Racionalidad y Lógica en la Argumentación Jurídica: Contextos y Deducción

La Distinción entre Contexto de Descubrimiento y Contexto de Justificación en la Decisión Judicial

La teoría estándar de la argumentación jurídica parte de la distinción fundamental entre el contexto de descubrimiento y el contexto de justificación de las decisiones judiciales, circunscribiendo el estudio de la argumentación jurídica a este último ámbito.

Contexto de Descubrimiento

El contexto de descubrimiento se refiere a los motivos o factores causales que explican una determinada decisión. Estos pueden incluir causas psicológicas, biológicas o sociológicas que influyen en la toma de una decisión.

Por ejemplo, ciertas cuestiones no requieren justificación porque se explican por sí mismas en este contexto. Si se afirma que «los jueces son machistas», este enunciado se sitúa en el contexto de descubrimiento, explicando una posible causa de ciertas decisiones, sin necesidad de una justificación formal.

Contexto de Justificación

El contexto de justificación, por su parte, responde a las razones que permiten considerar que una decisión está justificada o es aceptable. Se sitúa exclusivamente en el ámbito de la teoría del derecho y la lógica jurídica.

Si tomamos como ejemplo la motivación de un juez en una sentencia, el contexto de descubrimiento abarcaría la tarea del juez de detallar los motivos de diversa índole que lo llevaron a tomar la decisión (factores causales). En contraste, el contexto de justificación se centraría en las razones por las cuales el juez considera su decisión como aceptable y justificada.

Es crucial diferenciar entre las razones que explican una decisión y las que la justifican. Por ejemplo, en un delito, se puede explicar por qué se cometió un acto (contexto de descubrimiento), pero no se puede justificarlo si el acto no es aceptable legal o moralmente (contexto de justificación).

Es importante señalar que esta distinción no coincide con la que se traza entre el discurso descriptivo y el prescriptivo: se puede describir cómo los jueces, de hecho, toman sus decisiones, pero también prescribir cómo deberían hacerlo; y lo mismo aplica en relación con la justificación.

Vigencia y Utilidad de la Distinción

Actualmente, la distinción entre contexto de descubrimiento y de justificación se mantiene en términos más flexibles, ya que no existe una línea tajante que separe ambos contextos. Además, es posible que una razón explicativa posea también un carácter justificativo (por ejemplo, un buen juez toma sus decisiones guiado únicamente por buenas razones).

No obstante, sigue siendo útil mantener esta distinción, que puede aclararse y se contempla con nitidez desde el punto de vista formal (lógico), que motiva la decisión judicial exclusivamente en el contexto de justificación. Sin embargo, en el plano material y pragmático, esta distinción es a menudo muy sutil o apenas perceptible.

Las instituciones de la independencia y la imparcialidad judicial cumplen precisamente la función de hacer coincidir las razones explicativas con las justificativas. El ideal de un juez independiente e imparcial es aquel que no tiene más motivos para decidir que aquellos que justifican su decisión, es decir, no tiene razones ulteriores por las que decantarse por una u otra resolución.

La Inferencia Deductiva en el Razonamiento Jurídico

Inferir es la acción de pasar de unos enunciados a otros, siendo la inferencia el resultado de dicha actividad. La relación de inferencia se establece entre un conjunto de enunciados (las premisas) y otro enunciado (la conclusión), y consiste fundamentalmente en extraer conclusiones a partir de un determinado conjunto de premisas.

Características de la Inferencia Deductiva

La inferencia deductiva se considera el paradigma del razonamiento lógico en su sentido estricto. Establece una relación tal que, si las premisas son verdaderas, la conclusión necesariamente también lo será. Por lo tanto, si alguien acepta las premisas, debe aceptar necesariamente la conclusión.

A diferencia de las inferencias inductivas, en las deductivas el paso de las premisas a la conclusión posee una «necesidad» inherente. En las inferencias inductivas, las premisas pueden ser verdaderas y, sin embargo, la conclusión puede ser falsa.

De acuerdo con Alchourrón (1995), una relación de inferencia deductiva se caracteriza por:

  • Reflexividad: La conclusión no contiene nada que no estuviera ya implícito en las premisas.
  • Monotonía: Si dos o más premisas son suficientes para una argumentación, la adición de premisas adicionales no alterará la validez de la conclusión. La verdad de las premisas es suficiente para la verdad de la conclusión, y más información no la variará.
  • Transitividad: La conclusión se deduce exclusivamente de las premisas.

Ejemplo de Inferencia Deductiva

Un ejemplo clásico de inferencia de carácter deductivo es el siguiente:

  1. Premisa 1: Todos los humanos son mortales.
  2. Premisa 2: Sócrates es humano.
  3. Conclusión: Sócrates es mortal.

Implicaciones de la Lógica Deductiva

En este sentido, la lógica deductiva se considera improductiva, ya que la inferencia que se hace con la conclusión no otorga ningún conocimiento nuevo que no estuviera ya contenido en las premisas con las que se relaciona. En contrapartida, sin embargo, ofrece una gran seguridad y certeza en sus conclusiones.