Principios Clave de la Administración Científica: Taylor, Ford y Emerson
Principios Fundamentales de la Administración Científica
La administración científica, impulsada por figuras como Frederick Winslow Taylor, Henry Ford y Harrington Emerson, revolucionó la gestión empresarial a principios del siglo XX. Estos son sus principios clave y el impacto que tuvieron.
Principios de la Administración Científica según Taylor
Taylor propuso cuatro principios fundamentales para mejorar la eficiencia y la productividad, beneficiando tanto a directivos como a trabajadores:
- Principio de Planificación: Esta es la primera función administrativa. Implica determinar anticipadamente los objetivos y cómo alcanzarlos. La planificación define qué se debe hacer, cómo, cuándo y en qué orden.
- Principio de Preparación: Se basa en la selección científica de los trabajadores, preparándolos y capacitándolos para maximizar su producción y calidad.
- Principio de Control: Consiste en supervisar el trabajo para asegurar que se ejecute según las normas y el plan previsto. Requiere la colaboración entre directivos y trabajadores para una ejecución efectiva.
- Principio de Ejecución: Asigna responsabilidades y atribuciones de manera diferenciada para lograr una ejecución del trabajo más disciplinada.
Otros Principios Implícitos de la Administración Científica según Taylor
Además de los cuatro principios principales, Taylor promovió otras prácticas esenciales:
- Estudiar y optimizar el trabajo de los operarios, descomponiéndolo en sus elementos básicos y eliminando movimientos inútiles.
- Establecer el método de trabajo óptimo antes de implementarlo.
- Seleccionar a los trabajadores científicamente, según sus aptitudes para las tareas asignadas.
- Proporcionar instrucciones técnicas y capacitación adecuada a los trabajadores.
- Separar las funciones de planificación de las de ejecución, con atribuciones claras y delimitadas.
- Especializar y entrenar a los trabajadores en todas las fases del trabajo, desde la planificación hasta la ejecución.
- Planificar la producción, estableciendo incentivos y premios por alcanzar y superar los estándares.
- Estandarizar herramientas, materiales, maquinaria, equipos, métodos y procesos.
- Distribuir equitativamente los beneficios del aumento de la producción entre la empresa, los accionistas, los trabajadores y los consumidores.
- Controlar la ejecución del trabajo para mantener, mejorar, corregir y premiar el desempeño.
- Clasificar de forma práctica y sencilla los equipos, procesos y materiales para facilitar su uso.
Principios Básicos de Ford
Henry Ford, por su parte, implementó principios que transformaron la producción industrial:
- Principio de Intensificación: Reducir el tiempo de producción mediante el uso inmediato de equipos y materia prima, y la rápida colocación del producto en el mercado.
- Principio de Economicidad: Minimizar el volumen de materia prima en transformación.
- Principio de Productividad: Aumentar la capacidad de producción por trabajador mediante la especialización y la línea de montaje, logrando un trabajo rítmico, coordinado y económico.
Ford también fue pionero en el uso de incentivos no salariales y en la implementación de sistemas de asistencia técnica, concesionarios y políticas de precios en el área de mercadeo.
Principios Básicos de Harrington Emerson
Harrington Emerson aportó principios centrados en la eficiencia y la gestión:
- Ideales definidos claramente: Formular y comunicar los objetivos de la organización a todos los empleados.
- Sentido común: Utilizar el sentido común para analizar los problemas de forma integral y buscar buenos consejos.
- Asesoría competente: Contar con un consejo calificado en todo momento.
- Disciplina: Apegarse estrictamente a los reglamentos.
- Trato justo: Fomentar la comprensión, imaginación, honestidad y justicia social en el trabajo.
- Registros confiables, inmediatos y adecuados: Mantener registros precisos para la toma de decisiones.
- Distribución de las órdenes de trabajo: Implementar técnicas eficaces de plazos y control de la producción.
- Estándares y programas: Establecer métodos y agendas para la ejecución de tareas, mediante estudios de tiempos y movimientos, y normas de trabajo.
Críticas a la Administración Científica
A pesar de sus aportes, la administración científica recibió críticas significativas:
- Mecanicismo: Se le dio poca atención al elemento humano, enfocándose principalmente en las tareas y factores relacionados con el cargo (tiempo y movimiento). Se le conoce como la «teoría de la máquina».
- Súper especialización del operario: La búsqueda de la eficiencia llevó a una excesiva división del trabajo, sin considerar que la especialización extrema no siempre aumenta la eficiencia.
- Visión microscópica del hombre: Se consideró al trabajador como un individuo aislado, ignorando su naturaleza social y valorando únicamente la fatiga muscular, sin considerar la fatiga nerviosa.
- Ausencia de comprobación científica: Se criticó la falta de pruebas científicas rigurosas para sus proposiciones y principios, basándose en un método empírico y datos aislados.
- Enfoque incompleto de la organización: Se consideró incompleta por centrarse en los aspectos formales, omitiendo la organización informal y los aspectos humanos.
- Limitación del campo de aplicación: Se enfocó en la organización racional del trabajo desde un punto de vista limitado, sin considerar otros aspectos empresariales como los financieros y comerciales.
- Enfoque prescriptivo y normativo: Se caracterizó por establecer principios normativos como recetas, buscando estandarizar situaciones y la forma de administrarlas.
- Enfoque de sistema cerrado: Visualizó a las empresas como entidades aisladas, sin considerar el entorno en el que operan.