Apuntes licencia de armas

Ciervo (cervus elaphus):

  corto q no forma melena en el cuello. durante la estación favorable, la coloración general del cuerpo es parda, + oscura en los 4ºs traseros q en los delanteros. sin embargo en invierno la capa es leonada, + oscura en la parte posterior d la grupa. el cuello es pálido x su zona ventral, con una línea parda q recorre la parte superior dorsal. la cabeza d color sepia en verano y + oscura en invierno. un anillo pálido alrededor d los ojos. vientre y cara interna d los muslos blancuz­cos. gran mancha anal d color ante-ocráceo extendida x encima d la cola, ésta última d color marrón oscuro en su parte dorsal. las crías presentan las partes superiores moteadas d manchas blancas q desaparecen al inicio del invierno. las cuernas sólo se encuentran en los machos. sus puntas aparecen a los 8 meses d edad. su desarrollo es variable, pero, x lo general, al cumplir el individuo los 2 años, la cuerna se ramifica en una horquilla a cada lado; a los 3 años d edad, vuelve a salir una nueva punta y, desde ese instante, la correlación entre la edad y el número d puntas deja d producirse, siendo necesario atender a diversos factores tales como la alimentación, estado d salud, etc. las cuernas se desprenden en marzo y abril d cada año, aunque este hecho varía según las condiciones climatológicas d las distintas localidades. los machos viejos y los q se encuentran en mejores condiciones son los 1ºs en desprenderse d la cuerna; los primales rara vez lo hacen antes del mes d junio. las nuevas cuernas inician su crecimiento d inmediato; aquellas q cayeron en primer lugar, alcanzan su desarrollo completo a 1ºs d julio. la mayor parte d los individuos limpian sus cuernas en agosto, siendo excepción el caso d los primales, para los q la época es septiembre u octubre. las cuernas se forman a partir d una sustancia cartilaginosa y se endurecen x acumulación d cales y fosfatos. las sales d cal y ácido fosfórico, acumula­das en la sangre, son transmitidas a la masa cartilaginosa mediante vasos sanguí­neos q quedan visibles como surcos una vez formada la cornamenta. el «terciopelo» o «correal», piel grisácea q protege los cuernos en su for­mación, va cayendo poco a poco con la ayuda del mismo animal q restriega la cornamenta contra las ramas y troncos d los árboles; luego lo ingiere en su mayor parte, lo q constituye para él un excelente suplemento nutritivo. la cuerna ya limpia (o «escodada») es blanca, pasando paulatinamente a su defini­tivo color marrón. las primeras cuernas (primera cabeza) toman la denominación d «varas», debido a q, x lo general, no suelen tener puntas o candiles. esas varas se caracterizan x la ausencia d la «roseta» o ensanchamiento basal del cuerno q las separa del pivote. en ejemplares con muy buen porvenir, pueden existir una o 2 puntas x cuerno, siempre situadas en la parte superior y formando una hor­quilla. las cornamentas q siguen podrán presentar puntas, variando su número con la edad y con las características genéticas d los distintos individuos. generalmente, la segunda cuerna presentará, en ejemplares bien desarrolla2, d 1s 8 a 12 candiles. en años sucesivos aparecerán x cuerna, entre otras 3 puntas muy caracte­rísticas; luchadera, contra-luchadera y tercera punta o punta central, q ocupan, respectivamente, los lugares 1º, 2º y 3º, contando a partir d la roseta. la parte final del cuerno es la palma o corona, engrosamiento ramificado en un número variable d puntas. con la edad podrá aumentar el número d puntas, inicián2e a partir d los 12 años un descenso. tb con el tiempo las luchaderas tienden a hacerse + perpendiculares al plano d las cuernas, aguzán2e y emblanquecién2e el extremo d las puntas y acortán2e y ensanchán2e los pivotes. el celo q comienza hacia media2 d septiembre.

Gamo (dama dama):

el «escudo anal» o «espejo» consiste en 2 lineas negras en forma d signo d paréntesis q enmarcan la mancha anal blanca sobre la zona rojiza d las ancas. la cola es negra en el centro d su cara dorsal y blanca en los bordes d ésta y en la totalidad d su cara ventral. el proceso d formacion d la cuerna es similar al del ciervo. solamente la poseen los machos. la cuerna caerá entre finales d marzo y principios d abril, comenzando su nuevo crecimiento a 1ºs d mayo. en junio o julio se encuentra revestida d «terciopelo», el cual irá desapare100do a lo largo del verano. la tercera cuerna muestra el 2º candil, inicián2e en el extremo del tallo un ensanchamiento q continuará con la pala. en las mudas sucesivas, el borde superior d la pala se hendirá en varias puntas, «diente» o «de2». la + baja d estas puntas alcanza notable longitud, estable100do un tercer candil. el celo tiene lugar, x lo general, a finales d septiembre, finalizando a últimos d octubre.

Corzo (capreolus capreolus):

  las patas posteriores son + largas q las anteriores, d forma q el animal, para desplazarse, lo hace x saltos sucesivos. durante los 3 1ºs meses d vida, el corzo presenta un pelaje rojo mote­ado d manchas blancas y amarillas. a medida q crece, la librea manchada se atenúa hasta llegar a desaparecer en el otoño. en el verano los adultos tienen una librea d color rojo claro y en el invierno gris oscuro. el paso d una a otra se pro­duce a causa d 2 mudas q tienen lugar en primavera y otoño. la primera muda sucede en marzo-mayo, cuando el pelo d invierno es reemplazado x el d verano. esta muda comienza antes cuanto + joven es el ejemplar. la muda d otoño, q se cumple en octubre, es + discreta y rápida q la d primavera. el macho tiene cuernos durante 9 meses al año, en diferentes estadios d desa­rrollo; en el otoño los pierden y así, la diferenciación d sexos se hace + compli­cada. sin embargo, la forma d la cabeza del macho es diferente a la d la hembra, ya q ésta la presenta con un perfil + rectangular y, x otro lado, el cuerpo del macho forma un trapecio acentuado en su pane delantera, hecho q no ocurre en el sexo opuesto. el apogeo d desarrollo d los cuernos se sitúa entre 3 y 5 años, a veces a los 6-7 años, dependiendo d los individuos. a medida q el animal enve­jece la talla y evolución d dichos cuernos disminuye. el cuerno se compone, partiendo del hueso frontal, d un pivote q perma­nece subcutáneo y q tiene d 15-20 mm d altura y d 15-25 mm d diámetro. la «roseta», es redonda, granulosa e irregular y roza la piel y los pelos q recubren el cráneo. d esta «roseta» arranca el «tronco», lige­ramente inclinado hacia atrás, con su parte inferior muy perlada y d 20-30 cm d longitud; d él brotan 3 puntas: la primera o anterior, dirigida hacia delante, y + arriba la segunda y tercera, denominadas central y posterior respectivamente, q forman una horquilla. en cuanto al ciclo aproximado d la cuerna, la caída tiene lugar durante los meses d octubre y noviembre; el nacimiento y formación desde diciembre a marzo y el descorreado d marzo a mayo.  se le considera habitualmente como un animal solitario e individua­lista. el grupo familiar está formado x la madre y su cría. durante el primer mes d vida, la madre se desplaza sin la cría. cuando ésta última cumple los 3 meses, sigue a su progenitora. la fuerte cohesión entre ambas disminuye a partir del 10º mes (febrero o marzo). los jóvenes del año anterior siguen a las corzas gestantes, disolvién2e la unión aproximadamente en abril o mayo. una vez q los corcinos se alejan, pueden ser desplaza2 rápidamente. si se trata d un macho, éste será expulsado x el macho adulto territorial. si es una hembra será expulsada x la madre antes d la paridera. la territorialidad del macho es d tipo estacional, comenzando2 o 3 semanas antes d descorrear para finalizar tras cumplirse el celo el corzo alterna fases d actividad (desplazamiento y búsqueda d alimento), con fases d inactividad (reposo, sueño y rumia). los perío2 d actividad + importantes los tiene al amanecer y al cre­púsculo. practica la poligamia, sobretodo cuando la densidad d población es elevada y el desequilibrio entre ambos sexos es acusado. el celo se inicia en la segunda quin­cena del mes d julio, terminando aproximadamente a media2 d agosto. el periodo d gravidez d la hembra queda interrumpido desde la fecundación hasta diciembre, siendo a partir d entonces cuando el embrión empieza a desarrollarse. el parto se producirá entre los meses d abril y mayo. el número d crías varía d 1 a 2, siendo frecuente el parto gemelar. machos y hembras son aptos para la reproducción a partir d los 2 años d edad.  el corzo es extremadamente meticuloso a la hora d elegir su alimento. del estrato arbóreo aprovecha tanto los frutos como los brotes y tallos tiernos del año. del estrato arbustivo gusta d alimentarse, al = q en el caso anterior, d bro­tes y frutos diversos, acentuán2e la preferencia d este tipo d comida durante la época invernal. del estrato herbáceo escoge, en el transcurso d la primavera, solo los brotes, flores y semillas q + le apetecen.

Cabra montes (capra pyrenaica)

: los cuernos son persistentes, no ramifica2, constitui2 al exterior x vainas o estuches córneos d origen epidérmico, gruesos, nu2os y rugosos; con una qui­lla muy marcada, par2 o grises, implanta2 cerca del borde posterior d los fron­tales; dirigi2 hacia atrás y fuera, retorci2 en espiral o simplemente encorva2 en forma d cimitarra. estas vainas encierran los cuernos óseos, q aparecen como meras prolongaciones d los huesos frontales. los cuernos d las hembras son + pequeños, delga2, – rugosos y dirigi2 sencillamente hacia atrás. normalmente la edad d la cabra montes se calcula x los anillos o «medró­nes» d los cuernos, hecho q se cumple + fidedignamente en el macho q en la hembra. estudios realiza2 en diferentes razas d cabras domésticas llegaron a la conclusión d q en cada raza existe uniformidad morfológica d la corna­menta, en base al ritmo d aparición d surcos especiales alrededor del eje mayor d los cuernos y al ritmo d crecimiento y torsión eventual d éstos.  en el buen tiempo, esta especie es + bien nocturna en sus costumbres y suele pasar casi toda la noche en los pastos. x la mañana, disfruta los 1ºs rayos del sol y abandona los comederos. cuando se acentúa el calor, busca el encame en alguna cueva o al abrigo d cualquier sombra. al atardecer, entra d nuevo en actividad. en invierno es + diurna y le gusta d calentarse al sol, inmó­vil, durante horas, acostada sobre una lastra. las cabras monteses van en grupos, desde 1 hasta 30 y 40 ejemplares, cuando son abundantes. los machos forman tb hatos d muy distinta ‘composición, pero es muy típico el caso del macho viejo con 1 o 2 jóvenes d compañeros. estos machos andan siempre separa2 d las hembras, excepto en los últimos días d noviembre y los meses d diciembre y enero, en los cuales ocurre el celo. es un animal bastante sedentario y muy querencioso d los lugares donde se ha criado. cuando están en grupo, suele haber 1 q hace d jefe y guía, y si se ven sor­prendi2, to2 toman la misma dirección q éste. al menor peligro, se advier­ten 1s a otros con piti2 cortos, fuertes y muy característicos. los transtornos nerviosos q sufren los machos durante el celo se traducen en una fuerte violencia. se vuelven peligrosos y se atacan 1s a otros con ferocidad. los choques d sus cornamentas se oyen desde lejos. su excitación les hace andar errantes y prácticamente dejan d comer. cuando un macho llega a donde hay un grupo d cabras lucha x su posesión si se las disputan y anda con ellas hasta q quedan cubiertas, marchando entonces en busca d otras. la cubrición se verifica en el mes d diciembre y parte d enero. la gestación es d unas veintitrés semanas y el parto se produce desde finales d marzo a finales d julio resultando, x lo general, una sola cría. la madre la esconde en los 1ºs días d vida y la amamanta hasta q se queda nueva­mente preñada. a partir d entonces, dicha cría puede quedarse en compañía d las madres si es hembra; pero si es macho, al no ser bien recibido x los grupos for­ma2 x ejemplares d su propio sexo, termina, x lo general, acompañando a algún individuo viejo q se siente ya débil para andar con los otros.

rebeco (rupicapra rupicapra): 

Durante el verano, en el pelaje del sarrio dominan los tonos pardos. El vientre, el pecho y la zona anterior de las extremidades, son más oscuros que el resto. En la cara destacan dos bandas de color sepia, una a cada lado, que la cruzan desde la boca hasta las orejas pasando a través de los ojos. La mandíbula inferior y la gar­ganta ostentan tonos amarillentos y las orejas son negruzcas por fuera y blanco-amarillentas por dentro. Durante el invierno, el color general es más oscuro, y casi negro a lo largo de la parte baja de los flancos y en los lados del cuello, desde la base de la oreja al pecho. El diseño cromático de la cabeza no varía y la garganta es más oscura que en verano.  El rebeco cantábrico, en el estío, exhibe una tonalidad general rojiza cervuna. Las franjas laterales de la cabeza son pardo-claras y la garganta ocre-rojiza. En la época invernal, el color es arcilloso, vientre más pálido y lados del cuello y parte baja de los flancos casi negro. En ambas subespecies, la coloración es sensiblemente común para machos y hembras. Las crías, antes de que se les manifiesten los cuernos, poseen una tonali­dad ocre bastante clara, con la mancha amarillenta de la garganta muy patentizada. Los cuernos de los rebecos machos son pequeños, negros y de sección oval. Nacen perpendiculares al cráneo, abriéndose más tarde y terminando con las pun­tas hacia atrás. Los de las hembras son más delgados con ganchos más abiertos y de sección cilindrica. Su comportamiento en las cuatro estaciones del año podría ser sintetizado de la forma siguiente: a) En primavera: la hembra se aisla para parir, seperándose de su cría del año anterior, aun cuando ésta no se aleja en demasía. Esto ocurre en Mayo-Junio. Los machos se encuentran dispersos, ascendiendo para rastrear las hierbas que empiezan a desarrollarse. b) En verano: las hembras forman grupos junto a las crías recien nacidas y con las del año anterior, situándose por encima de los límites boscosos. Los machos siguen aislados o en pequeños grupos. c) En otoño: los machos se unen a los rebaños de hembras y jóvenes, ya que el celo está en su inicio. Forman el harén, persiguendo y expulsando a sus competidores. Finalizada la cubrición (últimos de Octubre y todo Noviembre), vuelven a separarse de los rebaños para formar grupos pequeños. d) En invierno: permanecen en las partes altas mientras encuentran comida y hace buen tiempo. Más tarde, bajan a refugiarse a los bosques y partes bajas, llegando incluso a las proximidades de los pueblos. 

Muflon (Amnostarus lervia):

Ambos sexos, sin lana, presentan una capa marrón-chocolate más clara en verano que en invierno. Durante la época fría los machos tienen una notable melena y, casi sin excepción, una mancha blanca en el lomo o «silla», en la cara se les aprecia una mancha blanca que transcurre desde el hocico hasta los ojos y otra, que rodea a los ojos, conocida como «gafas» o «anteojos». Típicamente, las hembras carecen de cuernos o los tienen muy poco desarro­llados; si ocurre esto último, son finos, cortos, estrechos y con dos filos muy mar­cados. Los machos inician el desarrollo de los cuernos a partir del primero o segundo mes de vida, no siendo perceptibles hasta el tercero o cuarto mes. En el primer año crecen hasta 15-20 cm en longitud. En el cuarto, quinto y sexto, de 6 a 8 cm de media anual, y a partir del séptimo, de algunos pocos centímetros. A partir del octavo, el crecimiento es muy débil, siendo a veces inferior al desgaste en las puntas. Los cuernos crecen circularmente hacia atrás, curvándose hacia abajo y ade­lante, llegando a formar casi un círculo, a los muflones, desde jóvenes, se les puede estimar la calidad potencial de los cuernos por medio de la dirección de las puntas y por el ángulo que forman los ejes de aquellos en las bases. Puntas dirigi­das hacia el interior del cuerpo son la causa de que se encarnen en el cuello, y con ángulos inferiores a 90°, al resultar estrechas, pueden incrustarse en la mandíbula.

Jabali (sus scrofa)

De tronco macizo, cuello poco marcado y una larga crin que recorre la mitad anterior del lomo. Cabeza gruesa en relación al cuerpo, con su máxima altura al nivel de la implantación de las orejas, alargándose en forma de cono en un largo hocico hasta los orificios nasales, situados en un carnoso disco plano y des­nudo. Orejas enhiestas y ojos extremadamente pequeños. Los dos primeros tercios de la cola están formados por un cartílago y el último por un penacho de largos pelos. Patas finas, con dos pezuñas anteriores sobre las que se apoya continua­mente y dos posteriores, situadas más altas. El color del pelaje varía con la edad, estación del año y situación geográfica, aún cuando puede asegurarse que en los ejemplares adultos suele predominar el castaño oscuro.  El jabalí se comporta como un animal social. Al grupo que forman los distintos individuos se les llama piara, compuesta por una o varias hembras adultas y su descendencia. La célula familiar sólo se romperá, en condiciones naturales, cuando la madre vuelva a parir al año siguiente. Los machos suelen dejar el grupo tan pronto como alcanzan la pubertad; a partir de entonces llevan una vida predominantemente solitaria, si bien los ejemplares viejos van con frecuencia acompañados por un macho más joven, el «escudero».  Se cono­cen casos de hembras preñadas dos veces en el mismo año. Los machos son capaces de fecundar a la edad de dos años, pero no suelen cubrir hasta el año siguiente y su celo se alarga desde Octubre a Mayo, siendo Diciembre el mes más propicio seguido de Noviembre y Enero. Los enfrentamientos entre machos que tratan de ganarse el favor de una misma piara de hembras son más frecuentes en los meses de finales de otoño y comienzo del invierno. Tratan de morderse mutuamente de abajo a arriba, con el fin de per­mitir la actuación de las cortantes defensas. Como cada cual ataca desde más abajo que el enemigo, el efecto consiste en un refregamiento lateral, en el que cada con­trincante aprieta su ladeada cabeza contra la cabeza o los flancos del contrario, hiriéndolo con frecuencia en los lados del pecho. Las heridas no son graves, ya que el engrosamiento de la piel en ésta época del año actúa como un eficaz escudo pro­tector. Una vez zanjadas las diferencias, el ganador se dispone a cortejar a las hem­bras, persiguiéndolas y empujándolas. Un macho cubre aproximadamente entre 2 y 3 hembras.  La gestación unos 4 meses. Antes de parir, la madre se separa del resto de la piara y busca un matorral donde construye la paridera, consistente en un lecho de hojas heléchos y musgos con más de 30 cm de espesor. La mayoría de los partos se producen en Abril, no siendo raros en Marzo y Mayo y bastante escasos en Enero y Febrero.

Conejo Oryctolagus cuniculus):

  Los conejos ibéricos son, probablemente, los de menor tamaño de su especie, situándose su peso medio en unos 950 g y máximo en cerca de 1,5 kg. El aspecto general es muy particular, con formas redondeadas (longitud de cabeza y cuerpo 34-45,5 cm; altura a la cruz 16-18 cm) sin grandes ángulos, destacando sus gran­des orejas (6-7,5 cm), sus largas y fuertes patas traseras y una cola en forma de pompón (4-8 cm). El pelaje es suave, con una longitud homogénea por todo el cuerpo; su coloración varía desde el color arena pardusco al gris o negro, desta­cando a menudo, el color rojizo u ocre de la región del cuello. Posee un círculo claro alrededor de los ojos y las partes bajas, incluidas las de la cola, son de color blanquecino. En las orejas, que plegadas hacia delante no llegan al hocico, destaca su borde superior que es negro, al igual que la parte superior de la cola. Las extre­midades delanteras son más cortas que las traseras; los ojos son redondos y de un color azul oscuro intenso y la planta de los pies es peluda. Dedos terminados en uñas fuertes bien visibles en sus huellas.  Los conejos son muy sedentarios, realizando pequeños desplazamientos (hasta 5 km) para alimentarse. No es muy exigente en cuanto al medio, pues se adapta bien a un gran número de habitáis, siempre que pueda alimentarse en ellos. No obstante prefiere los bosques de tipo mediterráneo, de terrenos cálidos y secos con suelos arenosos o algo pedregosos, abiertos y próximos a pastizales o zonas de cultivo huertos y cultivos en general. No necesita disponer de agua en abundancia. Es una especie muy gregaria que vive en comunidades de hasta 25 individuos asentados sobre un territorio bien delimitado por sus heces, las secreciones de sus glándulas anales y del mentón. Incluso llegan a desarrollar su propio olor familiar al rociarse unos a otros con orina. En el centro de su territorio sitúan él denomi­nado vivar comunal, excavando en el suelo diversas galenas con forma de labe­rinto, que pueden tener hasta 2 metros de profundidad y 15 cm de diámetro, o bien habitaciones cerradas de 30-60 cm de diámetro. La longitud total del vivar no supera los 45 metros y siempre se mantiene perfectamente limpia pues los anima­les defecan en el exterior. La defensa de los nichos es realizada por las hembras, mientras que los machos defienden el territorio, el cual esta recorrido por diversas sendas marcadas con heces en las intersecciones (cagarruteros) que terminan en el vivar y que sirven para realizar los desplazamientos alimentarios de los conejos. La actividad de estos animales es básicamente crepuscular y nocturna, utili­zando las primeras horas del día para solearse. Tiene agudos sentidos de la vista y del olfato, que les permite huir de sus enemigos con rapidez, escondiéndose en el vivar o entre la vegetación. En caso de peligro los conejos más viejos golpean con sus patas traseras en el suelo provocando la huida precipitada de todos los indivi­duos de la colonia. Los conejos son muy voraces alimentándose de todos los vegetalesqueencuentran (cortezas jóvenes, semillas, frutos y raíces), teniendo especial preferen­cia por las plantas gramíneas. Esta especie presenta una gran capacidad reproductiva, llegando a tener de 4 a 5 carnadas en una temporada que transcurre desde los meses de Octubre o Noviembre, hasta el mes de Junio. La pubertad se alcanza a los 3,5-4 meses y el peso adulto (900 g) se consigue a los 7,5-8 meses. La fertilidad de los adultos se prolonga durante 6 años y pueden llegar a vivir hasta diez. En la época de celo son frecuentes las luchas entre machos, lanzándose chorros de orina y haciendo amagos de castrarse mediante mordiscos. Los machos más fuertes persiguen a las hembras, mediante carreras y saltos característicos rodán­dolas con orina y provocando así su sumisión o su huida. La cópula se realiza en la madriguera.

Liebre (lepus capensis)

  La liebre se acomoda a muy diversos medios, ocupando desde las zonas coste­ras, hasta las zonas altas de la España continental. Así mismo coloniza zonas pan­tanosas y de marismas o zonas boscosas adehesadas, olivares o brezales, pero donde prefiere estar y aprovecha mejor sus facultades es en los grandes espacios abiertos de cultivos extensivos y viñedos. Es un animal poco territorial (aunque marca sus dominios con una secreción glandular de sus patas traseras), de vida nocturna y solitaria. Suele tener varios encames situados en un radio de 1 km, aunque por la noche efectúa desplaza­mientos mucho más largos para alimentarse y dar alocadas carreras. Posee un excelente oído y mejor olfato de forma que puede seguir cualquier rastro para buscar alimento. Los encames son unos hoyos someros realizados en el suelo o detrás de algún matorral o piedra. En ellos pasa el día resguardada tomando el sol. El macho se queda contraído y con las orejas levantadas, la hembra suele tomar una posición más erguida y con las orejas tumbadas. Aguanta en el encame ante cualquier peli­gro hasta que el intruso se acerca, para luego salir huyendo en zig-zag a gran velo­cidad (70 km/h). En invierno los encames son más profundos para protegerse de los vientos, siendo mas temerosa y ante cualquier amenaza sale huyendo mucho antes. La vuelta a los nichos se realiza con extraños recorridos, evitando siempre volver en línea recta para despistar a posibles observadores. Su dieta es base de hierbas, granos y bayas, pero cuando carece de ellas tam­bién roe cortezas y brotes de algunos árboles (frutales, alisos y sauces). Algunos autores le atribuyen ciertos hábitos carroñeros. Al igual que el conejo, también practica la coprofagia diurna de heces blandas y blanquecinas ricas en proteínas, flora bacteriana y vitaminas del grupo B. Por la noche expulsa las características cagarrutas redondeadas y negras (1,5-2 cm). El período reproductivo comienza a finales de Enero, estando capacitadas las hembras para tener 2-4 carnadas anuales con un número variable de crías de 1 a 5, aunque lo normal son sólo una o dos. Únicamente en esta época se puede ver a varias liebres juntas, siendo frecuentes las peleas entre machos. Estos combates son característicos ya que los animales se golpean erguidos con las patas delante­ras e incluso pueden llegar a castrarse. El macho vencedor persigue a la hembra en movimientos giratorios hasta que se produce la cubrición. La gestación dura 42-44 días, por lo que a principios de Marzo se pueden observar los primeros lebratos.

Perdiz roja (alectoris rufa)

El tamaño de la perdiz oscila entre los 32-34 cm de longitud y los 47-50 cm de envergadura alar; y su peso entre 350-600 g. No existe un marcado dimorfismo sexual, aunque la hembra es algo menor. La cabeza es pequeña y ovalada, las fosas nasales prominentes y el pico breve, robusto, de base descubierta y algo curvado en la punta. Las alas son cortas y redondeadas. La cola corta y los tarsos presentan escamas pequeñas en la parte anterior y dedos fuertes pero breves, unidos en sus bases por una membrana corta. La coloración es muy sobria y similar en machos y en hembras. es un ave sedentaria que prefiere lugares secos, arenosos, calizos y pedregosos. Es frecuente encontrarla en zonas de monte bajo y laderas de can­tueso, matorrales y jarales. Prefiere parajes donde se conjuguen zonas llanas con otras quebradas, con colinas, cerros, valles y pequeñas laderas para dominar el territorio y buscar refugio. Las zonas de cultivo y los pequeños arroyos les propor­cionan agua y alimento. Sin embargo se adapta bien a lugares más abruptos. La perdiz es un ave de costumbres terrestres, que le gusta poco volar. Cuando anda lo hace agachada y al correr levanta bien la cabeza para detenerse de golpe y confundirse con el ambiente. Su vuelo es recto, rápido (65-75 km/h) y a baja altura. Hace bastante ruido al arrancar y planea durante algún tiempo dejándose caer no muy lejos, para luego continuar con una marcha ligera (a peón). Los individuos forman bandos variables según la época del año. En otoño e invierno son familiares, y están compuestos por adultos y perdices juveniles en un número de 3 a 12, que permanecen juntos hasta la época de celo (mes de Enero), para posteriormente disolverse y formar parejas. Los machos luchan por las hembras («picadillas») hasta conseguir su pareja, momento en el cual se hacen sedentarios y desarrollan un instinto de defensa del territorio. A veces en ésta época se pueden ver pequeños grupos de individuos for­mados por jóvenes desparejados que se unen a un par ya establecido. Los nidos, situados en terrenos no cultivados o linderos y ocultos entre brezos o matorrales, los realiza el macho y la hembra elige entre ellos el más adecuado, que normalmente es el más seguro. La puesta comienza dos o tres días más tarde y da lugar a 10-18 huevos de color blanco amarillento o pardo amarillento con man­chas de color rojizo ocráceo. Sus medidas aproximadas son de 37-40 x 29-33 mm y su peso de 17-21 g. El periodo de incubación es de 23-24 días. A veces la hem­bra puede realizar dos posturas. Durante la incubación se pueden ver pequeños grupos («toradas») de machos que no colaboran en la incubación o que han perdido su puesta. De éstos la mayoría volverán con sus hembras tras el nacimiento de las crías. En primavera se ven las polladas con sus madres y en ocasiones sus padres. Las distintas polladas se irán uniendo durante el verano para formar los citados grupos familiares («jabardos»). Los pollitos son muy nidífugos, desplazándose con facilidad detrás de la madre a las pocas horas de haber nacido. En estos primeros días la mortalidad puede alcanzar el 70 por 100, ya que los animales son muy sensibles a los factores climáticos, depredación, enfermedades o carencias alimenticias. Se alimentan de insectos y semillas y a las dos semanas son capaces de desarrollar pequeños vue­los. El máximo desarrollo lo alcanzan hacia finales del mes de Julio y son difícil­mente distinguibles en la lejanía de los adultos.

Codorniz( coturnix coturnix)

 mide de 16-18 cm de altura y de 32-35 cm de envergadura alar; su peso oscila entre los 140 g de la primavera a los 160 g en el otoño, que es cuando regresa a sus refugios de invierno bien cebada. No existe un claro dimorfismo sexual, y su coloración es terrosa y oscurecida en sus partes altas y más clara en las bajas. El dorso y los flancos poseen una serie de bandas blanco-amarillentas y negruzcas. La cabeza presenta tres bandas longitudinales amarillentas, una central que divide un píleo pardo-oscuro y las otras dos formando largas cejas hasta la nuca. Su coloración general y las diversas bandas, más o menos contrastadas, la hacen que sea muy difícil de distinguir en el campo. El pico es corto y fuerte; más ancho que alto en la base y de una coloración que varía del rosado pálido al gris pardusco. Las patas de coloración pardusca, son más claras en las jóvenes. Los dedos se unen en su base por una breve membrana y los ojos son oscuros. Los polluelos tienen la cabeza rojiza con una banda central bordeada de negro y dos manchas sobre el oído, una amarillenta y otra negra. El dorso es rojizo ama­rillento con dos rayas negras y las alas amarillentas poseen manchas negras en las plumas superficiales.  La codorniz es un ave migradora, lo que la diferencia de forma importante del resto de las gallináceas de carácter más sedentario. En la época estival busca cli­mas más frescos y húmedos, mientras que prefiere invernar en terrenos áridos de condiciones semi-desérticas. Los desplazamientos se realizan siempre durante la noche y formando grandes bandos que siguen los cursos de los ríos. Las poblaciones que se crían en las zonas de Eurásia pasan el invierno en las áreas tropicales de la India o bien atraviesan los desiertos hacia el África tropical o subtropical. Algunas poblaciones pueden quedar en el noroeste africano e incluso acceder a las costas mediterráneas españolas. En España el periodo de llegada de las aves es la primavera, para criar durante el verano y comenzar el regreso hacia el continente africano a finales de Septiembre u Octubre. Sin embargo estas fechas pueden sufrir variaciones a lo largo de los años. La distribución de la especie es prácticamente por todo el área peninsular, no siendo excesivamente exigente para elegir su nicho ecológico, aunque le gustan los terrenos abiertos, estén cultivados o no y siempre que no tengan una vegeta­ción excesivamente alta o densa que les impida los movimientos. Prefiere no obs­tante las zonas húmedas y de regadío. Es un ave de costumbres nocturnas y vida oculta, que le gusta desplazarse por el suelo y que posee un vuelo corto y bajo pero muy veloz en la arrancada, sin embargo en el momento de la migración es capaz de atravesar en una noche largas distancias. A finales de la primavera comienza la época del apareamiento, el cual está marcado por la gran actividad de los machos que son polígamos y luchan entre sí por conseguir a las hembras, marcando claramente su territorio con su canto carac­terístico. La hembra nidifica entre la vegetación y comienza a realizar una puesta varia­ble entre 4 y 20 huevos de color blanco-amarillento con grandes manchas oscuras. El periodo de incubación varía entre 15-21 días y sólo lo realiza la hembra. Los pollitos son muy nidífugos y pesan 5 g al nacimiento, aunque su crecimiento es espectacular, ya que vuelan perfectamente a los 19 días y adquieren el aspecto de adulto hacia el mes de vida.

Explotaciones cinegéticas

Ciervo



REGIMEN INTENSIVO: Superficie de terreno cercado: En este punto convergen dos aspectos a tener en cuenta; el primero la superficie de la finca disponible y sus características (densidadde monte bajo, vegetación, regadío o secano, si es un humedal o fresca ,etc…) , lo que nos permitirá hacer un cálculo lo más aproximado posible de la carga ganadera. Y un segundo punto, que plantea la necesidad o no de suministroadicional de forraje o pienso. Se disponen varios cercados con la correspondiente carga ganadera, distribuyendo por lotes de 50 uni­dades, considerando las diferentes calidades (peso y edad) y los estadios de producción. En ocasiones se desprecia el alimento que produce el terreno basando la nutrición exclusivamente en el aporte de forraje y pienso cuando se trabaja con densidades muy elevadas. En caso contrario, podemos considerar como ejemplo el caso extremo de una finca de regadío sembrando pradera artificial que permite una carga ga­nadera de unas 25 reses/Ha. durante siete meses, has­ta las 5 reses/Ha. en dehesas y zonas de secano.  Instalaciones: Entre las instalaciones fijas, considera­mos primero una sala de manejo general (para vacuna­ciones, pesaje, corta de cuernos, desparasitacion, etc…).Dos cercados de entre 1.000 y 5.000 m cada uno y adyacentes a-fin-de facilitar el manejo de las reses. Por últimose reservan de dos a cinco cercados (de los indicados en el anterior apartado como parideras. Técnicas de explotación: Pasamos a enumerar los diferen­tes modelos y técnicas empleadas en este tipo de explo­taciones: a) Sistemas rotacionales estacionales: Se trata de mantener cercados sin reses para que pueda crecer la hierba. y en general dar cobertura vegetal , asegurando cubrir las necesidades nutritivas de las reses en todas las estaciones del año. b) Selección genética de los reproductores: Marcando como objetivos mejorar la calidad de las cuernas, el índice de conversión, el porcentaje de nacimientos, etc…  c) Control de la berrea: Basándonos en un sex-ratio de 1 macho por cada 40-50 hembras, control del peso de las hembras (65 Kgr.) a primeros de sep­tiembre en primerizas), intercambio de machos cada 15 o 21 días , distribución de los lotes de hembras por cercados, etc… d)Técnicas de superproducción: Tratamientos hormona­les , Inseminación Artificial , etc…  Posibilidades de mercado: Venta de la canal de carne Venta de la piel. Venta de dientes para joyería. Venta de las visceras.(Corea y China). Venta de cuernas en «velvet» (Corea, Taiwan y China).Venta para repoblación. 2.–REGIMEN EXTENSIVO; Es el modelo más simple de explotación de esta especie. Se basa en la instalación de una cerca o valla «cinegética» en una finca que impida la huida de las reses. El seguimiento y control que se realiza es básico y en función de la densidad de reses alcanzada, se procede al suministro adicional de pienso y forraje en las épocas del año con esca­sez de alimento (en general verano e invierno) aunque no siempre es necesario. No permite el tratamiento individualizado de la res, y el único aprovechamiento posible es la venta de carne y la venta para repoblaciones.

Jabali:

  RÉGIMEN INTENSIVO 1.1.-Instalaciones:El diseño de las instalaciones para este tipo de explotación sigue un sistema simple modular pa­ra el que cada hembra dispone de un parque y un cubierto individual (que hace las veces de paridera y refugio y donde se llevan a cabo los tratamientos sanitarios) o de 40 m el primero (10 m.. de largo por 4 m de ancho) y 16 m2 el segundo ( 4 x 4 m.). Los machos se instalan también en este tipo de departamentos que están comunicados por un. pasillo longitudinal para posibilitar el traslado de los ma­chos a los departamentos de las hembras , el traslado de las crías a los cercados donde se realiza la recría , la eliminación de hembras , etc…  El parque de recría, es una superficie de unos 5.000 m2 perfectamente vallada (normalmente con redes), y que dispone de diferentes capturaderos para el ma­nejo de los animales ( venta ) . En función de las pro­ducciones alcanzadas se aconseja tener un mínimo de tres parques de unos 5,000 m, controlando en especial las hembras y machos viejos por ser la causa fundamental de las bajas (peleas). 1.2.-Técnicas de explotación: No se suele plantear ningún sis­tema de los llamados de superproducción, salvo la inse­minación artificial. 2.-REGIMEN EXTENSIVO: Consiste en la colocación de una cerca alrededor de la finca con un sistema de trampas que permiten a los ja­balíes la entrada en la finca pero no la salida de la mis­ma. En el régimen intensivo las necesidades de mercado que se pretenden cubrir son la vente para carne y la venta pa­ra repoblación; en el régimen extensivo, el mercado es la venta para repoblación. En este caso, especialmente, es necesario un estudio bastante detenido de la finca para determinar las posibili­dades de carga ganadera real.OTRAS ESPECIES DE. CAZA. MAYOR: CORZO (Capreolus capreolus): GAMO (Dama dama) y REBECO (Rupicapra rupicapra) y MUFLON(Ovis musimón)

etc. .. La explotación de estas especies solo ha sido contem­plada hasta el momento (y por la información que poseemos)  en régimen extensivo. 

GRANJAS CINEGETICAS DE CAZA MENOR

A) PERDIZ. ROJA. (Alectoris rufa):



Sin lugar a dudas, es la Perdiz roja, la especie, cuya cría intensiva en cautividad ha alcanzado la mayor popula­ridad y ha acumulado, a su vez , el mayor número de críticas y adversarios. Dichas críticas se centran básicamente en dos aspectos: las dudas que despierta la calidad genética de las aves criadas en cautividad: y los recelos de la capacidad de estas aves para repoblar cotos de caza, es decir, su calidad cinegética. El sistema o modelo de explotación lo definimos en ca­da una de las 4 zonas en que subdividimos la granja.1.-Zona de Reproductores: Los reproductores se disponen, durante la época de reproducción en jaulas diseñadas a tal efecto, instaladas al aire libre en una superficie totalmente vallada e innaccesible para todo tipo de predadores. Estas jaulas deben tener una adecuada orientación (normalmente al sur) y están formada por un Vidal donde se realiza la puesta que es una zona cerrada con comedero y bebedero y otra zona enrrejada con un tamaño total de 0,5 m2, todo ello techado Es importante extremar la selección de reproductores, así como de su calidad genética y sanitaria. Se establecen parejas estables cuya duración es de aproximadamente 4 a 5 años. La época de reproducción será febrero debiendo controlar la consolidación de la pareja y que no existan ataques. Los huevos se recogen de tres a cuatro veces al día procediendo a su desinfección antes de pasarlos a la si­guiente fase de producción. Se puede utilizar la iluminación artificial para adelantar el celo y la puesta (Noviembre) consiguiendo  dos posturas ya que el celo depende de las horas de luz al dia. 2.-Zona de Incubación y Nacimientos: Una vez recogidos los huevos, se desinfectan, sufriendo diversos bombardeos mediante rayos UVA fumigaciones, etc., que les deja en unas muy buenas condiciones higiénico-sanitarias para iniciar el proceso que llevará al nacimiento. Tras la cámara de fumigación y previo a la incubación propiamente dicha, los huevos deben pasar un período de conservación más o menos grande (20-25 dias)  a temperatura y humedad controladas, próximas al 70% de humedad relativa y entre 12-15 ºC. Durante el almacenaje, los huevos se dispondrán en cestas de incubación con volteo automático periódico. De ahí se trasladan a las incubadoras, estas máquinas deberán estar dimensionadas de forma proporcional al número de huevos que vayamos a tener. Las condiciones en que se encuentran son 70% humedad y 36-37º C de temperatura, siempre serán incubadoras de ventilación forzada, ya que con ellas se consiguen una temperatura y humedad constantes y homogéneas en el interior del aparato. Durante la incubación es imprescindible el volteo de los huevos. El proceso de incubación dura 21 días y posteriormente irán a las nacedoras, el proceso de nacimiento dura 3 días. Tras la eclosión, los perdigones son trasladados a una sala de expedición , y de aquí a las Salas de Cría. La Sala de Incubación y Nacimientos están diseñadas para mantener niveles de aislamiento e higiene estrictos.   

3.-Zona de Cría y Recría: La cría de los perdigones se inicia cuando estos, al salir de la nacedera una vez que ya es­tán secos, se trasladan a las Salas de Cría, (salas de 4 x 4 m. o 5 x 5 m y un pasillo de servicio) don­de se colocan en departamentos circulares con calefacción (calefactores eléctricos y a gas), humedad y ventilación controladas. En esta fase las densidades de pollitos es de 12-14 pollos/ m2. Poco a poco se va agrandando el cercos circulares alejándolos de los calefactores. Tras la fase de cría (que dura unos 21 días) se pasa a la recría donde pasan a través de una ventana con tajadera, llamada piquera, a jaulas exteriores.  4.- Parque de vuelo:  Posteriormente a la fase de recria pasan a las jaulas de recrio o a amplios parques de vuelo (conti­guos a las Salas de Cría, de 4 a 5 m. de ancho y al menos 70-80 m. de largo), donde las aves completarán su desarrollo y su capacidad de vuelos. Estos parques están hechos de nylon o mala cinegética. El suelo es de tierra y en él se siembran leguminosas y gramíneas que les sirva de alimento y refugio, además dispondrá de zona de sombra, comederos y bebederos. Las densidades en esta fase son de 1 ind/m2. Cada 10 m se dispondrán en el techo a modo de cortinas, cayendo a 1 a 2 metros, mallas denylon llamadas cortavuelos que impidan vuelos largos dentro de la jaula y que se den fuertes golpes. 

B) CONEJO (Oryctolagus cuniculus) :

1.-RÉGIMEN, INTENSIVO ESTRICTO: Todo el proceso de cría y recría, así como el mantenimiento y manejo de los reproductores se lleva a cabo en jau­las diseñadas a tal efecto. Similar a conejos domesticos 2.-RÉGIMEN INTENSIVO NO ESTRICTO: En este caso, y basándonos en nuestras experiencias, tan solo la hembra permanece en jaulas apropiadas y diseñadas a tal efecto durante el proceso de gestación y cría. Los machos y el proceso de recría se lleva a cabo en parques cercados (individuales para los machos y de pequeñas dimensiones, colectivos y de gran tamaño para la recría). Este sistema permite, durante las capturas, vacunar y, en general, realizar los tratamientos sanitarios necesarios.   3.-RÉGIMEN EXTENSIVO NO ESTRICTO: Todo el proceso se lleva a cabo en parques exteriores. Las hembras y los machos en madrigueras artificiales, se establece seguimiento sanitario y control sobre las poblaciones. Se ayuda con comederos y bebederos zonas de protección y sombra etc. 4.-RÉGIMEN EXTENSIVO. ESTRICTO: Se trata de un manejo del habitat  en fincas vallada realizando seguimiento básico sobre las poblaciones de co­nejo salvaje que de por sí tengan densidades elevadas, viven de forma natural apoyados en algún caso con madrigueras artificiales, (a veces también comederos y bebederos),pero el único control es el cálculo las de  extracciones y realizando las capturas con redes.  C) OTRAS ESPECIES. Liebre (Lepus capensis). Todas la pruebas realizas con granjas o explotaciones cinegéticas con liebre han resultado un fracaso en cualquiera de las modalidades descritas para el conejo, resultando poco menos que imposible la reproducción y cria en cautividad de este animal. Otras especies de aves que siguen el mismo sistema que para perdiz son Codorniz y Faisan principalmente y colin de virginia y california.

Ley de caza

Es objeto de la presente Ley la regulación del ejercicio de la caza en el territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón, la ordenación de la actividad cinegética y la conservación y fomento de los hábitats de las especies cinegéticas. De la acción de cazar. Artículo 2. Se considera acción de cazar la realizada por el hombre directamente o mediante el uso de armas, animales domésticos y otras artes o medios apropiados para buscar, atraer, perseguir o acosar animales silvestres con el fin de darles muerte, apropiarse de ellos o facilitar su captura por terceros, así como la ejecución de los actos preparatorios que contribuyan a dicho fin. Del derecho a cazar. Artículo 3.  1. Podrá ejercer la caza en Aragón toda persona mayor de 14 años que, habiendo acreditado la aptitud y el conocimiento precisos, esté en posesión de la licencia de caza de la Comunidad Autónoma de Aragón y cumpla los requisitos establecidos en la presente Ley y en las restantes disposiciones aplicables.

2. El menor de edad mayor de catorce años no emancipado necesitará, además, para practicar el ejercicio de la caza, la autorización expresa y por escrito de quien ostente su representación legal según su ley personal. Del cazador. Artículo 4.  1. Es cazador quien practica el ejercicio de la caza reuniendo los requisitos legales para ello. 2. A efectos de catalogar los cazadores que deseen cazar en el territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón, se establecen las categorías de cazador local, cazador de la Comunidad Autónoma, cazador nacional y cazador extranjero. 3. Reglamentariamente se determinarán los requisitos que debe reunir un cazador para ser incluido en cada una de las categorías a las que se refiere el apartado anterior, así como el carácter de las cuadrillas integradas por los cazadores. De la titularidad cinegética de los terrenos.Artículo 5.  Los derechos y obligaciones establecidos en esta Ley, en cuanto se relacionan con los terrenos cinegéticos, corresponden al propietario o a los titulares de derechos reales o personales sobre las fincas que comprendan el uso y disfrute del aprovechamiento de la caza en ellas. De las especies cinegéticas. Artículo 6  1. Son especies cinegéticas, y, por lo tanto, piezas de caza, las que reglamentariamente se determinen, quedando excluidas de tal categoría las especies catalogadas o sujetas a cualquier régimen de especial protección, los animales domésticos y los animales domesticados mientras se mantengan en ese estado. 2. A efectos de la planificación y ordenación de los recursos cinegéticos, las especies cinegéticas se clasifican en dos grupos: especies de caza mayor y de caza menor. De la propiedad de las piezas de caza. Artículo 7  1. Cuando la acción de cazar se ajuste a las prescripciones de esta Ley, el cazador adquiere la propiedad de las piezas mediante la ocupación.

Se entenderán ocupadas las piezas de caza desde el momento de su muerte o captura. 2. El cazador que hiera a una pieza en terreno donde le sea permitido cazar, en caza menor, tiene derecho a cobrarla, aunque entre o caiga en terreno distinto, siempre y cuando aquella se encuentre en lugar visible desde la linde y el cazador entre a cobrar la pieza con el arma descargada y abierta y con el perro atado. En caso contrario, deberá contar con autorización escrita del titular del terreno cinegético, o del propietario si el terreno tuviera la condición de no cinegético. En caza mayor deberá contarse siempre con la autorización del titular o propietario. 3. Cuando uno o varios cazadores levantaran y persiguieran una pieza de caza, cualquier otro cazador deberá abstenerse, en tanto dure la persecución, de abatir o intentar abatir dicha pieza. Se entenderá que una pieza de caza es perseguida cuando el cazador que la levantó, con o sin ayuda de perro u otros medios, vaya en su seguimiento y tenga una razonable posibilidad de cobrarla. 4. Cuando haya duda respecto a la propiedad de las piezas de caza se aplicarán los usos y costumbres del lugar, fijados previamente en los planes comarcales de cada zona. En su defecto, la propiedad corresponderá al cazador que le hubiera dado muerte, cuando se trate de caza menor, y al autor de la primera sangre cuando se trate de caza mayor. Los planes comarcales definirán el uso y costumbres de cada zona.

De las licencias de caza Artículo 35.. 1. La licencia de caza de Aragón es el documento de carácter nominal e intransferible cuya posesión es imprescindible para practicar la caza en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Aragón.

2. La Comunidad Autónoma de Aragón podrá, en el ejercicio de las competencias asumidas en materia de caza, celebrar convenios con otras comunidades autónomas en los que, conforme al principio de reciprocidad, se reconozcan por la Comunidad Autónoma de Aragón las licencias de caza expedidas por otras comunidades autónomas. De las clases de licencia. Artículo 36.

1. Atendiendo a los medios o procedimientos a emplear en el ejercicio de la caza, las licencias se clasifican en:

Licencias de clase A, que autorizan para el ejercicio de la caza con cualquier procedimiento o medio permitido.

Licencias de clase B, que autorizan para el ejercicio de la caza con cualquier procedimiento o medio autorizado, distinto de las armas de fuego.

2. Atendiendo a las características generales de expedición, las licencias se clasifican en:

Licencias ordinarias, que habilitan para el ejercicio de la caza sin mas limitaciones que las establecidas en la presente Ley y en las disposiciones dictadas en su desarrollo.

Licencias especiales, que habilitan exclusivamente para ejercitar la caza en terrenos administrados directamente por la Comunidad Autónoma de Aragón, siempre que se desarrolle bajo la directa supervisión de la guardería autonómica.

Excepción a la exigencia de licencia de caza. Artículo 37.

Los resacadores y perreros que asistan en calidad de tales, sin portar armas de caza, a ojeos, batidas o resaques no precisarán licencia de caza..

De los permisos .Artículo 39.1. Para el ejercicio de la caza en los terrenos cinegéticos de la Comunidad Autónoma de Aragón, además de la licencia, es necesario disponer del permiso específico de su titular. 2. El permiso es personal e intransferible y autoriza a su titular para el ejercicio de la actividad cinegética en las condiciones fijadas en el mismo. 3. El Departamento responsable de medio ambiente podrá establecer mecanismos de control que regulen la expedición y disfrute de los permisos de caza.

DE LA EDUCACIÓN CINEGÉTICA

. De las pruebas de aptitud. Artículo 40.

1. Para obtener la licencia de caza de la Comunidad Autónoma de Aragón será requisito necesario haber superado las pruebas de aptitud que acrediten estar en posesión de los conocimientos necesarios para el ejercicio de la caza. 2. Se establecerá reglamentariamente: El contenido de las pruebas y cuantas otras cuestiones sean precisas para la correcta realización de las mismas. Los criterios de exención de las pruebas, que estarán basados en la superación de pruebas homólogas en otras comunidades autónomas o en países de la Unión Europea, en la posesión de licencia de caza durante ejercicios cinegéticos anteriores o en la singularidad de las licencias especiales a las que hace referencia el artículo 36 de la presente Ley. CLASIFICACIÓN DE LOS TERRENOS A LOS EFECTOS DE LA CAZA. Artículo 8. De la clasificación. A los efectos de la presente Ley, el territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón se clasificará en terrenos cinegéticos y no cinegéticos.

Artículo 9. De la clasificación de los terrenos cinegéticos. Los terrenos cinegéticos se clasifican en: Reservas de caza. Cotos de caza. Artículo 10. De la clasificación de los terrenos no cinegéticos. 1. Los terrenos no cinegéticos se clasifican en: Refugios de fauna silvestre. Vedados. Zonas de seguridad. Zonas no cinegéticas. 2. Se prohíbe el ejercicio de la caza, con carácter permanente, en los terrenos no cinegéticos. 3 Excepcionalmente, cuando existan razones de orden técnico, social o científico que lo aconsejen, podrá autorizarse la captura de determinados ejemplares que existan en estos terrenos. 4. Reglamentariamente se establecerán las condiciones para las autorizaciones a las que se refiere el apartado anterior.

3.- CONTROL  DE PREDADORES

Desde siempre, han sido habituales las prácticas de control de depredadores, más o menos lícitas, en nuestro territorio, Los métodos utilizados, lazos, cepos, venenos…, contribuyó a que ciertas especies, se encuentren actualmente en grave peligro de extinción, situación que se trata de solucionar, con normas de protección estrictas y un amplio marco legislativo al respecto, además hoy en día esos métodos son rechazables por su baja selectividad.

Debemos entender que  los depredadores también cumplen un papel biológico muy importante al realizar una eficaz selección natural, que redunda en la mejora de dichas especies cinegéticas, y ejercer una importante limpieza del medio natural, de modo que los animales que capturan, suelen ser los más débiles o enfermos dentro de la población.

Una vez decididos a realizar el control como herramienta de gestión, será necesario plantearnos cuándo realizarlo, sobre qué especies, de qué medios se dispone para ello, y muchas veces también, qué es lo que puede hacerse con esos animales capturados, porque aunque casi siempre nuestra cabeza se dirija hacia un sacrificio inmediato, este no siempre es necesario, también se puede recurrir a su traslado a otras zonas donde sus poblaciones estén en recesión.

Entre las especies más frecuentes que son objeto de control, están el zorro y córvidos principalmente, los perros y gatos asilvestrados, el visón americano y en determinadas Comunidades Autónomas la gineta, comadreja y lirón careto.

Tipos de depredadores

  1. Depredadores especialistas

Son aquellos que dependen directamente de un cierto tipo de presas para sobrevivir, e inevitablemente, su existencia en un territorio se presenta ligada a la presencia de esa especie o especies, casi siempre cinegéticas. Como ejemplos más destacados en este grupo, tenemos que considerar al lince ibérico o al águila imperial ibérica, especies cuya dieta en un elevado porcentaje, se compone de conejos, y que, ante la marcada disminución de las poblaciones de éstos, han sufrido también una reducción muy importante en sus efectivos poblacionales.

Estos depredadores no suponen un riesgo real para nuestras especies cinegéticas, no sólo por su reducido número, sino también porque son animales que ejercen una presión proporcionada y selectiva de predación, cazando únicamente aquellos animales que necesitan para alimentarse y sobrevivir en cada momento.

  1. Depredadores oportunistas

Aunque los zorros y los córvidos suelen ser especies cinegéticas, rara vez los cazadores hacemos uso de esta prerrogativa, en época de caza.

Es en este grupo donde debemos centrar nuestros esfuerzos de control. Se caracteriza este, por ser aquel que incluye especies como el zorro, los córvidos, los mustélidos, gatos y perros asilvestrados e incluso el jabalí, pero también otros menos conocidos y con fuerte repercusión sobre las especies cinegéticas, como los reptiles, roedores o erizos. Si hablábamos antes, de la situación de amenaza en que se encuentran los depredadores especialistas, nos encontramos con la situación contraria en el caso de los oportunistas, ya que, prácticamente todas las especies que se incluyen en esta denominación, se encuentran en franca expansión, y son cada día más habituales en nuestras campiñas y bosques, dada su capacidad de proliferación, de expansión y colonización de nuevos territorios, y la rapidez con que se recuperan sus poblaciones. El verdadero riesgo que suponen parte del hecho que inicialmente capturan y consumen sus presas pero, cuando ya han satisfecho sus necesidades básicas no dejan de cazar, guardando las presas sobrantes para cuando existan periodos de mayor escasez. ¿Quién no ha encontrado un conejo, liebre o perdiz semienterrada al ir cazando? Signo inequívoco de que el zorro los ha capturado cuando ya no tenía hambre.

Tipos de controles

En general quedan explícitamente prohibidos por la legislación que nos ampara todos aquellos métodos de control y captura de animales que no sean selectivos, aquellos que sean métodos masivos, y también aquellos que pudiesen suponer la desaparición local de alguna especie. De este modo se pretende proteger a las especies en peligro de extinción al tratar de evitar una captura indiscriminada de animales. Durante la temporada de caza se pueden cazar tanto zorros como córvidos, como una especie cinegética más. Sin embargo, rara vez los cazadores ejercen esta posibilidad, y dejan el control para los meses siguientes a la finalización de la temporada, a través de la solicitud de los oportunos permisos. No todos están permitidos en nuestro país, e incluso algunas no están permitidas en algunas comunidades autónomas mientras en sus vecinas sí, pero es interesante conocerlas todas para valorar su eficacia y conveniencia de uso.

Actualmente, los métodos más empleados son de dos tipos:

A. Indirectos:

Se basan en realizar actuaciones sobre todas aquellas fuentes de alimentación continua y abundante que pueda encontrar el predador. Estos puntos de alimentación suelen ser, entre otros, los basureros y vertederos, las carreteras, canales y balsas, las repoblaciones incorrectamente realizadas con animales de granjas, la caza continuada, etc., así como en el control de refugios y lugares de reproducción, como suelen ser las ruinas, los túneles, las tuberías, etc.

B. Directos:

Solamente están autorizados aquellos métodos considerados como selectivos y no masivos, quedando reducidos a las armas de fuego, jaulas trampa de tipo selectivo y lazos con freno (en algunas Comunidades Autónomas parece ser que autorizan además los cepos amortiguados, yo creo que indebidamente). Mencionaremos de forma telegráfica las modalidades más usuales:

1.- Con artes cinegéticas, con muerte:

A) Batida controlada

Puede ser una herramienta útil para complementar el control de los zorros, y sobre todo para que los socios se sientan implicados en la gestión del coto. En general los resultados son pobres y unido a lo distanciado en el tiempo de estas actuaciones, hacen que en la práctica sirvan de muy poco.

B) Espera o aguardo

Cuando las especies a controlar sean córvidos, debería autorizarse al personal encargado de dicho control, la utilización del calibre .22 anular, muy adecuado por su precisión, escaso ruido y bajo coste, legalmente es posible pues dicho calibre está comprendido entre los utilizables por la guardería, la autorización a particulares es más problemática a nivel legal.

C) Con perros de madriguera (fundamentalmente se usan foxterrier, jagdterrier, teckel y sus cruces)

D) Cetrería

Es ésta una actividad casi desconocida, y sin embargo, el halcón y el azor picados a las urracas no conocen otra presa, con un índice acierto elevado, además por el sólo hecho de volar a menudo en un terreno, sin abusar, se consigue acabar espantando a los córvidos (aves muy inteligentes), En cambio las cornejas venden muy cara su vida y son presas muy deportivas, en el límite de las posibilidades de nuestras rapaces, a veces hieren en los ojos a nuestros halcones antes de rendirse; lamentablemente el desconocimiento de esta actividad, motivado entre otras cosas por el oscurantismo que ha impregnado casi siempre a los colectivos cetreros, hace que la mayoría de los cotos no vean con buenos ojos dicha modalidad.

2.- Sin muerte (trampas)

–  Para Zorros y perros asilvestrados

Las cajas-trampas comerciales consisten en una armadura, en general, prismática alargada, abierta en sus dos extremos. Las caras laterales, el techo y el piso son de malla de alambre galvanizado. En los extremos abiertos van colocadas dos trampillas tipo guillotina, una a cada lado, que permanecen levantadas hasta que el animal presiona sobre la plataforma-balancín situada en la mitad del recorrido, momento en el que las dos trampillas caen de golpe, impidiendo la salida del animal, que queda capturado en el interior de la jaula sin sufrir daño físico alguno. Algunos ejemplos de jaula-trampa comercial, la de la izquierda son dos jaulas adosadas, una de ellas se usa para meter un señuelo vivo (gallina, paloma etc.), debe tener comida y agua para éste último. Abajo caja-trampa de estilo rústico, de planta triangular, tomada de un libro alemán; en general, cuanto más sencillo es el mecanismo mejores resultados ofrece una trampa.

Una caja-trampa no tiene porqué ser fea y fuera de los cánones rústicos, veamos si no este ejemplo de caja-trampa alemana, creo con el dibujo cualquiera de nosotros (según lo “manitas” que seamos) podremos acometer la empresa con éxito, incluso en muchas zonas de nuestro país se podría así aprovechar parte de esa cantidad ingente de madera, que por no tener dimensiones comerciales se deja pudrir en el bosque, con el peligro añadido de los incendios forestales (si prende un montón de esa madera, la gravedad del incendio aumenta espectacularmente, enseguida tendremos un incendio de copas). En mi opinión es importante que las partes metálicas de una trampa no brillen, huir de los acabados galvanizados o al menos pintarlas de color verde, a ser posible mate, luego hay que esperar un tiempo para que la pintura no exhale olor.

Otra trampa, el mecanismo de “los tres clavos” se ha usado con mucho éxito en África para la captura de leopardos, si ampliáis el plano veréis que no tiene ninguna dificultad insalvable:

Esta trampa para perros asilvestrados y zorros, tiene un mecanismo llamado “de los tres clavos”.

Jaula-trampa para perros asilvestrados. Puede verse en detalle la planta, el disparador y la vista de la trampa completa.

Figura 5. Caja-trampa de paso.

Nos queda por comentar aún las jaulas trampa tipo túnel, que son en mi opinión unas de las mejores y fundamentalmente porque al estar ocultas no es fácil que los graciosos de turno anden desarmando o llevándose (que de todo hay) las trampas que nos han costado esfuerzo y dinero, y en las que además hemos puesto una ilusión, en aras de mejorar el rendimiento cinegético de nuestro coto.

La construcción de una trampa tipo túnel es sencilla, es igual que las que hemos visto arriba, sólo que en lugar de malla, el cerramiento del prisma lo haremos con tubería cilíndrica prefabricada de hormigón, en medida de 1 m. x 30 cm. En el centro irá el mecanismo disparador que será tipo plataforma-balancín (A y B en la figura), unido a un lado y otro, mediante bridas (en las cuales tendremos guiados los ejes C y D), irán sendas tuberías, al final de las cuales irán dos trampillas que caerán por acción de la gravedad, sólo queda añadir otras dos tuberías (una a cada lado de las trampillas, también sujetas con bridas, iguales a las de la foto en color) y tendremos un túnel de 4 metros, que una vez recubierto de piedras o maleza (con cuidado de no interferir en los mecanismos de disparo), atraerá sin necesidad de cebo a los depredadores (recordad el refrán: la curiosidad mató al gato).

Así queda una trampa túnel colocada, la mimética es perfecta. Al lado mecanismo en el que está basada, ver también foto de arriba.

Época de colocación

Estas trampas para ser efectivas tienen que estar colocadas todo el año o la mayor parte de él (si no hay en determinada época personal para vigilarlas es del todo punto necesario dejarlas cerradas), lo más adecuado es buscar los sitios estratégicos, cualquier persona que haya andado el monte, sabrá que sitios son los más querenciosos, en mi opinión, al contrario que las trampas para córvidos que hay que mover cada pocas fechas, estas trampas están mejor fijas y disimuladas tanto como se pueda. Hay autores que hablan de la necesidad de una de estas trampas por cada 100 has de acotado, yo creo que dependerá en gran parte de la clase de terreno y, sobre todo, de la gestión de los terrenos colindantes. En cuanto al uso o no de cebo, depende en gran parte de los depredadores que queramos coger, con cebo caen mejor los animales asilvestrados (perros y gatos), en cambio los zorros caen con más facilidad si les ponemos la trampa en un paso (ver la figura 5), para los mustélidos suele valer con una caja-trampa de una sola entrada.

  • Lazos Amortiguados

Se trata de unos artilugios de lo más efectivo y barato, no obstante lo cual a nivel personal considero que no deben emplearse más que en casos muy concretos y durante épocas determinadas, se trata de uno de los sistemas, junto con los cepos, peor valorados por la opinión pública, y ciertamente causan sufrimiento al animal que cae en ellos. No obstante se pueden conceder autorizaciones para ellos y por este motivo lo vamos a estudiar:


El lazo de la foto se ha elaborado con un cable de embrague de moto, la terminación con un prisionero fijo,
tiene gran ventaja para atarlo con un simple trozo de alambre.

Construcción

Para construir estos lazos necesitamos un rollo de cable de acero trenzado de 2 mm (interesa que no sea excesivamente acerado, si no el lazo tiende a abrirse y provoca que la presa escape), se miden trozos de 2 metros y calentándolos en un fuego de butano (o con un soplete) hasta que comience a adquirir color rojo y seguidamente se introduce el extremo calentado en un recipiente de agua, ello se hace para que el cable pierda temple y no se deshilache al cortarlo, al tiempo que gana maleabilidad, poner atención al hacerlo porque si nos pasamos dando calor perderá todo su temple y romperá con facilidad, para ganar tiempo se hacen 4 ó 5 madejas de dos metros y se calientan a un tiempo, obtendremos así 8 ó 10 trozos de cable de 2 metros con ambos extremos quemados, en uno de esos extremos haremos un nudo para evitar que se deshilache; en la otra punta haremos una argolla por la que deslizará el cable del lazo del modo siguiente: en un tubo de aprox. 1 cm de diámetro y como puede verse en la foto de abajo, se coloca el cable rodeando al tubo y con ayuda de unos alicates, se enrolla sobre el cable el trozo destemplado de 10 cm; hecha la citada anilla pasamos a colocar el prisionero que servirá de tope o freno, fijándolo a la distancia que determine la autorización (normalmente unos 30 cm), después a unos 80 cm de la anilla, enrollaremos sobre el cable un trozo de alambre maleable de unos 25 cm de longitud, servirá para enrollar el cable y fijar al palito que clavamos en los márgenes de la senda o paso que queremos controlar, al poner dicho alambre dulce deberemos tener cuidado de dejar unos 2 ó 3 cm sin enrollar, nos servirá para sujetar la anilla e impedir así que el lazo quede más abierto de la cuenta. Si no queremos complicarnos la vida, también están a la venta, Ediloisir (vende a través de Internet, ver foto de abajo a la izquierda) los vende por correo a 6,5€ los de 1,8 mm. de diámetro y a 5,9€ los de 1,6 mm.).

Colocación

Los lazos son muy adecuados para cotos que tengan bastante monte bajo, en ese caso se atan a los matorrales. Si no existen matas donde atarlos pueden prepararse unas piquetas metálicas y atarlos a ellas y después clavarlas en el suelo. Lo ideal es colocar muchos lazos intentando hacer una línea de 300 o más metros de largo, idealmente en la linde entre el monte y las tierras de labor. Hay que poner un lazo en cada paso, senda o trocha que exista, si el paso es muy ancho se intentará reducir su anchura mediante ramas o matojos. Éstos últimos hay que procurar colocarlos del modo más natural preciso, clavándolos en el suelo como si hubieran nacido allí. El lazo debe quedar en el centro del paso, y la altura a la que debe quedar su extremo inferior es de unos 8-10 centímetros (ver ilustración). También da buenos resultados echar carnaza en el centro de un corro de carrascas y poner varios círculos de lazos alrededor, tapando todos los pasos. En terreno muy abierto son poco efectivos, porque los zorros no se ven obligados a pasar por trochas determinadas; en ese caso puede ser interesante ponerlos en los pasos de cercas (se suelen ver pelos enganchados a los alambres) y en tuberías que pueda haber en el monte (alcantarillas, etc.).

Esquema de uso usando carnada de cebo y modo de atarlo a un arbusto.



En la foto vemos como queda el lazo puesto, la altura al suelo debe ser de 8-10 cm.

Es importante que los alambres no brillen ni huelan, los pastores de antaño acostumbraban a ponerlos una temporada en un arroyo, el agua corriente los oxidaba ligeramente y perdían todo olor extraño, otros expertos aconsejan hervirlos. Si cae algún zorro suele deteriorarse el alambre trenzado, pero es muy raro que logren partirlo y escapar, se debe calentar el alambre para darlo otra vez su forma original.

Época de colocación

La mejor época sin duda es de noviembre a febrero, los animales que eliminemos entonces, lógicamente, no criarán en la primavera siguiente, de todas formas tendremos que adaptarnos a la autorización administrativa.

  • Métodos de control de aves (Corvidos)

Las aves que usualmente son objeto de control son los córvidos y en particular las urracas, grajillas y cornejas, estas especies pueden alcanzar densidades muy altas en los medios agrícolas, y algunos gestores estiman que sin control pueden llegar a predar cerca del 40% de los nidos de perdiz, además de incidir en otras especies cinegéticas e incluso en especies no cinegéticas y protegidas. Aunque antaño restringidas a las zonas costeras, también las gaviotas pueden ser objeto de control, toda vez que su población se ha disparado en tierras del interior y de la costa.

Las dimensiones aproximadas están entre paréntesis en cada tipo de trampa.



Trampa Larsen (80 x 50 x 50 para dos compartimentos, 120 x 50 x50 para tres)

La trampa Larsen fue diseñada por un guarda de caza danés en los años 50. Permiten la captura de todas las especies perjudiciales de córvidos, como son las urracas, grajillas y cornejas en cualquier época del año, pero son particularmente valiosas para la captura de dichas especies cuando establecen sus territorios de cría y, también, mediante cebado con maíz en épocas de penuria (invierno). Su pequeño tamaño permite moverlas fácilmente un solo hombre, lo recomendable es cambiarlas cada 8-10 días de emplazamiento, lógicamente las trampas mayores que veremos más adelante no permiten este trasiego, lo cual presenta ventajas e inconvenientes. El mecanismo de la trampa consiste en una puerta móvil para cada compartimento de captura, la cual se mantiene abierta mediante una percha (posadero) cuando está montada; cuando los córvidos pretenden entrar en la jaula, se posan sobre la percha, dicha percha cede provocando que el ave se vaya al fondo de la jaula y que la puerta se cierre de golpe. Para obtener resultado lo mejor es usar de cimbel un ave de la especie que queramos capturar, ésta puede obtenerse de otras jaulas en otro acotado o de alguna alicortada, por supuesto el animal tiene que tener agua y comida a su disposición (va muy bien el pienso de perros). Este tipo de trampas pequeñas es aconsejable ponerlas en alto, para evitar interferencias de animales terrestres, en especial ganado.


Jaula Larsen rústica, obsérvese el maíz y la urraca cimbel. Abajo jaula Larsen comercial.



Trampa hexagonal (82 x 30 x 95 cm.)

La trampa hexagonal está dividida en 5 compartimentos, uno central, donde se coloca un córvido de la especie que nos interesa capturar de cimbel, y cuatro laterales que son las trampas de captura, éstas constan de un mecanismo muy sensible que actúa al pisar el ave y hace que se cierre la puerta. Esta jaula es quizá de las comerciales la que mejores resultados ofrece. Como siempre al cimbel no le debe faltar comida ni agua, es necesario revisar todas las jaulas a diario, por lo que es una buena idea poner varias a la vista desde una elevación y así con unos prismáticos veremos todas ellas sin necesidad de recorrerlas una por una.



Jaula hexagonal para control de córvidos.

Jaula-trampa de doble fondo

(70 x 45 x70 cm.)

Conocida desde la edad media, los cetreros la llamaron siempre falsa muda, y se empleó para atrapar azores zahareños, el ejemplo está adaptado a las medidas de los córvidos. A nivel comercial he visto esta trampa bautizada como modelo “urraca”. El mecanismo de disparo no tiene necesariamente que ser igual al ofrecido en la figura, puede ser de otros muchos tipos.


Jaulatrampa tipo buzón

(400 x 300 x 290 cm.)

A partir de este modelo, las trampas que veremos a continuación son de un tamaño considerable lo cual dificulta su traslado y hace que estas trampas sean casi siempre fijas.
Consiste en un jaulón normal con el artificio de captura en el techo, éste está formado por dos paneles de tela metálica inclinados 45º hacia el interior, donde remata una especie de escalera metálica, central y horizontal, cuyos travesaños de la parte central forman cuadros de 17 cm. de luz. Los córvidos se posan en ella y se deslizan a través de los cuadros en busca del cebo, al intentar salir, lo tienen que hacer volando, tropezando con las alas en los travesaños. Este modelo es uno de los más utilizado en todos los países de la UE.

Jaulas-trampa con nasales de techo

(300 x 300 x 180 cm.)

Jaula cuyo origen es Gran Bretaña, la nasa es cuadrada y de grandes dimensiones, extendiéndose desde el techo de la jaula hasta unos 25 cm del suelo; la parte inferior va reforzada con flecos de alambre inclinados hacia el interior de la nasa.
El ave entra saltando-volando al interior de la nasa y de ahí, andando, al resto de la jaula en busca del cebo. De concepción parecida a la anterior, no obstante da peor resultado porque las aves recelan más para meterse por las aberturas.

Jaulas trampa con nasales laterales

(190 x 190 x180 cm.)

Consiste en una gran jaula con nasas laterales a ras del suelo. Los córvidos entran andando, a través de las nasas, en busca del cebo que se encuentra en el interior de la jaula. El arco interno de la nasa, de dimensiones similares a las del córvido va reforzado con flecos de alambre o prolongación alambrada de la nasa, que al actuar a contrapluma impide la salida del ave. Todos estos jaulones se pueden hacer usando estructura metálica o bien madera tratada (tanalizada) que viene a durar a la intemperie un mínimo de 20 años.

4.- INSTALACION DE EQUIPAMIENTOS DE ALIMENTOS Y BEBIDAS

Estos equipamientos tienen por objetivo proporcionar alimento, agua y sales minerales (piedras) de forma más o menos sistemática. El tamaño, la ubicación, las raciones alimenticias y el número de instalaciones dependen del lugar, entidad de la población y especie de que se trate. Estas aportaciones toman especial importancia cuando existen nevadas copiosas y cuando los periodos de estiaje (sin agua) se acentúan.

Los comederos son frecuentes bajo dos objetivos diferentes aunque algunas veces se complementan: como aportación alimenticia invernal en momentos críticos del año (nevadas persistentes por ejemplo) y como suplemento de la dieta silvestre.

Hay múltiples modelos de comederos y bebederos, pero muchas veces los más rústicos y caseros dan mejores resultados que los más sofisticados al integrarse mejor en el terreno. La construcción de “cafeterías de perdices”, o estaciones múltiples con refugio, comida y agua, puede ser una alternativa interesante siempre y cuando se procure su integración visual en el paisaje.

5.- MEJORAS DEL HABITAT

El hábitat es un factor clave en la presencia de una especie de caza en un determinado territorio, la calidad del hábitat es un elemento capital en la gestión de la caza, y en el contexto de un aprovechamiento sostenible que asegure la compatibilidad entre caza y conservación de la naturaleza. La conservación de la salud ecológica de los ecosistemas y su restauración deben ser objetivos tan prioritarios como los puramente relacionados con el aprovechamiento de las especies de caza.

A grandes rasgos, para muchas de las especies de caza menor más valoradas en la actividad cinegética (perdiz roja, codorniz, liebre, conejo), los ecosistemas agrícolas con abundancia de zonas sin cultivar, ribazos y linderos, y parcelación de tamaño medio o pequeño, o los pastizales salpicados de matorrales o arbolado, que permitan trasiego, alimentación y refugio de y para los animales, conforman ambientes de alta capacidad de acogida. Para la caza mayor, las masas forestales con notable diversidad específica (con existencia de diferentes especies vegetales) y estructural (estrato arbóreo, arbustivo y herbáceo bien desarrollados), y las grandes sierras y macizos montañosos que alternan bosques bien conservados con matorrales y praderías o cultivos localizados, constituyen los territorios de mayor valor venatorio.

La idea de que la diversidad del paisaje conlleva, en la mayoría de las ocasiones, una mayor diversidad biológica es una buena referencia para una buena prácticacinegética impulsora de la conservación de la biodiversidad.

Las actuaciones que pueden llevarse a cabo en un cazadero dedicado a este tipo de reses son:

• Parcelas de cultivo

Cultivos de semillas seleccionadas de gramíneas, leguminosas, crucíferas, etc, estratégicamente ubicados pueden ser decisivos en la consecución de una población fértil y de calidad.

• Praderas

La conservación, manejo y, en su caso, creación de praderío en los fondos de valleo imbricados entre el bosque y matorral es una actuación que puede ser muy aconsejable para la caza mayor. Las praderas pueden tener una gran riqueza de especies (tréboles, poas, dactilias, rostis, ray-grass, etc) o estar especializadas en unas ciertas gramíneas y/o leguminosas. El drenaje, el riego, la fertilización y en definitiva todas las labores que una pradera exige para ser aprovechada por el ganado doméstico, deben igualmente ser realizadas cuando es la caza el objetivo a apoyar.

• Mejora de vegetación leñosa

La plantación de árboles frutales y arbustos espinosos de gran poder fructificador, es otra sugerencia que en determinados hábitat puede ser aconsejable.

Existen por último otro tipo de mejoras que según el medio físico del que se trate y la especie a apoyar deben ser tenidos en cuenta:

Bañeras: zonas encharcadas con lodos donde los jabalíes acuden a desparasitarse, fundamentales en lugares secos.

Rascaderos: troncos gordos dispuestos cerca de las bañeras para labores de aseo de los jabalíes.

Aportaciones de maíz, trigo, patatas, etc., de forma eventual en lugares donde están haciendo daños. Medida disuasoria.

Piedras de sal: las sales minerales son, por su directa aportación a las cuernas de los ejemplares, fundamentales en el desarrollo de éstas. En muchos terrenos la carencia de sodio, potasio o cualquier otra sal es la causante de la penuria cinegética que en caza selectiva de trofeos muestra la población. La colocación de piedras salinas (los ganaderos conocen perfectamente su efecto) se hace pues aconsejable en muchos montes.

Balsas de salida: se disponen en canales donde tantas veces caen animales ahogándose por no poder salir. Son simples plataformas flotantes con rampas de evacuación.

Barreras: protección en pistas forestales; son una mejora en el medio por la tranquilidad que proporcionan; son también una forma de poner las cosas más difíciles a los furtivos.

Reducción de productos fitosanitarios en los cultivos y praderas que existen en el cazadero.

6.-  INTRODUCCION Y REPOBLACIONES DE ESPECIES CINEGETICAS

Consideraciones

Cuando nos referimos a repoblaciones, en la mayoría de las ocasiones estamos aludiendo a la suelta de ejemplares criados en granjas o, en otros casos, capturados en otras zonas para reforzar poblaciones salvajes.

Los conflictos potenciales de las repoblaciones pueden resumirse en los siguientes:

Sanitarios

La cría en cautividad conlleva unas patologías singulares, habitualmente poco frecuentes en el medio natural, y que pueden ser combatidas con éxito en condiciones de confinamiento.

Genéticos

El recurso a la hibridación entre subespecies o especies afines es utilizado de forma fraudulenta para aprovechar las facilidades de manejo de ciertas especies o de razas domésticas. Así, por ejemplo, se híbrida perdiz roja con perdiz chukar o conejo de monte con conejo doméstico, provocando una pérdida irrecuperable de diversidad genética y falsificando la auténtica gestión cinegética.

Demográficos

La suelta de animales de granja se realiza, en muchas ocasiones, con el objetivo de practicar la caza y no incidir en las poblaciones salvajes que se supone están bajo mínimos. La convivencia de ejemplares de origen industrial y de origen salvaje en la misma área, debe ser considerada como un factor de riesgo para el núcleo indígena.

De gestión

El éxito de las repoblaciones pasa en primer lugar por responder adecuadamente a la pregunta de ¿por qué debemos repoblar?

Un plan de repoblación debe contar con las siguientes fases:

• Estimar la población existente antes de la suelta.

• Evaluar la capacidad de acogida de la zona para la especie a repoblar.

• Realizar un análisis económico de la repoblación, cuantificando los costes

directos e indirectos y valorando diversas alternativas de gestión.

• Escoger cuidadosamente los ejemplares y utilizar técnicas adecuadas de suelta.

Las pautas de Buenas Prácticas Cinegéticas a seguir una vez decida la ejecución de una repoblación son las siguientes:

  1. Elegir cuidadosamente la especie a soltar y la calidad sanitaria y genética de los ejemplares. Es aconsejable recurrir a granjas o empresas de prestigio, que nos ofrezcan todas las garantías y que aporten las guías sanitarias (y de procedencia en el caso de ejemplares silvestres capturados en campo). Cuando los ejemplares provenga de capturas en campo (como es habitual en las repoblaciones de conejos, liebres y en caza mayor), lo más oportuno sería someter a los individuos a un período de observación en un cercado o jaulón antes de liberarlos. Especial riesgo, por su frecuencia en nuestro país, implican los traslados de conejos y liebres de unas zonas a otras. La grave problemática patológica del conejo, con dos enfermedades víricas en pleno desarrollo (mixomatosis y NHV), supone que cualquier movimiento de conejos de una zona a otra provoque la distorsión de la distribución de las cepas víricas con las graves consecuencias que puede conllevar. En cuanto a la liebre, la existencia de tres especies distintas en la Península Ibérica, complica mucho el panorama de posibles impactos negativos de las sueltas. No debería realizarse ninguna suelta de liebres procedentes del centro y sur de España en zonas situadas en la cornisa cantábrica o al norte del río Ebro (o a la inversa), reduciéndose así los riesgos de introducción de la nueva fauna parasitaria, bacteriana o vírica.
  1. Escoger técnicas de suelta adecuadas. Cada especie tiene una metodología adecuada y también, las condiciones de la zona a repoblar determinan la selección del sistema más adecuado. También la época de suelta depende de especies y características del terreno; deben buscarse los períodos de más tranquilidad en el campo, evitando la coincidencia con labores agrícolas y con la temporada de caza. 
  1. Es recomendable el marcaje de todos los ejemplares que se sueltan Es el único sistema para valorar si nuestras técnicas y los ejemplares utilizados han sido los adecuados. Las anillas en las aves y las grapas o marcas en las orejas en los mamíferos son los métodos más utilizados.

Metodología de repoblación de especies cinegéticas

  1. Cérvidos y bóvidos

Las repoblaciones o introducciones con parejas son frecuentes con especies de cervidos y  bóvidos aunque con escaso número de individuos en cada una de ellas. Encontramos dos casos.

  1. Introducciones en terrenos cinegéticos, con varias parejas de reproductores (generalmente mayor número de machos que de hembras), con el objeto de obtener poblaciones a medio y largo plazo. La suelta en estos casos se suelen realizar en primavera.
  2. Repoblaciones o sueltas, en el que se sueltan gran número de individuos, con el fin de obtener grandes densidades a corto plazo. Se utilizan en terrenos cinegéticos privados  o cotos donde se van a realizar monterías y batidas. Los individuos proceden de granjas que en algunos casos están adheridas a la propia explotación. En estos casos la suelta es variable pudiendo hacerla con mucha antelación para que los individuos se adapten, o poco antes de realizar el aprovechamiento.

La metodología en ambos casos es directa transportando los individuos en jaulones o cajas hasta los lugares de suelta. Es conveniente que en estos sitios se realicen una serie de mejoras de hábitat, comederos, bebederos etc

  1. Jabalíes

Las repoblaciones con jabalíes son muy escasas ya que sus poblaciones van en aumento solo en caso de explotaciones privadas (monterías y batidas programadas) pueden tener sentido. Se sigue una metodología similar al resto de especies de caza mayor, de forma directa y en varias zonas centradas y seleccionadas donde tengan facilidad a corto plazo de comida y bebida (suelen utilizarse comederos y bebederos, aunque en caso de jabalíes no es tan necesario como el resto de especies.

La época mas propicia es principios de primavera, verano, con especímenes de al menos un año. La procedencia de los individuos puede ser de granjas aunque en el caso que nos ocupa es raro, pudiendo ser mas frecuentes y necesarias las translocaciones, capturando individuos de lugares con exceso de población y que puedan producir daños a los lugares que quiera aumentarse su número.

  1. Perdices y codornices

Se buscaran siempre las zonas céntricas del coto, en las que los límites con cotos vecinos queden lo más alejado posible. El hábitat y usos del suelo en estas zonas han de ser propicios para la perdiz ya que una vez realizada la repoblación, ellas buscarán las zonas de mayor querencia, como cultivos cerealistas, olivares, girasoles, colzas, alternados con márgenes, sierras y zonas de monte bajo. La época mejor es al final de la primavera y verano. Dos métodos

  1. Aclimatación Utilizando jaulas o jaulones de aclimatación efectuados, la mayoría de los casos con mallazo, y a la sombra de algún árbol se realiza por el día. Se depositan las cajas abiertas con la perdices en los jaulones
  2. Modo directo, es decir, sin jaulas de aclimatación. Durante la noche se van repartiendo las cajas en las que se transportan las perdices en la zona elegida, siempre al lado de un comedero y bebedero, dejando abierta una portezuela lateral de las que disponen estas cajas para que al llegar el día vayan saliendo tranquilamente de ellas, desperezándose, comiendo, bebiendo y explorando su nuevo hábitat.

En cualquiera de los casos se ha de evitar por todos los medios que salgan en estampida, no molestándolas ni dejando que nadie las moleste. Esa noche permaneceremos atentos a la posible entrada de depredadores tanto de cuatro patas como de dos.

Al cabo de un par de días pasaremos a recoger las cajas, ya que las perdices ya han reconocido su hábitat y sorprendentemente se han aquerenciado. Por supuesto este consejo se ha de realizar según las estrictas indicaciones que hemos relatado. Variantes de la suelta directa como coger las perdices y lanzarlas desde la caja o incluso tirarlas desde el coche son barbaridades que no sirven más que para dar de comer a los depredadores.

  1. Conejos y liebres

En cualquiera de los casos las repoblaciones son escasas o raras siendo mas frecuentes las translocaciones, principalmente en liebres que es la única forma de introducir esta especie en un territorio por no disponer de granjas. La época mas apropiada como en los casos anteriores es primavera-verano, aunque con madrigueras artificiales es factible en otoño.

En conejos pueden realizarse introducciones en zonas donde por cualquier motivo, (exceso de depredadores, enfermedades, etc), sea necesario aumentar la densidad, con individuos procedentes de granjas tanto extensivas como intensivas, en cualquier caso se realizara de forma directa estableciendo madrigueras artificiales y garantizando comida y agua.

Pero como ya se ha comentado lo habitual es realizar translocaciones tanto con conejos como liebres, realizando capturas donde sus poblaciones pueden causar problemas y soltándolas donde exista carencia. En el caso de las liebres se debe tener cuidado de soltar las subespecies adecuadas en sus lugares correspondientes

7.- OTRAS ACTUACIONES

A) Vigilancia y Control de Furtivismo

Supone una gran amenaza para las poblaciones y para la gestión cinegética trastocando la planificación y provocando la reducción de las bases reproductoras. Esta tarea viene a estar encomendada a cuerpos de vigilancia del Gobierno de cada comunidad autónoma, Agentes para la Protección de la Naturaleza, Servicio y Guarderia de montes  de la Guardia Civil (SEPRONA) y guardas de caza de los propios cotos o terrenos cinegéticos, que son las principales herramientas para evitar esta lacra.

Existen además de los medios humanos otros sistemas de vigilancia para la detección y control de furtivos. Los principales sistemas son.

  • Detector de disparos. Sensores de sonido que monitorizan de forma continua el sonido ambiente distinguiendo los sonidos de disparos de escopetas y rifles con y sin silenciador. En caso de detectar un disparo genera una señal a la central de alarmas. Deben distribuirse por todo el área, la superficie que cubren depende de las características del terreno y de las características de los disparos entre otros factores.
  • Sistemas de detección de focos. Dado que la mayoría de furtivos actúan de noche y utilizando faros o focos luminosos, se utilizan estos sistemas que detectan la iluminación intensa. Son de pequeño tamaño y funcionan con una pequeña pila, pudiéndose situar entre la corteza de los arboles. Emiten señales de alarma por radio a la central y colocando varios en distintas posiciones puede proporcionar información del trayecto del furtivo para cortarles el paso.
  • Cámaras con sensores que actual con el movimiento, fotografiando o grabando a los sospechosos.

Estos sistemas tienen el inconveniente de generar falsas alarmas, aun así son bastante efectivos. Además e estos pueden emplearse sistemas similares a los empleados en la detección de incendios forestales.

B) Vallados cinegéticos

Tienen el objeto de mantener los individuos (principalmente destinados a especies de caza mayor) en el terreno o explotación cinegética, o en otros casos evitar accidentes de tráfico.

Los vallados deben colocarse adecuadamente y no impedir el tránsito de personas y vehículos por caminos públicos, así como el aislamiento de otras especies silvestres y domesticas para lo que se deben de dotar de pasos para pequeños mamíferos y carnívoros y adecuar las pistas con pasos canadienses.

Además el vallado puede suponer un problema grave ya que muchos individuos pueden dañarse al intentar pasarlos o  enganchar su cornamenta, patas etc, lo que pueden suponer mutilaciones y la muerte.

Enfermedades cinegéticas

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 Turalemia zoonosis q afecta a muchas especies de vertebrados y en liebres puede provocar una mortlidad importante.brotes en invierno. se suele tsmitir por garrapatas y puede afectar a las prsonas

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TEMA 10.-   ARMAS DE FUEGO

1º  La clasificación legal de las armas (

Real Decreto 137/1993, de 29 de enero)



Comenzamos una nueva sección en la que vamos a tratar en profundidad todos los aspectos que relacionan las armas con la ley, que no son pocos, pues ésta es una de las materias que están más reguladas en casi todos los países europeos. En este mes nos adentramos en todas las claves en relación con la clasificación legal de las distintas armas.

Uno de los aspectos importantes de la actividad cinegética es lo que se refiere al uso de armas, que es una materia que muchas veces se entrevera en acciones de control de la caza y por ello es útil recordar algunos preceptos de regulación de esta materia. En esta ocasión vamos a examinar la clasificación de armas que contiene la normativa española.

En primer lugar interesa conocer el concepto legal de armas o arma de fuego pues son aquellas cuya tenencia se encuentra sometida al requisito de autorización administrativa. Por ello, solamente tienen este concepto legal aquellas que, teniendo en cuenta sus características, grado de peligrosidad y destino o utilización, se encuentran incluidas en la enumeración y clasificación que hace el Reglamento de Armas. Pero antes hay que tener en cuenta ciertas definiciones legales de los diferentes tipos, como arma corta y larga, armas automática y semiautomática, de un solo tiro o de repetición, etc.

Armas automáticas son aquellas que se recargan automáticamente después de cada disparo

Se entiende legalmente por arma de fuego corta aquella cuyo cañón no exceda de treinta centímetros y también aquella cuya longitud total no exceda de sesenta centímetros; por el contrario el concepto de arma de fuego larga es más amplio y residual, pues son todas aquellas que no sean armas cortas.

Armas automáticas son aquellas que se recargan automáticamente después de cada disparo, con lo que es posible hacer varios disparos sucesivos accionando el gatillo una sola vez, por al contrario el arma semiautomática es aquel arma de fuego que después de cada disparo se recarga automáticamente y con la cual sólo es posible efectuar un disparo cada vez que se acciona el gatillo. Además el reglamento de Armas llama arma de un solo tiro al arma de fuego sin depósito de municiones, que se carga antes de cada disparo mediante la introducción manual de un cartucho en la recámara o bien en un alojamiento especial a la entrada del cañón; por el contrario tienen la consideración legal de armas de repetición aquellas que se recargan después de cada disparo mediante un mecanismo accionado por el tirador que introduce en el cañón un cartucho colocado previamente en el depósito de munición.

Clasificación

La clasificación legal de las armas en España se establece en las siete categorías siguientes:

A) Primera categoría

Se incluyen las armas de fuego cortas tanto pistolas como revólveres.

B) Segunda categoría

En la segunda categoría se incluyen dos grupos en función de su destino o utilización:

1. Las armas de fuego largas para vigilancia y guardería cuyas características se determinan legalmente mediante orden del ministerio del interior como específicas para desempeñar estas funciones.

2. Armas de fuego largas rayadas. Este es un grupo de gran interés para el cazador pues en el mismo se incluyen:

  • Las armas que se usan en caza mayor.
  • Los cañones estriados adaptables a las escopetas de caza con recámara para cartuchos metálicos.

Siempre que en ambos casos estas armas no estén legalmente clasificadas como armas de guerra por sus características.

C) Tercera categoría, se divide en los tres grupos siguientes:

  • Armas de fuego rayadas para tipo deportivo de calibre 5,6 milímetros (22 americano) de percusión anular ya sean de un solo disparo, de repetición o semiautomáticas.
  • Escopetas y demás armas de fuego de ánima lisa o que tengan cañón con rayas para facilitar el plomeo, que los bancos de pruebas hayan marcado con punzón de escopeta de caza; pero que, en cualquier caso, no se hallen incluidas entre las armas de guerra.
  • Aquellas armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o rayadas, siempre que la energía cinética del proyectil en boca exceda de 24,2 julios.

D) En la Cuarta categoría se incluyen dos tipos de armas:

  • Las carabinas y pistolas de tiro semiautomático y de repetición, así como revólveres de doble acción, accionadas por aire u otro gas comprimido asimiladas a las escopetas.
  • Aquellas carabinas y pistolas de ánima lisa o rayada, y de un solo tiro y revólveres de acción simple, accionadas por aire u otro gas comprimido que no estén asimiladas a escopetas.



e) En la Quinta categoría se incluyen tanto las armas blancas y en general las de hoja cortante o punzante que no se encuentren prohibidas, como los cuchillos o machetes usados por las unidades militares o los que sean imitación de éstos.

F) En la Sexta categoría se incluyen los siguientes cuatro tipos de armas:

  • Las armas de fuego antiguas o históricas, así como las reproducciones y las armas que se encuentren legalmente asimiladas a aquellas siempre que estén conservadas en museos que estarán autorizados por el Ministerio del Interior o el de Defensa en función del tipo de museo de que se trate.
  • Las armas de fuego cuyo modelo o año de fabricación sean anteriores al uno de enero de 1870 y las reproducciones o réplicas de las mismas, a menos que puedan disparar municiones destinadas a armas de guerra o a armas prohibidas. En cualquier, caso la antigüedad se fija por el Ministerio de Defensa que aprueba los prototipos o copias de originales de este tipo de armas comunicándolo al Ministerio del Interior.
  • Las restantes armas de fuego que se conserven por su carácter histórico o artístico siempre que se haya seguido el procedimiento de inutilización que regula el Reglamento de Armas.
  • En general las armas de avancarga.

G) En la Séptima categoría se incluyen seis grupos diferentes:

  • Las armas de inyección anestésica capaces de lanzar proyectiles que faciliten la captura o el control de animales anestesiándolos a distancia durante algún tiempo. A esta categoría se asimilan legalmente los cañones lanza-redes.
  • Las ballestas.
  • Las armas para lanzar cabos o ayudas. A este tipo están legalmente asimilados los artefactos lanzadores de objetos para adiestramiento de perros.
  • Las armas de sistema Flobert que utilizan como propelente del proyectil sólo la carga de fulminante de un pistón y por ello con menor potencia que otros tipos de armas de fuego.
  • Los arcos, las armas para lanzar líneas de pesca y los fusiles de pesca submarina que sirvan para disparar flechas o arpones eficaces para la pesca y para otros fines deportivos.
  • Los revólveres o pistolas detonadoras y las pistolas lanzabengalas.

Licencias y Permisos Especiales de Uso de Armas para Menores

Los españoles y extranjeros residentes que sean mayores de 16 años y menores de 18, podrán utilizar exclusivamente para la caza, pero no poseer ni llevar dentro, de las poblaciones armas largas rayadas (rifles) para caza mayor, siempre que se encuentren en posesión de una licencia especial de uso de armas para menores y vayan acompañados de personas mayores de edad con licencia de armas.

2º   TIPOS DE ARMAS

1.ESCOPETAS

Las escopetas son las definidas por el Reglamento de armas como de QUINTA CATEGORÍA o armas largas de ánima lisa.

La expresión «ánima lisa» hace referencia a que; el interior del cañón.de este tipo de armas es liso y no estriado (rayado), si bien, excepcionalmente, pueden tener cañones rayados para facilitar el plomeo.

En todo caso, estas armas deben estar marcadas por los bancos de pruebas con punzón de escopetas de caza.

Las escopetas se utilizan sólo para la caza menor, aunque, excepcionalmente, pueden emplearse para la caza mayor, usando cartuchos de bala, pues las postas y los perdigones para la caza mayor están prohibidos.

A) Clases de escopetas

  • De un sólo cañón monotiro.
  • Yustapuestas o paralelas. Los cañones, portante, se encuentran uno al lado del otro.
  • Superpuestas, cuyos cañones se encuentran ‘situados uno encima del otro.
  • Repetidoras o semiautomáticas. Tienen un sólo cañón y son aquellas que, una vez cargado su depósito de munición (cartuchos) e introduciendo el primer cartucho en la recámara, basta el movimiento del gatillo para que se produzcan disparos sucesivos. No es correcto, por tanto, el nombre que suele aplicársele de «automáticas» (que son.las ametralladoras o metralletas militares totalmente prohibidas para la caza).

Actualmente, las escopetas repetidoras sólo pueden tener una capacidad máxima de TRES cartuchos, dos en el cargador y uno En la recámara listo para el disparo.         .

B) Partes dé la escopeta

Las partes fundamentales de una escopeta son cuatro: la culata, la báscula, el guardamanos y los cañones:

1) Culata

Es la parte posterior de la escopeta —parte de madera— que sirve para apoyar en el hombro y encarar el arma para hacer la puntería.

En la culata-se distingue la garganta (por donde se empuña), el lomo (donde se apoya el carrillo o pómulo) y la cantonera o talón (por donde se apoya en el hombro).

La longitud y características de la culata deben estar adaptadas al cazador: La mejor manera de hacer (aunque siempre es aproximada) es comprobar que la culata tenga la misma longitud que el antebrazo.

La recámara es e! lugar o parte de los cañones en que se aloja el cartucho para ser disparado. Las recámaras de las escopetas están preparadas para admitir cartuchos de 65 y de 70 mm. de longitud

Sé llama «choke» el mayor o menor estrechamiento que los cañones tienen en la. boca de salida. El mayor o menor estrangulamiento (estrechamiento) del diámetro de salida-se conoce por el número de estrellas que el arma lleva marcadas: 1 estrella significa máximo estrechamiento o «full choke», 4 estrellas el mínimo estrechamiento, y ninguna estrella significa que el cañón es cilindrico (estos cañones suelen utilizarse sólo para bala).

El punto de mira se halla en la parte superior, al final del cañón, y es el punto que con el ojo debe alinearse con el blanco.

C) El calibre

En realidad cuando hablamos del calibre de un arma nos estamos refiriendo al diámetro del ánima del cañón, al agujero del cañón por la parte de la recámara o lugar en el que se introduce el cartucho: cuanto mayor sea este agujero o diámetro mayor es el calibre.

Ahora bien, técnicamente el calibre de las escopetas se determina por número de balas esféricas que pueden obtenerse de una libra dé plomo (1 libra = 489,2 gramos), de manera que el calibre 12 significa que 12 esferas de plomo de ese calibre (de ese grosor)

pesan exactamente una libra.

La equivalencia en milímetros de los calibres más frecuentes es la siguiente:      

– Calibre 12 de 18,2 mm. a 18,6 mm.

-Calibre 16 de 1.6,8 mm. a 17,2 mm.

– Calibre 20 de 15.6mm.a16 mm. .

– Calibre 12 mm. =12 mm. (es el único que se da. en milímetros).

En todo caso, con distintos tipos de perdigones y armas, el calibre más frecuentemente usado hoy es el doce.

D) El cartucho

El objetivo del cartucho es conseguir que los proyectiles en él alojados alcancen la pieza de caza elegida con la fuerza suficiente como para que resulte muerta o al menos herida. El cartucho se compone de las siguientes partes:

  • Fulminante o pistón

    : Es. un pequeño cilindro incrustado en el culote o culatín del cartucho, en cuyo interior se encuentra alojado un producto explosivo que al ser golpeado por la aguja percutora del arma produce una pequeña llamarada que incendia la pólvora.
  • Culote:

    Es la parte metálica del cartucho en cuya base se encuentra alojado el fulminante. Tiene una pestaña o pequeño saliente para que dicho fulminante pueda ser fácilmente extraído de ‘ la recámara.
  • Vaina:

    Es un cilindro hueco de plástico; unido por un extremo al culote.
  • La pólvora:

    Es un producto propelente que, al ser incendíado por-la llama del pistón, produce una gran cantidad de gases a elevadísima temperatura. La pólvora, pues, se aloja inmediatamente despues del fulminante.


  • El taco:

    Es una especie de copa de plástico cuya parte superior contiene los perdigones, mientras que la inferior presiona la pólvora hacia el fulminante. La finalidad del taco es conseguir una mayor presión evitando el escape de gases producidos por la pólvora y agrupar los perdigones para un mejor plomeo.
  • Los perdigones;

    Son pequeñas bolitas de plomo o proyectiles destinados a herir la pieza de caza. El número de perdigones quecada cartucho contiene está en función del calibre y del tamaño de cada perdigón.

Por su tamaño los perdigones se clasifican así (de mayor a menor): doble cero, cero, uno, dos, tres, cuarta, quinta, de sexta, de séptima, de octava, de novena y de décima. En general, suelen usarse para la caza menor los de 4a, 5a y 6a, los de 7a a 10a suele usarse para la caza de pequeñas aves (zorzales, etc.).

E) La bala

: Aunque con poca frecuencia, se puede practicar la caza mayor con escopeta, especialmente cuando los tiros se suelen realizar a distancias .inferiores a los 100 metros.

Básicamente hay cuatro tipos de bala: la esférica (de poco alcance) que es una simple esfera o bola de plomo; la brenneke que es un cilindro con estrías y una pequeña punta, a cuyo extreme lleva unido el taco (en este. caso de fieltro) para estabilizar Ia trayectoria dé la bala (el taco actúa como las plumas de una flecha); la hueca, que es un cilindro hueco en cuyo interior lleva unas aletas; la americana, alargada, de punta redondeada y hueca en su mitad posterior

Todas las balas (excepto la esférica) deben tener más peso en su parte delantera para así mantener la trayectoria e impactar de punta.

Conviene, asimismo, siempre que se empleen cartuchos de bala, utilizar en la escopeta cañones especiales (cilíndricos) para, entre otras razones para evitar que el choke dificulte su salida

2º RIFLES

Los rifles son los definidos por el Reglamento de Armas como de CUARTA CATEGORÍA o armas largas rayadas para caza mayor. Las características que definen a los rifles son las que se enumeran continuación:

1. Tienen el interior del cañón con estrías o rayas en espiral para hacer que la bala gire sobre su eje

2. Sólo admiten cartuchos metálicos y munición de bala

3. Su mayor potencia permite hacer blancos a más de 300 metros, y causar efectos mortíferos a más de un kilómetro. 4. Por todo ello, se emplean sólo para la caza mayor

A) Clases de rifles

Existen hoy en el mercado tres tipos de rifles distintos:

1. Rifles de acción manual

Son los clásicos de cerrojo o palanca en los que, para introducir el cartucho en la recámara, es necesario accionar normalmente el cerrojo o la palanca.

2. Rifles semiautomátícos

A veces se los llama erróneamente «automáticos». Los semiautomáticos son aquellos que, una vez introducido el cartucho en la recámara, con el movimiento del gatillo producen disparos sucesivos.

 La máxima carga de estos rifles es de tres cartuchos, dos en el cargador y uno en la recámara.

3. Rifles express

Los express son aquellos que tienen dos cañones paralelos o su­perpuestos, igual que las escopetas de caza menor.

B) El calibre

Por calibre en los rifles de caza mayor hemos de entender el diámetro de la bala empleada medido en milímetros y décimas de milímetro para las municiones europeas y medido en centésimas de pulgada para las municiones inglesas y norteamericanas. Los cali­bres europeos indican el diámetro del proyectil y la longitud del casquillo, así el calibre 7 x 64 nos dice que el diámetro de la bala es de 7 milímetros y la longitud del casquillo de 64 milímetros. Los calibresamericanos nos indican sólo el diámetro de la bala en centésimas de pulgada (30.06; 270).

Sin descartar otros, los calibres más frecuentemente usados para la caza mayor en España son el 270; el 30.06; el 300; el 7 x 65, el 7 mm., el 7,62 mm.; el 7 x 64, el 280 R. etc. En líneas generales, cuanto mayor es o más resistencia tiene la pieza, mayor calibre, habrá de emplearse en su caza

C) El cartucho

Nos remitimos a lo dicho anteriormente, con la salvedad de que la vaina es metálica y la munición de bala.