Empresa mercantil

Canclini toma de su libro “la globalización imaginada”

Néstor García Canclini describe primeramente a la globalización como un proceso de convergencia de cambios económicos, comunicacionales y migratorios. La globalización homogeniza, nos vuelve más próximos, multiplica las diferencias y engendra más desigualdades, donde su rasgo central es intensificar las interconexiones entre sociedades. Siguiendo con el desarrollo que hace el autor sobre el concepto, el mismo sostiene la apelación a construir una cultura con los movimientos globalizadores puede ser escuchada también como la necesidad de poner orden en los conflictos imaginarios.  En los cuales varía el contenido de lo que cada uno imagina como globalización, para el gerente de una empresa transnacional abarca los países en los que actúa su empresa; para los gobernantes latinoamericanos que concentran su intercambio comercial con EE. UU es sinónimo de “americanización”, para una familia mexicana con miembros trabajando en EE. UU alude a lo que ocurre en la zona de ese país donde viven sus familiares.  Sólo una pequeña élite de políticos, financistas y académicos piensan en todo el mundo, en una globalización circular.

Globalizarnos o defender la identidad: como salir de esta opción

La globalización se presenta como una paradoja según el autor, ya que se la concibe como expansión de los mercados y por tanto de la potencialidad económica de las sociedades, esta misma globalización estrecha la capacidad de acción de los Estados Nacionales. Pero a la vez estos intercambios económicos, junto a las posibilidades que brindan los medios de comunicación y los procesos migratorios, llevan a los diferentes países a formar alianzas regionales conformando un mismo territorio, en donde se unifican sus mercados, sociedades e imaginarios, para que cada uno de ellos pueda adaptarse a la globalización y obtener a la vez mayores beneficios. Los puntos que el autor desarrolla para presentar su posición frente a la globalización y la identidad son los siguientes:

  • En uno de los sectores en donde más claramente se puede ver la debilitación de la identidad y de la cultura debido a la globalización es en los países latinoamericanos, ya que ellos no son los que globalizan, sino los globalizados.
  • Otro de los aspectos que el autor va a cuestionar sobre la globalización es el hecho de las integraciones supranacionales, como es el caso de la Uníón Europea, sosteniendo que la unificación económica tiene fuertes consecuencias en la identidad simbólica de la comunidad.
  • Al hablar de sujeto, el autor introduce la idea de los medios de comunicación, tan importantes en este proceso de globalización, sosteniendo que se presentan como inalcanzables para el sujeto, quienes no se ven representados por ellos.

 Surge aquí la idea de la impotencia que deviene de la abstracción de los vínculos que propone la globalización, lejanía que lleva a la transformación en los esquemas de relaciones sociales. La globalización ha complejizado entonces lo que ya conocíamos como relaciones primarias y secundarias, agregando un tercer y cuarto tipo: 


  • Relaciones primarias: donde se establecen vínculos directos con las personas. 
  • Relaciones secundarias: las que ocurren entre funciones desarrolladas en la vida social.
  • Relaciones terciarias: relaciones de carácter indirecto, mediadas por tecnologías y grandes organizaciones. 
  • Relaciones cuaternarias: en las que una parte no es consciente de la existencia de la relación, Por ejemplo: acciones de vigilancia a través de cámaras de video.  

Como conclusión, el autor se niega a reducir el problema a la oposición global/local, sosteniendo que más que enfrentar identidades especializadas a la globalización, se trata de indagar si es posible instituir sujetos en estructuras sociales ampliadas.

La globalización puede ser vista entonces como un conjunto de estrategias para realizar la hegemonía de macroempresas para apropiarse de los recursos de los países más pobres. El autor incorpora aquí la idea de globalización imaginada, haciendo referencia a las distintas maneras que tenemos de ver la globalización y a la “idea” que tenemos de ella. Puede ser imaginada porque la integración sólo abarca algunos países más que a otros, osea que la globalización no es relación de todos con todos. Aparece también la de imaginarios de la globalización, que hacen referencia a los valores simbólicos nacionales que los países liberan en el intercambio transnacional, transformándolos en un imaginario supranacional.

La Globalización: objeto cultural no identificado


Canclini comienza afirmando el hecho de que no se tiene una idea muy generalizada de lo que realmente significa globalización y que solo se la puede situar en la segunda mitad del Siglo XX. Marcando una diferencia que tiene entre la internacionalización (proceso de la economía y la cultura que se inicia con las navegaciones transoceánicas, la apertura comercial de las sociedades europeas hacia el Lejano Oriente y América Latina, y la consiguiente colonización.) y transnacionalización ( proceso basado en la internacionalización pero que da unos pasos más durante la primera mitad del Siglo XX al engendrar organismos, empresas, movimientos cuya sede no está exclusivamente en una nacíón.) Por lo que la globalización se fue preparando en estos dos procesos previos a través de una intensificación de dependencias recíprocas, el crecimiento y la aceleración de las redes económicas y culturales que operan en una escala mundial y sobre una base mundial. Canclini sostiene que las divergencias respecto del significado y alcance de la globalización permiten extraer conclusiones elementales:  1- La globalización no es un paradigma científico ni económico, en el sentido de que no cuenta con un objeto de estudio claramente delimitado. 2- Tampoco puede considerarse un paradigma político ni cultural, en tanto no constituye el único modo posible de desarrollo. Lo que suele llamarse globalización se presenta entonces como un conjunto de procesos de homogeneización, y a la vez, de fraccionamiento articulado del mundo que reordenan las diferencias y desigualdades sin suprimirlas.