Desequilibrios de la economía mundial

Tema 3 pregunta 1 las consecuencias d la primera guerra mundial

no es fácil desentrañar cuál fue el impacto económico d la primera guerra mundial (igm), q puso fin al orden q había regido la economía internacional desde la segunda mitad del s. xix. una vía d aproximación para su comprensión es distinguir entre las consecuencias económicas d la guerra y lo q cabe denominar las consecuencias económicas d la paz, empleando la expresión d john maynard keynes, para referirse a las funestas repercusiones q tendrían las condiciones impuestas x los alia2 a los venci2 en los trata2 d paz.

1.1. las consecuencias económicas d la guerra

el conflicto tuvo importantes efectos económicos:

1. la destrucción del capital humano y físico




lo q + impresionó alos contemporáneos fue la gran pérdida d vidas humanas. la capacidad destructiva del armamento nunca había sido tan grande. rusia sufrió aún +, al sumarse la guerra exterior, la revolución bolchevique y la posterior guerra civil, con todo ello se perdió un 20% d la población rusa q había en 1913.

como consecuencia, en los diferentes países hubo una gran merma d capital humano q tuvo q incidir en su crecimiento a largo plazo.

la gran guerra, como se la llamó, tb conllevó la destrucción d los bienes d capital, no sólo x los daños, sino xq se paralizó la inversión (a excepción d la producción d armamentos y bienes estratégicos). no obstante, como enfatiza aldcroft, hay q matizar las valoraciones globales ya q hubo muchas diferencias según los países. bélgica, francia, austria, polonia, serbia y partes d rusia tuvieron q afrontar reconstrucciones d gran envergadura con serios problemas d financiación.

2.

Los costes financieros

: la guerra resultó extremadamente cara. las potencias se despreocuparon d los desequilibrios financieros q originaría un gasto tan descomunal. los ingresos fiscales no bastaron para pagar el gasto militar. los gobiernos confiaban en el endeudamiento xq estaban decidi2 a hacerse indemnizar x el otro bando cuando fuera vencido.

3. desequilibrios comerciales y deuda exterior: el gran despilfarro drecursos para ser destrui2 en el frente produjo un desequilibrio brutal: déficit d la balanza comercial y x cuenta corriente. dentro del patrón oro este desequilibrio suponía una gran transferencia d oro a los países acreedores q aumentaron enormemente sus reservas (ee. cuando acaba la guerra las naciones vencedoras están en deuda con ee. (12 mil millones), los británicos eran los + endeuda2, necesitaban cobrar lo q los demás le debían para saldar sus deudas con los norteamericanos. el problema era q los restantes alia2, encabeza2 x francia, no podrían pagar si no se establecía una sanción a los venci2 consistente en indemnizaciones x los daños causa2.

4.

La reestructuración d la economía internacional

: la guerra implicóuna reestructuración d la economía internacional en la posguerra. las naciones europeas + industrializadas orientaron su aparato productivo hacia las necesidades d una economía d guerra. las naciones europeas relegaron la agricultura, abandonaron los merca2 exteriores (exportación d manufacturas) y potenciaron la producción d las ramas industriales relacionadas con armamento y bienes estratégicos (minería, siderurgia, construcción naval). consecuentemente se alteró el equilibrio mundial, el peso d europa en el pib mundial descendió y otros países ganaron parte d esa cuota, especialmente ee. y japón, q aprovecharon la situación d abandono d los merca2 exteriores x las grandes potencias para capturar un buen número d ellos. otros neutrales, como españa, aprovecharon para desarrollar industrias autóctonas. acabada la guerra no se volvería a la situación anterior, a europa se le cerraron muchos merca2 y, en general, los sectores exportadores se mantuvieron estanca2 durante la posguerra.

hubo q hacer una reconversión d la economía d guerra a las nuevas condiciones d la economía d paz.

tb hubo cambios en el sector agrario, durante la guerra se abandonó, esto dio oportunidades d exportación d alimentos y materias primas a otros países del mundo. cuando estalle la crisis y se combinen el desplome d los precios, la retirada d los préstamos y las inversiones extranjeras, el ajuste d esas economías será brutal e intensificará la crisis económica internacional.

1.2. las consecuencias económicas d la paz

el eminente economista keynes, en su famoso opúsculo, las consecuencias económicas d la paz, criticó incisivamente las condicionesestablecidas x los trata2 d paz. sus nocivas consecuencias económicas derivaron d 2 medidas punitivas tomadas x los alia2: la recomposición del mapa político d europa central y oriental y el intento d exigir a alemania inmensas indemnizaciones en concepto d reparaciones d guerra.

las reparaciones

el tema d las reparaciones se trataba d una cuestión clave para los alia2 europeos, sobre todo para los q debían afrontar mayores reconstrucciones o para los q estaban + endeuda2 con otros países alia2, especialmente franceses y belgas. pero si se obligaba a alemania a indemnizar x el coste d to2 los bienes destrui2 caería en el colapso financiero y el caos social. ante este problema las posturas estaban distanciadas. franceses y británicos intentaron q las deudas interaliadas y las reparaciones se negociaran en un único paquete.

la carga impuesta a alemania fue decidida en 1921 x un organismo ad hoc creado en aplicación del tratado d versalles (la comisión dreparaciones). la cantidad fue fijada en 132.000 millones d marcos oro (33.000 millones d dólares oro), sin contar las sumas q los alia2 se cobraron d inmediato en especie mediante la requisa d una parte d la marina mercante, ganado, materias primas, equipo industrial, además d los activos en el extranjeros y la detracción d una fracción d las exportaciones. los alia2 exigían el pago en oro, esto requería q los alemanes exportasen + d lo q importaban, lo q en las condiciones en q se encontraban era imposible.

la resistencia d alemania a pagar exasperó a francia y bélgica q, como medida d fuerza, ocuparon el ruhr en enero d 1923, pero esta medida fue un fracaso. los europeos quedaron atrapa2 en una visión nacionalista.


2. la fallida estabilización d 1920

2.1. la lucha contra la inflación

la guerra generó una inflación sin precedentes x su alcance, a escala mundial, e intensidad. los precios aumentaron a un ritmo muy elevado: se doblaron o +, en casi to2 los países en 5 años. las raíces d esta brusca alza d precios se encuentran, x un lado, en un desequilibrio d la oferta y la demanda en los merca2 d productos, provocado x el propio conflicto, y, x otro, en el incremento d la cantidad d dinero. ahora bien, no to2 los países padecieron la inflación con =intensidad, fue mayor para los beligerantes q para los neutrales e, incluso entre los 1ºs, hubo diferencias en función d los trastornos sufri2 x su sistema productivo y del uso q se hiciera d la financiación inflacionista del gasto público mediante la emisión monetaria.

El control d la inflación en la posguerra

la inflación no acabó con el cese d las hostilidades en casi ningún país. hubo un grupo d países q lograron detenerla hacia 1920. la mayoría d ellos habían sido neutrales (aunque tb forman parte d este grupo gran bretaña y ee. estas políticas acarrearon un gran coste en términos d crecimiento económico y empleo -g. bretaña vivió una década d estancamiento en los “felices años 20”- pero tb gracias a estas políticas pudieron volver al patrón oro a la paridad d la preguerra.

un 2º grupo d países se vieron impotentes para ponerle freno a la inflación hasta la mitad d la década, 1926 o 1927, tras haber perdido sus monedas gran parte d su poder adquisitivo interno: en francia e italia los precios se multiplicaron x 6, en bélgica x 7, en finlandia x doce. finalmente, con la restauracióndel patrón oro estos países tb instauraron los principios d ortodoxia financiera y monetaria, medidas estabilizadoras q detuvieron el recurso a la inflación.

la hiperinflación

la hiperinflación + espectacular fue la d alemania en 1922 y 1923. la espiral creación d dinero-subida d precios pasó el punto crítico d no retorno a partir delcual los precios escapan d todo control redu100do el valor d la moneda hasta situarse virtualmente en cero. los precios en marcos se multiplicaron un billón d veces. pero en el trasfondo del proceso hiperinflacionario, no sólo hay razones económicas, los dirigentes alemanes quisieron demostrar a las potencias vencedoras q las reparaciones eran una carga insoportable.

la hiperinflación alemana tuvo consecuencias extremadamente importantes, el impacto social y político d la pérdida absoluta del valor del dinero y su distinta influencia en los sectores socioeconómicos. finalmente, en 1924 el préstamo norteamericano d 800 millones d dólares, el llamado plan dawes, hizo posible el lanzamiento d la nueva moneda, el retorno al patrón oro y q alemania pagara las indemnizaciones. con un tercio del préstamo pagaría las reparaciones a los alia2 y éstos a su vez devolverían las deudas a los norteamericanos.

2.2. la estabilización monetaria y la restauración del patrón oro el retorno al sistema d cambios fijos

tras un primer acuerdo d volver al patrón en 1920, se puso manifiesto q la mayoría d los países (excepto ee. x esto la sociedad d naciones convocó una segunda conferencia en génova en 1922, d allí salió la propuesta del llamado “patrón cambios oro”: la fijación del tipo d cambio se establece con respecto a unamoneda fuerte convertible en oro; los países podrían constituir sus reservas en divisas y en oro; las monedas q harían esta función d activo d reserva y medio d pago serían el dólar y la libra esterlina.

el proceso d estabilización d las monedas fue largo y difícil (en realidad no acabó d completarse antes d 1929 en q el sistema se resquebrajó). unas monedas quedaron muy sobrevaloradas y a otras les ocurrió lo contrario (como los cambios eran fijos una vez establecida la paridad oficial, aunque hubiera problemas no se podía devaluar). bretaña pagó un precio muy alto x mantener la venerable (bicentenaria) paridad d preguerra lo q penalizaba sus exportaciones (déficit comercial y x cuenta corriente). entre las subvaloradas estuvieron el dólar y el franco francés cuyas exportaciones crecieron vigorosamente (superávit comercial y x cuenta corriente). no tenía problemas, g. bretaña sí los tuvo y x eso abandonó el patrón después d 1929.

en el decenio d 1920 los flujos d capital alcanzaron grandes magnitudes. ee. uu. se convirtió en el gran proveedor d capital, aportó casi el 60%, y a mucha distancia, en el 15%, se sitúan g. bretaña y francia. x su parte, alemania recibió + d un tercio d la inversión exterior mundial, algo + q los restantes países europeos juntos.



3. la gran depresión

la crisis d principios d la década d 1930 ha sido la + grave d la historia del capitalismo. entre 1929 y 1932-33 cayeron la producción, las rentas y los intercambios, a la par q se elevó espectacularmente el desempleo y los precios se desplomaron. se vieron afecta2 la mayoría d los países, tanto los industrializa2 como los – desarrolla2.

3.1. los orígenes inmediatos d la crisis

la interpretación tradicional atribuye la crisis al crack d la bolsa d nueva york en octubre d 1929. problemas estructurales graves q estuvieron latentes hasta q estallaron a raíz d la crisis bursátil. esta alza encerraba un enorme potencial desestabilizador al estar alimentada x el crédito en cadena aportado x bancos y x intermediarios financieros con escasos recursos propios. to2 los q hasta entonces se enriquecían comprando a crédito, para revender enseguida con grandes ganancias, se vieron obliga2 a vender a cualquier precio para intentar devolver los créditos. el mercado se colapsó, desplomán2e los precios.

las consecuencias d la crisis bursátil golpearon con fuerza a la economía real d ee.uu. el hundimiento d la bolsa provocó una caída muy brusca del consumo privado, especialmente d bienes como automóviles y electrodomésticos, q habían constituido la base d la prosperidad d la industria norteamericana en los años 20. la contracción del consumo condujo a una disminución d la formación d capital al cancelar las empresas los planes d inversión y paralizarse el mercado inmobiliario. x esta vía se entró en una recesión q fue + dura y prolongada x haberse socavado el sistema bancario.

La desestabilización del sistema bancario

el impacto + devastador d la crisis radicó en la cadena d quiebras bancarias. el sistema bancario americano era frágil, muy atomizado, con unas 30.000 entidades, muchas d las cuales eran pequeñas y locales. pero la reserva federal no hizo nada d esto, no se entendió el problema y se llevó a cabo una estrategia opuesta a la necesaria: se negaron a ampliar los créditos; subieron los tipos d interés; cancelaron las compras d títulos.

el cierre d establecimientos bancarios se convirtió en una epidemia y hubo una fuerte caída en la cantidad d dinero. entre 1929 y 1933 la base monetaria se redujo en un tercio provocando un proceso deflacionista: los precios cayeron en picado al derrumbarse la oferta monetaria y crediticia. al mismo tiempo, al caer los precios, las empresas tienen dificultades para devolver sus créditos ya q el valor d la deuda se acre100ta mientras q sus ingresos menguan. una deflación intensa como la d estos años lleva aparejada una intensa depresión.

3.2. la difusión d la crisis

la depresión se difundió al conjunto d la economía mundial a través d 2 canales: el comercio y las finanzas internacionales.

el hundimiento del comercio internacional

el comercio internacional sufrió un auténtico colapso prolongado y muy intenso. todavía en 1938 el comercio mundial, en valor, se situaba x debajo d la mitad d 1929. y del resto d los países en cadena retroalimentó la espiral contractiva del comercio mundial. la recuperación se inició en 1933 pero muy lentamente.

¿a q se debió esta lenta recuperación? la respuesta debe buscarse en la adopción generalizada d políticas proteccionistas para salvarse a sí mismos a costa d empobrecer al vecino. políticas opuestas a cualquier clase d cooperación: en el terreno monetario consiste en recurrir a devaluaciones competitivas; en el terreno comercial consiste en elevar los aranceles, imponer cupos para restringir las importaciones, contingencias y controles d cambio (el estado monopoliza el mercado d divisas). con esta medida ee.uu. incluso gran bretaña, paradigma del librecambio, lo abandonó para implantar un fuerte proteccionismo.

al fin, to2 los países perdieron renta y empleo buscando salvarse individualmente y renunciando a estrategias d cooperación.

Las repatriaciones d capital

el 2º canal d transmisión d la crisis fue el monetario-financiero. uu., y la repatriación d capitales americanos tuvo efectos desastrosos para las economías + endeudadas, totalmente dependientes d los flujos d ahorro exterior. como consecuencia el régimen monetario se vino abajo como un castillo d naipes. el derrumbamiento del patrón cambios oro en la periferia

las economías q estaban en la periferia del sistema fueron las + perjudicadas. el poder d compra d las exportaciones latinoamericanas descendió, en promedio, en un 54%. en otros países europeos como bulgaria, hungría y rumanía, o australia y nueva zelanda, en oceanía, la explosión del déficit comercial fue similar a la latinoamericana.

en estos países se pusieron en marcha políticas d austeridad extrema, abandonaron el patrón oro para devaluar, recortaron las importaciones y no pagaron la deuda exterior. en 1935 + d las ¾ partes d la deuda latinoamericana estaba en suspenso.

El derrumbamiento del patrón cambios oro en el núcleo d la economía mundial

la crisis d la balanza d pagos d los países deudores no tardó en afectar a los acreedores ocasionando el derrumbe del sistema monetario internacional. el dólar podía resistirlo pero la libra no. x este flanco se hundió el sistema monetario internacional.

con el trasfondo d los problemas d balanza d pagos d los países productores d bienes primarios, las crisis bancarias y monetarias desatadas en las potencias centrales en 1931 actuaron como el detonante q hizo estallar el patrón oro. desde la suspensión d pagos alemana d 1931 se produjo una conversión masiva d libras esterlinas, y d repente la libra dejó d parecer tan buena como el oro. ante una demanda d conversión q desbordaba las reservas del banco d inglaterra, gran bretaña abandonó el patrón oro en septiembre d 1931, lo q significó el fin d éste como sistema monetario internacional.



4. La recuperación en un contexto de desintegración de la economíainternacional

En el año 1932 se llegó al fondo de la depresión. A partir de ahí, la economía internacional se fue rehaciendo pero de manera mediocre y parcial. La deflación persistió y se intensificó. Los precios agrícolas estaban en el 40% de 1929 así que las rentas de los agricultores permanecieron muy deprimidas. Con las materias primas ocurrió algo parecido, la diferencia estriba en el aumento de la producción de materias primas, aunque esto no compensó su desvalorización monetaria. Los productores industriales, por su parte, lograron un incremento sustancial de la producción, recuperando el nivel de 1929 en 1937, pero los precios de los artículos manufacturados se debilitaron. Las elevadas tasas de desempleo indican que se mantuvo ociosa una gran parte de la capacidad productiva. Hubo grandes diferencias entre países.

4.1. Los contrastes nacionales

Algunos países se enfrentaron a grandes dificultades para salir de la depresión mientras que otros encontraron la senda del crecimiento con relativa rapidez, apoyándose en bases muy distintas a las que gobernaron su expansión económica en los años veinte. Entre el primer grupo está EE. UU., que no salió de la crisis hasta la segunda guerra mundial.

El “bloque del oro”

En Europa las economías que se aferraron al patrón oro tuvieron mayores dificultades y crecieron más lentamente que aquellas que se liberaron de la camisa de fuerza del patrón. Francia encabezó un grupo de países (Holanda, Bélgica) que se mantuvieron en el patrón oro, con malos resultados económicos, enfrentándose al grave problema de que el resto del mundo se inclinó por la estrategia de las devaluaciones competitivas. Incluso el dólar se depreció: uno de los ejes de la política de Roosevelt (New Deal) consistió en el abandono temporal del patrón depreciando el dólar un 40%.

El área de la libra

Entre los que optaron por devaluar están Gran Bretaña y los países que siguieron sus pasos formándose entre ellos el área de la libra: casi todos los miembros de la Commonwealth, estados semi-independientes subordinados a los ingleses y países soberanos que tenían a Gran Bretaña como principal socio comercial y cuyas reservas exteriores estaban básicamente en libras (Australia, Nueva Zelanda, países escandinavos, o algunos latinoamericanos como Argentina y Uruguay). La pauta fue una fuerte depreciación de la moneda y una política de dinero barato que contribuyó a la recuperación de los precios y la actividad económica. El área de la libra se convirtió en un bloque comercial y financiero,reservándose el mercado de capitales de la City y discriminando al resto de países.

Las estrategias intervencionistas

Otras economías europeas o latinoamericanas se orientaron hacia la autarquía. En las relaciones exteriores establecieron acuerdos bilaterales de comercio a menudo sobre una base de compensaciones o trueque para ahorrar al máximo el uso de divisas. En el plano interno establecieron políticas de intervención económica masiva para reactivar el sistema productivo. Alemania es el ejemplo paradigmático de este modelo con el objetivo de preparar la economía para la guerra.

En suma, en lugar de defender la acción conjunta de la comunidad internacional, cada potencia europea construyó un bloque económico propio, en tanto que EE. UU. se recluyó en actitud aislacionista. La ausencia de cooperación y la división dejó el campo libre para la depredación económica y la guerra de agresión.


5. España: de la neutralidad a la guerra civil


España no se vio envuelta en la IGM a diferencia de la casi totalidad de los Estados europeos (sólo Holanda, Noruega, Suecia y Suiza se mantuvieron neutrales como España). La neutralidad de España tuvo claras ventajas. Ahorró al país los grandes trastornos monetarios y financieros que sufrieron los beligerantes. España se enriqueció y, gracias a ello, gozó de una situación relativamente envidiable en los años veinte que le permitió apretar el paso en la carrera de la industrialización y la modernización económica, en la que iba bastante rezagada a la altura de 1914


El conflicto dio oportunidades desconocidas a la industria nacional. La industria española pudo satisfacer la demanda interna de productosmanufacturados e, incluso, penetrar en algunos mercados exteriores a los que en circunstancias normales no tenía acceso. Pero, por la misma razón, los sectores productivos también salieron perjudicados. Hubo grandes dificultades para importar materias primas, productos energéticos, maquinaria y bienes de equipo, lo cual creó serios problemas a muchas actividades y frenó el proceso de capitalización (la industria autóctona no era capaz de fabricar maquinaria, dado su nivel de atraso, ni tampoco bienes intermedios con un alto contenido tecnológico, tales como una extensa gama de productos químicos).


En todo caso, la guerra impulsó la sustitución de importaciones y, de manera puramente coyuntural, fomentó las exportaciones de manufacturados. Terminado el conflicto, algunas de las actividades nacidas o expandidas a raíz de la temporal ausencia de los productos foráneos no pudieron resistir el restablecimiento de la competencia. Hubo otras actividades y empresas que sólo conseguirían sobrevivir gracias a la protección arancelaria o administrativa que les dispensaron las autoridades, lo que redundó en una pérdida de eficiencia para el conjunto de la economía. Sin embargo, no ocurrió así cuando existió un bien sustitutivo más barato. Por ejemplo, la electricidad. La contienda provocó un encarecimiento desmesurado del carbón por la imposibilidad de importarlo, y la consiguiente prosperidad para la escasamente productiva minería hullera nacional. El alza del precio del combustible incitó a usar la electricidad de origen hidráulico, lo que resultó extraordinariamente beneficioso para la economía española, dada su dotación de recursos naturales.


Con la guerra España acumuló un superávit record en la balanza de pagos. Las reservas de oro amasadas se atesoraron en las arcas del Banco de España, dando al país una posición financiera muy sólida con respecto al exterior. Los medios de pago que se recibieron en pago de los bienes y servicios exportados sirvieron, en parte, para que pasaran a manos de inversores españoles activos financieros y reales que hasta entonces pertenecían a inversores extranjeros como deuda pública y privada (obligaciones de compañías ferroviarias) y acciones y propiedades de empresas mineras, industriales y de servicios públicos. Una parte de la capacidad de compra exterior fue dedicada a la importación de maquinaria y equipo, en cuanto finalizó el conflicto.


Durante un decenio entero, desde la firma del armisticio hasta el crack de la bolsa norteamericana, la inversión creció vigorosamente, propulsada por las demandas de equipamiento industrial de los empresarios, por el desarrollo del proceso de electrificación y por el auge que atravesó el sector de la construcción al acelerarse la urbanización de la población.


Pero la IGM tuvo también efectos claramente negativos. La prosperidad de los negocios se basó más en un aumento de los precios que de las cantidades. En un contexto de funcionamiento anormal de los mercados y una demanda exterior sin precedentes de alimentos y manufacturas básicas, la inflación se disparó. Las empresas y los agricultores que producían subsistencias obtuvieron enormes beneficios extraordinarios a costa de los asalariados y los consumidores. Los ingresos reales de la mayoría de las familias disminuyeron, pese a que se incrementaron el empleo y las horas de trabajo. La Hacienda también fue víctima de la inflación, debido a que el gasto público creció en consonancia con losprecios mientras los ingresos fueron a la zaga por la rigidez del sistema fiscal. El malestar popular se avivó en el campo y la ciudad. La huelga general de 1917, la primera que conoció España, abrió un ciclo de Intensa conflictividad obrera que no empezó a remitir hasta 1920 (en el caso de Barcelona hasta la dictadura de Primo de Rivera en 1923). La conflictividad no fue ocasionada sólo por el encarecimiento de las subsistencias y los salarios, sino también por la exasperación de los sectores populares ante el esplendor de las rentas del capital.


En las nuevas circunstancias de la inmediata posguerra, el panorama industrial estuvo dominado por el aumento de las importaciones, la caída de los precios y la producción, el cierre de empresas, el despido de trabajadores y la movilización sindical. La crisis económica asestó un duro golpe al caduco sistema parlamentario al conjugarse con la crisis social y con la crisis política desencadenada por la humillante derrota en la guerra colonial en Marruecos. Como en otros Estados en España la IGM acabó destruyendo la democracia.


En el ámbito económico la situación mejoró a lo largo de la segunda mitad de la década de los años veinte. Fueron años de bienestar económico y progreso industrial. El PIB creció a un ritmo fuerte y sostenido; la industria se expandió aún a más velocidad y, lo que es más importante, experimentó grandes cambios estructurales. Los sectores productores de bienes de capital, la industria pesada, y otras industrias básicas como las energéticas, tomaron la delantera, ganando peso dentro del conjunto del sector secundario. La mayor demanda de empleo industrial, más de medio millón de nuevos puestos de trabajo con un incremento del 50%, alimentó el proceso urbanizador; activado el ciclo de la emigración, las zonasrurales comenzaron a desprenderse de las abultadísimas bolsas de subempleo y desempleo encubierto. El proceso de desagrarización prosiguió: si en vísperas de la IGM España tenía 2/3 de su población activa ocupada en el sector primario, el porcentaje se reduciría al 57,2 % en 1920 y al 45,5 % en 1930.


La prosperidad económica de los años veinte fue resultado de una combinación de factores de diversa índole. Contribuyó la favorable coyuntura económica internacional que estimuló a los sectores exportadores (agrarios) y buscó la inversión extranjera, lo cual potenció algunas actividades estratégicas como la telefonía. Jugó un papel fundamental el cambio técnico y la difusión de las tecnologías de la segunda revolución industrial (especialmente la electrificación). Tuvo importancia clave la acumulación de ahorro que ahora se dedicaría a la inversión, a través de la intermediación de un sistema bancario que salió muy fortalecido de las circunstancias de la guerra. Además ayudó el intervencionismo que se acentuó en España como en el resto del mundo. El corporativismo importado por la dictadura primorriverista de los regímenes fascistas reforzó el poder de mercado de las mayores empresas al facilitar las prácticas monopolistas, lo que impulsó el crecimiento de las industrias básicas y de otras actividades. El gobierno de Primo de Rivera no se contentó con regular los mercados, sino que emprendió un ambicioso programa de inversión pública. La renovación y ampliación de las infraestructuras de transportes, la construcción de pantanos, las obras públicas en las grandes ciudades, ayudaron al auge industrial.


La irrupción de la Gran Depresión en España vino precedida por la crisis política. La dictadura no supo manejar a su favor la bonanza económica.


Su incapacidad para incorporar España al patrón oro, y por conciliar su afán inversor con la ortodoxia fiscal la desacreditó en los círculos internacionales. Esto unido a la pérdida de legitimidad en otros ámbitos, empujó al general Primo de Rivera a dimitir en los primeros días de 1930, lo que dio paso a un periodo de transición política que desembocó en la proclamación de la II República en abril de 1931.


España afrontó la crisis económica internacional en peores condiciones institucionales que otros países de su entorno. Las tensiones sociales y políticas extremas desatadas por el establecimiento del nuevo régimen democrático y por las políticas reformistas que llevaron a cabo los gobiernos republicanos complicaron la gestión macroeconómica, impidiendo a España superar con facilidad la depresión económica.


En realidad, la economía española la sufrió menos intensamente que la mayoría. El PIB “sólo” disminuyó un 6%, aunque el producto industrial retrocedió un 15%. La contracción fue relativamente leve porque España se mantuvo bastante al margen de los dos canales de difusión de la crisis. No tenía deudas con el exterior, ni tampoco inversiones. No participaba, igualmente, en el patrón oro. Por lo tanto, no se vio contagiada por las crisis de pagos y bancarias, ni estuvo forzada a sostener políticas deflacionistas. En cuanto al canal del comercio, España no escapó al derrumbe de la demanda exterior. Pero al tener los sectores exportadores un peso en el PIB muy inferior al de casi todas las demás economías occidentales, el impacto depresivo fue también menor. Por añadidura, la crisis golpeó con menos dureza a la economía española porque ésta todavía dependía sobremanera de la agricultura tradicional, la cual logró en esta coyuntura cosechas abundantes. La economía estaba atenazadapor las luchas que enfrentaban a los obreros y jornaleros agrícolas, por un lado y a los industriales y terratenientes, por otro. La reforma agraria desató una abierta lucha de clases. La sublevación militar de julio de 1936 desató la guerra civil y puso fin, brutalmente, al período de entreguerras en nuestro país.