Regulación de la temperatura homeostasis

Déficit de insulina


Basado en la función glucogénica del hígado enuncio el concepto de secreción interna, paso decisivo en el nacimiento de la Endocrinología.

Demostró también la influencia del sistema nervioso sobre el sistema sanguíneo y de glucosa a los tejidos;
Para ello realizó estudios en glándulas secretoras de saliva obteniendo resultados que le permitieron decir que el simpático actúa como constrictor de los vasos sanguíneos y que la cuerda del tímpano es la dilatadora de los mismos.
Se refirió también a la influencia nerviosa sobre la temperatura corporal a través de un experimento en el que desuníó la inervación cervical simpática de una parte del cuello de un conejo causando un levantamiento sensato de la temperatura de la regíón afectada. De esta manera descubríó el sistema vaso-motor, muchos de los estudios posteriores han tenido de base los conceptos de Bernard.

También llamó su atención, la acción de algunos venenos, particularmente el curare y el monóxido de carbóno.
Descubríó que el curare, utilizado por los indios de América del sur en la punta de las flechas, inactivaba los nervios motores, mientras que los sensoriales y centrales, permanecían intactos.
Del monóxido de carbonoobservó que remplazaba inmediatamente el oxígeno de los eritrocitos, pero que no es reemplazable subsecuentemente por el oxígeno;
De esta manera completó los estudios del científico alemán Félix Hoppe, descubridor de las propiedades de la hemoglobina.

Planteó que las actividades internas del cuerpo se realizan gracias a un complejo equilibrio de re- acciones químicas, equilibrio cuyo mantenimiento es condición necesaria para la vida misma. Cuanto más complejo es el organismo mayor es su tendencia a mantener sus condiciones internas constantes e independientes de las condiciones externas, sien- do capaz de reaccionar, cuando los organismos más simples están condenados a la inmovilidad o a la muerte.
Así introdujo el concepto de homeostasis, de gran importancia para los descubrimientos que le sucedieron.

En 1855pasó a ser profesor de la escuela francesa, ampliando sus conocimientos y enriqueciendo su prestigio, tal fue el mismo que ni siquiera Napoleón III escapó de su intelecto y establecíó para él, dos laboratorios bien provistos, uno en la Sorbona, y otro en el museo de Historia Natural.

En 1867, el emperador lo hizo miembro del senado, y en 1868 se adjuntó a la Academia de Ciencias. Compartíó   con   Johanon   Frederick   Horner (1831- 1886) los créditos por descubrir lo que llamó el síndrome de Claude Bernard-Horner, en el que las patologías que más frecuentemente provocan la inhibición o la destrucción de la vía simpática del ojo en cualquier parte de su trayecto son los procesos del vértice del pulmón. El mismo está caracterizado por miosis, exoftalmia y estrechamiento de la hendidura palpebral.

En medio de una crisis por su enfermedad nefrótica, se retiró a su casa de Saint Julián, donde escribíó su meditada Introduction a l’etude de la medicine experiméntale, aparecida en 1865, esta obra abríó el camino de la medicina moderna al rechazar las teorías y el Empirismo y sustituirlos por la investigación de datos verificables y, por tanto, verdaderamente científicos.

En ella formula las bases metodológicas de la medicina experimental y enuncia los principios de la fisiología general. Aquí dice:

Primero observación casual, luego construcción lógica de una hipótesis basada en la observación, y finalmente, verificación de la hipótesis mediante experimentos adecuados, para demostrar lo ver- dadero y lo falso de la suposición.
En las ciencias experimentales la medición de los fenómenos es un punto fundamental, puesto que es la determinación cuantitativa de un efecto con relación a una causa dada por la que puede establecerse una ley de los fenómenos… cuando el hecho que se encuentra está en oposición con una teoría dominante, hay que aceptar el hecho y abandonar la teoría, aun cuando esta última, sostenida por grandes hombres, este generalmente adoptada.

De esta obra Pasteur dijo:


Nada se ha escrito tan luminoso, tan completo, tan profundo, sobre los verdaderos principios del di- fícil arte de la experimentación, que este libro que es apenas conocido porque está a una altura que pocas personas pueden alcanzar hoy. Su influencia será in- mensa en las ciencias médicas, sobre sus progresos y hasta sobre su lenguaje.

La última década de su vida, estuvo marcada por una visión más amplia de la vida. La obra representativa es Les phenomenes de la vie communs aux ani- maux et aux vegetatux (1878- 1879). Aquí concibió al organismo como una unidad funcional.

Claude Bernard no era un determinista a ultranza, y aunque dijo que la vida no está menos sometida al determinismo que la materia, agregó:

Lo que es esencialmente del dominio de la vida, y lo que no pertenece ni a la física ni a la química, ni a ninguna otra ciencia, es la idea directriz de la evolución vital.