Puede realmente el sujeto aprehender el objeto
JEAN PIAGET
El pensamiento matemático – Prólogo de Emilia Ferreiro y Rolando García
No es éste el lugar de hacer una presentación resumida de la teoría epistemológiea elaborada por Piaget. Sin embargo creemos que podría ser útil señalar ciertos conceptos claves que permiten ubicarla y diferenciarla netamente dentro del campo de las teorías epistemológicas contemporáneas.
1) La concepción básica más original de esta teoría epistemológica consiste en afirmar que la constitutiva de todo conocimiento conocimiento El conocimiento es dependiente de la acción y la acción es productora de conocimiento. Esta primacía de la acción se sustentará genéticamente a partir del análisis de las conductas más elementales del recién nacido. El mundo del lactante no se compondría de objetos tales como nosotros podríamos describirlos, sino que se compondría de cosas chupables, agarrables, mirables, escuchables, etc. «Cosas» que todavía no son objetos del mundo físico, impresiones sensoriales complejas, imposibles de ser atribuidas con precisión al mundo externo o al mindo interno. Paulatinamente se irá produciendo un doble movimiento de integración del sujeto y del objeto: en la medida en que el sujeto coordine sus acciones comenzará a dar unidad al objeto con el que interactúa (por ej. ; en la medida en que la coordinación de los esquemas le permita llevar al campo visual lo que la mano agarra, las cualidades de mirable y agarrable serán atribuidas al mismo objeto). La complejización del objeto es entonces correlativa con la complejización y organización del sujeto.
En la acción elemental todavía no puede hablarse de un sujeto ni de un objeto. Poner en el punto de partida la acción es, por un lado, sustituir las opciones clásicas (primacía del sujeto en el idealismo o del objeto en el Empirismo) con un nuevo enfoque: la primacía es el vínculo práctico la interacción efectiva, de la acción objetiva. Pero, por otro lado, es adoptar una perspectiva constructivista que dé cuenta de la constitución del sujeto en tanto sujeto cognoscente y del objeto en tanto objeto de conocimiento.
Por medio de la acción los objetos serán incorporados por el sujeto a esas categorías: serán asimilados a los esquemas de acción. La noción de esquema expresa «el conjunto estructurado de los caracteres generalizables de la acción, es decir de aquellos que permiten repetir la misma acción o aplicarla a nuevos contenidos». El concepto de asimilación sustituirá al término clásico de asociación, pero no se trata de un mero cambio de palabras: hablar el lenguaje de la asimilación en lugar del lenguaje de la asociación involucra adoptar el punto de vista del sujeto para describir el objeto con el que interactúa y, fundamentalmente, rescatar la noción de significación, apartándose del mecanicismo sin caer en la metafísica idealista. «Cualquier conocimiento comporta siempre y necesariamente un factor fundamental de asimilación que es el único que confiere una significación a lo que es percibido o concebido». La asimilación, entonces, confiere significados al hecho externo, y transformadora del objeto a través que esa incorporación de significaciones. Pero, a su vez, el objeto exigirá modificaciones del esquema asimilador, en virtud de sus propias carácterÍsticas objetivas que actuarán como un obstáculo a la asimilación completa. De esta manera el objeto es modificado por el sujeto, pero éste es obligado a modificarse por aquél.
Las consecuencias epistemológicas de este planteo son de primera importancia. Por una parte, permite superar la dicotomía entre pensamiento y acción. Tal como lo señala Piaget en esta obra «todas las teorías no genéticas conciben al pensamiento como anterior a la acción y a ésta como un a aplicación de aquél». Por otra parte, Piaget se ubica sin pretenderlo en directa continuación de la línea epistemológica del materialismo dialéctico, que precisamente trata de superar esa dicotomía entre conocimiento y acción a través de la noción de praxis. En los textos de Lenin resulta evidente la preeminencia del dato sensorial (percepciones y representaciones como imágenes de las cosas del mundo externo) apareciendo la praxis como verificadora de un conocí miento obtenido de otra manera (verificación de esas imágenes obtenidas vía sensorial) y no como constitutiva de todo conocimiento.
El poner a la acción como única fuente de conocimiento le permite a Piaget resolver de una manera extremadamente original el problema del origen lógico-matemático.
2) En ningún nivel del conocimiento empírico hay una frontera delimitable y neta entre las propiedades del objeto asimilado y las estructuras del sujeto asimilante. ( La analogía con les órganos que garantizan el funcionamiento biológico será algo más que una analogía: en ese símil está contenida una hipótesis muy específica acerca de las relaciones entre lo biológico y lo psicológico, entre la adaptación orgánica y la intelectual) . Pero esas estructuras asimiladoras no preexisten a la acción sino que se constituyen en virtud de los requerimientos de la acción. Entre la estructuración que interviene en la experiencia y la estructuración de las construcciones deductivas hay, desde el punto de vista del funcionamiento, sólo una diferencia de grado: así como la experiencia consiste en actuar sobre los objetos, las operaciones deductivas consisten en acciones interiorizadas y coordinadas.
3) Eso replantea el problema de la posibilidad de un conocimiento objetivo. Para Piaget, el objeto «es un límite al cual nos aproximamos sin alcanzarlo jamás». Por lo que hemos visto antes, resulta claro que la objetividad no está garantizada en el punto de partida, no coincide con el contacto perceptivo directo puesto que no hay registro pasivo de los hechos, y mal podría coincidir con un apartamiento del sujeto. En la concepción epistemológica sustentada por Piaget, un incremento de objetividad será dependiente de un incremento de actividad por parte del sujeto. El progreso en el desarrollo del pensamiento consistirá en coordinar progre- sivamente puntos de vista diferentes, relaciones antes inconexas, en multiplicar las puestas en relación; en una palabra, en integrar sistemas parciales en estructuras de conjunto. La objetividad aparece así indisolublemente ligada a un incremento de actividad organizadora por parte del sujeto.
Piaget va indicar que el objetivo de la ciencia «la conquista del objeto «, un objeto que existe independientemente de aunque «se modifica a medida que tiene lugar esa conquista, pero proveyendo los índices de una creciente aproximación». Kedrov pregunta, «(…) el objeto existe antes del conocí miento?» Piaget responde: «En tanto psicólogo no lo se, porque sólo conozco el objeto actuando sobre él, y no puedo afirmar nada acerca de él antes de esta acción». Rubinstein reformula la pregunta: «Para nosotros el objeto es una parte del mundo (…) El mundo existe antes del conocimiento?» Piaget responde: «para actuar sobre el objeto me es necesario un organismo y este organismo también forma parte del mundo. El mundo existe antes del conocimiento, pero nososotros no lo recortamos en objetos particulares , sino en el curso de nuestras acciones y por interacciones entre el organismo y el medio».
4) Una de las ideas centrales de la epistemología genética es la siguiente: tanto la naturaleza como la validez de los conocimientos dependen de su modo de formación. Se objetará que se confunden aquí dos problemas bien diferentes: el de la validez (problema normativo) con el proceso de formación de conocimientos (problema empírico). Sin embargo no es así, y merece citarse por su claridad un párrafo del «Prefacio a la segunda edición» en francés de esta misma Introducci6n, redactado por Piaget en 1972: «Esa objeción supone, en efecto, la existencia de tres elementos o de tres personajes diferentes en el análisis de todo acto de conocimiento: 1) el su jeto de este conocimiento, que razona a su manera según su nivel, su grado de información, etc.; 2) el historiador, el sociólogo o el psicólogo, que estudia el proceso que condujo al sujeto a su estado de conocimiento actual, y 3) el epistemólogo, que evalúa este conocimiento de los sujetos a la luz de normas que este tercer personaje se encarga de proveer en nombre de una filosofía determinada. Pero lo que no se llega a hacer comprender a ciertos filósofos adversarios de la epistemología genética es que el actor n° 2 (el psicólogo, etc.) no intenta en absoluto jugar el rol del actor n ° 3 (el normativista) , sino solamente devolver su valor al actor n° 1 (el sujeto de conocimiento). Esto conduce evidentemente a la consecuencia molesta de hacer inútil al actor n °3, pero en beneficio del sujeto mismo y no del actor n° 2 que se limita a describir cómo ese sujeto activo y responsable llegó por sus propios medios a resolver sus propios problemas».
«En efecto, cuando se nos dice que el proceso formativo no es explicativo ni podría constituir una fuente suficiente de evaluación normativa, se olvidan deliberadamente tres hechos esenciales. Se olvida en primer lugar que el proceso no es otra cosa que el desarrollo de actividades de un «sujeto», es decir de actividades creadoras de normas, y que no se trata de una sucesión psicológica cualquiera de simples estados de conciencia. Se descuida, en segundo lugar, el hecho fundamental de que el sujeto se basta a sí mismo en la elaboración de sus normas: ya se trate de un bebe ele diez meses que descubre la permanencia de los objetos o de Einstein en persona que construye sus teorías, el sujeto no tiene necesidad ni del filósofo (personaje n° 3) ni del psicólogo (actor n° 2) para ayudarlo a razonar, ya que él se basta a sí mismo (en tanto individuo o sujeto socializado en grados diversos o en tanto sujeto colectivo) y corrige solo sus errores. Pero, en tercer lugar, se olvida también que, aunque el sujeto es normativamente autónomo, ha necesitado de un desarrollo para llegar hasta allí, porque no ha cesado de modificar sus propias normas y constituye entonces la resultante de ese proceso. El problema reside en el hecho de que el sujeto no conoce sino una ínfima parte de ese proceso y es por ello que es necesario un análisis exterior a él para reconstituirlo.
5) El último punto que deseamos mencionar es el de la concepción dialéctica que subyace en toda la obra piagetiana. A la pregunta «¿Cómo se llega a la situación de «tomar conocímiento» de un dato provisto por la experiencia?» se podría responder, dentro del marco de la epistemología genética, diciendo: mediante una interacción entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Así formulada, la respuesta no es nueva, pero tampoco es respuesta. Simplemente se limita a enunciar que dicho «acto de conocimiento» constituye un ejemplo de interacción, pero sin explicar en qué consiste dicha interacción. La supuesta respuesta no hace sino explicitar un poco más la naturaleza del problema, pero no lo resuelve.
La novedad de la respuesta piagetiana conssiste en una explicación acerca de lo que significa la interacción entre el sujeto yel objeto, haber propuesto un mecanismo para explicar en qué consiste y haber acumulado material de carácter experimental para sostener su teoría.
Para comprender la nnaturaleza dialéctica de la teoría de Piaget debemos retornar a los pasajes sucesivos de un «estado de conocimiento» en un momento dado t0 al esatdo en momentos posteriores t1, t2, etc. Pero el hecho fundamental que surge del análisis genético es que la marcha no es lineal sino que constituye un complejo proceso de estructuraciones sucesivas a través de una jerarquía de niveles bien definidos. (…) «las estructuras adquiridas en un nivel dan lugar a una reconstrucción antes de que estas estructuras reconstruidas puedan ser integradas en las nuevas estructuras elaboradas sobre los niveles ulteriores».
Cada uno de los niveles constituye un estado de equilibrio dinámico, a la manera de los estados de equilibrio (situaciones «estacionarias») de un sistema termodinámico. Piaget llama equilibración a dicho equilibrio dinámico para diferenciarlo del equilibrio estático de un sistema mecánico. En la medida en que el desarrollo del conocimiento es concebido como una sucesión de estados de equilibración, está claro que deberán entrar en juego mecanismos de desequilibración de cada nivel y de reequilibración en los nuevos niveles que se van alcanzando.
Se van a distinguir tres formas de equilibrio: (i) Entre los esquemas de asimilación y los objetos a los cuales dichos esquemas deben acomodarse (que es, también, un equilibrio entre forma y contenido). ( ii) Entre los subsistemas que luego se integran en un sistema. (iii) Entre las diferenciaciones (que consiste en introucir en una totalidad, negaciones parciales, generadoras de subsistemas pero manteniendo los caracteres positivos de la totalidad) y las integraciones (que conssisten en ereunir en una totalidad sistemas que eran independientes o que eran considerados como tales).
El tercer tipo de equilibración Piaget en él hace reposar la solución del problema que considera cerno «el más misterioso» de todos los problemas epistemológicos: la producción de nuevos conocimientos. Pero aun una descripción de las tres formas de equilibrio no constituye una explicación del proceso.
Aquí surgen dos nociones que son utilizadas con harta frecuencia en las explicaciones de tipo epistemológico, sin que se hayan hecho muchos esfuerzos por aclarar su significado ni, mucho menos, por desentrañar los mecanismos que ponen en juego. Dichas nociones son abstracción y generalización. El papel fundamental que juegan en su teoría no es otro que el de la construcción de nuevas estructuras en los procesos de reequilibración.
Las desequilibraciones de cada una de estas tres formas de equilibrio responden a mecanismos especiíficos. Todo esquema asimilador encuentra un obstáculo o pertubación (definido como el objeto que resite a la asimilación); frente a esa perturbación se pone en marcha mecanismos de regulación que tratan de compensar la perturbación. La compensación es compensadora con respecto a la perturbación pero es formadora con respecto al esquema. Rara vez la compensación es compketa de inmediato y da lugar al surgimiento de contradicciones.
Este tratamiento de la contradicción, traduce mejor que ninguna otra el pensamiento dialéctico de Piaget. La dialéctica aparece bajo dos formas distintas: (i) Como una situación de interacción en la cual se mantienen los términos en oposición, en un condicionamiento recíproco que hace que ninguno de ellos pueda ser definido o ser considerado independientemente del otro. (ii) Como una situación en la cual uno de los dos téminos en oposición niega (parcialmente) al otro, dando luagra a un tercer término o elemento que subsume (parcialmente) a los anteriores en una síntesis.
Las dos formas de la dialéctica -como acción recíproca y como síntesis de los elementos en contradicción- aparecen en la teoría piagetiana de la equilibración: la primera de ellas en las interacciones dpropias de la equilibración; la segunda en la superación de las contradicciones para dar lugar a nuevos niveles de estructuración.