Estudios de Caso: Ficción, Realidad y Mitos en la Investigación

La ficción en la evaluación

La ficción nos puede ayudar a comprender y sentir las vidas y experiencias diferentes.

  • Puede contar con mayor detalle la historia, expresar la compleja realidad y el significado mejor de lo que podemos hacerlo al tener que esclarecer la información con las personas del caso real cuyas palabras y observaciones se describen directamente.
  • Ayuda a solucionar el problema de la identificación de las personas que intervienen en el caso, de modo que su privacidad queda salvada en cierta medida. Una posible solución a este problema del anonimato de las personas es hacer un caso resumido.
  • La ficción puede facilitar la lectura, algo importante si queremos comunicarnos eficientemente con los públicos de nuestros estudios de caso.

El estudio y la evaluación con estudio de caso no son ficción.

Tres cuestiones que más preocupan

Tres son las cuestiones que más preocupan:

  • Que la estructura dramática se adueñe del relato y trascienda los datos, o que se reduzca o malinterprete la coherencia de la historia. No se debe cambiar lo fundamental de la historia.
  • Deslizamiento inconsciente hacia la ficción, de modo que el lector no puede distinguir lo que está basado en la vida y el contexto «reales» de lo que es ficción. Solución: dejar claro qué es real y qué es ficticio.
  • Preocupación ética. Quienes pueblan nuestros estudios de caso son personas reales, y tenemos la obligación de ser justos al describirlas.

4 Falsos Mitos

Todos los sistemas de investigación tienen virtudes y defectos. La subjetividad, la incertidumbre y la complejidad pueden plantear problemas, y el peligro de implicarse personalmente es una posible amenaza.

Los estudios de caso son demasiado «subjetivos»

La subjetividad no es algo que podamos evitar o eliminar, cualquiera que sea el método que adoptemos. Es inherente a los juicios que hacemos, a las opiniones que manifestamos. El objetivo no es intentar erradicar la subjetividad, sino discernir cuándo ayuda a percibir y comprender, y cuándo puede ser un posible sesgo.

No se puede generalizar a partir de un estudio de caso

En muchos contextos en que realizamos investigaciones con estudio de caso no tenemos necesariamente la obligación de generalizar, sino de demostrar que nuestras conclusiones pueden ser aplicadas a otros contextos, o utilizadas por otros. Un caso puede tener semejanzas con otro. Sin embargo, la forma en que podemos sacar implicaciones de un caso para otro es distinta.

En un estudio de caso colectivo se suele adoptar la generalización de casos cruzados.

La generalización naturalista propuesta por Stake, es una forma de generalización a la que se llega a través del reconocimiento de las similitudes y las diferencias de casos o situaciones que a los lectores les son familiares. Apela mucho más al conocimiento tácito que al proposicional, más a la comprensión que a la explicación. Si se le proporcionan suficientes detalles y una descripción rica, el lector puede discernir qué aspectos del caso puede generalizar para su propio contexto, y cuáles no.

La generalización de procesos: lo que se podía aplicar a muchas organizaciones era el proceso de cambio.

La generalización situada es un concepto cuya posibilidad de generalizarse depende de que se mantenga una conexión con la situación en la que los conocimientos en cuestión se generaron por primera vez. Esta idea de generalización situada es similar a la de generalización naturalista.

La particularización exhaustiva: La comprensión universal.

SIMONS: «La tensión entre el estudio de lo único y la necesidad de generalizar es necesaria para desvelar tanto lo único como lo universal y la unidad de esa interpretación».

En la investigación con estudio de caso no se puede generar teoría

PUNCH señala la principal distinción entre los estudios de «verificación de teoría» y los de «generación de teoría«, y dice que los primeros se proponen comprobar una teoría, y los segundos, construirla (junto con la conexión histórica que vincula la primera con los estudios cuantitativos, y la segunda, con los cualitativos), aunque señala que no existe una conexión necesaria entre el propósito de un estudio y el enfoque que se le dé.

También podemos generar teoría mediante el análisis cruzado de datos.

En un estudio colectivo de casos, generar teoría puede formar parte del objetivo, a medida que vamos de un caso a otro identificando temas, estudiando patrones e interconexiones que en última instancia se puedan traducir en una teoría del fenómeno que estemos investigando.

Podemos optar por desarrollar una teoría mediante el uso de un enfoque fundamentado.

Otra posibilidad es que examinemos los casos a través de un marco teórico preexistente, para analizar si este sirve de base para explicar los datos, o si hay que perfeccionarlo para que explique más adecuadamente interpretaciones comunes a todos los casos.

Un tercer sistema es la generación de una teoría del caso singular a medida que interpretamos los datos para contar una historia coherente. En el proceso interpretativo es prácticamente inevitable esta forma de teorizar. No sería una teoría abstraída del caso, sino más bien una teoría del propio caso que lo explica o interpreta.

Los estudios de caso no son útiles para definir políticas

Aunque se prefieran las conclusiones de estudios de muestras grandes que apelan a formas objetivistas de conocimiento, los estudios de caso aportan una comprensión del proceso y el contexto. Comprensión que puede ser necesaria para interpretar con precisión el significado de las conclusiones a las que se ha llegado con otras metodologías.

  • Una serie de estudios de caso, a través de su análisis cruzado, puede generar patrones y asuntos que tengan relevancia en muchos contextos de naturaleza similar.
  • Es posible reunir y analizar conjuntos de datos a gran escala (cuantitativos y cualitativos), incluidos los que se obtienen de los estudios de caso.
  • La lectura atenta y la inmersión en el propio caso singular tienen valor para aportar información a la toma de decisiones.

Bailar con los datos

Recorto transcripciones de entrevistas, las dejo en el suelo, voy dando vueltas físicamente alrededor de estos datos, me pongo de pie sobre ellos, salto… Al bailar así con los datos, no solo los leo y los releo, sino que los veo desde ángulos distintos. Estar de pie sobre ellos me ofrece una visión diferente y, al observarlos a vista de pájaro y en toda su extensión, consigo una perspectiva de la que empiezo a sacar una impresión holística del significado de los datos. Muevo los datos y las fichas de un lado a otro con el pie y bailo entre ellos, y así puedo detectar asuntos y patrones. No es un simple proceso cognitivo. Siento y experimento el significado que transmiten. Así se ponen en marcha muchos de los procesos habituales que intervienen en el análisis y la interpretación: confirmar, desechar, verificar, o decidir sobre las aportaciones de extraños. Lo que el movimiento añade es otra sensación y un «saber» que está plasmado. En el contexto anterior, uso el movimiento en una determinada fase interpretativa. Cancienne y Snowber señalan que utilizan el baile y el movimiento en todo el proceso de la investigación y al exponer sus resultados.

El baile con los datos.

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que acepta el uso de cookies. Aceptar Más información