Principios Esenciales de la Doctrina Social: Fundamentos para la Intervención Social

Principios Fundamentales de la Doctrina Social

La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) articula una serie de principios esenciales que orientan la reflexión y la acción en el ámbito social. Estos principios, lejos de ser meras teorías, constituyen un marco ético robusto para comprender y transformar la realidad social, siendo de particular relevancia para el Trabajo Social.

Solidaridad

La Solidaridad es un eje central de la DSI. Se define como el reconocimiento de la radical interdependencia entre las personas y los pueblos en todos los espacios y tiempos, lo que obliga moralmente a todos a la práctica de la cohesión social, entendida como servicio mutuo. No es un mero sentimiento de compasión, sino una obligación moral interior que brota de la dignidad humana compartida. Desde una perspectiva cristiana, se fundamenta en la sociabilidad natural del ser humano, su igualdad ontológica y su vocación común a la redención. Lejos de ser retórica o caridad forzada, implica un compromiso real con el bien del otro y con la cohesión social. Supone superar tanto el individualismo egoísta como el colectivismo anulador, buscando un modelo social que integre justicia, libertad y servicio mutuo. Todos somos iguales (con la misma dignidad fundamental) y hemos de poner nuestros talentos personales (nuestras diferencias) al servicio de los demás, del Bien Común.

Bien Común

El Bien Común es la finalidad que da sentido a la vida política. Es el conjunto de condiciones sociales que permiten a todos y cada uno alcanzar su plenitud personal. Es un bien público en el sentido más profundo del término: no estatal, sino común a todos los miembros de la comunidad política. Se basa en una visión antropológica integral del ser humano y exige que tanto ciudadanos como autoridades orienten sus actos hacia el desarrollo del conjunto. No es la suma de bienes individuales, sino una realidad superior que integra y ordena los intereses particulares. Este principio exige la participación activa de todos, la justicia en las estructuras sociales y el respeto a la dignidad de la persona.

Subsidiariedad

El principio de Subsidiariedad establece que las instancias superiores no deben asumir tareas que pueden cumplir adecuadamente las inferiores. Tiene una doble función: de ayuda y de límite al poder. Busca proteger la libertad de los individuos, las familias y las asociaciones intermedias, evitando su absorción por parte del Estado. Nace de la experiencia histórica de los totalitarismos y se apoya en la responsabilidad personal y social como base del Bien Común. Aplicarlo correctamente implica un equilibrio: ni injerencia opresiva, ni abandono irresponsable. Exige un Estado que ayude sin sustituir, que coordine sin imponer y que fortalezca las capacidades sociales sin atrofiarlas.

Diferencia entre Ayuda y Subsidiariedad

  • La Ayuda es un apoyo que busca promover la autonomía de la persona o grupo, no necesariamente condicionada a un fin concreto (ejemplo: una beca para que un estudiante elija su formación). Impulsa la libertad y responsabilidad.
  • La Subsidiariedad es una ayuda específica y condicionada a una actividad concreta, destinada a un fin determinado y debe justificarse (ejemplo: una subvención para plantar olivos). Puede limitar la libertad si genera dependencia.

Participación

La Participación implica que toda persona tiene el derecho y el deber de intervenir activamente en la construcción de la vida social. No se trata de una participación pasiva o delegada, sino de una presencia efectiva en las decisiones que afectan al Bien Común. Es expresión de la libertad y dignidad y se relaciona directamente con el principio de subsidiariedad (solo quien participa se responsabiliza). La DSI entiende la participación como condición para la justicia social y la legitimidad política, no limitada al voto, sino extendida a todos los ámbitos: político, económico, cultural, comunitario. Una sociedad sin participación auténtica degenera en subordinación o tecnocracia.

Concepción Orgánica de la Sociedad

Esta concepción propone una visión de la sociedad como un organismo vivo, en lugar de un sistema mecánico controlado desde un centro de poder. Afirma que entre la persona y el Estado deben existir estructuras intermedias libres, como familias, asociaciones y comunidades que nacen desde abajo y tienen fines propios. En este modelo, cada parte cumple su función con autonomía relativa, pero en cooperación con el todo. Así se evita tanto la concentración excesiva del poder como la disgregación social. Garantiza una sociedad plural, participativa y responsable, donde la libertad y el Bien Común se armonizan sin que uno absorba al otro.

Justicia Social

La Justicia Social es una forma moderna y estructural de Justicia, que va más allá de las relaciones contractuales entre individuos. Inspirada por el magisterio desde Pío XI, exige que las leyes, instituciones y estructuras sociales aseguren el acceso equitativo al Bien Común. No basta con que las normas sean legales; deben ser justas en su contenido y efectos. Corrige desequilibrios, promueve la redistribución equitativa de bienes y protege a los vulnerables. Se encarna en políticas públicas, en condiciones laborales dignas y en oportunidades reales de desarrollo. Busca armonizar la libertad con la equidad y convierte el Derecho en vehículo del Bien Común.

Lo Político y La Política

La distinción entre Lo Político y La Política es fundamental para comprender la vida en común:

  • La Política (LA) hace referencia a la actividad práctica mediante la cual una sociedad se organiza (leyes, elecciones, etc.).
  • Lo Político (LO) alude a un nivel más profundo, estructural y antropológico de la vida en común. Se refiere al hecho esencial de que el ser humano, por su naturaleza, es un ser social que necesita vivir con otros, organizarse y establecer normas que rijan su convivencia. Este plano más hondo implica cuestiones como la existencia de autoridad y obediencia, la distinción entre público y privado, la gestión del conflicto y la búsqueda del Bien Común. Lo Político es el fundamento de la política, aquello que justifica que exista un orden social y se tomen decisiones colectivas. Se basa en la dignidad de la persona, en su libertad y responsabilidad hacia los demás.