Emprender en Consultoría: Claves para una Carrera Profesional Autónoma y Próspera
¿Por qué ser consultor?
En una economía en recesión, muchas personas que pierden sus puestos de trabajo se vuelcan a la consultoría mientras buscan otro trabajo corporativo. No obstante, mientras trabajan para sí mismos, los consultores a menudo disfrutan de los beneficios del trabajo por cuenta propia, dándose cuenta de que están en una mejor situación de seguir creciendo en un negocio próspero, que está diseñado para soportar fluctuaciones económicas. Ser consultor significa que puedes desarrollar productos y servicios que necesitan y no estarás amarrado a la producción de los servicios o productos de una empresa que dependen de los mercados masivos.
Seguridad laboral
Como tu propio jefe, no tienes que preocuparte de recibir una temida carta de despido. Tendrás trabajo siempre y cuando continúes comercializando tus servicios y encuentres un nicho olvidado que necesite de tus servicios. Trabajar como consultor te permite poner tus energías en buen uso para tu propio beneficio y cosechar todos los beneficios, en lugar de tener que compartirlos con la empresa para la cual trabajas. Cuando las empresas de tu sector despiden a trabajadores, a menudo buscan consultores para llenar el vacío. Una vez que obtengas clientes fijos y construyas un flujo de ingresos sólidos, podrás controlar tu destino.
Preferencia del cliente
Como consultor, puedes elegir con quién quieres trabajar y cuánto tiempo estás dispuesto a invertir en un cliente. Cuando trabajas como empleado y tienes un nuevo supervisor con el que no te llevas bien, estarás atascado hasta que puedas encontrar otra posición. Cuando eres consultor y te encuentras con un gerente desagradable, puedes dejar que el contrato finalice y moverte al siguiente cliente. No estás atado a una sola fuente de ingresos. Los clientes que te proporcionen los ingresos más altos, los trabajos que te gustan y la gente con la que te gusta trabajar deben constituir la mayoría de tu base de clientes.
¿Cuánto dinero se puede ganar como consultor?
Nadie debe emprender una carrera como consultor con el objetivo primordial de hacer dinero. Sin embargo, se necesita dinero para vivir, y el dinero ofrece la libertad de escoger qué desea uno hacer en la vida y para quién, de modo que la pregunta es válida.
Albert Vicere y Robert Fulmer, dos profesores de Administración de la Universidad Estatal de Pensilvania, calcularon que los consultores cobran honorarios diarios que pueden ascender a 10,000 dólares, e incluso más.
Desde luego, las firmas de consultoría grandes, de mucho prestigio, que a su vez prestan servicios de consultoría a compañías grandes y de gran renombre, son las que tienden a cobrar los honorarios más altos. De hecho, una firma de consultoría muy grande que desarrolla un proyecto importante puede cobrar millones de dólares o más por su trabajo. Otra variable importante es el sector al cual se presta consultoría y la persona a quien se prestan servicios. Si presta servicios de consultoría a un individuo que trabaja en un sector en donde su cliente no gana mucho dinero, usted tampoco podrá cobrarle mucho. Sin embargo, independientemente de cuáles sean sus tarifas, podrá ganar mucho más de lo que obtendría si hiciera ese mismo trabajo para otra persona en calidad de empleado.
¿Recuerda a la consultora especializada en computadoras, con educación secundaria únicamente, que mencioné en un párrafo anterior?
Pues bien, como cobra 100 dólares por hora, si trabaja ocho horas diarias, eso equivale a 4,000 dólares por semana, ¡lo cual suma más de 200,000 dólares anuales! Pero aguarde un instante. Aunque es verdad que si cobra 100 dólares por hora podrá ganar mucho dinero en un año, es importante que sepa que no podrá cobrar por cada minuto de cada día. Tendrá que invertir algún tiempo en comercializar sus servicios. Por consiguiente, es importante tener en cuenta la relación entre tiempo facturable y tiempo empleado en comercializar sus servicios, que no es facturable.
Flexibilidad
Como consultor, creas tu propio horario y fácilmente puedes trabajar en tu tiempo libre para cuidar de las responsabilidades familiares o viajar cuando te conviene. Muchas oportunidades de consultoría se hacen a tu propio ritmo. Por ejemplo, si trabajas con una computadora, puedes tener tus días libres para practicar tu pasión por las caminatas o la natación y puedes trabajar por la noche. Como consultor, puedes trabajar siete días a la semana durante un mes y ahorrar lo suficiente para tomar un mes de descanso y viajar. Tienes el poder para desarrollar el equilibrio que necesitas entre tu vida laboral y personal.
Diversidad
En vez de hacer el mismo trabajo día tras día, puedes diversificar tu labor a discreción. La diversidad de tu trabajo te mantiene con desafíos y motivado; trabajar con la misma gente todo el tiempo podría drenar tu creatividad. Es posible que tengas que confiar en el trabajo menos gratificante para reforzar tus ingresos; puedes mezclar trabajos divertidos y ambientes agradables para romper la monotonía.
¿Cómo se convierten las personas en consultores?
Los individuos incursionan en la consultoría de maneras muy distintas y a veces extrañas, y no existen dos historias exactamente iguales. Quizás le interese saber cómo algunos consultores iniciaron sus negocios.
Howard L. Shenson
Era un estudiante de doctorado al tiempo que trabajaba como docente y director de departamento en la California State University en Northridge. Recibió numerosas solicitudes de servicios de compañías locales, y pronto empezó a realizar diversas actividades de consultoría, además de su trabajo como docente e investigador. A medida que pasaban los meses, se dio cuenta de que invertía cada vez más tiempo en la consultoría, y que eso le parecía más fascinante que su trabajo académico. Finalmente, decidió dedicarse de tiempo completo al negocio de la consultoría, y no solo se sintió más satisfecho desde el punto de vista laboral, sino que obtuvo ingresos mucho mayores que los que podría obtener como profesor.
Humbert Bermont
Autor de How to Become a Successful Consultant in Your Own Field y consultor exitoso en la industria editorial, además de consultor de consultores en la actualidad, comenzó a trabajar en este campo cuando un día su jefe lo llamó y lo despidió. Bermont dice que sufrió una gran conmoción en ese momento, pero que luego se dio cuenta de que el despido había sido una bendición disfrazada. En medio de su desesperación, Bermont llamó a varias personas y encontró a un amigo que le permitió usar su oficina, su secretaria y su teléfono por una suma nominal, a cambio de que capacitara a la nueva secretaria. Logró obtener prestigio y éxito en su negocio trabajando para la compañía al precio correcto: nada. Esta puerta que se le abrió finalmente le significó un contrato remunerado con la compañía y, más importante aún, le dio un cliente importante con el cual podía impresionar a otros clientes potenciales. Al cabo de seis meses, estaba ganando casi tanto como ganaba en su profesión anterior después de veinte años.
Phil Ross
Era un actor que, entre un contrato y otro, trabajaba como vendedor de una compañía manufacturera. Debido a su excelente capacidad no solo para vender, sino también para educar y motivar, pronto lo nombraron director nacional de ventas. Cuando se sintió inconforme con las políticas de la empresa, comenzó a buscar otro trabajo y recurrió a una firma de búsqueda de ejecutivos a escala nacional. Resultó contratado por esa misma firma para que buscase a los ejecutivos requeridos. La consultoría de búsqueda de personal de alto nivel es, quizás, la que exige más habilidades de ventas en comparación con cualquier otro tipo de consultoría. Esto se debe a que el consultor debe ser capaz de convencer a una compañía de que se vuelva cliente y persuadir a un empleado satisfecho de que contemple la posibilidad de renunciar a la empresa en donde trabaja y proponerse como candidato a un puesto en una compañía diferente. Phil dominaba estas habilidades y tuvo excelente desempeño como consultor de búsqueda de ejecutivos; pronto lo nombraron director de capacitación a nivel mundial al cabo de algunos años. Phil renunció a la empresa y fundó una firma de consultoría propia, The Pross, que ayuda a corporaciones del mundo entero con sus problemas de personal y contratación.
Luis Espinosa
Nació en México y fue estudiante mío en California State University en Los Ángeles. Quería ser consultor en una importante firma de consultoría; pronto fue contratado como planeador estratégico de alto nivel en un banco de México, D.F., que tenía activos de 20,000 millones de dólares. Más tarde obtuvo un cargo similar como consultor interno de planeación estratégica en un banco estadounidense.
¿Somos aptos para desarrollar la labor de consultoría?
Una vez que tenemos definido cuál es el rol del consultor, el siguiente paso es preguntarnos si nosotros, como individuos, disponemos de la aptitud necesaria para desarrollar esta labor. En este sentido, Pablo Borondo plantea que nos hagamos las siguientes preguntas: