Hermeneutica diálogica

Hermetismo


Otro punto de vista afirma que lo hermético viene de la escuela instituida en Egipto y que debe su nombre a su fundador, Hermes Trismegisto. Quedando así para la historia el concepto de lo hermético –la enseñanza ocultista de una escuela, lo secreto- como aquello que sólo se revela a un grupo de miembros militantes de una doctrina, tal como se pretendía en esta escuela. Hermetismo es, por ende, lo secreto, lo no revelado, lo cerrado o encerrado, lo no accesible ni público, lo oculto e incluso, lo que está –por mágico o irrazonable- más allá de la comprensión simple. Así, la hermenéutica es el estudio del significado de cualquier símbolo oculto detrás de algo, principalmente de la palabra y un intento de minimizar la enajenación del lenguaje. La hermenéutica intenta descifrar el significado detrás de la palabra y, con ello, intenta la exégesis de la razón misma sobre el significado. Muchos escritos son atribuidos a Hermes Trismegisto por lo que parecen ser, para los egipcios, muy antiguos.1 Durante el medievo y el renacimiento, los documentos que le fueron atribuidos a Hermes, se conocieron como “hermética” e influyeron en los alquimistas y magos de la época. Por otra parte, la frase o término «sellado herméticamente», hacía referencia a los conjuros que protegían mágicamente cualquier objeto. La hermenéutica es una herramienta del intelecto definida como la exégesis de la razón misma, ligada inevitablemente a la razón y por ello a la palabra.
La necesidad de una disciplina hermenéutica está dada por las complejidades del lenguaje, que frecuentemente conducen a conclusiones diferentes e incluso contrapuestas en lo que respecta al significado de un texto. El camino a recorrer entre el lector y el pensamiento del autor suele ser largo e intrincado. Ello muestra la conveniencia de usar todos los medios a nuestro alcance para llegar a la meta propuesta.
Evémero de Mesene (siglo IV a. C.) realizó el primer intento de interpretar racionalmente las leyendas y mitos griegos reduciendo su contenido a elementos históricos y sociales (evemerismo). En el siglo VI a. C. Teágenes de Regio intentó una empresa parecida para interpretarlos de forma alegórica y extraer su sentido profundo.


Hermenéutica y Teología
Pero el origen de los estudios hermenéuticos se encuentran realmente en la [teología] cristiana, donde la hermenéutica tiene por objeto fijar los principios y normas que han de aplicarse en la interpretación de los libros sagrados de la Biblia, que, como revelados por Dios pero compuestos por hombres, poseían dos significados distintos el literal y el espiritual, este último dividido en tres el anagógico, el alegórico y el moral
El sentido literal es el significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exégesis filológica que sigue las reglas de la justa interpretación
Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se fundan sobre el sentido literal.
• El sentido espiritual, infuso por Dios en el hombre según la creencia cristiana, da un sentido religioso suplementario a los signos, dividido en tres tipos diferentes
o El sentido alegórico, por el que es posible a los cristianos adquirir una comprensión más profunda de los acontecimientos reconociendo su significación en Cristo; de esa manera el paso del mar Rojo simboliza la victoria de Cristo y el bautismo. (cf 1 Pablo a los colosenses 10,2).
o El sentido moral, por el cual los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducir a un obrar justo; su fin es la instrucción (1 Co 10, 11; cf Pablo a los hebreos 3-4,11).
o El sentido anagógico (o sentido místico) por el cual los santos pueden ver realidades y acontecimientos de una significación eterna, que conduce (en griego anagogue) a los cristianos hacia la patria celestial. Así, la Iglesia en la tierra es signo de la Jerusalén celeste. (cf Apocalipsis21,1-22,5)
La hermenéutica.

Gadamer


La hermenéutica, que empezó siendo una mera técnica de interpretación de textos literarios, teológicos y jurídicos, adopta una nueva dirección en el siglo XIX con Schleiermacher y Dilthey. Su consolidación llega con Gadamer, que libera a la hermenéutica de las ataduras psicologistas e idealistas para convertirla en una tarea encaminada a desvelar los misterios de la comprensión de un sentido compartido inmerso en el diálogo, los textos y la historia.
La comprensión
Gadamer, siguiendo la línea de Heidegger, plantea por primera vez la sistematización de una hermenéutica general como el arte del comprender mismo.
• La comprensión consiste en un rescate del sentido que comparten los seres humanos en el ámbito de la historia y la tradición.
• La comprensión existe siempre en el seno de la tradición, porque en su interior se desarrolla una dinámica a la que merece la pena prestar atención.
• La comprensión es un proceso de interpretación que se encuentra en el horizonte de la conciencia histórica.
El diálogo
Por medio de la categoría de diálogo, Gadamer expresa el dinamismo a través del cual podemos transitar desde la tradición hacia la historia. El diálogo permite visualizar el contenido de la tarea hermenéutica y el horizonte desde el que podemos entender la comunicación humana y sus realizaciones. Lo que persigue Gadamer es integrar el monólogo de las ciencias particulares en el diálogo de la existencia comunicativa.
El diálogo tiene una estructura precisa que es el juego de la pregunta y la respuesta.
• La pregunta
Preguntar es la forma inicial de producir conocimiento. La pregunta modela y configura el territorio en el que la respuesta habrá de resultar inteligible. Con la pregunta, aquello sobre lo que se quiere saber se sitúa bajo una determinada perspectiva. Preguntar significa poner al descubierto lo dado y proponer un recorrido en dirección al conocimiento.
• La respuesta
La pregunta nos indica dónde hay que encontrar las respuestas y revela una actitud proclive a la sorpresa. Cuando se dirige la pregunta a un texto, la respuesta es estar dispuesto a dejarse decir algo por el texto. El sujeto que lee tiene que estar dispuesto a escuchar lo que le dice y revela el texto. El horizonte de la pregunta contiene muchas respuestas posibles, de ahí la importancia de comprender los interrogantes para avanzar en el descubrimiento de las respuestas.
Interpretación y tradición
Gadamer ha desarrollado una teoría hermenéutica en la cual la historia y la tradición desempeñan un papel clave para captar el verdadero sentido de la comprensión. Según Gadamer, no existe un lugar exterior a la historia desde el cual quepa pensar la identidad de un problema en la evolución de los intentos históricos por resolverlo. La comprensión hay que considerarla desde dentro, pues se trata de un diálogo en el seno de la tradición. Así, se observan dos aspectos
• La interpretación de una tradición es parte de esa tradición, y esto significa que una tradición sólo se puede interpretar desde ella misma.
• La tradición no es una fatalidad ni actúa como un límite restrictivo; representa una forma de superación histórica en tanto en cuanto pueden inaugurarse nuevos caminos. La tradición no entra en conflicto con la razón, sino que encuentra su poder y su dignidad cuando se funda en la racionalidad. La tradición tiene una dimensión conservadora, pero preservar la tradición significa para Gadamer un acto tan libre y tan racional como tratar de eliminarla.
La oposición entre tradición y libertad no existe cuando la tradición se afirma y se asume mediante su cultivo, su justificación y su cuidado.
Los prejuicios y la tradición
El concepto de tradición está cargado de connotaciones negativas, como es su emparejamiento con los prejuicios. Desde la perspectiva ilustrada, los prejuicios representan un obstáculo en el desarrollo de la ciencia moderna y en la evolución del conocimiento objetivo. Gadamer, por el contrario, asume la importancia de los prejuicios. Las razones que esgrime son
• Los prejuicios forman parte de las tradiciones y son el contenido de ellas.
• Afirmar que los hombres se hallan instalados en prejuicios quiere decir que residen en una tradición histórica en la que han nacido y se han desarrollado, y dentro de la cual es posible el diálogo y la comunicación.
• Los prejuicios y las tradiciones son los elementos básicos para configurar un nuevo modo de comprensión que trata de articularse con la idea de razón.
• Los prejuicios y la tradición no cierran necesariamente el campo de la comprensión, sino que más bien abren y ofrecen nuevas posibilidades para acceder al sentido de todas nuestras experiencias.
• La relación entre la tradición y los prejuicios representa la condición del hombre fuera de la cual no es posible entenderla. El que se sale de la relación vital con la tradición destruye el verdadero sentido de ésta.
• En la medida que la tradición abre nuevos caminos dentro del acontecer histórico al que pertenecemos, constituye un momento de la libertad y de la historia mismas.


Educación y hermenéutica
La educación se encuentra vinculada permanentemente a una dinámica política extrema. Por lo tanto, es inevitable que ciertas tomas de posición orienten el esquema pedagógico manejado por los docentes, puesto que el humano es un ente político, y ve determinado su ser por relaciones sublimadas de fuerza y poder en cada aspecto de su realidad. Esto se manifiesta claramente en los contenidos de los planes de estudio oficiales, manejados en las instituciones educativas. La administración gubernamental en turno, de acuerdo a su tendencia del espectro político, enfoca de manera diferente los temas abordados en las aulas, determinando significativamente la formación educativa y el criterio social de las nuevas generaciones.
Por ejemplo, en la enseñanza de la historia, en cada oportunidad, en cada ciclo escolar, se aborda el estudio de las mismas figuras, las mismas personalidades que construyeron determinada nación.
Mismos héroes, hazañas diversas
Sin embargo, dependiendo si el partido en el poder se orienta hacia una izquierda política, o hacia una ideología de derechas, los héroes nacionales que se destacan son diferentes ya puede ser un caudillo liberal y progresista, ya puede ser un sólido baluarte conservador. Identidad y diferencia un solo mundo, pero pluralizado en la alteridad. Tal es la relevancia de la interpretación en los fenómenos educativos.
Educación como interpretación
Esta circunstancia no es totalmente desaprovechable la objetividad es un mito, ya que como Nietzsche y los posestructuralistas ponderarían, no existen hechos, solo interpretaciones. Tal vez, incluso, el máximo valor de las instancias escolares se manifieste precisamente en esta capacidad para abordar hermenéuticamente todas las materias escolares.
Y es que se tiene la tendencia a manejar desde una perspectiva cientificista y ciertamente obsoleta, los tópicos establecidos para los escolares, buscando una certeza lógico matemática que se encuentra fuera de lugar en la mayoría de los casos, por mor de su abstracción excesiva y lastrante. En contraste, una pedagogía hermenéutica concientizaría a los educandos acerca de la posibilidad y la capacidad inextinguible de su intelecto vital, para poder construir libertad interpretando de una manera siempre abierta los acontecimientos y hechos abordados en los libros de texto.
Además, la perspectiva manejada por el profesor puede dar una pauta didáctica, pero solo para ser confrontada por el punto de vista particular de cada alumno la educación debe ser un proceso esencialmente dialogal, agonístico, latiente y sensible. El mundo es una construcción masiva y activa, en la que todos tienen el derecho a participar, y no hay aspecto alguno de la realidad que no pueda ser contemplado de maneras inéditas y provechosas.