de la solución exitosa de esta crisis es la competencia, es decir, la capacidad del yo para dominar habilidades y completar trabajos.
A medida que los niños comparan sus habilidades con las de sus compañeros, se forman una idea de lo que son.
Si se sienten inferiores en esa comparación, pueden refugiarse en el seno de la familia, el lugar más conocido pero menos estimulante y donde se espera menos de ellos.

Fuentes de la Autoestima

La autoestima proviene de dos fuentes principales:

Qué tan competentes se sienten los niños en diferentes aspectos de la vida.
Cuánto apoyo reciben de las demás personas.

Medición de la Autovalía según Harter

Para medir la autovalía, Harter propuso cinco interrogantes referentes a la actividad de los niños entre ocho y 12 años en diversos campos de la vida:

Qué tan bueno era su rendimiento escolar.
Qué tan bueno era su desempeño deportivo.
Qué tan aceptados se sentían por los otros niños.
Cómo se comportaban.
Cómo era su apariencia física.

Asimismo, evaluaron la manera como los trataban los padres, los profesores, compañeros de clase y amigos muy cercanos. ¿Cuidaban estas personas a los niños, gustaban de ellos y los trataban como personas importantes que tenían cosas valiosas que decir? Según esta investigación, la contribución más vital al autoconcepto es el respeto que los niños sienten que les tienen las personas importantes en su vida (padres y compañeros de clase), seguido de profesores y amigos.

En cada uno de los cinco campos, lo más relevante fue la apariencia física: los niños consideraron que este aspecto era más importante y se calificaron a sí mismos por la buena apariencia que creían tener.
En segundo lugar, seleccionaron la aceptación social. Mucho menos importantes fueron las competencias en el trabajo escolar, la conducta y las actividades atléticas.

Estos hallazgos restan importancia al gran valor que Erikson dio a la competencia en la infancia intermedia. En estos estudios, el sentido de la propia capacidad de los niños tuvo alguna importancia, pero no tanta como la apariencia física y la aceptación social.

La Influencia del Grupo de Pares y la Familia

Importancia de las Relaciones

Los niños en edad escolar pasan relativamente poco tiempo con los padres; el grupo de compañeros es primordial. Sin embargo, solo contar las horas y los minutos puede ser engañoso. Las relaciones con los padres continúan siendo las más importantes en la vida de los niños.
Al clasificar las relaciones importantes en sus vidas, los niños afirmaron que las que mantenían con los padres eran las más importantes. Ellos les brindaban afecto, los guiaban, les ofrecían vínculos duraderos y les permitían afirmar la competencia o el valor como personas.
También dijeron que las madres eran mejores compañeras que los padres, y en general estaban más satisfechos con las relaciones maternas que con las paternas.
Los abuelos seguían en importancia a los padres, pues brindaban calor y apoyo al ofrecer afecto y engrandecimiento de la valía. Aunque los maestros también servían de guías a los niños, estos estaban menos satisfechos de las relaciones con aquellos.
Las relaciones de las niñas son más estrechas con las madres que con los padres; las niñas confían más que los niños en sus mejores amigos, y su amistad es más íntima, afectuosa y aumentaba la valía.
Puesto que estas tres cualidades parecen ser características de la amistad de los niños mayores, la amistad de las niñas en edad escolar puede ser más madura que la de los niños.
Los niños desarrollan el autoconcepto y construyen la autoestima al interactuar con otros niños y con los padres; se forman opiniones de sí mismos al verse como los otros los ven.
Así tienen una base de comparación (una medida real de sus propias habilidades y su capacidad).

Efectos del Grupo de Amigos

Solo en un grupo grande de amigos el niño puede darse cuenta de qué tan inteligente, atlético y atractivo es. En consecuencia, el grupo de amigos ayuda a que el niño seleccione valores para la vida.
El contrastar sus opiniones, sentimientos y actitudes con las de los demás niños le permite examinar los valores que los padres le inculcaron previamente sin discusión y decidir cuáles mantener y cuáles rechazar.

Efectos Negativos: Conformidad

El grupo de amigos puede proporcionar valores no recomendables en esta edad en que surge la autorregulación.
Y algunos niños (en especial los que tienen bajo rango en el grupo) quizá no tengan la fuerza suficiente para rechazarlos. Durante la infancia intermedia, los niños son más susceptibles a la presión para comportarse de acuerdo con los demás.
La influencia de los compañeros es mayor cuando los temas son ambiguos. Puesto que se vive en un mundo lleno de situaciones ambiguas que merecen juzgarse con cuidado, las consecuencias de la influencia del grupo de amigos pueden ser funestas.
Y aunque este grupo realice actividades constructivas (jugar, explorar y otras actividades similares), es habitual que los niños comiencen a fumar e ingerir bebidas alcohólicas, y ejecutar otros actos antisociales.
Además, los jóvenes que se involucran en graves problemas con la ley son aquellos que no se llevan bien con los compañeros. Con frecuencia, estos niños son inmaduros y carecen de habilidades sociales.

La Amistad

Las ideas que los niños tienen acerca de la amistad dan un vuelco total durante su permanencia en la escuela.
En ese momento, un amigo es aquel con quien el niño se siente confortado, con quien gusta de realizar actividades, con quien puede compartir secretos y sentimientos. La amistad hace que el niño sea más sensible y afectuoso, más capaz de dar y recibir respeto.
Los niños solo pueden ser verdaderos amigos o tener verdaderos amigos cuando alcanzan madurez cognoscitiva para tener en cuenta otros puntos de vista y otras necesidades, además de las suyas.

El Niño Popular

Los niños populares comparten numerosas características: en general son sociables y tienen buenas habilidades cognoscitivas; son buenos para resolver problemas y ayudan a otros niños; son firmes, sin ser arrogantes o agresivos.
Su comportamiento beneficia, antes que obstaculiza, los propósitos de otros niños. Son confiables, leales y pueden brindar apoyo emocional a otros niños.

El Niño Impopular

Uno de los espectáculos más tristes de la infancia es ver al niño que siempre es escogido en último lugar por todos los equipos y marginado de los grupos, que siempre regresa solo a casa, no lo invitan a fiestas de cumpleaños, etc.

Las razones de la impopularidad son muchas, algunas de las cuales pueden ser cambiadas por el niño y otras no.

Algunos niños impopulares son agresivos, otros son hiperactivos y desatentos, y otros son retraídos.
Otros actúan de manera tonta e infantil, y se muestran inmaduros en muchos aspectos;
algunos se muestran ansiosos, irresolutos y faltos de confianza, lo cual aleja a otros niños, que no encuentran nada divertido en estar con ellos.
Los niños “gorditos” o poco atractivos, los que actúan de manera extraña y los retardados o lentos en el aprendizaje también pueden ser rechazados. Los niños impopulares no tienen las mismas habilidades sociales que los niños populares.

Los padres de niños agresivos son a menudo coercitivos o ineptos para tratar con ellos; por tanto, los hijos son tan impulsivos, groseros y perturbadores con otros niños que no les agradan a ellos. En consecuencia, tienden a buscar amigos que se comporten de manera parecida.

La popularidad en la infancia no es un tema frívolo. Además de la tristeza, el sentimiento de rechazo y la pobre autoestima, el niño se ve privado de una experiencia básica de desarrollo: la interacción positiva con los compañeros, la cual le ayuda en el crecimiento como persona.

La impopularidad durante los años de preescolar no es necesariamente causa de preocupación, pero las relaciones con los compañeros en la infancia intermedia son predictores importantes de la adaptación posterior.
Es probable que los niños cuyos compañeros de escuela los encuentran agradables muestren buena adaptación en la adolescencia.
Pero también es probable que los niños que experimentan dificultades para relacionarse con los compañeros tengan problemas psicológicos, deserten de la escuela y se conviertan en delincuentes.

Impacto de los Cambios Sociales: El Divorcio

Los cambios sociales afectan la vida familiar, lo cual a su vez afecta el desarrollo de los niños. Entre los cambios actuales más destacados se halla el aumento de la tasa de divorcio, la familia de un solo padre y las madres que trabajan fuera del hogar.

Pese a la influencia de estos factores, la revisión de las investigaciones de familia revela que se han exagerado los efectos negativos, y que los procesos sociales más importantes que afectan el desarrollo de los niños incluyen el bienestar económico o su ausencia, y el ambiente del hogar, sea cálido y amoroso o conflictivo.

Consecuencias del Divorcio en los Hijos

A la hora de estudiar los efectos del divorcio en los hijos es difícil determinar si es el propio divorcio lo que les afecta o una serie de factores sociales que acompañan muy frecuentemente a la separación de las parejas.

Efectos Generales del Divorcio

Bajada en el rendimiento académico.
Peor autoconcepto.
Dificultades sociales.
Dificultades emocionales como depresión, miedo, ansiedad.
Problemas de conducta.

La edad de los hijos es uno de los factores de riesgo predictores del tipo de desórdenes provocados por la separación conyugal:

Antes de los 3 años: Pueden aparecer diferentes manifestaciones: regresar a conductas evolutivas ya superadas como la pérdida del control de esfínteres, irritabilidad, etc.
De tres a cinco años: Se creen culpables por no haber hecho la tarea o no haber comido. Su pensamiento mágico les lleva a tomar responsabilidades tremendamente imaginarias. Temen quedarse solos y abandonados. Hay que recordar que en estas edades los padres constituyen el universo entero de los niños y que la relación en la pareja es el medio en el que ellos están cuidados y mantenidos.
La edad más difícil es la de 6 a 12 años: Se dan cuenta de que tienen un problema y que duele y no saben cómo reaccionar ante ese dolor. Creen que los padres pueden volver a juntarse y presionan o realizan actos que no llevan más que a un sentimiento de fracaso o a problemas adicionales en la pareja.

Experiencias en Adolescentes

Los adolescentes experimentan:

Miedo, soledad, depresión y culpabilidad.
Dudan de su habilidad para casarse o para mantener su relación.
También se pueden dar fugas o ausentismo escolar, abuso del alcohol y drogas, hasta llegar en algunas ocasiones a intentos de suicidio.

Cómo Deben Ayudar los Padres a los Hijos Durante el Divorcio

Miles de niños sufren el estrés del divorcio de sus padres cada año. La forma en que reaccionan depende de su edad, personalidad y las circunstancias concretas del proceso de separación y divorcio.

Entre las principales cosas que ambos padres pueden hacer para ayudar a su hijo a atravesar este difícil período, figuran las siguientes:

Darle la noticia.
Abordar las reacciones del niño.
Ayudar al niño a afrontar la situación.
De ser necesario, buscar apoyo psicológico.
La importancia de la coherencia y la rutina.
No pelearse delante del hijo.
Tratar de adaptarse a una nueva situación de manera gradual.