Importancia de la empresa y el pensamiento estratégico en la organización

Se dice que la empresa es un organismo u organización: una estructura interna, cierta distribución de elementos en un determinado orden interno, independencia de la forma jurídica que adopte.

Objetivo de la empresa: Producir bienes o prestar servicios que satisfagan o respondan a una necesidad de la comunidad.

Organización es un sistema de actividades conscientemente coordinadas, formado por dos o más personas, cuya cooperación recíproca es esencial para la existencia de aquella.

Una organización sólo existe cuando: Hay personas capaces de comunicarse, están dispuestas a actuar conjuntamente, desean obtener un objetivo común.

Existe una gran variedad de organizaciones: Empresas industriales, comerciales, organizaciones de servicio (bancos, universidades, hospitales), organizaciones militares, públicas (ministerios).

Necesidades que las organizaciones pueden ayudar a satisfacer: Emocionales, espirituales, intelectuales, económicas.

Un sistema puede definirse como un conjunto de elementos, dinámicamente relacionados, en interacción, que desarrollan una actividad, para lograr un objetivo o propósito, operando con datos, energía o materia, unidos al ambiente que rodea al sistema.

La clave para competir con éxito está en la estrategia, no en el plan; y para ello se requiere tener verdadero pensamiento estratégico (planificar, estrategia).

¿Qué es el pensamiento estratégico empresarial? El pensamiento estratégico es aquel que se fija un objetivo, analiza los medios que tiene para alcanzarlo y los organiza para lograr el fin. Estratégico tiene en cuenta todos los factores que hay a su alrededor y no se centra únicamente en la consecución de una actividad, sino que engloba todas las actividades.

El pensamiento estratégico plantea un objetivo empresarial, analiza los medios que tiene para alcanzarlo y los organiza para lograr el fin.

La estrategia es el engranaje que hace funcionar una empresa u organización. Estamos habituados a escuchar a los directivos de las empresas hablar del plan general o de la estrategia a seguir en ventas o en comunicación.

Características del pensamiento estratégico: se basa en aspectos cuantitativos, no cualitativos. Debe ser realista y exige síntesis. Es analítico. Se cuestiona todo.

El pensamiento estratégico es intrínsecamente pragmático y está caracterizado por su alta volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.

El pensamiento crítico, que proporciona un orden lógico racional al diseño del pensamiento estratégico y a la aplicación de sus objetivos en los distintos niveles de ejecución y conducción, permite identificar los posibles errores cognitivos o sesgos que se pueden cometer.

El desarrollo estratégico de las empresas tiene como fin la configuración de la empresa para hacerla lo más parecida posible a la visión que se ha desarrollado durante el planteamiento estratégico.

Ese chequeo continuo de la empresa permite a la misma el replanteamiento de los desarrollos estratégicos y que se puedan alcanzar nuevos objetivos según van siendo necesarios para adecuarse a la realidad empresarial de cada momento.

Al mismo tiempo, la revisión continua permite las correcciones de errores que existen en el organigrama de la empresa y también los errores de ejecución en los planes.

Porter identificó tres estrategias genéricas para crear en el largo plazo esa posición defendible que sobrepasara el desempeño de los competidores en una industria.

El liderazgo en costos. La diferenciación. El enfoque.

El liderazgo en costos fue una estrategia muy popular en la década de los 70, debido al concepto muy arraigado de la curva de experiencia. Mantener el costo más bajo frente a los competidores y lograr un volumen alto de ventas era el tema central de la estrategia.

La diferenciación fue una segunda estrategia que consistía en crearle al producto o servicio algo que fuera percibido en toda la industria como único.

El enfoque era la tercera estrategia, consistía en concentrarse en un grupo específico de clientes, en un segmento de la línea de productos o en un mercado geográfico.

Estructura de la empresa industrial Las industrias son rentables de acuerdo con ciertas fuerzas competitivas básicas que las afectan, a saber: la rivalidad con competidores existentes, la amenaza de productos o servicios sustitutos, la amenaza de nuevos competidores, el poder de los clientes y el poder de negociación de los proveedores.

Para poder desarrollar una estrategia competitiva es fundamental conocer varios factores: el promedio de la rentabilidad de la industria y de cada uno de los competidores dentro de ella; la estructura de esa industria a largo plazo, cuáles son las barreras existentes para entrar en el negocio; cuán sensibles son los precios a las presiones de los consumidores.