Giro Supramarginal: Funciones Cerebrales, Lenguaje y su Vínculo con la Esquizofrenia

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Giro Supramarginal: Definición y Ubicación Cerebral

El giro supramarginal es una de las circunvoluciones o pliegues visibles de la corteza cerebral. Se encuentra situado en el lóbulo parietal inferior, justo por encima de la cisura de Silvio y en estrecha vinculación con el giro angular y el área de Wernicke. Esta circunvolución está presente a nivel bilateral (es decir, hay una en cada hemisferio cerebral) y posee una gran importancia para la ejecución de procesos cognitivos complejos.

El lóbulo parietal está vinculado a una gran cantidad de funciones básicas en nuestro día a día, como el lenguaje (tanto a nivel oral como escrito), la percepción auditiva, y participa en aspectos como la orientación y la memoria. Las funciones que realiza la corteza del lóbulo parietal se vinculan principalmente a la percepción sensorial y al procesamiento e integración de la información obtenida por los sentidos.

La integración de información es una de las funciones clave del giro supramarginal, considerándose un área de asociación donde se integran datos procedentes de otras regiones del cerebro.

Funciones Clave del Giro Supramarginal

El giro supramarginal es un área cerebral de gran importancia que, si bien es esencialmente conocida por su papel en el lenguaje, tiene diversas funciones.

  1. Lectoescritura

    Una de las funciones más conocidas del giro supramarginal es la de permitir, junto al giro angular, la lectoescritura. Para poder leer y escribir, necesitamos integrar material visual y sonoro, asociando fonemas y grafemas (los sonidos y las letras que los representan). Ambos giros, el angular y el supramarginal, también permiten asociar la representación visual con su significado. Esta función, junto con las áreas de Broca y Wernicke y el giro angular, convierte al giro supramarginal en una de las principales estructuras cerebrales implicadas en el lenguaje.

  2. Memoria de Trabajo

    Se ha demostrado que, además de su papel en el lenguaje, el giro supramarginal tiene conexiones con la corteza prefrontal dorsolateral, lo que lo convierte en un área relevante para la actualización de la memoria de trabajo.

  3. Aprendizaje

    También se ha observado que el giro supramarginal participa en la adquisición de habilidades, especialmente aquellas que implican movimiento. Aunque no está completamente confirmado, se sospecha que es capaz de registrar información sobre la posición de las extremidades basándose en el recuerdo de eventos anteriores.

  4. Percepción Táctil

    El giro supramarginal se ha vinculado no solo al lenguaje y a aspectos cognitivos, sino también a la percepción de estímulos táctiles, concretamente a su reconocimiento.

Trastornos y Patologías Asociadas al Giro Supramarginal

La alteración o lesión de esta región cerebral puede tener diferentes repercusiones de severidad variable, observándose alteraciones en el giro supramarginal en pacientes con diversos trastornos.

  1. Afasia

    Es frecuente encontrar afectaciones o alteraciones en esta área en pacientes con afasia. Se entiende como tal el trastorno en el que se dificulta o imposibilita la comprensión y/o expresión del lenguaje, provocado por una lesión cerebral. El tipo de afasia en el que es más común que se dé un daño en el giro supramarginal es la de conducción, en la que la repetición de palabras resulta dañada a pesar de que la comprensión y expresión del lenguaje permanecen inalteradas.

  2. Alexia

    Dado que el giro supramarginal es una de las principales zonas, junto con el angular, para la integración entre material visual y auditivo, su lesión o disfunción se vinculan a la alexia, que implica severas dificultades para interpretar o leer un texto. De este modo, una lesión en el giro supramarginal supondrá una presumible alteración en la capacidad de leer al no poder asociar correctamente la representación visual con su significado.

  3. Negligencia Corporal

    Como hemos mencionado, el giro supramarginal no solo está implicado en el lenguaje, sino que también realiza otras funciones. Asimismo, alteraciones en el giro supramarginal también pueden provocar la presencia de negligencia espacial a nivel del propio cuerpo. También pueden aparecer problemas en el correcto funcionamiento de la memoria de trabajo.

  4. Esquizofrenia

    Además, también aparecen alteraciones del giro supramarginal en algunos trastornos mentales. Por ejemplo, se observa una relación entre esta área y las alucinaciones auditivas en la esquizofrenia, existiendo una correlación entre el tamaño del giro supramarginal y la gravedad de estas.

La Esquizofrenia: Tipos y Características

La esquizofrenia es un grupo de trastornos psiquiátricos graves que, al contrario de lo que mucha gente cree, no tienen por qué parecerse entre sí. Los tipos de esquizofrenia han servido durante mucho tiempo para determinar la salud mental de los pacientes que presentan los síntomas, aunque reconocerlos y distinguirlos no es sencillo.

  1. Esquizofrenia Catatónica

    Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por las graves alteraciones psicomotoras que presenta el paciente. Estas alteraciones patológicas no siempre son las mismas, aunque las principales son la inmovilidad y la rigidez cérea, en las que la persona mantiene los músculos tensos de manera que parece una figura de cera (de ahí el nombre del síntoma), la incapacidad de hablar y la adopción de posturas extrañas estando de pie o en el suelo.

  2. Esquizofrenia Paranoide

    En este caso, los síntomas tienden a ser más psíquicos que motores; de hecho, las personas con esta clase de esquizofrenia no tienen fallos en la capacidad motora o del habla. Entre estas señales de alteración en las funciones psíquicas se encuentra la manía persecutoria, es decir, la creencia de que otras personas quieren hacernos daño en el presente o en un futuro.

  3. Esquizofrenia Simple

    Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por los procesos mentales disminuidos, y no tanto por los excesos inusuales de actividad mental. Las personas que presentaban este tipo de esquizofrenia mostraban muchas formas de inhibición, aplanamiento afectivo, poca comunicación verbal y no verbal, etc.

  4. Esquizofrenia Residual

    Esta categoría se usaba para clasificar los casos en los que, habiendo existido un brote de esquizofrenia en el pasado, en el presente los síntomas positivos son muy moderados y de baja intensidad, mientras que lo que más llama la atención son los «restos» de síntomas negativos que han quedado. Así pues, para entender este tipo de esquizofrenia es muy importante tener en cuenta el factor tiempo y realizar comparaciones entre el antes y el después.

  5. Esquizofrenia Desorganizada o Hebefrénica

    Su característica principal es el modo desordenado en el que aparecen las acciones, en comparación con el resto. Su conducta es caótica y no está organizada alrededor de temas que se mantienen en el tiempo; es decir, no se construye una narrativa más o menos coherente que dé pie a la manía persecutoria o las alucinaciones que se tienen, por ejemplo. La persona muestra desorganización en sus estados emocionales, en lo que dice y/o en su forma de moverse.

  6. Esquizofrenia Indiferenciada

    Esta es una categoría «cajón de sastre» para clasificar aquellos casos que no encajan en los criterios diagnósticos del resto de tipos de esquizofrenia. Por ello, no se puede considerar un tipo de esquizofrenia consistente.