Psicología de la Conducta: Modelos de Aprendizaje, Motivación y Gestión de la Frustración
Modelos de Aprendizaje: Enfoques Psicológicos y su Aplicación
Aunque ya se han explorado los principales enfoques psicológicos y su aplicación en la educación, es conveniente recordar algunos de los postulados básicos que fundamentan los dos grandes modelos psicológicos que han dominado la psicología del aprendizaje.
El Enfoque Conductista: Principios Fundamentales
- Inicialmente, el individuo es considerado una «tabla rasa», y todo el conocimiento se adquiere mediante mecanismos asociacionistas.
- Negación de los procesos mentales internos; la mente, si existe, se considera una mera copia de la realidad.
- El aprendizaje no es una cualidad intrínseca del individuo, sino que requiere ser impulsado por el ambiente.
- Las leyes del aprendizaje son aplicables a todas las especies y entornos.
- Solo existe una forma mecánica de aprender: la asociación Estímulo-Respuesta (E-R).
- Solo se admite como objeto de estudio los hechos de la conducta, ya que son los únicos observables, científicos y verificables.
El Enfoque Cognitivo: Procesamiento de la Información
Centrado en el procesamiento de la información, podríamos destacar los siguientes postulados:
- Importancia de la mente humana y su interacción con el ambiente.
- La memoria es el sistema básico de procesamiento de la información.
- Interacción entre las variables del sujeto y las de la tarea o situación ambiental a la que se enfrenta.
- El sujeto es el agente activo que procesa la información y realiza el acto cognitivo.
- Interesa estudiar cómo se representa la información, más que la forma en que se adquieren las representaciones.
- El esquema básico es Estímulo-Organismo (procesos mentales)-Respuesta (E-O-R).
Finalmente, el enfoque cognitivo-conductual ha significado para la psicología del aprendizaje el reconocimiento del sujeto como participante activo en el proceso de aprendizaje.
La Homeostasis: Equilibrio Interno y Conducta
- El motivo de la conducta reside en el propio individuo.
- Mientras los animales se rigen por el instinto de conservación, el ser humano no siempre actúa de esta manera.
- La homeostasis, definida por Walter Cannon como «el mantenimiento del medio interno», engloba todas las acciones que realizamos para adaptarnos al entorno (aunque este concepto es más aplicable al reino animal).
- Los seres unicelulares no requieren un medio interno complejo debido a su circulación de circuito abierto, a diferencia del ser humano.
- Los perros, por ejemplo, mantienen sus niveles de glucosa estables a pesar de las variaciones en su entorno (observación de Claude Bernard).
- Muchas enfermedades se originan por desajustes homeostáticos (según Selye).
La Necesidad: Origen de la Motivación
La necesidad se define como una alteración del medio interno. Si esta alteración persiste, podría conducir a la muerte.
A la necesidad le acompaña un impulso, que es un estado desagradable y displacentero. Este impulso es el correlato psicológico de toda necesidad.
El impulso conduce a la búsqueda del incentivo, que es la actividad dirigida hacia algo o alguien con el fin de restablecer la homeostasis perdida.
Si la homeostasis se restablece, aparece la gratificación, acompañada de sensaciones de reposo y sueño.
Cuando surge algún obstáculo para conseguir el incentivo, aparece la frustración. A esta frustración se le unen sentimientos de inferioridad e impotencia. Tinbergen distingue tres fases en la frustración: Episodio, Instrumental y Consumatorio.
Causas de la Frustración
Cuanto más se retrasa la consecución del incentivo, mayor es la tensión y el sentimiento de inferioridad e impotencia por no saber superar el obstáculo. Los motivos de esta frustración pueden ser físicos, morales, sociales o internos.
Las principales causas de la frustración son:
- Obstáculos externos entre el deseo y el incentivo (ej., una recompensa, unas oposiciones, alimento).
- La carencia de algo a lo que nos consideramos con derecho (ej., dinero, libertad), lo cual también genera frustración.
El conflicto se da entre dos motivos y nos obliga a elegir uno (ej., profesión, afecto).
La frustración extrema puede generar personalidades paranoicas o, en el extremo opuesto, sumisas.
Efectos y Manifestaciones de la Frustración
El efecto más común de la frustración es la agresividad, que será mayor cuanto más fuerte y prolongada sea la frustración. Miller postula que toda frustración conduce a una agresión y viceversa. Sin embargo, Rosenzweig sugiere que, además de la agresión, pueden existir otras manifestaciones, y que la agresión no es la única ni la causa fundamental de la frustración.
Las manifestaciones más comunes incluyen:
- Agresión física desplazada: Agredir a una persona que no es la causante directa de la frustración, llegando incluso a agredir a alguien a quien se aprecia. A nivel psicológico, se considera la agresión «más sana» dentro de las opciones, aunque no es recomendable.
- Agresión verbal desplazada: Insultar a alguien que no es el causante de la frustración.
- Agresión verbal directa: Es considerada «sana» pero no recomendable; consiste en insultar directamente a la persona o personas que causan la frustración.
- Agresión directa (interna): Puede manifestarse como complejo de culpabilidad, inferioridad, depresión e incluso apatía.
- Insolidaridad social: Se expresa a través del cinismo, la oposición y protestas desmedidas (no solo oponerse, sino convocar grandes manifestaciones o programar protestas de larga duración, como una huelga indefinida).
- Conducta desorganizada: Incluye comportamientos como el alcoholismo o una vida bohemia.
- Conducta contra sí mismo: Manifestaciones como el suicidio, úlceras o el consumo de drogas.
Se ha comprobado que la creencia afectiva y la presencia de padres o familiares agresivos aumentan la agresividad en la mayoría de los casos. Curiosamente, los epilépticos tienden a ser menos agresivos, mientras que la exposición al monóxido de carbono y ciertos aspectos culturales pueden incrementar la agresividad.