La Escritura en el Aula: Enfoques Pedagógicos y Cognitivos para una Redacción Efectiva
La Escritura como Acto Dialógico en el Aula
Para comprender las implicaciones de la escritura como acto dialógico en el aula, es fundamental definir este concepto. El acto dialógico se entiende como la interacción que se produce al escribir o al contactar con otra persona.
Es importante mencionar que, a diferencia de la comunicación oral, la escritura es un proceso que se desarrolla en diferido, ya que no existe una relación directa e inmediata con el receptor. Este carácter diferido obliga al escritor a producir un texto que pueda funcionar de forma autónoma, es decir, sin la necesidad de que nadie esté a su lado para aclarar su mensaje.
Por otro lado, debemos señalar que la comunicación escrita, además de ser diferida, está controlada por el escritor, quien puede planificar lo que va a decir y volver atrás sobre lo escrito para reformularlo tantas veces como considere oportuno. La eficacia de la comunicación escrita depende directamente de este control.
La Escritura: Proceso vs. Producto en el Contexto Educativo
A continuación, diferenciaremos el tratamiento de la escritura como proceso y como producto, y sus implicaciones en el aula.
La Escritura como Proceso
Si consideramos la escritura como proceso, diremos que ha sido explicada por modelos cognitivos, teniendo en cuenta el pensamiento. La principal característica de la escritura como proceso es que está compuesta por tres subprocesos interconectados:
- Planificación: Se basa en la búsqueda y selección de la información, así como en la organización de las ideas y la recuperación de los conocimientos previos. En esta fase, es crucial tener en cuenta al destinatario, el objetivo del texto y el tipo de texto que se va a utilizar.
- Redacción: Se centra en la construcción de frases, párrafos, etc., y busca crear un texto en el que haya coherencia y cohesión.
- Revisión: Se enfoca en la corrección del texto y de su código lingüístico. En este último apartado, debemos tener en cuenta que existen distintos modos de revisión, entre los que podemos destacar la autoevaluación, para que los estudiantes aprendan a corregir sus propios errores.
La Escritura como Producto
Por otro lado, si consideramos la escritura como producto, nos basaremos únicamente en los resultados obtenidos, no en el proceso de creación como tal.
Relacionando esto con el aula, podríamos decir que la diferencia entre ambos enfoques se manifestaría en la organización de las actividades, los objetivos de aprendizaje y los criterios de evaluación.
Fases del Proceso de Escritura y Actividades para su Desarrollo
Como se ha mencionado, la escritura como proceso se explica a través de modelos cognitivos y se compone de tres subprocesos fundamentales:
- Planificación: Definir el propósito, la audiencia y la estructura del texto.
- Redacción: Plasmar las ideas en un borrador, prestando atención a la coherencia y cohesión.
- Revisión: Evaluar y corregir el texto para asegurar su claridad, precisión y adecuación.
Actividad Propuesta: Redacción de una Carta Formal
Como actividad propuesta para trabajar las fases de la escritura, nos centraremos en el siguiente ejercicio: redactar una carta formal.
- Planificación: En primer lugar, debemos planificar cómo vamos a hacerlo; es decir, buscar la información necesaria para poder redactar la carta (contenido, formato de la carta, datos del destinatario, etc.).
- Redacción: En segundo lugar, teniendo en cuenta las normas para escribir este tipo de cartas (lenguaje culto, signos de puntuación adecuados, saludo y despedida cordiales), comenzaremos a redactarlo.
- Revisión: Para concluir con la actividad, debemos revisar el texto en su conjunto, para garantizar y asegurar que la idea que deseamos transmitir es comprendida por el receptor.
Aportaciones de la Psicología Cognitiva a la Definición de Escribir
Si tenemos en cuenta la Psicología Cognitiva para definir qué es escribir, debemos mencionar que es un proceso cognitivo orientado hacia un fin, en el cual encontramos diferentes subprocesos mentales. A través de estos, el escritor lleva a cabo diversas operaciones:
- Recupera conocimientos previos de su memoria.
- Construye una idea de la tarea por resolver y de su destinatario.
- Planifica su escrito.
- Escribe.
- Corrige.
En primer lugar, tenemos que decir que el proceso de producción de un texto comienza antes de la redacción propiamente dicha, con una evaluación consciente por parte del escritor del tipo de texto más adecuado para la situación comunicativa prevista y con la elaboración de un plan. Este proceso de planificación implica actividades de búsqueda, selección y composición de los conocimientos pertinentes para la resolución de la tarea, que están archivados en la memoria o bien provienen de otras fuentes (de otros textos, de entrevistas, etc.).
Por otro lado, el escritor va corrigiendo su texto a través de operaciones como la supresión de elementos, la expansión o la reestructuración, y el proceso concluirá cuando se considere que el texto ha alcanzado su versión final.