CALZAdo de esparto NEOLÍTICO

3. AGRICULTURA


El paso de la recolección a la agricultura lo dan poblaciones especializadas dentro de la recolección, este paso conllevará cambios en todos los aspectos de la sociedad, que será cada vez más compleja. Los pobladores del Mediterráneo del 10.000 a.C. vivían de la pesca, la cacería y la recolección de frutos y otras vegetales; y vivían en campamentos temporales. Pero el crecimiento poblacional que habían sufrido hizo de esta economía algo insuficiente y se inició el camino hacia la agricultura y la ganadería protagonistas del Neolítico. Esta explotación humana se caracteriza por la transformación de las materias primas y la aparición del comercio, con redes locales y regionales. Antes se daba el intercambio casual y arbitrario pero a partir de ahora el comercio se realizará con una periodicidad pautada. El cambio tuvo lugar en grupos de unos 30 o 40 individuos que vivían reunidos en 3 o 4 cabañas en un territorio muy concreto en la costa del Mediterráneo, el denominado creciente fértil entre el río Tigris y el Eúfrates en Próximo oriente, la zona meridional de Anatolia, la costa de la zona Sirio Palestina, y la zona de los montes Zagros e Irán occidental, donde las condiciones medioambientales eran muy diferentes a las actuales.

Los yacimientos que mejor representan el tránsito del Epipaleolítico al Neolítico son Jericó, Halula, Tell Halula, Catal Hüyü, etc. Los recursos locales con los que contaban eran diferentes especies silvestres animales y vegetales, tierra y piedras como la caliza, material constructivo; betún, petróleo natural que servirá para la impermeabilización; y sal, indispensable en la conservación de alimentos.  La cultura que desarrolla este cambio en un primer momento es la natufiense, con los yacimientos de Jericó, en el desierto de Sahel, Israel; y Halula y Tell Halula en Siria. Son poblados al aire libre, formado por cabañas circulares con un zócalo de base, construidas con materiales vegetales que perduran en el tiempo; como el adobe y también existen huellas de poste, por tanto, demostraron unos conocimientos de construcción arquitectónica más avanzada. Son los primeros pasos de la sedentarización y los natufienses los pioneros hacia los cambios neolíticos.

Los poblados eran sedentarios, de distinto tamaño, jerarquizados en el territorio, con poblados centrales y periféricos (modelo radial).Sufrieron problemas ante el aumento demográfico por las condiciones desérticas del medio y debieron desarrollar estrategias de autocontrol de natalidad o adaptaciones para subsistir.          La dieta se basaba en los cereales y complementada con caza, el gran paso que darán será mezclar el cereal con leche creando la papilla.

Los natufienses, debido a la presión sobre los recursos y la mejora climática, podrán favorecer la intensificación de determinadas especies herbáceas, comenzarán a domesticar la cebada y el trigo(especie vegetal muy adaptativa ante las duras condiciones climatológicas), no como agricultura, pero sí incentivando determinado crecimiento mediante la selección de las semillas, adaptarán todo su utillaje a esa necesidad para su propagación y recolección, esencialmente instrumental lítico geométrico microlaminar especializado para curtir pieles, cazar y recolectar, con arpones y agujas (azagayas) y los famosos morteros natufienses de gran tamaño y hechos en basalto. Eran muy pesados por lo que es otro síntoma de sedentarización. Los cereales en la dieta trajeron problemas; al comer arenilla de moler los cereales, comenzaron a desgastar los molares y premolares y surgieron los problemas de caries, que sobrevienen a partir de los restos de las féculas de los cereales.

También comenzarán a vigilar los campos para que los animales herbívoros no se los coman, otro síntoma de sedentarización.

Comienza también la estabulación de salvajes como primeros indicios de la ganadería, un proceso muy largo de selección genética mediante la elección de las especies más dóciles.

En cuanto al arte, los natufienses decoraban los molinos, se preocupaban por lo estético y quizá con connotaciones místicas, comienzan a gestarse los primeros pensamientos ontológicos, aparecen estatuillas en bulto redondo realizados en hueso y piedra y bastones de mando con motivos animales.

Las sepulturas aparecen bajo las casas pero solo se ha encontrado un individuo por vivienda, lo que indica que debe de tener algún estatus social importante, que le aporte este derecho. Es especialmente importante para el linaje familiar. En los ajuares aparecen adornos y las famosas puntas de Biblos. 

Con los natufienses se producen cambios culturales importantes, con una estructuración social cada vez más acentuada, con procesos culturales y avances sociales. Estos cambios son paulatinos y distintos en los diferentes poblados y ha permitido establecer tres grandes fases, el Protoneolítico, que son los natufienses en su mayoría, el Neolítico precerámico y el Neolítico cerámico. No obstante no debemos confundir el término porque no todos los poblados desarrollaron la cerámica, sino otros aspectos neolíticos como la economía.

El Neolítico precerámico en Próximo Oriente se extiende en un primer momento por el levante sirio-palestino, los Zagros, el Taurus oriental, y Anatolia. Se divide en dos fases, el Neolítico precerámico A, que ocupa desde finales del IX al VIII milenio a.C., en la que se da una continuación de forma evolucionada del Natufiense, especialmente en lítico y óseo; y una economía diversificada con agricultura y caza de pequeños herbívoros y pesca. La segunda fase es el Neolítico precerámico B desde mediados del VIII hasta finales del VII milenio (7500-6200 a.C.) Se considera Neolítico en todos los aspectos a partir de la mitad, etapa en la que se intuye una ruptura con lo anterior, con la posible llegada de población desde Siria y Libano en la zona Sirio-Palestina.

En todos los territorios el precerámico se caracteriza por poblados en ladera, con casas circulares con tabiques bajos que compartimentan la casa y una incipiente jerarquización de los espacios en el PPNA. En el PPNB se produce la ruptura, los poblados aumentan de tamaño y la planta rectangular aparece generalizada, además realizan construcciones sobreelevadas y concretaente en Beidha se han encontrado casas-corredor con hornos y hogares en patios comunicados. La planta rectangular permite una mayor organización del espacio, y el aprovechamiento de las estancias para un mayor espacio y, esto es, gracias a la utilización de las vigas de la techumbre.

En el Yacimiento de Beidha han aparecido vestigios de la existencia de almacenes colectivos, demuestra una distribución social con su organización del reparto de los recursos, prueba de existencia de jefaturas controladoras de los excedentes y actividades comerciales tanto en ámbitos externos como internos, también se constata que vivían en familias nucleares y la existencia de la propiedad privada.

Destaca el yacimiento de Jericó por su arquitectura pública como el foso, la muralla y la torre circular, único en el mundo de esta época. Indica que está en un proceso de estructuración social muy complejo que pudo servir de semilla para el resto de poblados, que adoptarán finalmente estas mismas construcciones.

En varios yacimientos aparecen habitaciones en parrilla, con muros en paralelo. Funcionaban como grandes graneros que aíslan el trigo o cereal del suelo y de la humedad para que no germine. Posiblemente, se tratase de una propiedad de distintas unidades familiares.

Los enterramientos se realizaban de forma similar en las dos fases, individuales en el interior del poblado que normalmente terminan con la cabeza separada del cuerpo una vez esqueletizado, y suelen aparecer acompañados con figurillas femeninas, posibles representaciones de la deidad que guía en el tránsito a la muerte. También han aparecido prótomos de toro, omóplatos de buey y de asno enterrados voluntariamente en la arcilla que deben ser sacrificios. Del PPNB constatamos santuarios, como el de Jericó, donde aparecen asociadas figurillas de diosas de barro pintado en rojo.

En el PPNA el utillaje es sobre todo lítico y óseo en una forma evolucionada del Natufiense. En el utillaje lítico tallado destaca la punta de escotaduras (Biblos) y en el pulido los bastones de Mureybet y las hachas. El utillaje óseo es abundante y también aparece mucha tierra cocida en forma de vasitos de arcilla sin desgrasantes y figurillas femeninas voluptuosas con antecedentes en el Khiamiense y relacionadas con la fertilidad.

En el PPNB aparecen nuevas industrias líticas en silex y obsidiana que es una roca muy puntual, por tanto, su existencia en estos yacimientos, son síntomas de actividades comerciales.

También desarrollan la cestería con la parte no aprovechable de las gramíneas, o materiales como esparto o papiro.

Los objetos no utilitarios que han aparecido son figurillas zoomorfas y antropomorfas.

En el PPNA aún aparece un bajo porcentaje de domésticos, la dieta es agrícola (especies domesticas y silvestres) con un fuerte porcentaje procedente de la caza, especialmente la gacela. Es decir, poseen una economía diversificada con agricultura y caza de pequeños herbívoros y pesca.

En el PPNB el menor porcentaje de caza junto a la recolección muestra que pasan a un segundo plano. La agricultura y la ganadería se desarrollan en sentido pleno (40%) con la evidencia de animales y vegetales domésticos.

En la zona de los Zagros se ha constatado el perro domesticado y la ganadería tiene más peso que la agricultura.

En Anatolia, la economía era agrícola pero no ganadera. Dentro de este momento de formación del neolítico es característico que haya grupos que se inclinen más por la ganadería y otros más vinculados a la agricultura, o una complementación de ambos.

Durante el PPNA se constata un comercio de la sal y el betún y un inicio de la posición de los poblados en las rutas comerciales. Como Beidha (Petra) que rivaliza junto a Nahal Oren (Monte Carmelo) por las rutas caravaneras.

Los intercambios se expanden en el PPNB y los poblados intentan mantener mediante la posición en las rutas comerciales un suministro continuado.

No se sabe si ocurrió una guerra, pero Beidha y Jericó son abandonadas por motivos inciertos a finales del VII m.a.C.

Luego aparecerá la cerámica. Esto es muy importante. En pocas generaciones aprenden a trabajarla y el material es barato y abundante. Rápidamente irán perfilando las técnicas y perfeccionando el estilo, con paredes más finas y pulidas. Es un buen impermeable para aislar los alimentos, y comenzaron a cocinarlos dentro de los cuencos de cerámica.

Cuando aparece la cerámica indica la punta del iceberg de un cambio importante que ocurre en todo el Próximo Oriente en torno al año 6000 a.C., favorecido por el cambio climático que traía consigo una mayor humedad. Los grupos que habitan los territorios y que evolucionaban muy localmente ahora pasarán a generar sinergias culturales donde en grandes territorios se observará un mismo comportamiento. Esto es, los procesos culturales del Neolítico.

Durante el Neolítico cerámico se mantendrán las cuatro áreas de expansión; el levante sirio-palestino, los zagros, el Taurus oriental, y Anatolia, todas ellas representan los mismos rasgos a través de intercambios de todo tipo. No obstante, serán poblados políticamente independientes, pero donde puede haber algunos que sobresalen, y cierta homogeneidad territorial preludio de las sociedades urbanas.

Las culturas locales se desarrollan y se expanden por las áreas colindantes.

Las aldeas están totalmente consolidades, aunque algunas se trasladan de lugar. Los poblados sedentarios se abandonan (hacia el 7000 cal. BC) y los campamentos de poblaciones nómadas son cada vez menores.

Las casas son de plantas cuadradas y rectangulares está perfectamente desarrollada, con unidades diferenciadas en su interior (en Jericó se mantienen plantas circulares). Aparecen las cercas/murallas en todos los poblados. También aparecen y se consolidan grandes almacenes, templos y protopalacios como espacio público, callejones, es decir, una protourbanística que mil años después desembocará en sociedades urbanas de la antigüedad.

Destaca en este sentido Catal Hüyük, en Turquia. En este yacimiento se puede observar un protourbanismo, con gran cantidad de edificios comunales; se pudieron excavar barriadas enteras de casas adosadas las unas a las otras, por lo que se trata de un poblado con un planeamiento urbanístico. Pero de momento no han aparecido ni calles ni plazas, ya que la circulación era por el tejado.

También merece mencionar Hacilar por su singularidad; está formado por casas rectangulares con varias estancias divididas por tabiques cada una con una función diferente e infraestructura específica. Esta división en varias estancias permite la existencia de espacios entre cada una de estas habitaciones que terminarán configurando los corrales. Esto indicaría que hay una parte de la ganadería que ya no pertenece a la comunidad sino a la unidad familiar. Es decir, avanzando en el camino hacia la propiedad privada en cada vez más ámbitos económicos. En la configuración del poblado ya se pueden observar patios, con estancias auxiliares, calles y protoplaza.

Los enterramientos se realizan bajo las casas con ajuar formado por armas, adornos, y vasos cerámicos.

La cerámica, denominada cardial, se caracteriza por la impresión de concha (cardial) y lisa. Es de pasta gruesa, cocción oxidante.   Esta cerámica caracterizará todo el Neolítico en el Mediterráneo. Hay otras decoraciones, como en Biblos, con decoraciones de impresiones  de cuerdas; o bruñidas en gris y rojo, pintadas, espatuladas(como rayada)… toda una explosión de creatividad que originará una gran variabilidad cerámica, en Mesopotamia serán pintadas e incisas, y en Los Zagros la imprimirán con los dedos o en cestería; pero será la cerámica cardial la que predomine en todo el Mediterráneo poco después.

En cuanto a la economía se mantiene la caza (gacela y équidos sobre todo) y la recolección. Con una presencia más importante de agricultura y ganadería de ovicápridos (también cerdo y buey). Aparecen más variedades domesticadas, como el garbanzo, el guisante, y en los animales aparece la gallina. El caballo estaría estabulado, pero no domesticado. La agricultura se vio intensificada por el regadío.

En la ganadería aparecen los bóvidos, que son grandes y sirven como animales de tiro, desarrollando transformaciones del terreno. Además los subproductos de estos animales, leche, piel y estiercol, los convierte en animales muy aprovechables. La oveja, la cabra y el cerdo también aparecen y siempre complementado con la caza.

Aparecen construcciones en talud, grandes edificios con celdas y un pasillo central, un indicio de cultura protourbanística.

También se ha evidenciado la domesticación del lino, útil entre otras cosas con fibra textil. Intensificación también el trigo, la cebada, y leguminosas como el guisante y las lentejas. Y la creación de híbridos que cada vez tienen mayor rendimiento, resistencia y productividad.

Posee una ganadería de bóvidos, que son grandes y sirven como animales de tiro, desarrollando transformaciones del terreno. Además los subproductos de estos animales, leche, piel y estiercol, los convierte en animales muy aprovechables. La oveja, la cabra y el cerdo también aparecen y siempre complementado con la caza.

Respecto a la cultura material, el instrumental lítico está realizado en obsidiana y sílex, como puntas de flecha, cuchillos, espejos, adornos… En los espejos se observa el dominio de la piedra pulimentada, también en mazas y adornos.  También realizaban objetos en madera. En hueso aparecen cucharas, agujas y botones en hueso, así como otros adornos.

La cerámica alcanza una diversidad asombrosa. Aparecen cuencos bícromos, monócromos, decorados, con incisiones, pintados de distintos colores…. Sobre todo muchas formas cerradas para contenedores. 

También aparecen cuentas de cobre y plomo pero sin metalurgia, extraído de yacimientos nativos. 

Con la ayuda del C14 se ha demostrado que las especies domesticadas más antiguas fueron en los territorios descritos del Oriente Fértil. Una vez configurado el Neolítico en estos territorios, de allí se extendió a razón de 1km por año, en un proceso de ocupación rápida que comenzó en el VII milenio y duró hasta el VI. Permite hablar de la colonización del Neolítico fuera del territorio donde se originó y que llegó formado completamente donde la presencia de cerámica cardial es esencial para hablar de Neolítico (O en su caso, alguna forma local parecida).