Historia y Corrientes de la Terapia Conductual y Cognitivo-Conductual
Evolución Histórica de las Terapias Conductuales y Cognitivo-Conductuales
Antecedentes (hasta 1938)
En esta etapa, los tratamientos se basaban en rituales y dictados religiosos, así como en códigos legales o morales. Se observó el desarrollo de las leyes del condicionamiento clásico de Pavlov y la formulación de la ley del efecto por Thorndike. Watson propuso cómo debía ser la psicología, y su trabajo con Rayner (inducir fobia al niño Albert) fue seminal. Mary Cover Jones logró reducir la fobia a los conejos del niño Peter mediante condicionamiento directo. Mowrer desarrolló el método de alarma (pipí-stop) para la enuresis.
Surgimiento y Desarrollos Iniciales (1938-1958)
Este periodo vio el surgimiento de las teorías neoconductistas del aprendizaje de Hull, Guthrie, Tolman y Skinner, quienes formularon leyes específicas del comportamiento. Los efectos de la Segunda Guerra Mundial generaron una gran demanda de profesionales y una insatisfacción con los resultados de las terapias existentes. El trabajo de Eysenck señaló que la efectividad de la psicoterapia en el tratamiento de las neurosis no era superior a la recuperación espontánea. En EE. UU., Skinner aplicó el condicionamiento operante a personas con esquizofrenia o retraso mental. En Sudáfrica, Wolpe, Rachman y Lazarus destacaron con tratamientos para fobias y ansiedad, sobresaliendo la Desensibilización Sistemática (DS) de Wolpe. En Inglaterra, Eysenck informó sobre la ineficacia de la psicoterapia tradicional. Shapiro enfatizó la importancia de la metodología de investigación, impulsando técnicas derivadas de la psicología experimental del aprendizaje. El Hospital Maudsley se convirtió en un centro de investigación de estas técnicas.
Etapa de Consolidación (1958-1970)
Esta etapa se caracterizó por una sólida fundamentación teórica. El énfasis se puso en las conductas observables, sin considerar conceptos internos subyacentes. El modelo Estímulo-Respuesta-Consecuencia (E-R-C) y el análisis funcional se convirtieron en la base para la explicación de los trastornos. Se priorizó la demostración objetiva de los resultados del tratamiento y los cambios conductuales verificables. Hubo una fuerte interacción entre los resultados experimentales, las teorías del aprendizaje y las aplicaciones prácticas. Una limitación fue la necesidad de que las intervenciones guardaran una relación próxima con la psicología del aprendizaje animal. Se desarrollaron modelos explicativos de trastornos y programas de tratamiento simples. Esta etapa se extiende hasta la consolidación de las Terapias de Modificación de Conducta (TMC).
Etapa de Expansión (1970-1990)
En este periodo, se dio mayor importancia a los patrones explicativos de consistencias comportamentales y a la fundamentación metodológica. Se produjo un auge de las TMC: si una técnica mostraba eficacia metodológica de forma empírica, se consideraba válida como TMC. Se desarrollaron nuevas técnicas cognitivas, técnicas de autocontrol (de gran importancia), modelado, biofeedback y entrenamiento en habilidades sociales. Las TMC se expandieron a todo tipo de áreas. Hubo una reducción en la interrelación entre investigación-teoría y aplicaciones, y una menor dependencia de la psicología del aprendizaje. Se valoró la demostración de que una técnica funcionaba, incluso si no se comprendía completamente el «porqué».
Etapa de Reconceptualización (1990-Actualidad)
Esta etapa se caracteriza por las críticas a las TMC y la necesidad de unirse a modelos explicativos más amplios. El esquema E-R-C se amplía a Estímulo-Organismo-Respuesta-Consecuencia (E-O-R-C), donde «O» puede representar una predisposición genética o un hábito. Las explicaciones de trastornos y tratamientos no son aún numerosas, pero esta es una vía en desarrollo. Se otorga mayor importancia al contexto ambiental, al autocontrol, a la generalización de resultados, a la prevención y a la colaboración con otros profesionales y paraprofesionales.
Principales Orientaciones en la Terapia Cognitivo-Conductual
Análisis Conductual Aplicado (ACA)
El Análisis Conductual Aplicado es la aplicación del análisis experimental de la conducta a la modificación de conductas anormales. Se basa en el modelo de caja negra skinneriano (E-R-C). Su aplicación es frecuente en personas con capacidad cognitiva limitada o deteriorada y en ambientes sociales o institucionales. Sus limitaciones incluyen la reducción de las conductas que abordan (ya que consideran solo conductas manifiestas), la dificultad para mantener el cambio de conductas, la dificultad de generalización y la necesidad de entrenar a las personas que conviven con el paciente.
Orientación Conductual Mediacional
Esta orientación considera variables mediacionales o constructos hipotéticos para explicar y controlar conductas anormales. Las variables más importantes son la ansiedad y el miedo. Los procedimientos se derivan principalmente del condicionamiento clásico. Sus limitaciones radican en la falta de objetividad o fiabilidad de estas variables internas.
Orientación Basada en el Aprendizaje Social
Esta perspectiva resalta el papel activo de la persona en interacción con el medio, donde la conducta de la persona modifica el medio. Propone un determinismo recíproco entre el medio y el sujeto. La propuesta teórica de regulación de la conducta establece que los estímulos externos afectan a la conducta por condicionamiento clásico (CC), las consecuencias de la conducta ejercen influencia por condicionamiento operante (CO), y los procesos cognitivos actúan como mediadores. Se da gran importancia a la autorregulación y el autocontrol. Las críticas se centran en los problemas metodológicos que conlleva manejar una hipotética variable mediacional.
Orientación Cognitiva y Cognitivo-Conductual
Esta orientación subraya la importancia de los aspectos cognitivos para regular las conductas, entendiendo que la actividad cognitiva determina el comportamiento. El objetivo es la identificación y modificación de los aspectos cognitivos subyacentes. Las corrientes principales incluyen:
- Psicoterapias racionales.
- Técnicas para desarrollar habilidades de afrontamiento y manejo de situaciones problema.
- Técnicas de solución de problemas.
- Técnicas de condicionamiento encubierto.
Nuevas técnicas cognitivas destacadas son la Terapia Racional Emotiva (TRE), la inoculación de estrés, la solución de problemas, la sensibilización encubierta, el modelado encubierto, la intención paradójica y las autoinstrucciones, entre otras. Las limitaciones se relacionan con la necesidad de clarificar la relación entre los factores cognitivos y las conductas emocionales y motoras manifiestas, así como una escasa fundamentación teórica en algunos aspectos.
Situación Actual: Integración
La situación actual se caracteriza por la integración de orientaciones, donde los profesionales no se centran en una orientación exclusiva. Existe la necesidad de considerar no solo las conductas cognitivas, sino también los procesos básicos implicados en la génesis, desarrollo y modificación de los trastornos.