Umbrales Sensoriales y Teorías de la Consciencia: Explorando la Percepción y la Mente

Umbrales Sensoriales: Absoluto y Diferencial

El Umbral Absoluto o de Detección (UA)

El umbral absoluto (UA) se define como la cantidad mínima de estimulación necesaria para producir una sensación y que un estímulo sea percibido. Este umbral delimita los límites perceptuales y varía entre especies e individuos. Representa un punto específico, no un intervalo, y se considera el punto cero en una escala de medición de sensaciones. La nomenclatura utilizada incluye E0, E1, E2, etc. En resumen, es el valor mínimo de las dimensiones físicas de un estímulo por debajo del cual no se detecta ninguna sensación.

El Umbral Diferencial (UD) o de Discriminación

El umbral diferencial (UD) es la mínima intensidad necesaria para que notemos un incremento en un estímulo. Es el cambio en la sensación producido por una variación en la dimensión física del estímulo. Por ejemplo, si sostenemos un objeto que pesa 100 gramos, el UD es la cantidad que debe aumentarse para percibir un incremento en el peso. La nomenclatura utilizada incluye S1, S2, S3, etc.

Diferencias entre Umbral Diferencial (UD) y Diferencia Mínima Perceptible (DMP)

El umbral diferencial (UD) y la diferencia mínima perceptible (DMP) son conceptos similares pero distintos. El UD se basa en una escala objetiva, mientras que la DMP se basa en una escala subjetiva. La DMP es la diferencia mínima que una persona percibe subjetivamente. Ambos, UD y DMP, definen un intervalo en lugar de un punto: la DMP en un continuo subjetivo de sensación y el UD en la dimensión física de los estímulos. La DMP se mide en relación al intervalo determinado por el umbral diferencial.

La asignación de números a objetos determina el tipo de escala de medida. Fechner quiso aplicar una escala de razón para medir las sensaciones. En una escala de razón, existe un punto de partida (el punto cero de la sensación) y una unidad de medida para determinar la magnitud de las diferencias entre sensaciones. El punto cero de la escala se basa en el umbral absoluto.

Modelos de la Consciencia: Dennett y las Críticas al Teatro Cartesiano

El Teatro Cartesiano según Dennett

René Descartes, filósofo francés del siglo XVII, postuló que el ser humano se compone de dos sustancias:

  • Cuerpo (res extensa): material y sujeto a estudio científico y explicaciones mecanicistas.
  • Mente (res cogitans): inmaterial y no susceptible de análisis científico.

Estas sustancias interactuarían en la glándula pineal. Aunque la concepción cartesiana ha caído en descrédito, su influencia persiste en nuestra forma de pensar sobre el cerebro. Dennett denomina a esta forma de pensar «teatro cartesiano«. Este concepto sugiere una zona cerebral donde los resultados de diversos procesos se vuelven conscientes, similar a un escenario de teatro. La consciencia sería la representación en el escenario y la diferencia entre procesamiento consciente e inconsciente dependería de la presencia de información en dicho escenario. Para Dennett, esta idea introduce la figura del homúnculo, un «observador» interno, lo que lleva a una regresión infinita de observadores.

Dennett rechaza que la consciencia tenga un «dónde» o «cuándo» en el cerebro. Combate dos ideas cartesianas:

  1. La consciencia está asociada a un área específica del cerebro.
  2. Existe una división clara entre procesos conscientes e inconscientes, con un momento de transición entre ellos.

La Teoría de las Versiones Múltiples

Esta teoría ofrece una alternativa al teatro cartesiano. Según ella, no existe un lugar específico ni un momento particular en el cerebro donde ocurra el procesamiento consciente. En lugar de eso, múltiples contenidos posibles de consciencia se desarrollan en paralelo. Estos contenidos compiten o cooperan entre sí, y el que predomina se vuelve consciente. Cada contenido es una versión distinta del mismo elemento en diferentes estados de elaboración. Cualquier contenido puede llegar a ser consciente, dependiendo de cuál prevalezca en el momento.

La teoría sostiene que todas las áreas del cerebro tienen la misma capacidad para intervenir en el procesamiento consciente, sin áreas especializadas en la consciencia. Destaca el paralelismo en el procesamiento de información y la ausencia de una organización jerárquica. Algunas teorías se centran en las condiciones que facilitan la cooperación o competencia entre procesos, mientras que otras se enfocan en los patrones de activación de las redes neuronales.