Herramientas Sostenibles para Empresas y Destinos Turísticos
Instrumentos Ecológicos para Empresas y Destinos Turísticos
Existe una amplia gama de instrumentos voluntarios para orientar a las empresas y los destinos turísticos hacia un turismo sostenible. Todos ellos son compatibles entre sí y pueden ser utilizados tanto por empresas turísticas como por municipios como elementos de marketing para mejorar su imagen, diferenciarse y ser más competitivos.
1) Códigos de Conducta
Los códigos de conducta son una medida para aumentar la conciencia sobre los impactos negativos originados por la actividad empresarial. Son guías y recomendaciones que la misma empresa y la administración local establecen como líneas de actuación deseables para afrontar los problemas ocasionados. Estos compromisos voluntarios suelen ser preferidos por las empresas como alternativa a la regulación medioambiental y, a veces, se proponen para anticiparse a la imposición legal.
Desde los años noventa ha surgido una gran variedad de códigos de conducta ambientales dirigidos al sector turístico, como por ejemplo las “Directrices Medioambientales” del Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Son documentos breves que, con unos principios básicos, resumen las principales prácticas compatibles con el desarrollo y la gestión sostenible del turismo. Los temas recurrentes en la mayoría de los códigos son:
- Compromiso global con el medio ambiente: Los códigos incluyen el compromiso de que el desarrollo del turismo debe ser sostenible y tomar en consideración todos los aspectos del entorno natural y humano.
- Reconocimiento de la responsabilidad global: Señalan que el sector privado debería aceptar la responsabilidad sobre el impacto ambiental del desarrollo turístico y debería emprender acciones correctoras en los casos necesarios.
- Consideración del medio ambiente en la planificación y desarrollo del sector: Si el turismo ha de desarrollarse como actividad sostenible, debe ser integrado en las políticas territoriales. Esto significa, por ejemplo, incorporar conceptos de sostenibilidad en las fases de diseño y construcción de nuevos proyectos, o incluso proteger determinadas áreas de un desarrollo adicional.
- Prácticas de gestión ambiental: Casi todos los códigos hacen referencia a prácticas de gestión dirigidas a minimizar tanto el consumo de agua y energía como la generación de residuos, a través de auditorías ambientales.
- Cooperación con otros sectores: Los códigos enfatizan la importancia de una cooperación efectiva entre los sectores público y privado, así como entre los diferentes ámbitos que componen la actividad turística e, incluso, entre los diversos sectores económicos a escala municipal.
- Conciencia pública: En muchos códigos hay el compromiso de aumentar la conciencia sobre la importancia de un turismo responsable ambientalmente.
2) Guías de Buenas Prácticas
Las guías de buenas prácticas son instrumentos para mejorar la gestión ambiental de un establecimiento –sobre todo hotelero y de restauración– o un municipio turístico, a través de la aplicación de una serie de medidas. Se trata de establecer unas líneas de actuación para reducir los impactos mediante una gestión eficiente.
La ventaja de este instrumento es su bajo coste económico, ya que existen muchas actuaciones que, sin coste alguno o pequeño, alcanzan un efecto considerable sobre la calidad ambiental y el balance económico de la empresa. Además, son una herramienta flexible, ya que las buenas prácticas pueden adaptarse a cada situación particular y graduarse según el ritmo de implantación deseado.
En general, no precisan experiencia previa por parte de la empresa y pueden ser utilizadas como un primer paso o complemento para cumplir los criterios de una ecoetiqueta, una ecoauditoría, e incluso una Agenda 21. El éxito de muchas actuaciones depende de la aceptación y participación de los clientes alojados en el hotel, por ello es necesaria una buena comunicación para que el cliente entienda el compromiso ambiental de la empresa.
En este sentido, existen numerosas guías de buenas prácticas y, entre las de carácter internacional más importantes, cabe mencionar el “Paquete de acción ambiental para hoteles”, de la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes (IH&RA) del año 1995.
3) Ecoetiquetas
Las ecoetiquetas son un instrumento voluntario que va ganando interés dentro de la actividad turística. Otorgan un distintivo a los productos o servicios que, en comparación con otros que cumplen la misma función, son menos perjudiciales para el medio ambiente. El consumidor puede reconocer en un producto o servicio ecoetiquetado que éste cumple unas rigurosas especificaciones ambientales exigidas por el organismo otorgador, y considerar esta información en su decisión de compra o consumo.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sus principales objetivos en el sector turístico se resumen en cuatro puntos:
- Aumentan la conciencia ambiental de las partes interesadas en el turismo: empresarios, autoridades y consumidores.
- Pueden servir para implicar a las numerosas pequeñas y medianas empresas del sector en actividades ambientales.
- Pueden mejorar el comportamiento ambiental del sector turístico respecto a objetivos determinados.
- Suministran información ambiental para consumidores y, de esta manera, les ayudan a tomar decisiones.
La mayoría de las ecoetiquetas surgieron en los años noventa como etiquetas de ámbito local o regional promocionadas en gran parte por asociaciones empresariales. Las que controlan el proceso y otorgan la etiqueta son empresas privadas, de servicios de auditoría; por lo tanto, el prestigio de cada etiqueta estará en función de la propia actuación de cada empresa.