Pautas Fundamentales para la Identificación del Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

Criterios Fundamentales para la Identificación del Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

Un niño con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) puede ser identificado si el trastorno no se atribuye a ninguna causa obvia, si solo afecta a alguna(s) de sus habilidades lingüísticas, si sus ejecuciones en tareas relativas al lenguaje son significativamente peores que las que se refieren a otras habilidades y si los problemas lingüísticos perduran en el tiempo.

Tipos de Criterios para la Identificación del TEL

Los criterios que se han seguido para la identificación de niños con TEL son los siguientes:

Criterios de Inclusión o Exclusión

Estos criterios aluden a los requisitos mínimos que un individuo debe cumplir para ser incluido dentro de la categoría de TEL. Son los más utilizados en la selección de sujetos para muestras de investigación.

  • Según los criterios de exclusión, no forman parte del TEL aquellos que presentan como causa principal:
    • Retraso mental.
    • Deficiencia auditiva.
    • Disturbios emocionales severos.
    • Anormalidades bucofonatorias.
    • Signos neurológicos.
    • Problemas de lenguaje consecuencia de factores socioculturales o ambientales.
  • Según los criterios inclusivos, forman parte del TEL quienes manifiestan:
    • Un nivel cognitivo mínimo.
    • Superan un screening auditivo en frecuencias conversacionales.
    • No presentan ninguna lesión que pudiera explicar el trastorno.
    • No han sido diagnosticados dentro del espectro autista.
  • Según Stark y Tallal, para que un niño tuviera TEL debía tener un CI no verbal superior a 85; otros autores sugieren que debe presentar un CI de 75 a 80.
  • Stark y Tallal también incluyen en la categoría de TEL a niños que superen un screening audiométrico bilateral de 20 dB, o que logren pasar una prueba de discriminación auditiva a 25 dB.
  • Se excluyen a niños con trastornos fonológicos cuando estos son más severos que los lingüísticos.
  • Dunn, Flax y Aram requieren la emisión de 25 frases inteligibles para considerar a un niño con TEL.
  • Leonard considera como requisito de inclusión en el TEL que los niños emitan correctamente fonemas finales de palabras monosilábicas.

Es importante señalar que puede coexistir el TEL con el retraso mental, la hipoacusia u otros trastornos, y es posible que esta coexistencia sea la responsable de la presentación de problemas severos.

Criterios de Especificidad

Estos criterios son complementarios a los de exclusión y asumen que los niños con TEL no pueden presentar otras patologías, entendiendo la normalidad de todos los dominios, excepto el lingüístico.

  • Primeras aportaciones: Estudios piagetianos sobre pensamiento lógico u operatorio. Los datos apuntan a que los niños con TEL presentan un retraso significativo en tareas operatorias.
  • Investigaciones posteriores: La detección del TEL se ha vuelto más molecular, con una orientación bottom-up (de abajo hacia arriba). Las aportaciones se centran en:
    1. Áreas de procesamiento perceptivo: Demuestran que los niños con TEL tienen mayor dificultad para diferenciar sonidos de corta duración y/o que se presentan de manera rápida, con cortos intervalos temporales entre estímulos.
    2. Memoria de trabajo: Los niños con TEL presentan una capacidad limitada para procesar y almacenar la información. La repetición de pseudopalabras puede ser una de las tareas más puras de memoria de trabajo, ya que elimina los requisitos de comprensión.
    3. Enlentecimiento de los tiempos de reacción: Se manifiestan en distintas tareas que se diferencian en sus componentes lingüísticos.
    Estas aportaciones sugieren la posibilidad de que el TEL no sea tan específico, ya que puede haber distintos tipos y grados de deficiencias en la ejecución de tareas.

Criterios de Discrepancia

Los criterios de discrepancia más seguidos son las propuestas por Stark y Tallal:

  1. Al menos 12 meses de diferencia entre la edad mental y la edad de lenguaje expresivo.
  2. Al menos 6 meses de diferencia entre la edad mental y la edad de lenguaje receptivo.
  3. Al menos 12 meses de diferencia entre la edad mental y una puntuación de edad lingüística compuesta.

Se aprecian dos fórmulas de discrepancia:

  1. Discrepancia cronológica: Diferencia entre la edad cronológica y la edad lingüística.
  2. Discrepancia cognitiva: Diferencia entre la edad mental y la edad lingüística. Esta deriva de la hipótesis cognitiva de Cromer, asumiendo que el desarrollo cognitivo es un prerrequisito y una explicación del desarrollo del lenguaje, requiriéndose un nivel cognitivo mínimo para que el lenguaje pueda emerger y desarrollarse adecuadamente.

Criterios de Evolución

Este criterio se refiere a la naturaleza duradera y la resistencia al tratamiento del TEL.

  • Bishop y Rosenbloom sugieren que los niños que solo dicen algunas palabras a los 3 años, utilizan holofrases a los 3 años y medio, y solo emiten frases de dos palabras a los 4 años, pueden presentar un problema severo.
  • Los niños con Retraso del Lenguaje (RL) evolucionan significativamente hacia la normalidad a los 5 años.
  • Dos aspectos clave a considerar son:
    1. La posibilidad de diferenciar entre retraso y trastorno.
    2. El estudio de la evolución lingüística de los niños hablantes tardíos, en los que se incluyen a niños con retraso en la adquisición del lenguaje y niños con TEL.