Linea del tiempo del origen del castellano

Las gramáticas anónimas de Lovaina de 1555 y 1559

Carlos V, el nieto de los Reyes Católicos, hereda una serie de territorios que, sumando a las conquistas de América, hacen que el castellano sea una lengua que interesa aprender, aunque no había leyes o normas que obligara a la gente a hablarlo. La oficialidad del castellano no se da hasta la Constitución de la República pero no de manera oficial.

En el siglo XVI, el castellano es una lengua de interés, por lo que se editan obras para aprender castellano en lugares como los territorios holandeses. El interés de aprender castellano era un interés utilitario, como actualmente el inglés. Se aprende porque es una lengua que resulta útil. Las gramáticas de Lovaina, son gramáticas para enseñar castellano a extranjeros. Son gramáticas de editor, y editadas en la actual Bélgica. Si se editó otra vez en 1559 es porque se vendían mucho. Estas gramáticas son gramáticas que comparten editor pero no autor. La gramática de 1555 es una gramática trilingüe, es decir, es una gramática castellana explicada en tres lenguas, como el latín y el francés. El latín era para todos aquellos que sabían leer, ya que si tenían acceso a esta obra era porque sabía latín.

Estas obras dan dos datos: en el siglo XVI no se publicaron gramáticas castellanas en España, pero sí en el extranjero y se reedita la gramática en un lapso de cuatro años, lo que refleja su éxito. .

* Prólogo de 1555:

El prólogo de la obra es del editor, y tendrá de extensión una página y poco más. Destaca la utilidad y brevedad de la obra.

El título: Util y breve institution para aprender los principios y fundamentos de la lengua hespañola. El título también estará traducido en latín y en francés. Se piensa que fueron varios traductores.

El nombre de español es un nombre que se generaliza a partir del siglo XVI, es un nombre que en gran medida se le da desde fuera. El autor dice que se llama española porque es la lengua que se habla en todo el estado, pero no es la única lengua del estado, aunque no nombrará cuales son.

Después de hablar del nombre, nos dirá el origen del español, que no es otro que el latín. Este origen del castellano ya lo vemos en Nebrija.
El castellano vendría de la corrupción del latín, es decir, no vendría del latín puro sin más. Después de esto ya no dirá nada más, puesto que es una obra breve y no hace falta más.

En esta obra no están las cuatro partes tradicionales de la gramática, ya que no hay prosodia y la sintaxis solo la define. De hecho, el permiso para publicar la obra, es una obra que enseña verbo y nombre. Está pensada como una obra reducida y lo que se aprende de forma rápido: aprender a leer y a aprender las clases de palabras. La ortografía será muy breve, ya que solo habrá observaciones sobre las letras. La etimología si que se desarrollará.

En esta gramática solo encontramos nueve partes de la oración, y no diez como dice Nebrija. El editor habla de: artículo, nombre, pronombre, verbo, participio, preposición, adverbio, interjección y conjunción. Son las 8 partes tradicionales del latín más el artículo. Del artículo dice que tiene una función gramatical y morfemática, ya que señala el caso y no el género: «es una parte de la oración, que se aiuncta a los nombres, para conocer la variación de los casos. Los quales artículos son de tres géneros, masculino, femenino y neutro». Esto es para lo que sirve el artículo, pero lo que interesa no es definirlo. Después de la definición, nos dará la declinación del masculino, ya que los artículos marcaban el género, por lo que el masculino llevaría el artículo El o del, por ejemplo. El modelo de declinación se sigue utilizando en las obras en castellano. Es el modelo conocido.

No hay consideraciones teóricas, ni sobre el género ni nada. Solo interesa las funciones y cuándo se utilizan, ya que es una gramática práctica. Un ejemplo de esto sería el pronombre, ya que no tenemos ni introducción teórica ni definición. Se ofrece directamente los paradigmas y ciertas observaciones sobres usos concretos. Los clasificará según: primitivos (personales), demostrativos, derivativos (posesivos y ambos, entrambos). Otro ejemplo sería el verbo, donde lo más importante son los paradigmas que ocupan la mayor parte de la obra. Apenas nos da dos páginas sobre teoría gramatical. Su clasificación será en: activos, pasivos y neutros; pero no considera ni la especia ni la figura, frente a Nebrija. Sí que se centrará en el tiempo y la conjugación. Acabará con el verbo mediante el participio.

El resto de la obra son las partes indeclinables de la oración. De listas de adverbios, preposiciones e interjecciones en las tres lenguas tomadas de Donato. También se verán los comparativos y superlativos; oraciones en español y francés; y por último, una espítola latina et hispánica.

* Prólogo de 1559:

Hay una voz y un autor distinto. Los temas y la extensión serán diferentes a la primera gramática.

El título: Gramática dela Lengua Vulgar de España. No se llaman igual porque los autores no pensaban lo mismo.

El prólogo también es obra del editor, y tendrá 5 o 6 páginas de extensión, no como en la primera edición. En la gramática de 1555 habla del español porque es la lengua que predomina, pero dice que hay otras lenguas en España, pero sin nombrarlas. En este prólogo habla de las cuatro lenguas de España, a saber, Vazquense (es la más antigua de España, era prerromana), Arabiga (nos dice que es antigua y noble), Catalana y Lengua vulgar de España. El vazquense se habla en Viscaia, Provincia y Navarra. La Arabiga se habla en Granada, reinos de Andalucía, Valencia y Aragón. La Catalana se habla en Cataluña, Valencia, Mallorca, Menorca, Ibiza, Cerdeña y Napoles; también la compara con el Provenzal, diciendo que es la misma lengua ya que comparten la poesía. De ella dice que se han escrito muchos y muy buenos libros en esta lengua, cosa no objetiva. Por último, la Lengua vulgar de España se habla en los Reinos de Aragón, Murcia, Andaluciía, Castila la nueva y vieja, Leon y Portugal (se consideraba, hasta el siglo XVIII, que el portugués y el castellano eran la misma lengua).Cuando dice que el portugués se parece más al latín que el castellano, da a entender que se ha corrompido menos. En esa época se consideraba que cuanto menos se aleja una lengua del latín, más perfecta será. A pesar de situar la lengua vulgar en estos reinos, se habla y se entiende en toda España; y de ahí que la llame vulgar, ya que es general en todo el país. En cuanto al nombre que recibe, según este autor, no hay que llamarlo ni español ni castellano, ya que en España se habla más de una lengua, como se ha podido observar y que además, no es la mejor ni la más antigua; y tampoco se puede llamar castellano porque León y Aragón tienen más mérito que Castilla, y no es justo que reciba el nombre de este último reino. Aragón y León tienen más derecho de darle nombre por razones históricas, ya que fueron estos reinos los que reconquistaron Castilla. Además, esta última surge por parte de otro reino. En realidad, tanto el aragonés como el leonés, son dialectos históricos; y el castellano, por estar en medio de ambos, cogió características de ambos dialectos y las fue desplazando a oeste y este.

El autor de la obra quiere dar cuenta de la situación plurilingüe de España, aunque hay una lengua que se habla en todo el país: la lengua vulgar. Que llame así a la gramática le perjudicaría, ya que la gente que las compraba buscaban el nombre de español, y no vulgar. El autor hace esto por una disputa personal y al margen de los beneficios que esperaba ganar.

Después de la discusión del nombre, dirá de donde procede esta lengua y de la corrupción del latín, ya que dio la lengua latina alterada y corrompida (lengua vulgar). Esta teoría se llama teoría de la corrupción.

La obra tiene 64 páginas que se dividen en dos partes: ortografía y etimología. Tampoco habrá prosodia y la sintaxis se dejará a la práctica. En la etimología se tratará la declinación o conjugación, es decir, las partes declinables de la oración.

Ambas introducciones tratan las lenguas de España y el nombre de la lengua. Son gramáticas castellanas, y no enseñan más que el castellano. El interés estaba en aprender castellano, pero en ambos casos se quiere dejar claro la situación del castellano dentro de la realidad lingüística.