Principios de la Democracia según Jean-Jacques Rousseau
La Democracia según Jean-Jacques Rousseau
1. Finalidad del Contrato Social
La teoría política de Rousseau, expuesta principalmente en El Contrato Social (1762), propone la fundación de un nuevo Estado sobre bases contractuales renovadas (neocontractualismo). Su objetivo es reestructurar los valores y la convivencia social, promoviendo la solidaridad frente al egoísmo.
Según este nuevo contrato, los individuos ceden su soberanía y sus derechos individuales de manera irreversible. A diferencia del contrato propuesto por Locke, de este acuerdo surge una personalidad colectiva: el Pueblo.
El Pueblo es una entidad en la que se funden todos los individuos; si antes decían «yo», ahora dicen «nosotros». El Pueblo se convierte así en el sujeto de la soberanía.
El fin específico del contrato es la conservación de todos sus miembros. Esto implica no solo garantizar la supervivencia de los individuos, sino también permitir el desarrollo de sus facultades naturales. Un Estado basado en este contrato se preocupa por la supervivencia y, sobre todo, por el desarrollo de todos.
El Pueblo tiene una finalidad social clara: es responsable de atender a los individuos más necesitados, evitando el hambre, la miseria extrema, la mala formación y, en general, las desigualdades. El concepto de Pueblo en Rousseau es, por tanto, mucho más igualitario que en el liberalismo, donde el Estado se concibe principalmente para garantizar la paz.
2. La Voluntad General
El Pueblo, como soberano, posee una voluntad. Esta voluntad colectiva se expresa en una asamblea y se denomina Voluntad General. Cuando el Pueblo se reúne en asamblea, acuerda leyes mediante votación, y el resultado es la Voluntad General.
Rousseau enfatiza que la Voluntad General debe estar orientada al bien común, no a intereses privados. Si la asamblea se dedica a la defensa de intereses particulares, sus decisiones pierden legitimidad y ya no representan la Voluntad General.
Incluso lo que Rousseau llama la «voluntad de todos» no es la Voluntad General si está guiada por intereses particulares. La Voluntad General busca el interés común, mientras que la «voluntad de todos» es simplemente la suma de voluntades particulares.
3. La Figura del Dictador
Rousseau contempla la necesidad de una figura excepcional, el dictador, en situaciones donde predominan los intereses privados y se abandona la Voluntad General. El papel del dictador sería regenerar al Pueblo mediante leyes sabias, reconduciéndolo hacia el bien común.
Existe una consideración que podría parecer anacrónica: la idea de que el bien común prevalecerá y de que no habrá intereses privados en la asamblea.
4. Obras Relacionadas
Aunque El Contrato Social (1762) es su obra más influyente sobre la teoría de la democracia, Rousseau también aplicó sus principios en otros escritos, como el Proyecto de constitución para Córcega y el Proyecto de constitución para Polonia. Estos proyectos reflejan su visión de cómo organizar políticamente comunidades que buscaban la independencia o la reestructuración.