Evaluacion mixta

Identificación y desarrollo de los momentos de investigación socioeducativa


Generación de ideas:

la generación de ideas dentro del proceso de investigación requiere un conocimiento profundo del contexto de acción.
Este contexto está configurado por:

– Los espacios de intervención.
– Los dominios de intervención: son las áreas de actuación que representan los intereses de la intervención, a saber; dominio personal, social, ambiental, pedagógico.
– Los grupos humanos (No Profesionales: en este grupo están incluidas las personas participantes; y Profesionales: los equipos expertos que intervienen).
– Las relaciones: son las interacciones.

Planificación:

tras conocer que se puede hacer, llega el momento de planificar un proceso. Al planificar se debe:

– Analizar las oportunidades que el futuro ofrece para la acción.
– Estudiar las alternativas que se plantean.
– Buscar nuevas vías.
Se trataría, de aprovechar las oportunidades y alternativas y, por otro, de prever las dificultades y los riesgos. Otro elemento importante que se debe tener en cuenta, en el momento de planificar, es el significado que tiene nuestra acción. El investigador debe hacer visible sus intenciones en la planificación.
Se debe proyectar la generación de ideas hacia el diagnostico y las pautas de intervención.

Diagnóstico

Se debe proponer y planificar las posibles líneas de acción/investigación, se debe considerar objetivamente que actuaciones son necesarias. Para ello, el investigador realiza un diagnostico, basado en el análisis de toda la información disponible sobre el caso. Este proceso permite orientar la acción socioeducativa hacia los aspectos más importantes, dirigiendo el conocimiento hasta los problemas y sus causas. El diagnostico, por tanto, implica una priorización, tanto de las necesidades como de posible actuaciones. El diagnostico constituye el punto final del proceso informativo y el punto de partida para la intervención.

– Qué se entiende por diagnóstico comunitario:

el diagnostico comunitario es sacar una radiografía de todas las partes de la comunidad. El diagnostico comunitario busca determinar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que se presentan en la comunidad en donde se centra la intervención, y permitirá plantear soluciones de acuerdo a las necesidades de la comunidad con certeza de que se dará el cambio que se busca. El diagnostico comunitario implica que el investigador debe generar una mejora en la vida o en el entorno de la comunidad.

Proyecto de acción:

se trata de elaborar un guion para la acción que refleje las conclusiones del análisis de la realidad, las posibles líneas de acción propuestas en las planificación, son definidas en el proyecto desde los siguientes elementos:

– Objetivos:

los objetivos son los logros que se pretenden con la ejecución del proyecto. En esta fase se debe tener claro que hacer, y estar a disposición de saber cómo hacerlo.

– Tareas y estrategias:

se configuran desde la elaboración de actividades concretas. Una vez seleccionadas las actividades, el investigador podrá optar entre diversas técnicas para recoger información durante la ejecución del proyecto. La observación es la más útil.

– Recursos:

la dotación de los recursos para el proyecto se debe llevar a cabo según los principios de suficiencia, necesidad disponibilidad y responsabilidad,
es decir, se emplearan los recursos suficientes para la ejecución del proyecto, necesarios para funcionar y que estén disponibles. Del mismo modo, se deben utilizar los recursos de forma responsable. Los recursos de un proyecto pueden ser materiales, humanos y económicos.

Análisis:

información que se ha reunido en cada momento debe ser analizada. Para ello, se debe reordenar la información en función de:

– El momento en el que se haya reunido.
– A qué responde dicha información.
– Su tipología (datos, texto, imágenes, etc.)
Una vez preparada la información se procede a su análisis. Tenemos que plantearnos ¿Cómo vamos a llevar a cabo el análisis? ¿Qué técnicas emplearemos? La información cuantitativa es traducida a valores numéricos analizándola a través de la Estadística. Para los datos de carácter cualitativo el procedimiento habitual es el análisis de contenido.

Evaluación:

una vez analizada la información, el investigador se encuentra en disposición de valorar el grado de consecución de los objetivos y de evaluar la acción emprendida. Este es el momento de dar respuesta a una serie de cuestiones:

– ¿se llegó a un conocimiento profundo del contexto de acción?
– ¿la planificación fue coherente con la generación de ideas y el posterior diagnóstico?

– ¿Los objetivos formulados en el proyecto de acción respondieron a las necesidades detectadas?
– ¿Las actividades s diseñaron teniendo en cuenta las características de las personas implicadas?
– ¿La información recogida y analizada aporta elementos validos que justifiquen los logros perseguidos?
– ¿Qué dificultades se han encontrado?
– ¿se han conseguido los objetivos establecidos?
La evaluación se puede llevar a cabo de mucha maneras dependiendo del proceso elegido pero cabe destacar que:
– La evaluación se debe contemplar desde el inicio del proceso de intervención.
– La evaluación es un proceso para el cambio y la mejora.
– La evaluación informa pero, sobre todo activa los mecanismos de reflexión para intervenciones futuras.

Reflexión:


la reflexión complementa la evaluación realizada, aportando razones para mejorar el proceso en sus distintos momentos; o bien mantener actuaciones mediante logros y beneficios obtenidos. De ella emergen nuevas bases para la generación de ideas en un nuevo proceso de intervención, con un nuevo planteamiento y posibles líneas de investigación que mejoren la realidad.