El Sistema Financiero y el Sector Público en España: Estructura y Evolución

Capítulo 9: El Sistema Financiero

Introducción

El sistema financiero está formado por el conjunto de instituciones, intermediarios y mercados que canalizan el ahorro desde las unidades económicas (economías domésticas, empresas y sector público) que disponen de un exceso de fondos y desean prestarlos, hacia aquellas que desean tomar dichos fondos a préstamo.

Las nuevas teorías del crecimiento endógeno asignan al sistema financiero un papel relevante en el logro de mayores ritmos de crecimiento, a través de dos vías principales:

  1. Canalizar un mayor volumen de recursos hacia la inversión productiva.
  2. Garantizar, mediante una adecuada selección de los demandantes de recursos, que reciban financiación aquellas actividades que generan un mayor rendimiento, incrementando así la productividad del capital.

2. Mercados e Intermediarios Financieros (Ver Cuadro 1)

Los mercados e intermediarios evalúan las diferentes alternativas, reduciendo así los costes de información.

La existencia de mercados financieros permite a los demandantes pedir fondos directamente a los ahorradores (instrumentación directa).

Los intermediarios financieros se sitúan entre los ahorradores y los demandantes. El intermediario asume un riesgo que intentará cubrir aplicando un tipo de interés (instrumentación indirecta).

Ambas formas de instrumentación, directa e indirecta, tienen ventajas e inconvenientes. En cada país se elige una u otra en base a la tradición, cultura económica, tamaño de las empresas, necesidades de financiación, etc.

Los países anglosajones y continentales entienden el negocio bancario de una manera muy distinta: los primeros se orientan más hacia la segmentación de la actividad (banca de inversión, banca comercial), mientras que en los segundos predomina más la banca universal.

En España y Alemania, las entidades bancarias mantienen una estrecha vinculación con las grandes empresas industriales y de servicios.

A partir de la década de 1990, las entidades bancarias, especialmente los bancos de inversión estadounidenses, empezaron a considerar la titulización no solo como una forma de obtener recursos, sino también como una fuente de generación de ingresos.

3. El Sistema Financiero Español: Rasgos Básicos (Ver Cuadro 2)

El notable desarrollo que han experimentado los mercados financieros ha sido impulsado por factores como la creciente política monetaria y la búsqueda de financiación alternativa y más barata. La expansión de los mercados ha favorecido el desarrollo de los intermediarios financieros no bancarios en tres modalidades: fondos de inversión, fondos de pensiones y compañías aseguradoras. Tales intermediarios desempeñan, además, un papel más importante en el sistema financiero español dadas las estrechas relaciones que mantienen con las entidades bancarias.

Las entidades bancarias siguen desarrollando un papel muy importante, debido a que el crédito bancario es la única vía de financiación para muchas pequeñas empresas y familias.

4. El Sistema Bancario (Ver Gráfico 2)

El tamaño relativo del sistema financiero español es considerable, confirmando el papel hegemónico de las entidades bancarias en España. Por ello, los activos bancarios suponen casi un 300% del PIB en España, mientras que en el conjunto de la eurozona suponen un 240%.

La banca, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito han conformado tradicionalmente el sistema bancario en España:

  • Los bancos revisten la forma de sociedades anónimas, de forma que destinan sus beneficios al pago de los accionistas.
  • Las cajas de ahorro eran entidades sin ánimo de lucro que empleaban sus excedentes en la realización de obras de carácter benéfico-social.
  • Las cooperativas de crédito son sociedades de carácter cooperativo y distribuyen entre sus socios los posibles beneficios.

4.1 Desregulación y Concentración

A mediados de la década de 1980, el sistema bancario español sufrió una transformación radical, impulsada por tres factores:

  • Se desmantelaron las restricciones sobre los tipos de interés.
  • El desarrollo de los mercados amplió las alternativas de los usuarios de servicios bancarios.
  • El progreso tecnológico, tanto en telecomunicaciones como en informática.

Las entidades bancarias desarrollaron un conjunto de estrategias para hacer frente a la intensificación de la competencia. Los grandes bancos se centraron en ganar tamaño, fusionándose entre ellos con el fin de alcanzar una posición de liderazgo.

La eliminación de las trabas que impedían operar en todo el territorio nacional hizo que las cajas de ahorro apostaran por expandirse. Ampliaron las fuentes de ingresos, sustituyendo sus inversiones tradicionales más seguras por otros segmentos de negocio, como la inversión crediticia.

La necesidad de racionalizar la red operativa provocó una reducción de la estructura en algunas entidades. Por otro lado, las cajas de ahorro, debido a su expansión, aumentaron su número tanto de sucursales como de empleados.

4.2 Crisis y Reestructuración (Ver Gráfico 3)

El impacto directo de la crisis financiera global iniciada en 2007-2008 no fue muy grande en España inicialmente, gracias a las diferentes formas de titulización empleadas. En cambio, el impacto indirecto de la crisis sí que afectó de manera importante.

Las elevadas tasas a las que el crédito creció, unido al estancamiento de sus fuentes de recursos tradicionales, obligó a las entidades españolas a buscar otras vías de financiación, como el endeudamiento exterior. La extrema aversión al riesgo que provocó la caída de Lehman Brothers, el aumento de la morosidad y la pérdida de valor de los activos inmobiliarios debido al estallido de la burbuja inmobiliaria causaron elevadas pérdidas a las entidades bancarias españolas, y en especial a las cajas de ahorros.

El progresivo deterioro de las finanzas públicas españolas empeoró todavía más la situación, al elevar significativamente la prima de riesgo y, con ello, el coste de la financiación de las entidades bancarias.

Los factores anteriores generaron serias dificultades al sistema bancario español. Las cajas de ahorro fueron las entidades más afectadas y tuvieron que ser intervenidas por los poderes públicos.

El gobierno optó por solicitar formalmente en 2012 asistencia financiera al Eurogrupo para sanear el sistema bancario. Este proceso implicó varias medidas:

  • Se estimaron las necesidades de capital y el volumen de recursos que se pondrían a disposición.
  • Las autoridades europeas exigieron que se impusieran pérdidas a los tenedores de instrumentos de capital híbridos (como las participaciones preferentes).
  • Buscando amortiguar los falseamientos de la competencia, se impusieron a las entidades rescatadas una serie de condiciones, como concentrar su actividad en sus territorios de origen.
  • Las autoridades españolas tuvieron que aprobar antes de 2013 un mecanismo de segregación de activos tóxicos, conocido como «banco malo» (SAREB).

4.3 El Nuevo Sistema Bancario Español (Ver Cuadro 3 y Gráfico 4)

Con el desembolso de los fondos por parte de la Unión Europea, se dio por culminado el proceso de saneamiento.

La crisis bancaria y las fusiones han transformado radicalmente la composición del sistema bancario español, dominado actualmente por un número reducido de entidades de mayor tamaño.

La disminución en el censo de entidades operativas aumentó significativamente el nivel de concentración del sistema bancario español.

La necesidad de eliminar las duplicidades generadas por las fusiones, los planes de adelgazamiento impuestos por la Comisión Europea y la creciente importancia de los nuevos canales digitales explican finalmente los ajustes que se están llevando a cabo en las plantillas y redes de oficinas de las entidades operativas.


Capítulo 10: El Sector Público

1. Introducción

El sector público constituye una pieza clave de las economías modernas mediante:

  • La creación de un marco institucional que define los límites para la actuación de los agentes económicos.
  • La asignación y distribución de recursos por medio de la hacienda pública.
  • La actuación en los mercados a través de empresas públicas.

2. Estructura del Sector Público Español

El sector público español se corresponde con un Estado descentralizado con tres niveles de gobierno: central, autonómico y local. A su vez, se compone de administraciones públicas y empresas públicas.

  • La Administración Central está compuesta por el Estado y sus organismos autónomos y agencias estatales.
  • Los Fondos de la Seguridad Social se especializan en la gestión de lo que podría denominarse las prestaciones en efectivo del Estado de Bienestar.
  • Las Administraciones Territoriales están formadas por las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales (ayuntamientos y diputaciones).

3. Las Regulaciones

Una hacienda raquítica y un intervencionismo regulador fueron rasgos distintivos al final del franquismo. La regulación era estricta sobre las relaciones externas y el mercado de factores, configurando una economía cerrada e incapaz de adaptarse a los cambios externos.

Fue necesario modernizar la hacienda para conseguir un sector público más amplio y equitativo, y liberalizar las regulaciones básicas que afectaban al sector privado. El cambio de régimen político hizo posible la reforma fiscal, y la integración en la Comunidad Europea favoreció un intenso proceso de desregulación.

4. La Hacienda de las Administraciones Públicas

Junto a las regulaciones, la hacienda pública es el otro instrumento decisivo para afirmar la presencia del sector público en la economía. Sus dos elementos principales son los gastos e ingresos públicos.

Evolución del Gasto Público (Referencia: Gráfico 2):

  • El gasto público en España alcanzó su máximo en 1993, superando el 48% del PIB, debido a una política deliberada de ampliación del tamaño del sector público y a una recesión económica.
  • 1993 marcó un punto de inflexión, seguido por una política de leve estabilización presupuestaria. El peso del gasto se mantuvo relativamente estable durante el ciclo expansivo hasta 2007.
  • La crisis financiera y la posterior recesión española provocaron un aumento del gasto público de siete puntos del PIB entre 2008 y 2009.
  • Se estabilizó en 2010 para disminuir levemente en los años siguientes, con la excepción de 2012.
  • La pandemia de COVID-19 provocó una nueva elevación hasta un 52% s/PIB, que se redujo en 2022 hasta el 47.8%.