Conceptos Fundamentales en Didáctica del Lenguaje: Verdades y Falsedades

Mitos y Realidades en la Didáctica del Lenguaje

F) Las lecciones de inglés de distintas épocas presentan un enfoque muy similar.

Su enfoque es completamente distinto: una es ejemplo del enfoque comunicativo generalizado desde los años sesenta, que crea situaciones reales de comunicación y agrupa a los alumnos de formas muy variadas e interactivas. La otra es un enfoque claramente gramatical, basado en la repetición mecánica y memorización de estructuras gramaticales repetitivas, sin la aparición de situaciones de comunicación entre los alumnos ni referencia a la vida real.

V) Una página de la guía telefónica puede ser un material de lectura tan bueno como un poema o el artículo de una revista.

Puede ser perfecto para practicar microhabilidades de percepción, entrenamiento del ojo, lectura rápida, discriminación visual, etc. Un texto no tiene que ser necesariamente significativo para poder entrenar la lectura. Pero un buen entrenamiento en la mecánica ocular nos hará ser más rápidos y precisos en nuestra lectura. Podemos pedir que busquen grupos de números o nombres de abonados, o discriminen si un abonado tiene un número específico, etc.

F) Desde los primeros cursos hay que insistir mucho en la ortografía correcta de las palabras poco usuales.

Será un trabajo inútil, ya que esforzarse por escribir una palabra inusual con una ortografía extraña o dificultosa no sirve para nada. Probablemente el niño no vuelva a encontrarla hasta dentro de mucho tiempo, y al no haberla practicado no recordará cómo se escribía. Por otro lado, esa insistencia transmitirá seguramente actitudes negativas ante la ortografía.

V) Si el niño escribe “enelpatio” diremos que comete una falta de ortografía natural.

Efectivamente, ya que la separación entre palabras no se explica en ninguna regla ortográfica; lo “natural” es que se escriban tantas palabras como se oigan. La percepción de la palabra es natural en el niño, por lo que es fácil de “notar”. En el TALE se clasifica esta expresión como falta de ortografía natural (uniones).

F) La mejor forma de evaluar la comprensión lectora es pedir una respuesta escrita larga y razonada.

Pedir esto hace imposible una evaluación objetiva y cuantitativa. La mejor evaluación de la comprensión lectora es una respuesta cerrada, marcar una opción, señalar con flechas o incluso la mejor opción sería la no lingüística, como cumplir una orden o hacer un dibujo. Si pedimos respuesta abierta, escrita, larga y razonada no evaluaremos su comprensión lectora sino su expresión escrita, que es siempre más limitada.

F) Un método de lectura está mitigado cuando se ha simplificado para adaptarlo a los niños menos dotados.

Mitigar no significa simplificar ni bajar el nivel. Mitigar es suavizar algunos aspectos difíciles de los métodos puros que pueden desmotivar o dificultar el proceso sin desvirtuar el método: el global puro se mitiga empezando por la palabra en lugar de por la frase y el sintético puro empezando por la sílaba o el fonema en lugar de por la letra.

V) La comprensión lectora se puede evaluar haciendo que el alumno haga un dibujo.

Efectivamente: se le dan por escrito unas instrucciones para que realice unos trazos, coloque figuras en un sitio determinado, coloree, rellene espacios con colores, formas o trazos, etc. La evaluación es absolutamente objetiva y más segura que si se le pide una respuesta escrita larga.

F) En la redacción de enfoque comunicativo el tema ha de ser libre.

No es posible, ya que hay que indicar a quién se dirige el escrito, cuál es su finalidad concreta, etc. Por lo tanto, el alumno no puede escribir lo que quiera, sino que debe ajustarse al propósito y a la situación de comunicación indicada.

F) La inducción de una regla ortográfica se hace dando primero la regla, explicándola después y practicando finalmente con ejemplos.

Es justo al revés; hacerlo como se indica sería un proceso deductivo, que no es el adecuado para aprender la ortografía. Lo mejor es la inducción: ir presentando palabras y observándolas para poco a poco llegar a conclusiones generales que podremos considerar “reglas”.

F) Para pasar de la letra recta a la inclinada el niño ha de modificar la posición del cuerpo y de la mano.

No, el cuerpo y la mano no varían de posición, solo hay que girar el papel.