Relacion de filosofia y cultura

3 DIMENSIONES DE LA CULTURA: SUBJETUAL, INTERSUBJETUAL Y OBJETUALLos grupos humanos desarrollaron normas de organización social, productiva, o religiosa, conductas que en un principio habrían sido más o menos comunes a todos los Homo Sapiens, pero poco a poco, fueron dando lugar a formas de organización diferentes, apareciendo, entre los distintos grupos humanos, normas cada vez más complejas y distintas. Estos grupos humanos se organizarían de manera que fuera necesario interpretar sus normas distintas. La nueva realidad antropológica viene dada por esa diferenciación entre grupos humanos, frente a las especies animales, cuyas conductas son, por lo general, uniformes a la especie (salvo casos muy aislados entre los chimpancés, que manifiestan alguna diferenciación muy básica entre grupos de chimpancés diferentes).Así podemos decir que los grupos humanos mantendrían entre sí un tipo nuevo de relaciones inédito entre las especies animales, del mismo modo que por ello se generarán tipos de relación entre los diferentes grupos humanos con los animales y con su entorno.Bueno dice que las pretensiones de la Etología de erigirse en ciencia de la cultura no pueden llevarse a cabo, porque lo que la Etología estudia es aquello que hay de animal en el hombre, aquel conjunto de características que equiparan al hombre con el resto de los animales, antes de la aparición de la cultura humana.Bueno propone un ejemplo extraordinario: el ejemplo de las abejas constructoras de panales. En la construcción de panales de las abejas, la conducta que desarrollan no es innata, ni preprogramada con el programa “construir celdas hexagonales”, propone Bueno. Tampoco sería una conducta aprendida, porque las abejas no pretenden edificar celdas hexagonales; por lo tanto no es posible hablar de conducta subjetual panalizadora, pues no es innata ni aprendida.La conducta sería una conducta cultural porque a partir de ciertos movimientos del organismo se resuelve la edificación del panal, igual a edificios de viviendas en colmena de otros insectos o de hombres, pero si es cultural la razón está en la obra misma del panal construido por el enjambre y no en un supuesto aprendizaje.Los movimientos panalizadores de las abejas carecen de sentido fuera del panal, y es el mismo panal el que configura esos movimientos. Y tampoco podemos considerar al panal como un resultado inerte no cultural, frente a los movimientos aprendidos “culturales”, porque es una estructura necesaria para la reproducción de los movimientos subjetuales de las abejas.La forma del panal está determinada no por la conducta de la abeja, sino por una resultancia mecánica, como sugirió Buffon (la forma hexagonal de las celdillas podría resultar de la presión uniforme de múltiples abejas trabajando al mismo tiempo en todas direcciones, esféricamente), y aunque la estructura fisiológica del movimiento circular de la cabeza de la abeja determina el diámetro y la forma del panal, sólo el panal construido configura esas conductas como conductas culturales, y fuera del panal no tendrían ningún sentido funcional.Desde los niveles más bajos de la vida animal hasta la vida humana civilizada, existen fronteras entre la conducta subjetiva y el entorno como cultura objetual. La dimensión subjetiva de la cultura que afronta la Etología se fundamenta en el hecho de que los organismos tienen movimientos naturales conductuales o comportamentales.Pero la cultura tendría además una dimensión intersubjetual, resultante de las conductas individuales, de la que se derivan configuraciones culturales. Bueno propone el ejemplo de la parada de un batallón, pero también la disposición de una banda de babuinos en orden jerárquico de marcha, o un enjambre de abejas trabajando. El aspecto cultural de las disposiciones intersubjetivas derivadas del movimiento conductual individual vendría dado precisamente por el hecho de que sin ser sustancialmente viviente el grupo de individuos, como el enjambre, o el grupo de soldados, podría llegar a ser molde de la propia vida individual.La dimensión objetiva de la cultura vendrá determinada por el “conjunto de utensilios, instrumentos, edificios, herramientas, cultivos, modificación de la corteza terrestre, etc., que forman parte del mundo “artificial” en el que viven los organismos de los cuales están formados los pueblos”Lo que sin duda queda claro en este planteamiento de las tres dimensiones de la cultura es que es imprescindible la conducta para que una configuración social (cultura intersubjetiva), o una configuración material (cultura objetiva) dada pueda llegar a ser configuración cultural.

IDEAS DE INSTITUCIÓN El hombre como animal institucional:Los factores intersubjetivos y objetivos de la cultura humana permiten también a Bueno hacer una reinterpretación de la tesis clásica de Aristóteles según la cual el hombre es un animal racional. La racionalidad sería un atributo abstracto, y no correspondería en particular al hombre. La Etología ha demostrado en los animales la existencia de racionalidad en cuanto a conducta teleológica, mientras que una diferenciación por grados no podría en absoluto explicar la especificidad del hombre, como si dijéramos que el hombre es más racional que los animales, o lo es en grado sumo, etc… No. La diferencia específica del hombre en cuanto a la racionalidad viene determinada por el conjunto infecto de los materiales constitutivos del espacio antropológico.No diremos que una banda es humana porque sea “racional” o “libre”, o “capaz de reflexionar”, o “haya dado el salto a la reflexión”; ni siquiera porque haya utilizado palos o el fuego, o porque haya arrojado alguna piedra intentando romper un huevo de avestruz. Los objetos no son sólo instrumentos de la mente, del espíritu o de la corteza cerebral, sino que se consideran como el contenido mismo de la racionalidad humana.Por eso dice Bueno que si el hombre es un animal racional, “y es racional de manera característica (no como pueda ser racional un castor, un perro o un chimpancé)”, lo es a través de las instituciones.Entonces, las propias instituciones serán racionales, y se pondrá de manifiesto en dos sentidos: en cuanto al finis operis de la institución extrasomática, determinado por el funcionamiento efectivo de la institución, y en cuanto al finis operantis, determinado por la intención del sujeto que la pone en marcha.La institución es norma de nuestra conducta racional instrumental, y son las normas que determinan nuestra conducta racional en la sociedad.Gran parte del significado de lo que tradicionalmente se considera conflictos culturales, estos conflictos han de ser interpretados no como conflictos entre culturas, sino simplemente como conflictos entre instituciones contrapuestas.No cabría hablar de un conflicto entre la “cultura occidental”, la “cultura musulmana” o la “cultura africana”; los conflictos tendrían lugar, por ejemplo, entre la institución de la familia monógama y la institución de la familia polígama.

Las instituciones: categoría universal del ser humano Las instituciones pueden ser definidas como el resultado de la aplicación de modelos artificiosos repetibles en virtud de los cuales, los materiales sobre los que actúan, sin perjuicio de estar sometidos a sus propias leyes amorfas, pasan a conformar el espacio antropológico. Un ladrillo, hecho de barro, un material sometido a sus propias leyes naturales, pero conformado según normas artificiosas de elaboración del ladrillo, es una institución, un material propio del espacio antropológico. Un hueso, en la medida en que es utilizado como herramienta para matar un animal, golpear, etc., es una institución, una herramienta.Toda institución contiene la estructura de un modelo repetible e identificable, que es el núcleo de toda institución. Bueno dice que las instituciones no son naturales, y se consideran impuestas al material desde fuera de ese material. Este “afuera”, está constituida por las normas, las costumbres, y todo aquello que delimita la conducta humana natural en el contexto de las diferentes culturas. Las instituciones pueden entenderse como categoría universal del hacer humano, del espacio antropológico, e incluso, como fundamento de la conformación de sociedades con normas, costumbres y formas de vida diferentes. El sujeto humano está involucrado en las instituciones en 2 sentidos: por génesis, en cuanto que toda institución es fruto del hacer humano, o lo constituye, y pueden distinguirse las instituciones de tipo no operatorias y de las operatorias: 1 – Las instituciones no operatorias se podrán dividir a su vez en dos tipos:-Las instituciones estáticas, en las que no cabe considerar involucrada la conducta humana, pues se supone que ha sido segregada, o que se involucran con la conducta como causas instrumentales (el martillo en la conducta de golpear), o como causas materiales (la arcilla o la harina, etc.), también como causa formal, como la planificación de un edificio, o un camino, la calle, etc…-Las instituciones dinámicas. Las instituciones dinámicas de carácter impersonal pueden       ser todo tipo de automatismos, programas, etc. 2 – Las instituciones operatorias, estarían todas las referidas a lo que envuelve el sentido del hacer como agere, las tradicionalmente llamadas ceremonias, y otras instituciones no ceremoniales como la jornada de trabajo en cadena, códigos de tráfico. El principio de inconmensurabilidad entre la materia y la forma de las instituciones en virtud del cual una institución, en cuanto a su forma, no puede considerarse capaz de incorporar enteramente a todas sus partes.Esto es tanto como decir que las instituciones no agotan la materia que organizan, y que esta materia desborda siempre la forma institucional. El principio de inconmensurabilidad, también significa que las instituciones no son eternas. Las costumbres, las sociedades o las culturas, cambian.

PASO DE LA BARBARIE A LA CIVILIZACIÓN

El estado de barbarie: Según la clasificación de Lewis Henry Morgan (1818-1881), las sociedades humanas habrían pasado por 3 estadios: Salvajismo: correspondiente al período de la caza y la recolección de alimentos;Barbarie: en tres estadios:Antiguo: uso de la cerámicaMedio: ganadería y agricultura.Moderno: metalurgia.Civilización: tendría lugar con el nacimiento de la escritura. Período salvaje: un tipo de cultura subjetual, prácticamente prehumano, y correspondiente al campo gnoseológico de la etología como ciencia. El paso del salvajismo a la barbarie: tendría lugar por el advenimiento de grupos humanos con costumbres diferenciadas, por acumulación de cultura social y objetual, en el que las diferentes sociedades avanzan, por así decir, de un modo paralelo e independiente, en un estado distributivo de la cultura. Este período constituiría el campo gnoseológico de la etnología y de la antropología cultural.El paso de la barbarie al estadio civilizado: que constituirá el campo gnoseológico de las ciencias humanas, la historia, la lingüística, la arqueología, la sociología, etc., sin perjuicio de sus aplicaciones al campo de la etnología.Gordon Childe: interpretación de cómo se produce este paso del salvajismo a la barbarie:Por la revolución agrícola: Es a partir de ahí, en la producción de alimentos, lo que permite la emancipación del hombre con respecto al estado de naturaleza. Y considera que en la autoproducción de la vida humana en el ámbito agrícola, se produce la diferenciación de la vida humana y la vida animal. Por la revolución urbana: El paso del salvajismo a la barbarie trae consigo la superación de la unidad originaria propia del Homo Sapiens Sapiens, y la conformación del espacio humano debido a la diversificación distributiva de las culturas humanas. Aquí tendría lugar el nacimiento del origen de “lo humano”, pero sin que esto suponga la desaparición definitiva de las formas de vida anteriores, muchas de cuyas sociedades pervivirán en el tiempo hasta prácticamente el siglo XX.Marvin Harris, en el paso del salvajismo a la barbarie, dice que si no fuera por los costos que entraña el control de la reproducción, nuestra especie podría haber permanecido por siempre organizada en grupos pequeños, relativamente pacíficos e igualitarios, de cazadores-recolectores. Pero al ser así, se hizo inestable este modo de vida. Recurrieron a la intensificación como respuesta al decrecer los animales de caza mayor, debido a los cambios climáticos del último período glacial. La intensificación del modo de producción de la caza y de la recolección supuso la adopción de la agricultura conduciendo a una competencia muy alta entre los grupos, a una intensificación de la guerra y a la evolución del Estado”La elevación de las temperaturas producidas hace unos 13 mil años en todo el globo, trajo consigo el fin del último período glacial y la desaparición de la megafauna del pleistoceno, desencadenando el colapso de las culturas de la caza mayor, abriendo el camino para el período mesolítico, en el que tiene lugar la intensificación de la labranza con la horticultura y con la agricultura.El nacimiento de la agricultura: estuvo determinado por el tipo de plantas cultivadas en cada zona y supuso la aparición de diferentes formaciones culturales, con diferentes técnicas propias de cada tipo de cultivo. Técnicas diferentes, costumbres diferentes, y organización social diferentes Según Harris, habrían existido precisamente 7 centros originarios fundamentales e independientes de las plantas cultivadas en la Tierra. Gustavo Bueno: El concepto de barbarie, es un concepto clase: la clase de todas las sociedades independientes e integradas en el determinismo cultural. Pueblos aislados cuyos rasgos culturales permanecen aislados. Sus costumbres aparecerían condicionadas por el entorno, con diversos grados de desarrollo en lo que se refiere a la cultura intersubjetual y objetual. También es un período de acumulación de la cultura objetual: agricultura, carpintería, alfarería, artesanía, metalurgia.El paso de la barbarie a la civilización: consiste en la “negación de la barbarie”, en donde las distintas culturas aparecían distribuidas e independientes, y el paso a una totalidad de tipo atributivo, porque “la civilización es la clase de un solo elemento, la negación de la pluralidad de las culturas bárbaras mediante la conversión de esta pluralidad en una única sociedad universal”.El paso de la barbarie a la civilización supone la transformación por negación de la configuración lógica de partida “clase de clases”, a una nueva forma lógica: la clase de un solo elemento.Gordon Childe: La revolución urbana trae consigo la aparición de las ciudades, de la escritura, y de los primeros Estados. Su forma de existencia consiste en una propagación que trae consigo la integración y el conflicto con otras sociedades de su entorno, con formas de vida diferenciadas que habrán de integrarse necesariamente.La agricultura, y la acumulación y el excedente de tierras dan lugar a la formación de poblados populosos en los que se va conformando ya la división del trabajo. Pero la interacción entre estos poblados es lo que los convierte mutuamente en ciudades. Según Bueno, “la Ciudad no aparece, por crecimiento acumulativo de la aldea, sino por la interacción de unas aldeas sobre otras. La Ciudad sólo comienza a significar algo nuevo en un contexto matricial de poblados, que poco a poco y sin querer, es capaz de modificar la contextura misma de la conciencia. La Ciudad supone una nueva forma de conciencia en la que está involucrada la aparición de la escritura. La razón es que la Idea de Ciudad implica la pluralidad de ciudades para que pueda tomarse como línea divisoria entre la Barbarie y la Civilización.La escritura: La escritura es la comunicación como el ejercicio mismo de la transitividad, que es posible porque los signos aparecen objetivados, separados del cuerpo y de la conciencia, en el momento en que cada individuo puede “comunicar consigo mismo”, a través de signos, a aquellos con los que comunica con los demás.Esta podría ser la forma de interpretar en clave materialista aquella expresión de Platón según la cual el pensamiento es el diálogo del alma consigo misma.

LA INVERSIÓN ANTROPOLÓGICA La conjugación de las 3 dimensiones de la noción de cultura es la que nos permite comprender cómo la conducta humana está implantada en la conducta genética heredada de nuestra condición zoológica, y sólo se entienden cuando sus partes aparecen enlazadas por la cultura intersubjetiva y objetiva. Si el aparato fonador humano, soporta el lenguaje humano como estructura objetiva, no por ello la conducta lingüística del hablante se explique por la condición natural del aparato fonador. Por ello mismo, la cultura intersubjetiva y objetiva es la que proporciona una dimensión “humana” a la conducta individual,  siendo estas dimensiones intersubjetiva y objetiva las que permiten comprender la diferencia que se establece entre el hombre y los animales. Los grupos humanos difieren de los animales por una acumulación de rasgos objetivos e intersubjetivos y no por el aspecto etológico o zoológico.Si todos los ejemplares de la especie humana utilizan el aparato fonador para hablar, no significaría que se entiendan todos entre sí. Cada lengua marca la pauta del uso que cualquier ejemplar de la especie humana hace de su aparato fonador. La cultura subjetiva aprendida es prácticamente universal, mientras que el sistema de estímulos sociales y materiales permanece constante. Pero cuando las culturas sociales y materiales sean variables dentro de la misma especie, habrá que acudir a las leyes de formación, constitución, cambio y destrucción de esas culturas objetivas, para dar cuenta de la realidad”.La especie humana, por serlo, no se diferencia del resto de las especies, sino por el proceso de acumulación de la dimensión objetiva e intersubjetiva de la cultura, a través del cual va abandonando su propia condición animal.

 Gustavo Bueno: La inversión antropológica: El Homo Sapiens va abandonando su condición zoológica para configurar su dimensión antropológica, humana. Pone un ejemplo sobre dos conductas en inversión antropológica:Un elefante se refresca con arena mientras atraviesa un desierto purificando su cuerpo en ausencia de agua. La explicación de esta conducta no requiere regresar a coordenadas distintas de aquellas en las que se sitúan los factores que explican, para toda la especie, el desencadenamiento de conductas naturales de purificar el cuerpo con agua. Las razones no residen en ninguna cultura extrasomática. Sin embargo, cuando un musulmán, sin agua, atravesando el desierto, purifica su cuerpo con arena mirando a la Meca, su conducta no puede quedar explicada recurriendo a factores dados en la conducta subjetiva de la especie humana, sino que hay que recurrir a la cultura objetiva, al Corán, porque aquí es donde están los factores desencadenantes de la conducta. Aunque, advierte Bueno que no podemos afirmar que la totalidad de la cultura objetiva sea un “programa de actos conductuales”.La inversión antropológica no es paralela al proceso de especiación de los homínidos. Las primeras especies del género homo pueden situarse en la anterioridad a este punto crítico de inversión de la perspectiva subjetiva a la perspectiva objetiva. El punto crítico tiene lugar cuando dentro de la especie Homo Sapiens comienzan a gestarse sociedades diferentes con normas y estructuras objetivas y sociales diferentes que conforman de modo diferenciado las conductas individuales.

Porque ahora estas conductas no van a poder ser explicadas por factores dados en la conducta subjetiva específica, sino por los factores intersubjetuales y objetuales de la cultura en la que esas conductas están insertadas.