Trastorno maniforme

LUDOPATÍA

Epidemiología:

la edad de inicio del trastorno suele ser en la adolescencia o en adultos jóvenes en el caso de los varones, y algo mas tarde en las mujeres. Algunos individuos desarrollan el trastorno, pracicamente desde sus primeras apuestas, mientras que en otros puede haber un prebio de varios años por el juego social con un inicio de la ludopatía coincidiendo con una mayor exposición, un cambio en el tipo de juego, o durante un período de estrés psicosocial.

Etiología

Las distintas escuelas que se han ocupado del estudio del juego patológico han ofrecido diversas teorías explicativas del mismo, según su propia orientación.  Para algunos, como Freud, el juego patológico tendría relación con complejos Edípicos, de forma que el jugador buscaría en el juego una forma de experimentar placer a través del autocastigo, lo que representaría un sustituto de la masturbación

Criterios para. El diagnóstico de juego patológico.

1. Presentan preocupación por el juego, preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores y planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero.

2. Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado

3. Fracaso repetido  de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego

4-El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia sentimiento de esperanza culpa, ansiedad, depresión.

5-Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo

6-Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas o a otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego


Tratamiento

Individual:

-Técnicas de orientación psicodinámica, conductuales, aversivas, reductoras de ansiedad, de exposición en vivo con prevención de Respuesta, de control

Grupal:

-Terapia de grupo centrada en el problema (técnicas cognitivo conductuales), Programas amplios de intervención

Tratamiento Farmacoloógico

Tratamiento sintomático, Tratamiento específico Litio, Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: Fluvoxamina, Carbamazepina, Naltrexona

Cleptomanía

Criterios diagnóstico

  • Dificultas recurrente para controlar los impulsos de robar objetos que no son necesarios para el uso personal o por su valor económico.
  • Sensación de tensión creciente inmediatamente antes de cometer el robo.
  • Bienestar, gratificación o liberación en el momento de cometer el robo.
  • El robo no se comete para expresar cólera  o por venganza y no es una respuesta a una idea delirante a una alucinación.
  • El robo  no se explica por la presencia de un trastorno disocial,  un episodio maníático o un trastorno antisocial de la personalidad.

Tratamiento

  • La psicoterapia de orientación psicoanalítica ha sido propuesta por algunos, teniendo en cuenta los factores psicodinámicos que han sido implicados en este trastorno, aunque la falta de motivación y de implicación en el tratamiento es una seria limitación para este tipo de abordaje.
  • Existen también algunos informes aislados de la utilización con éxito de técnicas de modificación de conducta en este tipo de trastorno.

Epidemiología

Es un trastorno que se presenta más en las mujeres aunque la edad de inicio puede ser en la infancia, adolescencia o en adultos jóvenes, el prototipo de los diagnosticados de cleptomanía, según señalán diversos autores, sería una mujer con una Edad Media de 35-36 años, con una duración media del trastorno de 15-16 años.

Etiología

  • La cleptomanía como una manifestación de un conflicto sexual no satisfecho.
  • Una forma de expresión de la agresividad interna, habiendo señalado algunos autores la mayor incidencia de los episodios de robo durante períodos con mayor estrés psicosocial.
  • Algunos autores consideran la cleptomanía relacionada con el espectro de los trastornos afectivos (depresión, Txs del estado de ánimo) y la personalidad obsesivo compulsiva.

Piromaía

Criterios diagnóstico

  • Provocación deliberada e intencionada de un incendio en más de una ocasión.
  • Tensión o activación emocional antes del acto.
  • Fascinación por, interés en, curiosidad acerca de o atracción por el fuego y su contexto situacional (p. Ej., parafernalia, usos, consecuencias).
  • Bienestar, gratificación o liberación cuando se inicia el fuego, o cuando se observa o se participa en sus consecuencias

Tratamiento

En general, se puede concluir que los abordajes de tipo psicoanalítico ofrecen escasos resultados, sobre todo por la falta de motivación del sujeto para el tratamiento y la falta de introspección; la asociación con abuso de alcohol y complicaciones legales, son también inconvenientes severos. La reclusión en una institución (hospital o prisión), donde se pueda aplicar intervenciones de tipo conductual, puede ser la única forma de prevenir una recaída


Etiología

  • Se ha señalado que la sensación que experimenta el pirómano mientras lleva a cabo su conducta sería comparable a alguna forma de excitación sexual, reflejando conflictos sexuales no resueltos.
  • Otros autores señalán factores psicológicos,  entre los que destacan la provocación de fuego como forma de conseguir un nivel de activación, la hipótesis del desplazamiento de la agresividad, y en definitiva la consideración de este trastorno como una forma de comunicación en sujetos que a menudo tiene escasas habilidades sociales.

Epidemiología

El inicio del trastorno suele ser en la infancia, la adolescencia o en el inicio de la edad adulta. Es más frecuente en varones, y el curso suele seguir una evolución episódica con tendencia a la recidiva.

Trastorno Explosivo Intermitente

Criterio Diagnóstico

  • Varios episodios aislados de dificultad para controlar los impulsos agresivos, que dan lugar a violencia o a destrucción de la propiedad.
  •  El grado de agresividad durante los episodios es desproporcionado con respecto a la intensidad de cualquier estresante psicosocial precipitante.
  • C. Los episodios agresivos no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. Ej., trastorno antisocial de la personalidad, trastorno límite de la personalidad, trastorno psicótico, episodio maníaco, trastorno disocial o trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. Ej., drogas, medicamentos) o a una enfermedad médica
    (p. Ej., traumatismo craneal, enfermedad de alzheimer).