Variables que Influyen en el Éxito de la Psicoterapia

Variables del Consultante

Variables preexistentes: Las características individuales del consultante, como su personalidad, diagnóstico y creencias, pueden influir en los resultados de la terapia. Por ejemplo, los consultantes con locus de control interno tienden a beneficiarse más de terapias no directivas, mientras que aquellos con locus de control externo pueden responder mejor a enfoques más directivos.

Condiciones para el cambio según Krause:

  • Experiencia de los propios límites
  • Aceptación de la necesidad de ayuda
  • Cuestionamiento de los modelos explicativos personales
  • Transformación de la conceptualización de los propios problemas
  • Expectativas del consultante respecto al rol del terapeuta y la terapia

Variables demográficas: La edad, el género y el nivel socioeconómico pueden influir en la terapia. Los pacientes más jóvenes tienden a ser más flexibles, mientras que aquellos con mayor educación y nivel socioeconómico suelen tener actitudes más positivas hacia la ayuda profesional.

Diagnóstico clínico: El tipo y la gravedad de la perturbación psicológica del consultante son factores importantes. Los consultantes con perturbaciones afectivas o conductuales leves tienden a tener mejores resultados que aquellos con patologías más severas.

Creencias y expectativas: Las expectativas del consultante sobre la terapia y el terapeuta pueden influir en la duración del tratamiento, la deserción y los resultados. Es importante aclarar y corregir las creencias erróneas para mejorar la adherencia al tratamiento.

Disposición personal: Una disposición positiva hacia el tratamiento, incluyendo la motivación y el compromiso, favorece los resultados. La psicoterapia es más efectiva cuando es voluntaria.

Variables del Terapeuta

Actitud: El terapeuta debe tener una actitud que fomente un clima terapéutico positivo, caracterizado por el respeto, la aceptación, la comprensión y la calidez. La autenticidad, la congruencia y la empatía son esenciales para establecer una alianza terapéutica sólida.

Habilidades: El terapeuta debe poseer habilidades clínicas como la escucha activa, la comunicación efectiva, la capacidad de guiar y confrontar al paciente, y la habilidad para resumir la información. El nivel de involucramiento del paciente y las habilidades del terapeuta son cruciales para el éxito de la terapia.

Personalidad: Un terapeuta con una personalidad madura, un buen nivel de autoconocimiento y necesidades básicas satisfechas tiende a obtener mejores resultados. La similitud cultural entre el terapeuta y el cliente también puede ser un factor relevante.

Nivel de experiencia: Los terapeutas con mayor experiencia suelen actuar con más empatía y exploración, lo que lleva a cambios positivos en los pacientes. Sin embargo, la efectividad de algunos factores, como el compromiso y la comprensión, es independiente de la formación y la experiencia.

Bienestar emocional: El ajuste emocional del terapeuta es importante para el éxito de la terapia. Un terapeuta con problemas emocionales no resueltos puede afectar negativamente al paciente.

Variables de la Relación y Alianza Terapéutica

Alianza terapéutica: La relación entre el terapeuta y el consultante es fundamental para el éxito de la terapia. Bordin describe la alianza terapéutica como una relación integrada con tres componentes: vínculo, tareas y metas.

Calidad del vínculo: La fortaleza de la relación de trabajo y la capacidad de coordinar roles son aspectos clave del vínculo terapéutico. La resonancia de la comunicación y los afectos mutuos también son importantes.

Capacidad de trabajo: El compromiso y el consenso en las tareas por parte del paciente generan mejores resultados.

Responsabilidad del terapeuta: El terapeuta es responsable de fomentar y mantener un vínculo terapéutico sólido con el paciente. La alianza se fortalece cuando hay compromiso por parte de ambos.