Pilares de la Atención Integral en Salud: Principios y Enfoques Esenciales para el Bienestar

Tres Principios Fundamentales del Modelo de Atención Integral en Salud

1. Cuidado Centrado en las Personas

Este principio considera las necesidades y expectativas de las personas y sus familias desde su particular forma de definirlas y priorizarlas. Para ello, se debe establecer un modelo de relación entre el equipo de salud, las personas, sus familias y la comunidad, basado en la corresponsabilidad del cuidado de la salud, enfatizando en los derechos y deberes de las personas, tanto del equipo de salud como de los usuarios.

Objetivos del Cuidado Centrado en las Personas:

  • Establecer un trato de excelencia a las personas en cualquier punto de contacto, basado en comunicación afectiva y respeto a la dignidad y derechos.
  • Fomentar relaciones de confianza y ayuda mutua.
  • Facilitar el acceso de la población a la atención de salud.
  • Asegurar el acceso a la atención para los grupos más vulnerables.

2. Integralidad en la Atención

La integralidad ha sido definida desde al menos dos aproximaciones complementarias: una referida a los niveles de prevención y otra a la comprensión multidimensional de los problemas de las personas. Es una función esencial de todo sistema de salud e incluye la promoción, prevención, curación, rehabilitación y cuidados paliativos. Los servicios deben ser suficientes para responder a las necesidades de salud de la población desde una aproximación biopsicosocial, espiritual y cultural.

Objetivos Clave de la Integralidad:

  • Comprender y ampliar la mirada a las múltiples dimensiones de un problema de salud, incorporando intervenciones basadas en la evidencia disponible dirigidas a todas las dimensiones de los problemas, incluida la prevención y promoción de la salud.
  • Ayudar a las personas a reconocerse como un todo y con sus propias capacidades de sanación a través de cambios y mejoras en las dimensiones de su ser.
  • Entregar cuidado a lo largo de todo el proceso de salud, desde lo preventivo hasta la rehabilitación.

3. Continuidad del Cuidado

La continuidad del cuidado se define en varias dimensiones esenciales para una atención efectiva:

3.1. Continuidad Clínica

Se refiere al grado en que el cuidado del paciente está coordinado a través de las diversas funciones, actividades y unidades operativas del sistema. Depende fundamentalmente de la condición del paciente y de las decisiones del equipo de salud. Incluye la integración horizontal (intra e inter de un mismo nivel de atención) y vertical (establecimientos de distintos niveles de la red), abordando el problema de una manera longitudinal sin perder información a través de su cuidado.

3.2. Continuidad Funcional

Indica el grado en que las funciones clave de apoyo y actividades, tales como gestión financiera, recursos humanos (RRHH), planificación estratégica, gestión de la información y mejoramiento de la calidad, están coordinadas a través de las unidades del sistema. Ejemplo: Procesos administrativos eficientes.

3.3. Población a Cargo

Los equipos de atención primaria deben definir su población a cargo, entendida como las personas beneficiarias con las cuales el centro de salud asume la responsabilidad de brindar y coordinar los servicios sanitarios. Estos servicios están orientados a mantener a la población sana, mejorar su nivel de salud y servir como puerta de entrada a la red de salud. Para ello, se realiza un plan nacional de salud y un diagnóstico local que permite priorizar temas de salud relevantes a intervenir.

Enfoques Transversales en las Acciones de Salud

1. Enfoque Intercultural

Este enfoque propone una mirada diferente de hacer salud, incorporando el respeto a la cultura existente en los territorios y la participación activa de las propias comunidades y organizaciones de pueblos originarios. Sus orientadores son la equidad y la participación, y se orienta a mejorar la calidad de vida. Se deberían incorporar estrategias de pertinencia cultural que correspondan a las particularidades de los distintos pueblos originarios y de la población que vive en el país.

2. Enfoque de Género

El enfoque de género aborda las diferentes oportunidades que tienen hombres y mujeres, las interrelaciones y los distintos papeles que se les asignan socioculturalmente. Las relaciones de género pueden ser definidas como los modos en que las culturas asignan funciones y responsabilidades distintas en una estructura de poder y jerarquía social. Se manifiesta en creencias, normas, conductas y prácticas de la sociedad, y determina la forma de acceder a los recursos materiales (como tierra, crédito) o no materiales (como el poder político). Se evidencia en el trabajo doméstico y extradoméstico, las responsabilidades familiares, la educación o las oportunidades de promoción. Estas diferencias a menudo resultan en inequidades socioeconómicas, étnicas y laborales.

Objetivos del Enfoque de Género:

  • Reducir la Violencia Intrafamiliar (VIF) mediante programas de comunicación social, detección y derivación.
  • Disminuir el número de embarazos adolescentes.
  • Fijar resultados esperados en relación a la salud de las mujeres en periodo climatérico.

Familia y Enfoque de Género:

La vida de la mujer es significativamente afectada por su vida reproductiva, lo que tiene una clara y directa influencia en su estado de salud. Además, la creciente emigración masculina por motivos de desempleo e inestabilidad de los lazos conyugales ocasiona un incremento de los hogares encabezados por mujeres, lo que plantea desafíos específicos en el ámbito de la salud y el bienestar familiar.