Estructura y Roles en la Iglesia Católica: Derechos y Deberes de Fieles, Laicos y Clérigos
Los Fieles Cristianos: Concepto y Adquisición de la Condición
El Libro II del Código de Derecho Canónico trata extensamente del Pueblo de Dios y se abre con las normas sobre los fieles cristianos. La condición de fiel se adquiere por el bautismo. El catecúmeno, aunque todavía no pertenece a la Iglesia, se prepara para ingresar en ella y recibe ya algunas prerrogativas propias de los cristianos.
Ser plenamente católico exige mantener los vínculos de unidad en la profesión de fe, de los sacramentos y de la disciplina eclesiástica. Así como la distinción entre clérigos y laicos es de institución divina, el estado religioso es de institución meramente eclesiástica.
Derechos y Deberes Fundamentales de Todos los Fieles
Mientras el Código de 1917 solo regulaba las obligaciones y derechos de los clérigos y de los religiosos, el nuevo Código dedica una gran atención a los de todos los fieles, sean clérigos, personas de vida consagrada o laicos. De ahí surgen mutuos derechos y obligaciones de comunión con la Iglesia y entre todos los fieles.
Así, los fieles deben colaborar con sus pastores con su obediencia, confianza y ciencia, y los pastores con los fieles. Todos los fieles tienen el derecho de tributar culto a Dios de acuerdo con el propio rito y de seguir la espiritualidad que convenga a cada uno.
El fiel cristiano tiene libertad para:
- Crear y dirigir asociaciones para fines de caridad, piedad o para fomentar las vocaciones.
- Reunirse con otros para los mismos fines.
- Tomar iniciativas en el campo del apostolado, que solo se denominarán católicas cuando así lo decida la autoridad eclesiástica.
- Recibir una educación cristiana.
- Dedicarse a investigar en el campo de las ciencias sagradas.
- Manifestar prudentemente su opinión.
Los Laicos en la Iglesia: Definición y Rol Específico
Seguidamente, el Código enumera las obligaciones y los derechos de los fieles laicos. Define a los laicos de manera más precisa como aquellos fieles de los que es propio y especial el carácter secular y que, viviendo en el mundo, participan en la misión de la Iglesia y no son constituidos en el orden sagrado ni tampoco recibidos en el estado religioso.
Los derechos y deberes que aquí se contemplan se refieren a los laicos que no han profesado como religiosos.
Derechos y Deberes Específicos de los Fieles Laicos
Los deberes y derechos aquí considerados son los siguientes:
- Obligación general y derecho de hacer apostolado, más aún cuando solo pueden recibir de la autoridad competente un mandato para enseñarlas.
- A los padres cristianos se les insta a que contribuyan a la edificación del Pueblo de Dios a través del matrimonio y su vida familiar.
- Cuando la necesidad de la Iglesia o la carencia de ministros lo aconseje, pueden los laicos suplirles parcialmente, concretamente para el ministerio de la palabra y presidir las oraciones litúrgicas.
Los Ministros Sagrados o Clérigos: Formación y Obligaciones
Son ministros sagrados aquellos fieles que han recibido el sacramento del orden sagrado en alguno de sus tres grados: diaconado, presbiterado y episcopado. El episcopado es la plenitud del sacerdocio, y solo los obispos pueden ordenar sacerdotes y diáconos.
La formación sacerdotal se imparte en los seminarios:
- Seminario menor: para favorecer el surgir de vocaciones.
- Seminario mayor: para la preparación más inmediata al sacerdocio.
Cada sacerdote ha de ser incardinado a una Iglesia particular, a una prelatura personal, o bien a un instituto de vida consagrada o una sociedad que posea dicha facultad; no pueden darse clérigos vagos.
Entre las obligaciones de los clérigos se encuentran las de obedecer al Romano Pontífice y al propio obispo, guardar celibato, residir en la propia diócesis, entre otras. Entre sus derechos destaca el de una honesta sustentación.
Las Asociaciones de Fieles: Naturaleza y Tipos
En virtud del derecho fundamental de asociación ya mencionado, los fieles pueden crear asociaciones. En estas, los fieles (clérigos o laicos, o clérigos junto a laicos) trabajan unidos buscando fomentar una vida más perfecta, promover el culto público, entre otras tareas.
Son públicas las asociaciones que posee la Iglesia para desempeñar actividades reservadas a la jerarquía, como enseñar en nombre de la Iglesia.