Fundamentos de la Teoría Psicoanalítica de Freud: Estructura, Pulsiones y Mecanismos de Defensa

Introducción al Psicoanálisis: Definición y Contexto Histórico

Antes del surgimiento del psicoanálisis, no existía un conocimiento profundo del alma humana más allá de lo superfluo. Se desconocía el origen de los sentimientos, el porqué de las reacciones conductuales o el cambio de carácter, y el concepto de enfermedad mental era limitado.

Este panorama cambió radicalmente cuando Sigmund Freud publica La interpretación de los sueños (1899), obra que, a través del análisis e interpretación onírica, sienta las bases para la comprensión del aparato psíquico.

H3>El Aparato Psíquico: Primera Tópica

El aparato psíquico, según la primera tópica freudiana, está compuesto por tres instancias:

Consciente
Inconsciente
Preconsciente

Métodos Fundamentales del Psicoanálisis

Método de Investigación:

Asociación libre
Análisis de sueños
Hipnosis (utilizada inicialmente y luego descartada)

Método Terapéutico:

Terapia diseñada para el tratamiento de trastornos neuróticos.

Metapsicología de Freud y Dinámica Psíquica

Concepto Dinámico del Psiquismo

El psiquismo se caracteriza por estar en constante movimiento. Los mecanismos que se producen en la mente del sujeto están en constante flujo, impulsados por fuerzas antagónicas: aquellas que buscan la inhibición y aquellas que buscan la gratificación.

Topografía de la Psiquis (Primera Tópica)

Inconsciente
Preconsciente
Consciente

Formas de Actuación Psíquica

Proceso Primario: Rige el Inconsciente. Se caracteriza por la ausencia de lógica, tiempo y espacio.
Proceso Secundario: Rige el Consciente y Preconsciente. Se basa en la lógica y la realidad.

Características del Inconsciente

Ausencia de cronología: solo se reconoce el presente.
Ausencia del concepto de contradicción.
Lenguaje simbólico.
Se expresa en actos fallidos, lapsus, sueños, síntomas, etc.
Predominio del principio del placer.

Estructura de la Personalidad: La Segunda Tópica

Dentro de estos campos operan tres instancias fundamentales que componen la estructura de la personalidad: El Ello, El Yo y El Superyó.

Instancia	Principio Rector	Características
Ello	Principio de Placer	Irracional e Inconsciente. Integrado por impulsos instintivos (instintos de vida y de muerte). Es el reservorio de la energía psíquica.
Yo	Principio de Realidad	Racional y Consciente (aunque tiene partes inconscientes). Mediador entre el Ello y el Superyó.
Superyó	Principio de Perfección	Conciencia moral y Yo ideal (el deber ser). Representa las normas sociales y parentales internalizadas.

Culpa y Conflicto

El conflicto surge cuando la conducta del individuo entra en pugna con las exigencias del Superyó.

Existe una relación antagónica y conflictiva entre las tres instancias. El Yo se encuentra constantemente presionado por lo que Freud denominó los “Tres Severos Amos”:

La Realidad Externa
El Superyó
El Ello

Pulsiones y Libido

Pulsiones (Energías Innatas)

Las pulsiones son fuerzas o energías innatas que impulsan la conducta humana:

Eros: El instinto de vida. Abarca las pulsiones de autoconservación y las sexuales.
Tánatos: El instinto de muerte. Responsable de la agresividad, la destrucción y la tendencia al retorno a un estado inorgánico.

Líbido

La Líbido es la energía puesta al servicio de los instintos de vida (Eros). Es la energía dinámica del instinto sexual.

El fin hacia el que tienden los instintos sexuales es el placer y la descarga tensional.
Por sexual debe entenderse todo aquello que tenga como meta el placer corporal.
Su fuente está en las tensiones biológicas, siendo la sexual la más importante.
El Ello es el principal reservorio de esta energía.
La mayor parte de la energía sexual deriva de las zonas erógenas.

Etapas del Desarrollo Psicosexual

Freud describió el desarrollo de la personalidad a través de una serie de etapas ligadas a la zona erógena predominante:

Etapa Oral (0 a 12 o 18 meses): La zona erógena es la boca, los dientes y la lengua. El placer se obtiene a través de la succión y la alimentación.
Etapa Anal (12 o 18 meses a 3 años): Los bebés encuentran placer al controlar sus evacuaciones (retención y expulsión).
Etapa Fálica (3 a 6 años): El niño obtiene placer en la región genital. En esta etapa aparece el Complejo de Edipo (o de Electra en niñas).
Etapa de Latencia (6 años a la pubertad): Período de relativa calma sexual, donde la energía libidinal se sublima hacia el aprendizaje y la socialización.
Etapa Genital (Pubertad en adelante): Marca la entrada a una sexualidad madura y la búsqueda de relaciones sexuales adultas.

Mecanismos de Defensa del Yo

Los mecanismos de defensa son estrategias inconscientes utilizadas por el Yo para protegerse de la ansiedad generada por los conflictos entre el Ello, el Superyó y la Realidad.

Desplazamiento: Se refiere a la redirección de un impulso (habitualmente una agresión) hacia una persona o un objeto menos amenazante que el original.
Ejemplo: Alguien que se siente frustrado con su jefe y, al llegar a casa, le suelta una patada a su perro o a un mueble.
Represión: Es el mecanismo fundamental. Proceso por el cual el Yo borra eventos y pensamientos que serían dolorosos si se mantuvieran en el nivel consciente, ya que la satisfacción de la pulsión reprimida resulta inconciliable con las exigencias del Superyó o de la realidad.
Regresión: Cualquier retroceso a situaciones o hábitos anteriores, un retorno a patrones de comportamiento inmaduro.
Ejemplo: Un joven al que no se le permite salir grita y hace berrinche ante sus padres como si fuera un menor de edad.
Formación Reactiva: Los impulsos no solo se reprimen, sino que, además, se controlan exagerando el comportamiento opuesto. Se sustituye un pensamiento doloroso o inaceptable por otro más agradable o socialmente deseable.
Ejemplo: Una persona enfadada con un amigo, pero le dice que todo está correcto y lo trata con excesiva amabilidad para evitar la discusión o reconocer su hostilidad.
Sublimación: Es similar al desplazamiento, pero el impulso se canaliza hacia una forma socialmente más aceptable. Una pulsión sexual o agresiva se sublima hacia objetos valorados positivamente por la sociedad, como la actividad artística, la física o la investigación intelectual.
Proyección: Tendencia de los individuos a atribuir (proyectar) sus propios pensamientos, motivos o sentimientos inaceptables hacia otra persona. Las proyecciones más comunes suelen ser comportamientos agresivos o fantasías sexuales socialmente no aceptadas.
Ejemplo: Una chica molesta con su compañera, pero cuyo Superyó le dice que ese odio es inaceptable. Puede resolverlo pensando que es la otra persona la que la odia.
Negación: Mecanismo donde el sujeto bloquea eventos externos para que no formen parte de la consciencia y trata aspectos evidentes de la realidad como si no existieran.
Ejemplo: Un fumador que niega que fumar pueda provocar serios problemas para la salud, manejando su hábito al naturalizarlo y negar sus efectos nocivos.
Aislamiento: Mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos, separando una idea intolerable para el Yo de las emociones que produce, como una forma de soportar y tolerar mejor los hechos.
Ejemplo: Relatar un episodio traumático con toda normalidad, igual que si se hablara del tiempo o de cualquier otro asunto trivial.
Condensación: Mecanismo por el cual ciertos elementos del inconsciente (contenido latente) se reúnen en una sola imagen u objeto durante el sueño. Concentra varios significados en un único símbolo. La condensación hace que el relato del contenido manifestado sea mucho más breve que la descripción del contenido latente.
Racionalización: Se sustituye una razón real que no es aceptable por otra que resulte aceptable. Es decir, se cambia la perspectiva de la realidad a través de ofrecer una explicación diferente y lógica (aunque falsa) para justificar una conducta o un fracaso.
Ejemplo: Una mujer que sufre tres fracasos amorosos consecutivos por falta de autoconfianza, concluye tras la última ruptura: “Ya sabía que este hombre era un perdedor” o “Desde el primer momento supe que este hombre no me convenía”, en lugar de afrontar la causa real.