Logros de la revolucion industrial

Tema 1. La Revolución Industrial en Gran Bretaña y su difusión: 1770-1870

  1. La Revolución Industrial. Concepto y cronología

Se conoce como Revolución Industrial al proceso de crecimiento económico que, entre las últimas décadas del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, experimentaron Gran Bretaña primero y luego Francia, Bélgica y Alemania. El proceso tuvo dos características desconocidas hasta entonces: el aumento de la renta per cápita fue mayor que nunca antes en la historia y además fue sostenido.

El término Revolución Industrial comenzó a utilizarse en el siglo XIX y no es el más adecuado para definir ese período largo y de transformaciones de toda la economía y no sólo en la industria, pero lo seguimos utilizando en el sentido de transformación profunda.

Los países citados elevaron su productividad como consecuencia de varias causas:

1) Nuevas tecnologías fueron incorporadas a la producción agraria, industrial y a los transportes. La mayoría de las innovaciones en la industria y los transportes nacieron en Gran Bretaña porque, como se verá más adelante, presentaba condiciones favorables para ser pionera. Se trató generalmente de sencillos avances desarrollados por técnicos y empresarios. Pese a la multiplicidad de innovaciones el cambio tecnológico puede sintetizarse así:

  1. Nuevas máquinas movidas primero con energía hidráulica y después con vapor sustituyeron a otras accionadas por personas, animales, agua o viento, lo que conllevó la sustitución del trabajo por el capital.
    1. Se utilizaron materias primas abundantes de origen inorgánico (carbón mineral, hierro) que reemplazaron a otras de naturaleza orgánica (madera, abono animal) cuya escasez relativa imponía límites al crecimiento económico.
  2. Las nuevas formas de organización del trabajo contribuyeron también al aumento de la productividad. Básicamente se trató de la sustitución de las pequeñas explotaciones agrícolas y talleres artesanales por grandes explotaciones agrarias y fábricas que empleaban mano de obra asalariada lo que implicaba mayor eficiencia por tres razones:
    1. Una mayor división del trabajo. Tradicionalmente los campesinos y pequeños artesanos realizaban todas las operaciones necesarias para obtener el producto final mientras que posteriormente las operaciones fueron divididas especializándose los trabajadores en cada una de ellas lo que aumentó la velocidad de la producción.
    2. Aparición paulatina de una férrea disciplina laboral. Frente a un trabajo de campesinos y artesanos autorregulado, de ritmos irregulares, surgió otro reglamentado con horarios estrictos y vigilancia del rendimiento.
    3. Se dieron los primeros pasos hacia el nacimiento de la “empresa moderna” (gestión especializada)
  3. La tercera causa fue la mayor especialización económica territorial originada por el aumento del comercio. Los intercambios favorecen el crecimiento. Cuando dos regiones o naciones producen los mismos bienes y no hay comercio entre ellas, la riqueza que se genera es menor que cuando se especializan en la producción de aquello en lo que posean ventaja comparativa.

4) Finalmente, la productividad creció como consecuencia del cambio estructural que provocó la revolución industrial y que consistió en el trasvase de factores productivos desde el sector primario al secundario y desde ambos al terciario. Las razones del cambio estructural fueron de demanda y oferta. Según la Ley de Engel cuando aumenta la renta per cápita, el gasto de cada persona también lo hace, pero en proporción decreciente el dedicado a bienes de primera necesidad y en proporción creciente el dedicado a los que no lo son (ello deriva de la utilidad marginal decreciente porque la demanda de un producto aumenta hasta el límite en que una nueva unidad ya no rinde satisfacción, con lo que la renta disponible se dedica a consumir otros). Esta es la razón por la que, durante la Revolución Industrial la demanda de bienes industriales y de servicios aumentó proporcionalmente más que la de alimentos. La mayor demanda de bienes industriales creó incentivos para producirlos lo que fue posible dado el incremento de la productividad agraria que permitió liberar factores del sector primario (materia prima, mano de obra y capital). Pero la industria aumentó su productividad por encima de la agricultura liberando factores que se emplearon en un sector terciario de productividad también creciente. Por tanto el cambio estructural originó una mayor eficiencia en el conjunto de la economía al transferir factores a sectores cada vez más productivos.

La cronología de la revolución industrial no es fácil de establecer. Elproceso se inició cuando la renta per cápita comenzó a crecer de modo sostenido; cuando crece la población activa en la industria y los servicios yla contribución de ambos sectores a la Renta Nacional. El procesoconcluyó una vez culminado el cambio estructural. La falta de estadísticas abundantes y fiables antes del siglo XX dificulta la medición del proceso, de manera que no hay acuerdo sobre la cronología. En Gran Bretaña: alrededor de 1760-1840; Francia y Bélgica: 1790/1800-1860; Alemania 1820/30-1870; EE. UU.: 1830/40-1880; segunda mitad del siglo XIX: Holanda y Japón.

¿La Revolución Industrial significó una ruptura con el pasado? Así seinterpretó hasta la década de 1980, como una rápida ruptura con el pasado. Se pensaba que, tras un período de unos cuarenta años en los que las nuevas tecnologías y organización del trabajo se fueron generalizando, apareció un intenso crecimiento de unos veinte años que se denominó “despegue”. Esta interpretación ha sido revisada. Durante la Revolución Industrial convivieron viejas y nuevas tecnologías y también antiguas y nuevas formas de organización de trabajo. Este carácter todavía dual de la economía hizo que el crecimiento fuera más lento de lo que se creía no existiendo una etapa asimilable al “despegue”. No obstante, los cambios que se originaron a largo plazo constituyeron, junto con el Neolítico, la más grande mutación de la historia. La población creció y también la esperanza de vida. Aumentó la productividad, la producción y el consumo. La sociedad dejó de ser rural y pasó a ser urbana y el crecimiento económico se convirtió en sostenido. Una última consecuencia debe resaltarse: la profunda brecha que desde entonces se abrió entre los países industrializados y los subdesarrollados.


1.2.  El liderazgo británico

Los historiadores han debatido ampliamente por qué Gran Bretaña- y no Holanda o Francia- fue cuna de la revolución industrial. La explicación es compleja ya que el liderazgo inglés se gestó en el tiempo largo -la Edad Moderna- y en él intervinieron factores geográficos, institucionales y económicos. Causas geográficas, institucionales y económicas que explican el liderazgo británico:

  • Causas geográficas. Las Islas Británicas poseían una buena dotación de recursos naturales: clima templado y lluvioso apto para el desarrollo agrícola y ganadero; abundancia de carbón y de otros minerales; energía hidráulica para la industria y ríos navegables que abarataban el comercio interior y fácil acceso al exterior ya que ningún rincón del país distaba más de cien kilómetros del mar.
  • Causas institucionales. Durante la Edad Moderna Inglaterra experimentó cambios institucionales que acabaron con los obstáculos que el Antiguo Régimen creaba al crecimiento económico. El proceso se inició a finales de la Edad Media y culminó con la revolución de 1688, La Gloriosa. Los hitos del cambio anteriores a esta fecha son:
  • supresión de los derechos jurisdiccionales y aparición de una numerosa clase de pequeños campesinos libres (yeomanry);
  • la libertad de vender tierras promulgada durante la reforma anglicana (1529-1536);
  • la venta en pública subasta durante esos años de las tierras de la iglesia católica, una cuarta parte de las tierras del país, que pasaron a manos de los landlords (alta nobleza) y de la gentry (pequeña nobleza, comerciantes, altos funcionarios y militares);
  • la creación de un gran mercado nacional sin aduanas internas integrado por Inglaterra, Gales e Irlanda al que luego se añadirían Escocia (1707) y las colonias;
  • la venta de las tierras de la corona durante la República de Cromwell (1649-1660).

Tras la efímera restauración de los Estuardos (1660-1688), La Gloriosa estableció una monarquía en la que el rey tenía el poder ejecutivo pero el legislativo pasaba al Parlamento integrado en su mayoría por propietarios (landlords, gentry y grandes comerciantes). Este nuevo sistema político estimuló el crecimiento económico al arbitrar medidas para que todos esos grupos pudieran prosperar, dio libre movilidad a los factores productivos y estableció leyes favorables a las iniciativas empresariales. Algunas de estasmedidas dictadas por el Parlamento ayudan a entender la importancia del cambio institucional:

  1. desde 1660 las Leyes de Cercamiento (Enclosures Acts) fomentaron que pequeñas explotaciones agrarias y tierras comunales pasaran a manos de los landlords que introdujeron en ellas nuevas tecnologías;
  2. los privilegios gremiales desaparecieron de facto lo que permitió la libre instalación de industrias;
  3. se reformó la Hacienda la aprobación de impuestos pasó al Parlamento y se centralizó su recaudación desapareciendo el sistema de arrendamientos y, aunque los impuestos eran indirectos, ya se creó uno sobre la tierra. Los ingresos aumentaron pero también lo hicieron los gastos por las guerras. El Parlamento creó en 1694 el Banco de Inglaterra para que prestara dinero de sus depositantes a cambio detítulos de la deuda consolidada convertibles en oro y plata. El pago de los intereses y los mayores ingresos crearon un clima de confianza hacia la deuda pública con dos consecuencias positivas: hubo recursos para ganar guerras comerciales a España, Francia y Holanda lo que durante el siglo XVIII la convirtieron en una potencia colonial; los tipos de interés de la deuda inglesa eran menores con lo que hubo menor desvío de fondos a la deuda al ser menos rentable lo que favoreció la inversión en actividades productivas en agricultura, industria y comercio;
  4. leyes civiles y mercantiles como el acceso a cargos públicos al margende la clase social, los derechos de propiedad, los contratos, sociedades mercantiles, y patentes, incentivaron la innovación y el crecimiento económico. Junto a estas medidas de carácter liberal se promulgaron otras de corte mercantilista y proteccionista que impulsaron el crecimiento de la industria y el comercio: la elevación de los aranceles que gravaban la importación de hierro sueco (1690); la Calico Act (1701) prohibió la importación de tejidos de algodón estampados indios; las colonias se convirtieron en mercados cautivos de los bienes manufacturados en la metrópolis; las Leyes de Navegación (1651) características de mercantilismo inglés y que ordenaban que todo el comercio exterior se realizara en barcos ingleses sin efectuar escalas en puertos europeos, fueron decisivas para el desarrollo del comercio y de algunas manufacturas, estimularon el desarrollo de la flota (construcción naval) y de los puertos, convirtió al país en primera potencia comercial desbancado a Holanda.

c) Causas económicas: Los recursos y los cambios institucionales habían roto en la Edad Moderna el círculo vicioso del Antiguo Régimen.

La agricultura era más productiva que la europea por la aparición de explotaciones de tipo capitalista y la existencia de una clase de pequeños campesinos con mayor capacidad de ahorro (yeomanry). La entrada de tierra en el mercado produce la concentración de ésta en manos de los landlords y la gentry, ambos desde el siglo XVI comienzan a arrendarextensos lotes a farmers que a su vez contrataban mano de obra asalariada. Este sistema se difundió porque beneficiaba a los arrendadores que podían ajustar las rentas a la subida de precios y a los arrendatarios que podían innovar al disponer libremente de las tierras sin colonos. Gran parte de la tierra paso a explotarse en forma de hacienda de mediana o gran superficie con mano de obra jornalera, los historiadores ingleses han mantenido tradicionalmente que ésta fue la razón de la mayor productividad de la agricultura británica. Hasta 1660 la productividad creció por: la especialización de tierras dedicadas a agricultura y ganadería; rotación agropecuaria (tierras de pastos se cultivan y posteriormente vuelven a dejarse de pastos); selección de semillas; plantas forrajeras con mayor rendimiento; concentración parcelaria y mayor división del trabajo. Desde 1660 la productividad aumentó por nuevos sistemas de rotación de cultivos que suprimen el barbecho elevan los rendimientos y exigen cercar las tierras para evitar el paso del ganado. Los beneficios influyeron en la emulación por parte de los farmers en sus tierras arrendadas y en los landlords que compraron las tierras a losyeomen para concentrarlas, vallarlas y arrendarlas solicitando al Parlamento que obligara a cercar todas las tierras, cosa que se hizo con las 83 leyes de cercamientos promulgadas entre 1660 y 1750.

Frente a esta teoría tradicional, Robert Allen ha sostenido que el aumento de la productividad se dio también en las explotaciones de los yeomen que mejoraron sus rendimientos por la selección de semillas y el cultivo de legumbres, tréboles y nabos que aportaban nitrógeno al suelo. La llamada “revolución de los yeomen” creó otra diferencia con el resto de las agriculturas europeas, al no devengar rentas de la tierra o tenerla arrendada a largo plazo, poseían una mayor capacidad de ahorro y de innovación y también de consumo de bienes industriales. Aunque el número fue descendiendo por la compra de tierras y los cercamientos forzosos en 1750 representaban aún el 40% de la población activa rural y explotaban un 30% de la tierra cultivada, el otro 60% de los campesinos eran jornaleros empleados en las haciendas capitalistas que representaban un 70% de la superficie.

Estos cambios en el sector agrario durante la época moderna tuvieron consecuencias positivas para el conjunto de la economía: liberaron manode obra para trabajar en el secundario y terciario; elevaron la demanda agregada de bienes industriales de capital y de consumo por parte del sector agrario, y de productos agrarios por parte de las ciudades más pobladas. Ambos hechos fomentaron el comercio interior, al tiempo que los mercados exteriores incrementaban la demanda de bienes manufacturados y permitían la importación de materias primas para fomentar la industria y la urbanización.

Según Eric Hobsbawm a consecuencia de todo ello la economía británica a mediados del siglo XVIII se había convertido en una “economía capitalista semiindustrial”. Los siguientes datos refrendan esta afirmación:

En 1750 los rendimientos agrícolas británicos eran superiores a los europeos, excepto Holanda, de cada grano se obtenían 9 en el resto del continente por término medio se obtenían de cada uno 5. La población activa rural inglesa en 1760 era el 53% del total, en Europa el 70%.

Gran Bretaña era el país más industrializado a mediados del XVIII juntocon Holanda. El 24% de población activa trabajaba en el sector secundario mientras que en Europa solo era el 15%. Casi todas las industrias estaban organizadas del modo que se conoce como protoindustrial (Verlagssystem o Putting out System, sistema domiciliario por encargo) existiendo también las manufacturas o protofábricas.

El Verlagssystem consistía en: comerciantes que podemos llamar “mercaderes manufactureros” para distinguirlos de los que se dedican sólo al comercio, compraban materias primas que distribuían entre campesinos y/o artesanos. Trabajando en sus hogares o talleres con herramientas manuales las transformaban en bienes intermedios o finales cobrando un tanto por pieza del mercader, que comercializaba luego el producto final. En cambio, las manufacturas reunían en un sólo edificio a trabajadores asalariados con herramientas manuales. Ambos sistemas podían ser complementarios en algunos sectores industriales donde las fases de producción se hacen de un modo disperso y las que exigen mayor cualificación en protofábrica. Lana, piel, seda, lino, algodón, cerámica relojería y casi todas las industrias relacionadas con el hierro estaban organizadas en Verlagssystem aunque algunas operaciones (torcido de la seda, estampado del algodón) se hacían en manufacturas. Cerveza, velas,jabón y papel, vidrio astilleros, imprenta, refinado de azúcar, entre otras, se organizaban en manufacturas. Frente a estas dos formas la minería y la siderurgia producían ya mediante el sistema de fábrica: mano de obra asalariada y maquinaria movida con energía hidráulica, e incluso con vapor en el caso del desagüe de las minas, pues la máquina atmosférica de Newcomen data de 1711.

En cuanto al mercado de productos manufacturados la mayoría iban al mercado interno que era más importante en volumen y valor que el mercado exterior. Pero otros como la lana, algodón, lino, metalurgia, refinado de azúcar y tabaco producían para ambos mercados. En el caso de la lana y el algodón cerca de la mitad de la producción se exportaba. Se puede estimar que el porcentaje de manufacturas exportadas estaría en torno al 15-20%, cifra muy elevada en comparación con Europa.

En 1750 Inglaterra era ya el país líder en exportación de bienes industriales. Dos terceras partes de las exportaciones eran manufacturas: tejidos de lana y tejidos de algodón. La mayoría se dirigía a Europa, pero desde principios del XVIII aumentaron las exportaciones hacia las colonias norteamericanas y las de la Indias Orientales, sobre todo los tejidos de algodón. En la importaciones retenidas (las no redistribuidas desde lospuertos británicos) un 54,5% eran materias primas especialmente algodón y un 31,1% eran comestibles coloniales (especias, té, café, azúcar…).

Una economía capitalista semiindustrializada como la inglesa estaba preparada para iniciar la revolución industrial al disponer de: demanda(amplio mercado nacional y exterior); capital (ahorro para invertir en tecnología y empresas); y factor humano (artesanos cualificados y empresarios dispuestos a financiar el cambio tecnológico).

Francia y Holanda era países también avanzados en 1750 sin embargo no fueron pioneros en la Revolución Industrial. Algunos historiadores lo atribuyen al azar, parece más lógico relacionarlo, en el caso de Francia, con los obstáculos institucionales hasta 1789. En Holanda estos obstáculos no existían por lo que se han manejado otras hipótesis para explicarlo: pérdida de la hegemonía comercial desde finales del XVII; preferencia de la burguesía por negocios comerciales que industriales y carencia de carbón, por lo que las industrias holandesas intensivas en energía (cerveza, ladrillos, estampados de telas) eran menos competitivas.


1.3.  El crecimiento de la economía británica durante la RevoluciónIndustrial

1.3.1. La población

Entre 1761 y 1841 la población de Gran Bretaña se multiplicó por 2,3. Pasó de 7,9 millones a 18,5 millones de habitantes, en 1851 eran ya 20,8 millones. Hasta la publicación en 1981 del libro de Wrigley y Schofield, The population History of England (1541-1871), esta revolución demográfica seatribuyó más a la caída de la mortalidad que al incremento de la natalidad. Los datos incorporados con posterioridad han revisado esa hipótesis.

La Revolución Industrial conllevó un aumento de la demanda del factor trabajo que creó una situación de pleno empleo. Ello hizo que se adelantara la edad nupcial y aumentaran los matrimonios. Los dos hechos desembocaron en mayores tasas de natalidad. Prueba de que cesaron los frenos preventivos malthusianos, edad nupcial y nupcialidad, son estos datos: la edad nupcial de los hombres pasó de 28 a 25 años y la de las mujeres de 26 a 23 mientras que la tasa de celibato forzoso de éstas cayó del 15% al 7,5%.

Se han utilizado tres hipótesis para explicar el descenso de la mortalidad: progreso de la medicina, mejor alimentación y mayor salubridad. La primera es hoy insostenible. Los pequeños avances que se dieron (vacuna de la viruela, quinina para la fiebre) no pueden explicar la caída de la mortalidad. En cuanto a la alimentación, el aumento de producción agraria y de consumo de alimentos fue la razón por la que disminuyó la morbilidad debida a la desnutrición. Lo mismo ocurrió con la insalubridad gracias al suministro de agua más pura, hogares más cálidos, secos y limpios al abaratarse el carbón y el jabón. Hubo diferencias importantes entre el campo y las ciudades pequeñas, los barrios burgueses y lossuburbios obreros de las grandes ciudades. En estos últimos, la mortalidad fue mayor por tres razones: peor dieta; mayor hacinamiento y menor higiene; y sobre todo peores condiciones de salubridad: conducción de agua, alcantarillado y recogida de basuras. Prueba de ello son los datos de esperanza de vida.

El crecimiento de la población fue acompañado de un cambio de la estructura por edades (cohortes más numerosas de jóvenes) y por sectores productivos, como sabemos. Esto último desembocó en unintenso proceso de urbanización especialmente en la primera mitad del siglo XIX. En 1750 el 17,5% de la población vivía en ciudades de más de 10.000 habitantes; en 1820 eran el 24% y en 1850 el 48%.

Se ha discutido si la revolución demográfica fue causa o consecuencia de la Revolución Industrial. Boserup sostuvo hace años que el crecimiento de la población durante la primera mitad del siglo XVIII aumentó la demanda agregada estimulando los cambios tecnológicos de la agricultura, industria y transportes. Otros historiadores consideran que fue el proceso de industrialización el responsable del crecimiento vegetativo. Según los datos disponibles, entre 1700 y 1760 la tasa anual de crecimiento es de 0,3% y, entre 1770 y 1840, se llega al 1,2%. Parece que la RI fue causa de la revolución demográfica, ahora bien, ésta favoreció a su vez el crecimiento económico porque incrementó la demanda agregada de bienes y servicios y la oferta de trabajo.

1.3.2. La agricultura: cambios tecnológicos e institucionales

Ya hemos visto que desde finales del XVII se comenzaron a introducir nuevos sistemas de rotación de cultivos que suprimían el barbecho y exigían cercar los campos para evitar el paso del ganado. Estos sistemas segeneralizaron a lo largo del siglo XVIII y principios del XIX. El más extendido y avanzado fue el de rotación cuatrienal: la primera hoja de tierra se dedica al trigo, la segunda a tubérculos (patatas y nabos); la tercera a cereales de primavera y leguminosas; en la cuarta plantas forrajeras (alfalfa, trébol, colza, lúpulo). Los tubérculos y plantas forrajeras no desgastan el suelo, sino que le aportan nitrógeno por lo que al año siguiente esas dos hojas podían plantarse de trigo o cereales de primavera. La innovación fue trascendental por dos razones: el barbecho desapareció y los tubérculos y forrajeras alimentaban al ganado ahora estabulado, con lo que aumentó la cabaña y la cantidad de abono animal. Los sistemas de rotación incrementaban la producción y la productividad: al cultivarse más superficie (sin barbecho); crecer los rendimientos por hectárea (más abonos); y disponer de más animales para sustituir la fuerza de trabajo humana. Otras innovaciones que elevaron la productividad fueron: 1) la selección de semillas; 2) la mejora de la cría del ganado; 3) el arado de hierro tirado por caballos (más rápidos) en vez de bueyes; 4) las máquinas sembradoras tiradas por caballos en vez de la siembra manual; 5) las nuevas técnicas de drenaje de suelos húmedos que permitieron extender los cultivos; 6) las nuevas formas de organización del trabajo (más división del trabajo y disciplina).

Los nuevos sistemas de cultivo se extendieron por casi todo el campo inglés gracias al cambio institucional: expropiación de los campos abiertos (open field) y de los comunales (common lands) de donde los pequeños campesinos, incluso los que no tenían tierras (cottagers), obtenían abono vegetal, leña, frutos, caza y pesca. El cercamiento de campos se fue extendiendo, en 1815 cerca de la cuarta parte de las tierras cultivables del país pasaron a manos de los landlords después de pagar indemnizacionesa los antiguos propietarios o usufructuarios que vendían por no tener recursos para cercar ni pleitear. Este proceso de concentración de la propiedad fue muy positivo ya que facilitaba la introducción de las innovaciones antes señaladas aumentando la productividad, aunque también tuvo costes sociales como la transformación de los yeomen en asalariados y la pérdida de comunales para los yeomen y los cottagers. Los primeros estudios sobre la revolución industrial mantenían que estos campesinos abandonaron masivamente la agricultura encontrando empleo en las ciudades. Hoy sabemos que aunque pudo ocurrir en algunas partes del país, no se produjo un despoblamiento generalizado del campo, aunque sí una sobreoferta del factor trabajo que llevó a establecer lasLeyes de Pobres por las que se fijaban salarios mínimos de subsistencia y ayudas a las familias que no lo alcanzaran.

Como vemos, los cambios tecnológicos e institucionales explican que la producción agraria aumentara considerablemente, pero no hay acuerdo sobre cuánto creció por la inexistencia de censos agrarios hasta la década de 1880. Sólo disponemos de estimaciones y, pese a las diferencias, todoscoinciden en que el crecimiento fue menor en el XVIII que en la primera mitad del XIX.

Una cuestión clave ha sido la incidencia del sector agrario en la Revolución Industrial.

La mayoría de los libros sobre la revolución industrial anteriores a 1980 sostuvieron que los cambios en el sector agrario tuvieron efectos muy importantes para el crecimiento económico, fundamentalmente cuatro: 1) el aumento de producción elevó el consumo de alimentos; 2) el campo aumentó su demanda de bienes industriales de capital y de consumo al crecer los beneficios de los propietarios de la tierra y de los arrendatariosy los salarios de los jornaleros; 3) la agricultura suministró una parte sustancial del capital invertido en la industria y en los servicios; 4) el aumento de la productividad agrícola permitió el trasvase de población activa, en 1841 más del 75% trabajaban en el secundario y terciario.

Las investigaciones posteriores han reducido el papel que la agricultura desempeñó en la industrialización: 1) el consumo de alimentos por persona creció pero en proporción inferior a lo que se creía antes de la década de 1980. Es cierto que los cambios en la agricultura impidieron que el extraordinario crecimiento demográfico desembocara en la “trampa malthusiana”, ya que la producción doméstica debió de abastecer el 80% del consumo y las importaciones el resto, pero también es cierto que la mayoría de la población no elevó sustancialmente su dieta ni en cantidad ni en calidad; 2) la agricultura elevó la demanda de bienes de capital especialmente productos siderúrgicos. El único matiz a introducir en este sentido es que la demanda creció muchos más desde principios del siglo XIX al sustituirse la madera por el hierro en los utensilios de labranza, entre 1820 y y 1840 un 35% de la producción siderúrgica pudo ser absorbida por el campo. Lo que no se sostiene es que aumentara notablemente el consumo de bienes industriales por los jornaleros (tejidos, carbón velas, jabón, enseres domésticos) ya que los salarios crecieron poco y las familias jornaleras gastaban un 75% de su presupuesto en alimentos. De todo esto se deduce que el consumo campesino de bienes industriales contribuyó de modo marginal al crecimiento de la producción; 3) la tercera hipótesis tradicional es que los terratenientes reinvirtieron buena parte de sus beneficios en carreteras, canales, minas de carbón y fábricas textiles, siderúrgicas y de cerveza. Hoy sabemos que fue así en el caso de carreteras y canales (un tercio de lasacciones de las compañías de canales creadas entre 1760 y 1815 pertenecían a la aristocracia terrateniente). Sin embargo el hecho de que algunos participaran no significa que el capital agrario desempeñara un papel importante en la financiación del sector secundario, se ha demostrado que el grueso del capital invertido en la industria no provino del sector agrario; 4) lo que resulta indiscutible es que el incremento de la productividad agrícola facilitó un profundo cambio en la estructura del empleo, con un descenso muy importantes de la mano de obra agraria en términos relativos: de un 53% en 1760 a un 22% en 1841.


1.3.3. La industria

La industria del algodón, la del hierro y la minera fueron las primeras en utilizar las nuevas tecnologías. ¿Cuál fue la chispa que desencadenó la eclosión de nuevas tecnologías?

Tres hipótesis, las dos primeras relacionadas con la demanda y la tercera con la oferta: a) la demanda del mercado británico; b) el mercado exterior ya que fue una industria exportadora (textil algodonero) la primera en mecanizarse; c) los elevados costes de producción del sistema doméstico. Sea cual sea la chispa que provocó la eclosión de las nuevas tecnologías quizás mercado interno, externo y altos costes del Verlagssystem actuaron conjuntamente. El cambio tecnológico debió mucho a un conjunto de inventos en cadena y a la transferencia de innovaciones de un sector de la industria a otro.

  1. El algodón

La producción de tejidos requiere de estas operaciones: hilar, tejer, lavar, suavizar, blanquear y colorear. Las dos primeras son mecánicas y las otras químicas. Antes de la década de 1730 el hilado se hacía con ruecasmanuales o con tornos de pedales. Los hilos se tejían en pequeños telares movidos manualmente. Las telas se lavaban y suavizaban mediante sustancias orgánicas (suero de leche, jabones de grasa animal). Los tejidos se blanqueaban exponiéndolos al sol durante el día y se tintaban con sustancias animales o vegetales (quermes, cochinilla, índigo, azafrán). Todas estas operaciones se desarrollaban de forma dispersa en hogares campesinos y talleres artesanales. Por lo general, el hilado y el tejido se producían en el campo y los otros procesos en las ciudades. La industria del algodón estaba organiza mediante el sistema de trabajo a domicilio.

En 1733 un artesano llamado John Kay inventó la lanzadera volante provista de ruedecillas que, accionada por un tejedor/a mediante un cordel, hacía que los hilos discurrieran por la urdimbre a una mayor velocidad, lo que elevó la productividad de la fase del tejido rompiendo el equilibrio con la fase del hilado (se necesitan más personas hilando para cada telar). Este estrangulamiento creó incentivos para idear una máquina que hilara más rápido. James Hargreaves patentó en 1768 la spinning jenny, una máquina manual que permitía hilar varios husos a la vez. Unaño más tarde Richard Arkwright inventó la water-frame y en 1779 Samuel Crompton patentó la mule-jenny. Estas dos máquinas se movían con energía hidráulica y llegaron a hilar simultáneamente decenas de husos. La revolución del hilado volvió a romper el equilibrio entre esta fase de la producción y el tejido. Ahora había que crear telares que no fueran movidos manualmente, esto lo logró Edmund Cartwright que construyó un telar movido primero por caballos y luego por energía hidráulica (1786).

El progreso tecnológico dio un gran salto adelante cuando, desde finales del XVIII, se aplicó a las máquinas de hilar y tejer, una nueva fuente deenergía inanimada mucho más eficaz y regular que la del agua: la máquina de vapor. Fue ideada en 1769 por un técnico de laboratorio de la Universidad de Glasgow, llamado James Watt cuando reparaba una vieja máquina atmosférica de las empleadas desde 1711 en la minería del carbón para bombear el agua de los pozos. Fue perfeccionada por Watt y Matthew Boulton. El consecuente aumento de la productividad creó otro desafío, ahora en los procesos químicos. Era necesario sustituir sustancias orgánicas por otras inorgánicas más abundantes y baratas. La respuesta consistió en transferir innovaciones de la industria química a la del algodón: sosa caustica, ácido sulfúrico y cloro permitieron lavar, suavizar y blanquear un número cada vez mayor de tejidos. Después de 1850 los tintes artificiales sacaron a la industria textil del cuello de botella que originaba el uso de colorantes animales y vegetales.

Las fábricas. Existen dos teorías sobre su origen. La primera dice que secrearon porque la nueva maquinaria era incompatible con el trabajo a domicilio. La segunda, que se crearon para controlar y disciplinar a los trabajadores evitando costes del sistema doméstico (de transporte, elevado número de contratos, fraude, irregularidad en los suministros o baja calidad). En el caso de las fábricas de hilado y tejido de algodón la primera hipótesis posee un mayor poder explicativo. Durante algunas décadas la lanzadera volante y la spinning jenny reforzaron el putting out system porque funcionaban accionadas por una sola hilandera o un solotejedor. En cambio el tamaño de la water-frame y de los telares mecánicos, así como la fuente de energía- agua primero y luego vapor-resultaban incompatibles con el trabajo a domicilio. Por tanto, el factor tecnológico fue determinante en la creación de las fábricas de algodón donde se concentró la producción y se procedió a una nueva organizacióndel trabajo. El nuevo sistema dio un gran impulso a la productividad haciendo que costes y precios descendieran, lo que incrementó la demanda de tejidos de algodón producidos en factorías y la crisis del sistema de trabajo a domicilio en esta rama de la industria. Parte de estos trabajadores y trabajadoras encontraron empleo en las fábricas, otros se acogieron a las leyes de pobres. Esto explica la aparición del “luddismo” un movimiento de destrucción de máquinas liderado por el artesano Ned Ludde, que se extendió en la década de 1820 por la región algodonera de Lancashire y también por la lanera de Yorkshire.

Dado que no hay estadísticas disponibles sobre la producción de tejidos, utilizamos la evolución de la importación del algodón en rama como indicador del aumento de la producción.

Las importaciones procedieron en principio de la India pero desde finales del XVIII el sur de los Estados Unidos se convirtió en el primer proveedor después de que Eli Whitney descubriera una desmotadora mecánica de algodón que permitió incrementar su ritmo de producción al nivel exigido por la industria británica. La producción creció hasta 1800 disparándose después por la mecanización y el sistema fabril.

El crecimiento de esta industria provocó economías de aglomeración en las regiones donde se concentró y también tuvo efectos de arrastre sobre industrias de otras zonas del país. Las economías de aglomeración pueden simplificarse así: 1) en esas regiones aparecieron industrias auxiliares que proveían a la textil de insumos y medios de producción (carbón, productos químicos, máquinas); 2) la industria textil y sus auxiliares provocaron un intenso proceso de urbanización que, a su vez, elevó la demanda de otros bienes industriales (construcción, vidrio, velas, jabón, bebidas o papel); 3) ambos hechos propiciaron el desarrollo del transporte y demás servicios.

En cuanto a los efectos de arrastre sobre otras zonas del país los principales fueron: el aumento de demanda de maquinaria y de buques para importar algodón y exportar tejidos.

  1. El hierro

A principios del siglo XVIII la producción de hierro se efectuaba de la siguiente manera. Mineral de hierro y carbón vegetal alimentaban un alto horno dotado de fuelles movidos con energía hidráulica del que se obtenía hierro colado, también llamado arrabio. Este hierro era duro pero quebradizo ya que contenía mucho carbono y se utilizaba para productos que no necesitaran plasticidad ni elasticidad. Para otros usos debíaafinarse para que perdiera esa impureza. El afino consistía en volver a calentarlo con carbón vegetal para obtener una masa maleable y plástica llamada hierro dulce, luego se transformaba en barras con martillos hidráulicos o en planchas mediante rodillos accionados también con agua. Por último barras o planchas eran forjadas en talleres de herreros que con martillos o tornos de pedales las transformaban en herramientas y utensilios (martillos, clavos, cuchillos, cerrojos, herraduras, rejas, arados, azadas…). La organización de la industria del hierro era fabril en la etapa de producción de hierro en barras y planchas. Sin embargo, la fase de transformación de estos insumos en bienes finales por los herreros estaba organizada mediante Verlagssystem, salvo algunas excepciones (armas, quincalla) que se producían en manufacturas.

Aumentar la producción presentaba dos obstáculos: el primero: la utilización del carbón vegetal de oferta limitada ya que se obtenía talando los bosques; el segundo: la energía hidráulica que, por una parte, dependía de las corrientes fluviales y, por otra, movía lentamente los martillos, fuelles y laminadoras. Ambos obstáculos crearon desafíos quehallaron respuestas tecnológicas que a su vez originaron nuevos retos e innovaciones.

¿Cómo se desarrolló el cambio tecnológico en cadena?

El primer cuello de botella, la escasez de carbón vegetal, terminó en 1767, cuando William Watson logró transformar la hulla en coque (Abraham Darby había descubierto en 1709 que el carbón mineral era utilizable en los altos hornos). El segundo cuello de botella, el uso de energía hidráulica en los altos hornos, se resolvió en 1776 gracias a John Wilkinson que construyó fuelles movidos a vapor. Estas dos innovaciones elevaron el rendimiento surgiendo otro desafío: encontrar un método más rápido de afinar el colado. En 1784 Henry Cort ideó la pudelación (el arrabio se introducía en el horno donde era removido manualmente con palas para acelerar la descarburación). Este nuevo sistema aumentó la productividad en la fase de obtención del hierro dulce. El siguiente paso era aumentar los rendimientos de la producción de barras y planchas lo que se logró a finales del siglo XVIII al introducir el vapor en martillos y laminadores. Finalmente el aumento de producción de barras y láminas chocó con la baja productividad de los herreros. Esto último no se solucionó hasta 1840 cuando se generalizaron las trefiladoras, perforadoras, fresadoras y los tornos movidos a vapor e instalados en fábricas.

Así pues, durante la revolución industrial el sector siderúrgico tuvo que recurrir a tres formas de organización de la producción: la manufactura (trabajo especializado manual en cadena); la protofábrica (gran edificio dividido en talleres donde los herreros trabajaban con pequeñas herramientas conectadas a una máquina de vapor central, vigilados por el patrón); y finalmente, para aumentar la producción de bienes finales,también aumentó el número de talleres de herreros organizados mediante el Verlagssystem.

La producción creció extraordinariamente gracias a las innovaciones. Entre 1760 y 1830 el aumento de la demanda de hierro provino del cambio tecnológico de la agricultura, de la urbanización, de la industria del algodón, de la minería, de los astilleros y de la industria armamentística. El consumo británico fue más importante que el exterior, las exportaciones fueron un 24% de la producción. La gran demanda y el gran boom del sector tuvieron lugar de 1830 a 1850 por la construcción del ferrocarril. Durante este período la demanda principal sigue siendo la del mercado interior aunque las exportaciones crecieron hasta el 39% de la producción en 1850.

La concentración del sector en determinadas regiones también desarrolló importantes economías de aglomeración: 1) crecimiento “hacia atrás” de industrias proveedoras de insumos (carbón, mineral de hierro) y de utillaje; 2) crecimiento “hacia delante” de la industria de bienes intermedios (máquinas de vapor, hiladoras, telares…) y de la de bienes finales producidos en protofábricas o por herreros; 3) urbanización y aumento de la demanda de otros bienes industriales de consumo; 4) crecimiento de los transportes y demás servicios.

Las innovaciones en la minería fueron muy importantes ya que algunas se transfirieron a otras industrias o al transporte. Por ejemplo: la energía de vapor, los raíles de hierro y el ferrocarril (la primera locomotora se usó para llevar mineral de hierro a la fábrica siderúrgica de Penydaren en Gales en 1801).

Durante esta etapa de la Revolución Industrial pocas industrias adoptaron la energía producida por la máquina de vapor y el sistema fabril: algodón, hierro, máquinas herramientas, minería, papel y cerámica. Las demás seguían organizadas en sistema domiciliario (lana, lino, seda que no se adaptaban bien a las máquinas hasta que éstas se perfeccionaron a mediados del XIX) o manufacturas.

En cuanto al mercado de productos industriales, durante esta etapa 1760-1830 el porcentaje de producción vendido al exterior llegó al 35% en algunos años. También hubo un cambio en la composición de las exportaciones ganando importancias las industrias del sector moderno. En 1841, el valor de las exportaciones se repartía de la siguiente manera: un 50% tejidos de algodón; 13% hierro y maquinaria; 23% otros tejidos; 14% materias primas (carbón y productos agrícolas). Es decir, el sectormoderno suponía el 63% de las exportaciones. Los tejidos de algodón y los productos siderúrgicos británicos inundaron los mercados internacionales. El mercado interior desempeñó un papel más importante que el exterior en el crecimiento de la producción industrial. El estudio de Sara Horrel de 1996 sobre el consumo de las familias obreras presenta estas conclusiones: las familias de jornaleros mineros, trabajadores a domicilio y empleados del comercio gastaban un 75% de sus ingresos en alimentos; un 15% en bienes industriales (ropa, enseres domésticos, carbón y velas) y un 10% en servicios. Las de los obreros industriales gastaban: 65% en alimentos, 20% en productos industriales y 15% en servicios dado que los salarios eran mayores en las fábricas. Hay que tener en cuenta que el primer grupo era más numeroso que el segundo. Es cierto, pues, que el aumento del número de trabajadores coadyuvó a aumentar la demanda de bienes industriales, pero no lo es que la clase obrera disfrutara de ninguna revolución del consumo derivada de la Ley de Engel porque los salarios reales crecieron modestamente y las familias podían gastar poco en productos industriales. Como ha demostrado Horrel el grueso de la demanda de estos bienes provino de las clases medias y de la burguesía.


1.3.4. El comercio y otros servicios

El aumento de la producción agraria e industrial y de las exportaciones exigió nuevos medios de transporte ya que los antiguos (carros que circulaban por carreteras en mal estado y veleros pesados) imposibilitaban un tráfico intenso, rápido y barato. Hasta la década de 1830, hubo tres innovaciones. La primera fue la construcción de una densa red de carreteras de peaje financiada por terratenientes, mercaderes e industriales (en 1750 había 5.440 kms de carreteras y en 1830, 35.200), lasegunda innovación fue la construcción de una red de canales también financiada por empresas privadas (en 1830 había 4.000 millas navegables). La tercera afectó al comercio exterior porque los viejos barcos fueron sustituidos por clippers, que eran buques de vela pero más rápidos.

Después de 1830, la aparición del ferrocarril supuso mayores economías de escala. Entre 1814 y 1829 George Stephenson construyó varios modelos de locomotoras, una de las cuales, la legendaria Rocket, logró los 47 kms por hora. En 1825, comenzó a funcionar el ferrocarril de 13 kms de Stockton a Darlington y en 1829 se inauguró la línea Manchester-Liverpool. Durante la década de 1830 se crearon 2.390 kilómetros de vías férreas y en 1850 ya había 10.000 kilómetros.

Los nuevos medios de transportes contribuyeron al crecimiento económico, abarataron los costes y los precios del transporte, se fomentó el comercio interior y exterior y la especialización regional. Por otro lado, carreteras, canales y clippers generaron efectos de arrastre sobre varias industrias (canteras, cemento, astilleros y puertos). Fue el ferrocarril el que generó mayores externalidades sobre la industria al disparar la producción de traviesas, raíles, locomotoras y vagones. Incrementó un 40% el empleo de la minería, siderurgia e industria mecánica y creó puestos de trabajo.

Inglaterra se especializó en la venta de bienes industriales (tejidos de algodón, otros tejidos, hierro y maquinaria) que suponían el 85% de las exportaciones, e importó básicamente materias primas (algodón en rama sobre todo), cereales y comestibles coloniales (té, azúcar, café…). Aunque actualmente se ha matizado la idea de que el aumento de las exportaciones jugó un papel crucial en el crecimiento de la economía británica, es evidente que los mercados externos contribuyeron notablemente al desarrollo del sector moderno de la industria.

Los servicios

El sector servicios se puede dividir en: 1) transportes y comunicaciones; 2) comercio al por mayor y por menor; 3) finanzas (bancos, seguros…); 4) públicos (defensa, policía, educación, sanidad…); 5) domésticos; 6) profesionales (abogados, ingenieros,…); 7) de ocio y cultura (espectáculos, turismo…). Aunque la demanda de todos ellos se incrementó, los que más crecieron fueron los transportes, comercio y servicio doméstico, puesto que de los 3,3 millones de personas que trabajaban en el sector terciario, 2,5 lo hacían en estos subsectores. El crecimiento del número de trabajadores contribuyó al aumento de la demanda de transportes y comercio pero no se puede afirmar que la clase obrera revolucionara el consumo de sanidad, educación u ocio. Estos servicios, junto con el doméstico, los profesionales y los financieros crecieron gracias a las mayores rentas de las clases medias y la burguesía.

1.3.5. La formación de capital

El origen de los capitales fue objeto de debate en los años 1950 y 1960, algunos historiadores sostenían que fueron grandes comerciantes quieneslas crearon y otros afirmaron que se hizo con fortunas modestas. La controversia quedó cerrada después de que se demostrara que las primeras fábricas textiles y fundiciones de hierro fueron financiadas mayoritariamente por artesanos, campesinos acomodados y pequeños comerciantes. Esto no es extraño ya que los establecimientos industriales exigían entonces poco capital fijo al ser pequeños los edificios y sencilla y barata la maquinaria. Como los bancos se mostraban reacios a conceder créditos a largo plazo los empresarios reunían el dinero recurriendo a mercados informales (parientes y amigos) y después iban aumentando el capital fijo mediante la reinversión de beneficios. No obstante los bancos regionales (Country Banks) que captaban ahorros de farmers y clases medias, desempeñaron un papel decisivo en la industrialización al prestar dinero a corto plazo a las nuevas empresas para que hicieran frente a sus necesidades de capital circulante (materias primas y salarios). Este tipo de créditos eran muy importantes ya que estas nuevas empresas industriales necesitaban más capital circulante que fijo. Además los grandes bancos comerciales de Londres no se implicaron en negocios industriales y siguieron ocupándose de sus actividades tradicionales (descuento de letras, divisas y compra de deuda pública). Este panorama fue cambiando a medida que el proceso industrializador necesitaba más capital fijo. La mayor demanda de capital se nutrió: del aumento de las rentas que elevó la tasa de ahorro; de la creación de sociedades anónimas; y de la aparición de bancos que concedían créditos a la industria. En 1720 la Bubble Act prohibió constituir sociedades anónimas si el Parlamento no lo autorizaba. Sin embargo, la ley que estuvo en vigor hasta 1850 no fue un problema para el desarrollo de estas sociedades, porque el Parlamento las autorizó para construir canales, carreteras y ferrocarriles; porque desde 1826 losBancos pudieron constituirse como sociedades anónimas y porque los empresarios hallaron un recurso legal por el cual los socios sólo eran responsables por el valor de su inversión. Por otra parte, la solidez que adquirieron los negocios industriales hizo que, desde la década de 1820, muchos Bancos comenzaran a prestar a largo plazo y que otros se convirtieran en socios de empresas textiles, siderúrgicas y mineras. En 1760 las inversiones representaban el 6% del PIB y en 1831 habían subido al 11,7% del PIB.

En cuanto a la estructura y evolución de las inversiones entre 1760 y 1800, las realizadas en agricultura, transporte y urbanización fueron superiores a las de la industria, sin embargo entre 1801-1830 y 1831-1840 la industria y la urbanización fueron los dos sectores que más capital recibieron, mientras que de 1841 a 1850 ferrocarriles e industria acapararon el 69% de la nueva formación de capital.


1.3.6. El papel del Estado

La idea de que el Estado debía ocuparse sólo del mantenimiento de la ley y el orden tiene su origen en la fisiocracia francesa y en Adam Smith y se conoce como laissez-faire (dejar actuar). Algunos historiadores han sostenido que el Estado británico desempeñó un papel mínimo durante la revolución industrial. Esta tesis se apoya en que el marco institucional de carácter liberal propició que el Estado interviniera menos que el alemán o el japonés en el ámbito económico al no subvencionar la construcción de ferrocarriles o la creación de algunas industrias. Otros historiadores por el contrario han hecho hincapié en que el Estado británico fomentó el crecimiento económico mediante políticas comerciales proteccionistas y mercantilistas ya que hasta la década de 1840 Inglaterra fue un país liberal pero no librecambista. Entre finales del XVIII y 1840 la agricultura estuvo protegida mediante las Leyes de Granos que gravaban las importaciones de cereales. Los aranceles a la importación de productos siderúrgicos y la

Calico Act fueron, junto con otras medidas, establecidas para el fomentode la industria. No se adoptó el librecambio hasta 1846, derogándose las Leyes de Granos y las Actas de Navegación (1849). Desde 1850 sólo persistieron algunos aranceles sobre las importaciones de productos coloniales.

1.3.7. El crecimiento de la renta per cápita: una revisión de la RevoluciónIndustrial

Como hemos visto en el epígrafe 1, hasta la década de 1960 varios libros publicados (especialmente Deane, P. La primera revolución industrial,Barcelona, Península, y Landes, D. Progreso tecnológico y Revolución Industrial, Madrid, Tecnos, 1979) explicaban la Revolución Industrial comoun proceso de crecimiento rápido provocado por la aparición de nuevas tecnologías y nuevas formas de organización del trabajo. Por otro lado el economista norteamericano W.W. Rostow (Las etapas del crecimiento económico, Méjico, FCE, 1961), propuso una teoría general de larevolución industrial con tres etapas. La primera era la de las condiciones previas (en Inglaterra 1740-1780) período en el que en algunas industrias se va adoptando el sistema fabril; la segunda era la del “despegue” (1780-1800), fase de aceleración del crecimiento, y la tercera la del crecimiento sostenido (madurez). Aunque se había puesto en cuestión, hasta la década de 1980 no existió suficiente base empírica para desmentir la hipótesis de brusca elevación de la renta por persona ni tampoco la de las etapas (Harley, 1982, Crafts, 1985, Berg, 1987). El revisionismo arroja dos conclusiones. La primera que el crecimiento fue lento. La segunda que no hubo “despegue” sino evolución gradual de la renta por persona. Se han tratado de explicar las razones de esa lentitud: Williamson lo atribuye a la guerra con Francia (1793-1815). Crafts y Harley piensan que fue debido a que la economía británica tuvo un carácter dual. Harley (1993) ratifica esta hipótesis. Divide la economía en tres sectores. El primero es el moderno: algodón, hierro y transportes. El segundo es la agricultura que también adoptó innovaciones. Al tercero lo denomina tradicional porque en él apenas hubo cambio tecnológico: toda la industria excepto el algodón y el hierro, y gran parte de los servicios. Entre 1780 y 1850 la tasa de crecimiento de la productividad en el sector moderno fue del 1,1%; la de la agricultura del 0,75 y la del tradicional del 0,02%, por consiguiente, la baja productividad del sector tradicional y el hecho de que su peso en elconjunto de la economía no bajara del 55-60% explican que el crecimiento fuera lento.

Mokyr (2004), por su parte, argumenta que el término Revolución Industrial debe sustituirse por industrialización; sin embargo otros, como Harley o Berg, consideran razonable continuar hablando de Revolución Industrial porque el proceso tuvo caracteres a la larga revolucionarios iniciando el crecimiento económico sostenido.


4. El debate sobre el nivel de vida de la clase obrera

A fines del siglo XIX los salarios de los trabajadores ingleses eran mucho más elevados que un siglo antes gracias al aumento de la productividad y al poder sindical. La esperanza de vida superaba los 40 años por la mejor alimentación y el gasto público en salubridad. La jornada laboral había bajado de 12 a 9 horas. El trabajo de los niños estaba prohibido y debían asistir a la escuela para alfabetizarse. Los obreros disponían de derechos sindicales y políticos y la distribución de la renta era más equitativa. Nadie niega que la industrialización elevara a largo plazo el nivel de vida de los trabajadores. Sin embargo, los historiadores discuten desde 1930 si el bienestar de la clase obrera mejoró o empeoró durante la revolución industrial. Estimar si el nivel de vida de la clase obrera aumentó o disminuyó exige información no sólo sobre su parte monetaria (salarios reales) sino sobre la no crematística (mortalidad, condiciones laborales). Al haber acontecido la revolución industrial durante un periodo pre estadístico las estimaciones se han ido rectificando a medida que se ha descubierto más y mejor información, de ahí la larga duración del debate.

Varias investigaciones realizadas en la década de 1980 reforzaron la hipótesis optimista en relación con la mejora de los salarios, el incremento del consumo en las clases trabajadoras, la esperanza de vida y la jornada laboral que pasó de 12 horas a finales del siglo XVIII a 10 horas en 1850. Sin embargo las investigaciones de la década de 1990 vuelven al pesimismo al demostrar que los salarios reales crecieron poco, deteriorándose otros elementos del nivel de vida:

  1. El paso de la familia protoindustrial al sistema del male breadwinner, el ganapanes, el hombre sustenta a la familia ydisminuye el empleo femenino.
  2. Los nuevos datos sobre mortalidad infantil y esperanza de vida en los barrios obreros son claramente pesimistas.
  3. Las condiciones laborales dan también la razón a los pesimistas de la década de 1960. El número de horas anuales trabajadas aumentó como consecuencia de la desaparición del Saint Monday (tradición de no trabajar en lunes) y de muchas fiestasreligiosas. El sistema fabril llegó a estar fuertemente reglamentado y el Verlagssystem también se deterioró ya que al aumentar el número de trabajadores se pagaba menos por pieza, teniendo que trabajar más horas. El más claro ejemplo se dio en el sector de la confección textil con el sweating system o sistema de reventadero.
  4. Nuevas investigaciones sobre el trabajo infantil han documentado que se incrementó entre 1760 y las Factory Laws de 1834 y que sus condiciones laborales empeoraron al dejar de trabajar en sus hogares para hacerlo en las fábricas.
  5. La evolución de la estatura media se puede alterar por tres factores: alimentación, morbilidad y desgaste físico, según las investigaciones antropométricas, es un indicador del “nivel de vida biológico”, que es una parte fundamental del bienestar, ya que la alimentación refleja lo crematístico (salarios reales y consumo) y la morbilidad y el desgaste algunos de los más importantes elementos no monetarios del nivel de vida (medio ambiente, epidemiológico, nivel sanitario, condiciones laborales). Las conclusiones de los antropómetras, utilizando fuentes militares indican un deterioro del “nivel de vida biológico” de la clase obrera. La estatura media masculina cayó entre dos o tres centímetros entre 1760 y 1850.