Descifrando las Falacias: Reconocimiento y Naturaleza de los Argumentos Engañosos
Comprensión Fundamental de las Falacias
¿Qué implica el análisis lógico de los razonamientos falaces?
El análisis lógico de los razonamientos falaces implica el reconocimiento del riesgo que representan, ya que estos razonamientos siempre buscan engañar mediante el uso perverso del lenguaje. Esta intención de engañar es su característica principal.
¿De qué formas se pueden estudiar los errores en los argumentos o falacias?
Los errores en la argumentación o falacias se pueden estudiar de dos maneras:
- Como argumentos falsos que no buscan engañar, sino que son producto de errores o confusiones.
- Como argumentos deliberadamente engañosos que buscan manipular al contrincante.
¿Para quiénes se reserva el estudio de las falacias?
El estudio de las falacias se reserva para los argumentos que tienen una intención manipuladora, es decir, para los sofismas.
Características y Elaboración de la Falacia
¿Por qué se caracteriza la falacia?
La falacia se caracteriza por su intención de engañar.
¿Cómo se elabora la falacia?
Las falacias se elaboran consciente y deliberadamente para atrapar lingüística y emocionalmente al receptor, persuadiéndolo psicológicamente.
¿Cómo resulta posible la falacia?
La falacia es posible gracias al uso de las funciones prescriptiva y expresiva del lenguaje, que permiten ocultar las emociones o sentimientos que dirigen la manipulación.
Falacias No Formales: Tipos y Características
Generación de las Falacias No Formales
Las falacias no formales se generan de dos formas principales:
- Como falacias no formales de atinencia.
- Como falacias no formales de ambigüedad.
Falacias No Formales de Atinencia
Las falacias no formales de atinencia se distinguen por la falta de conexión lógica entre las premisas y la conclusión. Su objetivo es ocultar la falsedad del argumento bajo una apariencia de verdad.
Carácter de las falacias no formales de atinencia
Estos razonamientos son inválidos y no siguen la estructura de un silogismo. Comúnmente se conocen como sofismas.
Finalidad de las falacias no formales de atinencia
Su finalidad principal es manipular el contenido de los pensamientos del contrincante, ejerciendo una persuasión de carácter psicológico.
Mecanismos de los Argumentos Manipuladores
Los argumentos manipuladores, característicos de muchas falacias de atinencia, se generan de diferentes formas:
- Utilizando un lenguaje ambiguo que provoca una doble interpretación.
- Empleando contenidos imprecisos que dificultan la comprensión de la verdad.
- Causando cansancio o confusión en el contrincante para ocultar la falta de lógica.
- Usando el lenguaje de manera perversa para disfrazar las emociones que se pretenden provocar.
Tipos Comunes de Falacias No Formales de Atinencia
- Argumento de apelación a la fuerza (Argumentum ad Baculum): Este argumento intimida al destinatario para que acepte la conclusión por miedo.
- Argumento de apelación a la autoridad falsa (Argumentum ad Verecundiam): Se busca probar una tesis citando a una autoridad respetada pero que no es experta en la materia en discusión.
- La causa falsa (Non Causa pro Causa / Post Hoc Ergo Propter Hoc): Se establece una relación de causalidad artificial entre dos eventos, o se afirma incorrectamente que uno es causa del otro simplemente por su cercanía temporal o espacial.
- La pregunta compleja (Plurium Interrogationum): Se formulan dos o más preguntas como si fueran una sola, buscando una respuesta que comprometa al interlocutor independientemente de cómo responda.
- Argumento por la ignorancia (Argumentum ad Ignorantiam): Se apela a la falta de pruebas para demostrar la verdad o falsedad de un asunto; se sostiene que una proposición es verdadera porque no se ha demostrado su falsedad, o viceversa.
- Argumento llamado a la piedad (Argumentum ad Misericordiam): Se manipula la sensibilidad del receptor despertando sentimientos compasivos para lograr la aceptación de una conclusión.
- Argumento llamado emocional al pueblo (Argumentum ad Populum): Se utilizan recursos emotivos y se apela a los sentimientos o prejuicios populares para ganar el favor y la aceptación de una tesis, en lugar de presentar razones lógicas.
- Argumento abusivo (ataque contra el hombre / Ad Hominem ofensivo): Se ataca y destruye la imagen personal del contrincante en lugar de refutar la validez de sus argumentos.
- Argumento accidental o ataque contra el hombre: Se ataca al contrincante basándose en accidentes o circunstancias personales. (Este tipo de argumento se asemeja al Ad Hominem circunstancial).
- Accidente (Dicto Simpliciter ad Dictum Secundum Quid): Se aplica incorrectamente una regla general a un caso particular donde una excepción legítima la haría inaplicable. Se rechaza la excepción.
- Accidente inverso (Generalización apresurada / Dicto Secundum Quid ad Dictum Simpliciter): Se generaliza una regla o conclusión a partir de un caso excepcional o de una muestra insuficiente.
- Conclusión inatinente (Ignoratio Elenchi o «ignorancia del asunto»): Se presenta un argumento que puede ser válido en sí mismo, pero que ignora el asunto en discusión y llega a una conclusión irrelevante para el punto que se debate.
Falacias No Formales de Ambigüedad
Estas falacias se producen cuando se utilizan palabras o frases ambiguas, cuyo significado cambia sutilmente durante el curso del argumento, llevando a una conclusión errónea.
- Énfasis o acento: Se altera el sentido de una palabra o proposición al resaltar indebidamente ciertas partes de ella, o al extraer una parte del contenido fuera de su contexto original.
- Equívoco: Se usa un término con dos o más significados diferentes dentro del mismo argumento, haciendo que la conclusión no se siga lógicamente.
- Anfibología: Se produce por una construcción gramatical incorrecta o una sintaxis descuidada que genera ambigüedad en toda una proposición, no solo en un término.
- Composición: Se atribuyen erróneamente las cualidades de las partes de un todo al todo mismo. (Ej: «Cada pieza de esta máquina es ligera, por lo tanto, la máquina es ligera»).
- División: Se atribuyen erróneamente las cualidades de un todo a cada una de sus partes. (Ej: «El equipo es excelente, por lo tanto, cada jugador del equipo es excelente»).