El equilibrio y los cambios en la economía

Modelos de la economía

 Destacan cuatro modelos fundamentales;

El clásico, el neoclásico, el keynesiano y el marxista

Ninguno de ellos es aplicable, en la forma exacta como fue formulado, a la realidad actual  de los países subdesarrollados. Sin embargo, muchas de las cuestiones centrales que se enfocan en ellos se han replanteado posteriormente y han sido adaptadas para tratar problemas diferentes de aquellos que dieron lugar a su formulación; por tanto, su estudio nunca pierde actualidad.

Modelo clásico

parte de la idea de que el sistema económico opera por “ensayo y error”; las decisiones individuales  se orientan por los datos que ofrecen los mercados y son  compatibilizados por aproximaciones sucesivas; son orientados por una “mano invisible “: cada quien toma sus decisiones  de acuerdo a su propio interés y al hacer esto contribuye, sin saberlo, a lograr lo mejor para la sociedad en cuanto al tipo y la cantidad de bienes que conviene producir.

Las carácterísticas esenciales  de este modelo son:

  1. Las acciones de las unidades económicas,, obedecen en su conjunto a un mecanismo que presenta irregularidades  susceptibles de ser expresadas por leyes que, aunque reconocidas por el hombre, quedan fuera de su control directo.
  2. Este mecanismo, si se lo deja operar libremente, lleva  a la obtención de un resultado óptimo. En consecuencia, el Estado no debe intervenir con regulaciones de ningún tipo. 

El modelo clásico sufríó variaciones con el correr del tiempo, de allí que sea conveniente conocer las principales ideas de sus más destacados representantes:


Adam Smith (1723-1790)


 En 1776, publicó una investigación de las causas y naturaleza de la riqueza de las naciones, donde ofrece una visión íntegra y completa de los procesos económicos. Smith considera el crecimiento económico como el fin básico de la política económica. Toda intervención es total sospechosa, pues significa restricciones  que necesariamente frustran la división natural de trabajo, la operación de la mano invisible y el crecimiento;
Pero al mismo tiempo, afirma que los intereses privados no regulados pueden comportarse de modo que supriman el crecimiento. Encontró la solución a este dilema en la consideración de que el crecimiento económico y el orden de la competencia se refuerzan mutuamente: la competencia lo maximiza y es deseable como estímulo para el proceso.

 Entiende el crecimiento económico como “división del trabajo” concepto que usa en dos sentidos distintos:

  1. Especialización de la fuerza laboral.
  2. División de la misma según realice, o no una labor útil

Thomas R Malthus (1766-1834)


En 1798, publicó su ensayo sobre “El principio de la población”, donde desarrollo un punto de Smith había dejado confuso. Los postulados de la ley de la población son los siguientes: los alimentos son necesarios a la existencia del hombre; la pasión entre los sexos es necesaria y permanecerá aproximadamente igual; el poder de la población es indefinidamente mayor que el de la tierra para producir bienes de subsistencia; la población, los bienes de subsistencia en progresión aritmética. Como consecuencia. La población no puede exceder los límites establecidos por las disponibilidades de los alimentos.

Malthus se desvió del clasicismo ortodoxo al justificar la protección a la agricultura, como resultado de la importancia primordial que concedíó a la expansión de la producción de alimentos.

Afirmó que el ajuste del tamaño de la población a la evolución económica ocurre, fundamentalmente, a través de efectos sobre la natalidad: si aumenta la renta real se contrae matrimonio más pronto y aumentan los nacimientos.

David Ricardo (1772-1823)


 En 1817, publicó los principios de economía política en imposición, donde declara que el problema principal de la economía  es el de determinar las leyes reguladoras de la distribución y relacionarlas con las circunstancias generales de la sociedad.

La tasa de beneficio es el regulador de la tasa de crecimiento; es importante, por ello, comprender sus determinantes para saber qué es lo que empuja la expansión económica y que puede frenarla. Con el crecimiento de la población se podría deteriorar la tasa de beneficio, pues se cultivarían tierras más pobres y disminuiría la productividad por trabajador.

El crecimiento de la población acompaña a la expansión económica, e implica un aumento de las necesidades de alimentos a un costo más alto; esto significa: salarios monetarios más altos, disminución de los beneficios, y desplazamiento de la distribución de la renta hacia los terratenientes. Como resultado final el proceso del crecimiento,

Ricardo formuló la “ teoría de la ventaja comparativa “ al exponer sus argumentos en favor del libre comercio de los productos agrícolas, la cual fue aplicada en el comercio con los países subdesarrollados, abastecedores de productos agrícolas, con consecuencia distintas para ellos de acuerdo a si la ubicación del centro económico del mundo estaba en Inglaterra o en los Estados Unidos.

Elaboró también esbozo del “patrón oro internacional”, al mantener que la oferta monetaria interna debería quedar ligada estrictamente con la reserva de oro del país.


John S. Mill (1806-1873)


Vicio en un mundo económico  que había cambiado sustancialmente como consecuencia de la revolución industrial; se hacía necesaria, por tanto, una revisión de los postulados básicos de la tradición clásica. Trazo las líneas maestras de un programa  de intervención estatal más activo en la vida económica, subrayando la importancia de su papel “civilizador”.

Dio una nueva versión de la llegada del estado “estacionario” : no era necesariamente una tragedia; por el contrario; podría ser una mejora considerable respecto a la sociedad de su época. El descenso de la tasa de beneficio probablemente iba asociado a despilfarros involuntarios de capital que el estado debería recoger por medios de impuestos, para financiar con ellos proyectos socialmente beneficiosos, desempeñando así  una función estabilizadora. También podría retenerse la caída de la tasa de beneficio canalizado una parte del ahorro hacia la inversión  externa.

Considero que una medida invariable del “valor” no existe: una cosa tiene más valor en relación con otra porque implica mayor cantidad  de trabajo, un trabajo cuya remuneración es más alta, o porque el capital debe quedar inmovilizado por más tiempo. Conservo la terminología clásica de “valor” y “precio.

El modelo neoclásico

Entre 1870 y 1914 el centro de atención del análisis económico se dirigíó hacia el proceso a través del cual un sistema de mercado distribuye los recursos de la economía, a diferencia de los modelos clásicos y marxista, para los cuales la preocupación central había sido la interrelación entre los cambios  a largo plazo  y la distribución de la renta.

La preocupación primordial en este caso fue el comportamiento del mercado en periodos limitados, y no los grandes temas del crecimiento a largo plazo, pues las naciones occidentales habían experimentado.


una enorme prosperidad sin los obstáculos previstos por los clásicos y por los marxistas.

Influyeron en los neoclásicos las corrientes intelectuales de la época: las ideas de la “evolución” y de “progreso” fueron incorporadas a su pensamiento e hicieron suya la fe y el optimismo que sosténían frente a los problemas sociales.

Este modelo enfoca el análisis del comportamiento económico sobre el de las unidades que toman decisiones; pretende demostrar que el mercado es un instrumento de integración a través del cual los recursos pueden ser asignados los usos socialmente más beneficiosos.

En una misma época se encuentran pensadores de esta corriente en Inglaterra, Estados Unidos, Zuisa, Austria, Suecia.

Alfred Marshall (1842-1924)


 En 1980 publicó sus Principios de Economía , donde le dio gran importancia al principio de continuidad; esto es, que el mundo está en un proceso de cambio definido por ser gradual, ascendente y armónico.

El mercado es un instrumento  para la distribución  de los recursos, pero puede perfeccionarse educando a los consumidores y a los productores a fin de que actúen más racionalmente.

Admite la intervención estatal en algunos puntos: en la mejora de la educación pública; en la eficacia de la colocación de los recursos, alentando  su distribución hacia actividades productivas de rendimientos crecientes mediante el uso de impuestos y subsidios; en determinadas situaciones en las cuales no se pueden confiar en que el mercado de lugar a resultados socialmente  deseables, por ejemplo cuando se construyeron monopolios que impiden la competencia.


porque implica un problema de tiempo.

Para resolver el segundo problema es necesario considerar cambios minúsculos, suponiendo que los demás factores no se alteren.

Marshall distingue tres períodos


(a)


día del mercado, demasiado corto para que el productor pueda alterar la producción;

(b)

corto plazo, suficientemente largo para permitir un ajuste en la producción , modificando la intensidad con que se utiliza la planta;

(c)

largo plazo, es el periodo preciso para efectuar el reajuste en la escala de la planta, que permita producir un nuevo equilibrio de mercado.

Teoría cuantitativa del dinero

Aunque su teoría es microeconómica, una preocupación macroeconómica para Marshall fue la determinación del nivel general de precios. Desarrollo sus análisis en torno a su versión de la teoría cuantitativa del dinero: la cantidad de dinero mantenida en caja en una economía está regulada por el marco institucional. El dinero es interesante más por su relación con el gasto y el nivel general de los precios que por los tipos de interés, los cuales se establecen por la interacción de la oferta y la demanda de fondos prestables (ahorros) y producen el equilibrio entre las decisiones de ahorrar e invertir.

El Modelo keynesiano

Entre las dos guerras mundiales el sistema económico de la mayor parte de los países industrializados fue sacudido por una crisis, durante la cual el desempleo alcanzó niveles muy altos y fue persistente.

El pensamiento económico no estaba preparado para enfrentarla: los neoclásicos supónían la necesidad del pleno empleo, y que todo desequilibrio sería inmediatamente solucionado por el propio sistema. En los años 30 empeoro, no había indicios de que la situación se fuese a corregir por su misma. Los gobiernos buscaron soluciones diversas: restringir las transacciones internacionales, proteger las industrias nacionales, programas de obras públicas como


generadores de empleos. Sin embargo, al no haber un diagnóstico sólido del problema, no podía concebirse una estrategia clara, ni distinguir las medidas adecuadas de las simples panaceas. Se hacía necesario un nuevo esquema teórico, que vino a ser presentado por:

John  MAYNARD Keynes (1883-1946)


Público la teoría general del empleo, el interés y el dinero, en 1936, donde ofrecíó un nuevo visón del comportamiento del sistema económico en términos agregados y proporciónó una base teórica para un programa de acción gubernamental que promoviera el pleno empleo.

No elaboró un modelo de crecimiento “puesto que su enfoque fue fundamentalmente estático y acorto plazo; pero, al mismo tiempo, el instrumental analítico por el aportado fue ampliamente utilizado por numerosos economistas para la elaboración de una basta gama de modelos de crecimiento económico”, cuyo centro de análisis es el nivel de ingreso y el mercado de ahorro-inversión.

Su obra representó un mayor acercamiento entre la teoría y la realidad: aunque sin apartarse de los elementos claves de la escuela neoclásica, retorno la utilización de variables macroeconómicas que permitan elaborar una política económica. Keynes pensaba que un capitalismo no regulado era incompatible con el mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.

La “teoría general” gira en torno a


(1) la determinación de los niveles de renta nacional y de empleo, y (2) la causa de las fluctuaciones económicas y la desocupación. Afecta a todos los niveles de empleo para la totalidad del sistema económico: es una teoría monetaria; en el sentido de que el dinero es una forma importante bajo la cual se acumula riqueza y en que el interés es el premio que se paga por no


atesorar la riqueza en esta forma; es una teoría en la que las fluctuaciones en el volumen de las inversiones explican las variaciones en el empleo y aquellas se explican por las alteraciones de las previsiones respecto a los rendimientos futuros en los que se puede prestar dinero a interés.

Las ideas fundamentales de la teoría general son:

  1. La teoría de una economía monetaria. Da un lugar importante al dinero en la determinación del empleo y la producción en el sistema económico. El dinero desempeña tres funciones: medio de cambio (era la función más importante por los neoclásicos); unidad de cuenta; y acumulador del valor (la más importante para Keynes). El dinero se requiere para comerciar y para especular; quienes poseen más dinero del que gastan, pueden acumularlo (resulta estéril), prestarlo (devengan un interés) o invertirlo (reciben beneficios). La forma más segura de tener dinero es atesorarlo; por eso existe un alto grado de atesoramiento cuando el futuro es incierto (preferencia por liquidez). El motivo especulación es poderoso cuando el tipo de interés es bajo, y se piensa que va a subir.
  2. La reinterpretación del interés. El deseo de los poseedores de riqueza de acumularla puede ser superado dándoles un premio, en forma de interés, cuando lo prestan.

La clasificación del dinero según las funciones, sugiere tres motivos: transacción, precaución y especulación. La cantidad que se quiera tener para cada propósito varía de acuerdo con el costo  de mantener el efectivo, esto es, con el interés que se pierde al no prestarlo; la cantidad de efectivo para transacción personal y de negocio; la destinada a la especulación está en función de la tasa de interés.

El tipo de interés está determinado por la oferta y la demanda de dinero, siendo la oferta regulada por el gobierno y la demanda por la preferencia por liquidez. En tanto que la oferta permanezca

fija, el tipo de interés (precio) varia con la demanda; las autoridades bancarias están en situación de responder a un aumento de la demanda, aumentando la oferta y evitando así que suba el tipo de interés. Es crucial, para Keynes, que las autoridades monetarias sean bastante fuertes y puedan adoptar durante las depresiones (cuando la propensión a atesorar es muy fuerte, por la incertidumbre) una política monetaria que haga descender los tipos de interés.

  1. Análisis del consumo y del ahorro

El nivel de renta se convierte en el principal determinante de los volúMenes de consumo y de ahorro: el primero es función del ingreso; la gente desea, ante todo, un nivel aceptable de consumo y decide ahorrar solo cuando su renta es más que suficiente para cubrir sus necesidades. El ahorro es, pues, un residuo cuya cantidad varía con las variaciones en el nivel de renta.

La cuantía absoluta del consumo aumenta a medida que aumenta la renta, pero lo hace en una proporción menor: esto es, la proporción del aumento del consumo con respecto al de la renta es menor que uno siempre; por tanto, la propensión marginal al consumo.

Una alta prospección al consumo es favorable para el empleo porque origina disparidades relativamente pequeñas entre la renta y el consumo: si es baja, las diferencias entre ellas serán mayores y, para mantener niveles altos de empleo, la cuantía de la inversión tiene que ser relativamente grande.


Keynes propugna la imposición progresiva  como una de las medidas importantes para aliviar el paro, porque reduce las desigualdades de la renta al absorber una parte de la rentas de los ricos relativamente mayor que las de los pobres; y, por consiguiente, será menor la independencia de la economía respecto de la inversión para el mantenimiento de un nivel elevado de empleo y de renta.

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La determinación de la inversión

La capacidad de consumo es limitada; por tanto en sociedades con desigualdades de riqueza hay un exceso potencial considerable de recursos por encima de los necesarios para producir bienes, que se dedica a producir más de lo que consume habitualmente; esta producción es la inversión. La propensión en relación con los tipos de interés del dinero (es la eficacia marginal del capital, o sea, el tipo de rendimiento más elevado sobre el costo previsto para producir una unidad más de un bien) y de los costos de financiación.

El empleo depende de la cantidad de la inversión: para lograr el pleno empleo es necesario un gasto de inversión suficiente para equilibrar el nivel de ahorro de pleno empleo, en una depresión, es importante bajar la tasa de interés para que los empresarios se decidan a invertir; pero esto podría ser neutralizado por las expectativas a la baja, por parte de los empresarios, de tal manera que se haría necesario un papel más activo del gasto público  para poder restaurar la normalidad.

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La determinación del nivel agregado de equilibrio

La condición para el equilibrio es la igualdad entre el ahorro y la inversión planeados. Keynes lo logra a través de las variaciones en el nivel de renta. Es posible una amplia gama de posiciones de renta de equilibrio. El problema es: ¿a qué nivel se establece el equilibrio en la renta nacional?


5. Análisis de los precios

La determinación de los precios en el mercado era el problema fundamental. Partía del supuesto de que los hombres actúan de manera racional, buscando su propio beneficio: los consumidores, la máxima satisfacción; los productores, la máxima recompensa. Así veía la demanda como una relación entre los precios de los productos y las cantidades demandadas  por los consumidores; y la oferta como una relación entre los precios de los productos y las cantidades ofrecidas por los productores.

Teoría de la distribución

Este análisis relaciona las rentas percibidas con la contribución de los diferentes factores al proceso productivo. El problema se reduce a la formación de los precios de los recursos de la producción en el mercado, de la misma manera como se forma el precio de los productos; esto es, como consecuencia de la relación entre la oferta y la demanda.

A cada uno de los factores de la producción ( tierra, trabajo y capital)le corresponde una porción de la renta, determinada por la oferta y la demanda de cada uno de ellos en el mercado; pero admite  que los diferentes mercados donde se determina el precio de los factores productivos tienen propiedades especiales: la mano de obra se diferencia según la destreza y la calificación; el capital se distingue entre el acumulado  y el flujo de una nueva inversión; la tierra urbana tiene valor que la dedicada a la agricultura.

Teoría de la producción

Los neoclásicos plantearon dos problemas:

– El modo como cada productor combina los factores productivos en la búsqueda del beneficio máximo, lo que equivale minimizar los costos  seleccionando la combinación más eficiente.

– El ajuste que el empresario realiza si se alteran las condiciones del mercado; este es más complicado,


Keynes basó la respuesta en el concepto de “multiplicador”, esto es, un coeficiente que relaciona un incremento en la inversión con un incremento en el ingreso. Si Y= ingreso, I=inversión, y K= multiplicador, entonces: KI=Y. El multiplicador es igual a la inversa propensión marginal al ahorro, por tanto, su magnitud varía con las variaciones en el consumo:

K=       1           =      1

Pma            1-pmc

Si hay un equilibrio inicial entre el ahorro y la inversión planeados y se perturba por la decisión de los inversores de gastar más en bienes de capital, surgen reajustes: un aumento en la inversión aumentaría la renta total, pero para alcanzar el equilibrio de nuevo sería necesario que el ahorro subiera tanto como había aumentado la inversión. Esta condición se satisface cuando la renta crece para dar lugar al incremento necesario del ahorro; `pero, ¿cuánto tendría que crecer la renta para que se restaurara el equilibrio? El multiplicador permitiría  dar respuesta a una pregunta. Keynes uso el multiplicador para explicar cómo se determina el nivel de renta y para subrayar la importancia de los gastos de inversión para salir de una depresión.

4. La teoría del empleo

Las variaciones al nivel de la actividad económica tiene un impacto en el empleo; pero las relaciones entre la renta nacional y la demanda agregada de trabajo son difíciles  de establecer con precisión. Keynes introdujo el concepto de “unidad de salario” como la diferenciación dentro de la fuerza laboral realizada asignando ponderaciones más altas al tiempo de trabajo de las personas cuya especialización sea mejor remunerada, lo que permitirá relacionar el empleo con la renta con mayor seguridad que cuando se mide en términos del número de personas con trabajo: pero desde el punto de vista práctico esta forma de medir resulta más complicada.

El propósito final de la teoría keynesiana es explicar lo que determina el volumen de empleo. Se puede resumir así:

  • La renta total depende del volumen de empleo total.
  • El consumo depende de la renta y, por tanto, del empleo.
  • El empleo total depende de la demanda efectiva total que se compone de: (a) gastos de consumo, (b) gastos de inversión.
  • En equilibrio la demanda es igual a la oferta; estando determinada la demanda: por la propensión al consumo y al volumen de inversión. Por consiguiente, el volumen de empleo depende de: (a) la función de la oferta total; (b) la propensión al consumo; (c) el volumen de la inversión.
  • (5) la oferta total y la propensión al consumo son relativamente estables; por tanto, las fluctuaciones del empleo dependen principalmente del volumen de la inversión.
  • (6) el volumen de la inversión depende  de la eficacia marginal del capital y del tipo de interés.
  • la eficacia marginal del capital depende de las previsiones de beneficios y de la preferencia por liquidez.

El empleo depende, por tanto, de  la demanda efectiva, que si es deficiente conduce al paro, y si es excesiva conduce a la inflación.

Implicaciones para la política económica


La obra de Keynes es un ataque a la bases sobre las que se manténían los instrumentos de política económica: para obtener la estabilidad económica y el pleno empleo era necesario asignar un papel más activo a la política fiscal (gastos, impuestos, prestamos),  que es el arma más eficiente contra el paro pues conduce a eliminar la disparidad entre el total de renta correspondiente al empleo total.


Las proposiciones más importantes de Keynes para aumentar el nivel de empleo son las siguientes: (1) imposición progresiva para elevar la propensión al consumo de la comunidad; (2) inversión pública e intervención pública en la inversión privada para compensar y reducir la magnitud de las fluctuaciones de la eficacia marginal de la inversión privada; (3) una autoridad monetarias fuerte para regular la oferta de dinero y disminuir el tipo de interés.

La teoría general es una crítica al liberalismo incontrolado, demuestra la necesidad de una intervención activa del gobierno en la economía y se basa como la teoría neoclásica, en la creencia de que los hombres actúan de manera racional pero en un mundo racional, como aquellos, sosténían sino en un mundo irracional.

La teoría keynesiana establecíó las bases intelectuales de un capitalismo controlado y orientado hacia el bienestar, que ha predominado en la mayor parte de las economías occidentales; y “ha proporcionado el punto de partida para muchos de las discusiones de las tendencias inflacionarias de cierto número de economías avanzadas desde la segunda Guerra Mundial. Si bien las nociones keynesianas de ahorro, inversión y consumos agregados han tratado de ir más allá de la simple explicación de la inflación en términos de una demanda agregada excesiva.

El modelo clásico se dirigíó  al estudio de la economía en términos macroeconómicos; los neoclásicos, dentro de la misma línea de pensamiento, abandonaron el estudio macroeconómico sustituyéndolo por el microeconómico por considerar que a largo plazo la economía se ajustaba y se corregía por el mercado y que lo importante, entonces, era saber cómo funcionaba el mercado y como se fijaban los precios en él.

Más tarde, después de la crisis de los años 30, Keynes, formulo su teoría general del empleo, el interés, y el dinero, en busca de una solución racional a la actuación de los hombres en un mundo irracional.


A esto corresponden los tres modelos que hasta aquí se han escrito, para completar el análisis, es necesario señalar que existe otro modelo que surgíó como un paradigma alternativo al Modelo clásico; y que, aun hoy en día, aparecen como las dos corrientes contrapuestas y alternativa, Se trata del Modelo Marxista, cuya descripción se hará a continuación.

EL MODELO MARXISTA

Surge, históricamente en una época que ya se veía con claridad los efectos de la Revolución Industrial en los planos económicos y social .Su exponente principal es

Karl Marx (1818-1883)


Vivíó en Inglaterra en la misma época en que J.S. Mill  se veía obligado  a reformular el Modelo Clásico para adaptarlo a las circunstancias. El sistema de distribución de  una economía en expiación que Smith supónía traería beneficios para todos no parecía funcionar sin tensiones; Mil resolvíó el problema estableciendo dos tipos de leyes económicas y arguyendo que la distribución de la renta es susceptibles de manipulación humana. Marx disintió de estos, reafirmó la inevitabilidad de las leyes naturales pero, les dio una interpretación diferente: las leyes particulares de la historia, siendo las circunstancias económicas las determinantes fundamentales de las relaciones sociales; todas las actividades humanas están  condicionadas por las posiciones de clase en el sistema económico.

Atacó los procedimientos de análisis de los clásicos y las conclusiones a que llegaron. Sin embargo, replanteo los mismos problemas.: (1) cuáles son las leyes que gobiernan la distribución de la renta y cómo afectan a la evolución de la economía a largo plazo; (2) enfoco en el problema del “valor” en términos del trabajo; y (3) su teoría de la acumulación lo  relaciono con el comportamiento de los beneficios.

En el modelo marxista, pues, como en el clásico, se deben considerar: el análisis del valor, el análisis de la acumulación, y el análisis de la distribución.


Análisis  del Valor


El trabajo es el único agente productivo y fuente de todo “valor”; los bienes son considerados como trabajo acumulado. La producción para el cambio es un prerrequisito del valor.

Sólo debería tenerse en cuenta el tiempo de trabajo “socialmente”  necesario, esto es,  el requerimiento para producir un artículo en condiciones normales de producción, con el grado medio de preparación y la intensidad prevaleciente en la época. Marx insistíó en que el avance tecnológico tenía  el mérito de aumentar la capacidad productiva.

La jornada de trabajo está constituida por una parte del tiempo de trabajo”necesario” para proporcionar  los medios de subsistencia de la fuerza de trabajo y permitir su sustitución en la siguiente generación; más una parte de tiempo de trabajo “excedente”, ocasionado por la posición ventajosa de los capitalista que les permitía exigir una jornada  de trabajo mayor que la necesaria y apropiarse del valor creado durante ese tiempo excedente de trabajo: este es el origen de la “Plusvalía”.

La magnitud de la Plusvalía está dada por la capacidad de la fuerza de trabajo para crear valor, menos  el valor de la  fuerza de trabajo (precio de los bienes necesarios para mantener  y reproducir a la clase obrera).

El término “capital” se refiere a los recursos disponibles para iniciar la producción y sostenerla. Hay una parte del capital que es “variable” (v): la remuneración del trabajo, que cambia de magnitud en el proceso productivo; y una parte que es “constante” ©: las materias primas y la depreciación de las plantas y equipos que no cambian de magnitud de valor en el proceso productivo.

Análisis de la Acumulación


La acumulación proviene  de los beneficios; las consecuencias de la generación de plusvalía en el capitalismo quedaban poderosamente influidas por el uso de la maquinaria. Para Marx el adelanto técnico era


la palanca más poderosa de la acumulación: el ritmo de la máquina establecía el trabajo; elevaba la productividad y deprimía el valor de los bienes; lo que hacía que la plusvalía tendiera a subir porque el abaratamiento de los bienes acotaba el número de horas necesarias para producir los medios de subsistencia.

La apropiación de plusvalía  por los capitalista era el prerrequisito para acumulación en escala sustancial; una parte de ella sería utilizada para extender sus capitales; especialmente en la adquisición de maquinaria pues el régimen existente; de competencia para abaratar los bienes; su supervivencia dependía  de su capacidad para adquirir maquinaria y aumentar la productividad.

 “De ahí que, que en la evolución del capitalismo, el proceso acumulativo  sea necesariamente acompañado por la tendencia a la concentración de la propiedad”; el monopolio acaba con la competencia y se convierte en uno de los gérmenes de la destrucción del capitalismo.

Análisis de la distribución


Las leyes que gobiernan  la distribución son cruciales para  la explicación de la dinámica del modo de producción capitalista.

Marx  consideraba sólo dos porciones distributivas

Los propietarios y los que no son propietarios, pues nada esencial distingue al capitalismo del terrateniente: ambos están en posición de explotar el trabajo y extraer una plusvalía.