Indicadores para Medir el Tamaño del Sector Público
Indicadores Representativos de la Dimensión del Sector Público
Para medir el peso que alcanza el Sector Público en una economía se utilizan diversos índices, según los tipos de aspectos que se pretendan analizar, que comportan poner en relación diferentes variables significativas del Sector Público y de la economía nacional. Normalmente, en el denominador de este tipo de indicadores se acostumbra a utilizar el Producto Interior Bruto a precios de mercado (PIB pm) como magnitud de referencia, ya que, aunque en algunos casos sería más correcto utilizar la Renta Nacional como elemento de comparación, el hecho de que la cuantificación de esta magnitud requiera tener en cuenta las amortizaciones plantea algunas dificultades a la hora de establecer comparaciones a escala internacional. Como índices utilizados con mayor frecuencia se puede hacer referencia a los siguientes:
- Gastos totales (no financieros) de las Administraciones Públicas / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
- Gastos totales, excluyendo transferencias e intereses / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
- Valor Añadido Bruto / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
- Ingresos tributarios (incluyendo cotizaciones sociales) / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
- Déficit (o superávit) Público / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
- Deuda Pública en circulación / Producto Interior Bruto a precios de mercado.
Gastos totales (no financieros) de las Administraciones Públicas / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Este indicador proporciona una noción global de la presencia del Sector Público en la economía, si bien hay que tener en cuenta que lo que revela es únicamente la parte de la riqueza total generada en un ejercicio económico que es administrada por el Sector Público, sin que eso implique que tiene capacidad de decisión sobre la totalidad de esos recursos. Hay que aclarar que los gastos no financieros no incluyen las operaciones de endeudamiento (que generan un flujo de gastos y de ingresos con un saldo cero a lo largo del tiempo), pero sí que incluyen los gastos generados por intereses de la deuda pública, que forman parte de los gastos corrientes. En definitiva, este primer indicador de síntesis muestra el peso de la actividad del Sector Público en el conjunto de la economía, pero no refleja el consumo final de este sector, ya que en el gasto total se incluyen conceptos como –de forma muy destacada– las transferencias. Tampoco permite apreciar la parte que aporta el Sector Público al PIB (el Valor Añadido Bruto que genera) y, en relación con ello, se ha de tener en cuenta también que una gran parte de los consumos que realiza el Sector Público son producidos por empresas privadas.
Por lo tanto, este índice permite valorar la influencia que tiene el gasto público en los recursos totales de la economía, pero no permite en absoluto conocer cuál es su composición y la manera en la que incide en diferentes aspectos de la actividad económica. En el caso español, el año 2015 este indicador se situó en un valor del 43,3% que –como se puede observar en el cuadro que se incluye en el material complementario– es sensiblemente inferior al que alcanza la media de la Unión Europea y del área del euro.
Gastos totales, excluyendo transferencias e intereses / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Este indicador incluye en el numerador únicamente la parte del gasto público que es realizada directamente por las Administraciones Públicas y, por lo tanto, se puede considerar que representa la proporción de la riqueza generada por la economía sobre la cual el Sector Público tiene una capacidad efectiva para decidir su utilización, ya que el resto –transferencias e intereses– corresponde a pagos comprometidos, en los cuales la decisión última de utilización recae sobre el sector privado. La deducción de los dos conceptos indicados comporta una notable disminución de los recursos que gestiona el Sector Público, de modo que, para el año 2014, si se restan del gasto público total los pagos por pensiones y prestaciones de desempleo y los gastos financieros del Estado, el indicador definido alcanza un valor del 26,9%, es decir, más de 16 puntos porcentuales por debajo del gasto público total.
Valor Añadido Bruto / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Refleja la aportación que efectúa directamente el Sector Público a la creación de riqueza en un sistema económico. Lógicamente, en comparación con el volumen de fondos que gestiona el Sector Público, esta magnitud es muy inferior dado que, como se ha visto, en una cantidad considerable de recursos actúa simplemente canalizándolos hacia sus receptores –pensiones, etc.– y, por otra parte, el grueso de su actividad no corresponde a criterios de mercado. Para el ejercicio de 2014, esta ratio alcanzaba un valor del 13,7%.
Ingresos tributarios (incluyendo cotizaciones sociales) / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Este índice cuantifica la presión fiscal, es decir, la parte de la riqueza nacional que es recaudada por el Estado mediante las diferentes figuras impositivas. Por tanto, incluye únicamente los impuestos –y cotizaciones sociales–, pero no el resto de ingresos, como los procedentes de la venta de bienes y servicios, ingresos patrimoniales, alienaciones, etc. En España, la presión fiscal el año 2014 mantenía un valor del 34,4%, cosa que representa 5,6 puntos porcentuales menos que la media de la UE y 7,1 por debajo de la media del área del euro.
Déficit (o superávit) Público / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Refleja la diferencia entre los ingresos públicos no financieros y los gastos del mismo tipo para un ejercicio económico y las necesidades de financiación que generan en proporción al PIB (ver cuadro incluido en el material complementario).
Deuda Pública en circulación / Producto Interior Bruto a precios de mercado
Este índice cuantifica el grado de endeudamiento acumulado del Sector Público (la deuda pública viva) en relación a la riqueza generada por la economía durante el año de referencia, es decir, el PIB (ver cuadro incluido en el material complementario).
Como puede constatarse con estos indicadores, las interpretaciones que permiten realizar los diferentes ratios presentados hacen posible introducir matizaciones importantes respecto a la manera de valorar la presencia del Sector Público en la economía. Por otra parte, si se contrasta el valor que adopta el primero de los indicadores considerados (Gastos totales no financieros / PIB a precios de mercado) en diferentes países se puede realizar una primera aproximación al peso del Sector Público en sus respectivas economías, teniendo en cuenta en todo caso las restricciones que presenta este índice, antes mencionadas.
Igualmente, con objetivos de análisis más específicos se pueden utilizar indicadores que permiten valorar el esfuerzo realizado por el Sector Público de un país (o bien comparado con otros países) en determinadas funciones, como, por ejemplo, el gasto público en sanidad o en educación con respecto al PIB, los gastos en defensa como proporción del PIB, etc.