Estrategias Esenciales para la Gestión Sostenible de Destinos Turísticos

Instrumentos Clave para la Gestión y Sostenibilidad Turística

Para una gestión turística eficaz y sostenible, se emplean diversos instrumentos fundamentales:

  1. Indicadores de Desarrollo Sostenible del Turismo y Sostenibilidad Turística.
  2. Catalogación de recursos turísticos (inventario y evaluación): distintas propuestas.
  3. Estudio de mercados (demanda turística).
  4. Capacidad de carga turística.
  5. Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y Evaluación Ambiental Estratégica (EAE).
  6. Protección de áreas (patrimonio territorial).

3. Estudio de Mercados y Demanda Turística

El sistema turístico tiene dos bases imprescindibles:

  1. Territorio: Sustentador de la actividad (dimensiones: física, social, económica).
  2. Demanda: Consumidora de la actividad.

La consideración específica de la demanda se conforma como un elemento determinante. Para ello, es crucial realizar un estudio de los mercados, lo cual es de gran interés para la planificación estratégica. Un fuerte componente del lado de la Oferta no es posible sin una consideración adecuada de la Demanda, lo que implica la determinación de las pautas de comportamiento de los consumidores/turistas que se motivarán y trasladarán a los distintos destinos turísticos.

Técnicas Principales para el Estudio de Mercados Turísticos

Las principales técnicas de estudio de los mercados turísticos son:

A) Creación de una Verdadera Imagen y Proyección del Destino Turístico

Contrario a la praxis de delimitación de áreas de cierta homogeneidad turística y dotación de una imagen corporativa genérica (apta para la promoción publicitaria y la comercialización del territorio), surge la concepción de que no todo lo que se considera atractivo, funcionalizado y promocionado turísticamente se convierte en un producto turístico de éxito.

La nueva praxis implica los siguientes pasos:

  • Análisis exhaustivo de la demanda, con un enfoque segmentado (fragmentar en segmentos las características de los turistas reales y potenciales).
  • En función de estos segmentos de mercado y de la especificidad del territorio, se realiza la proyección de imagen como territorio turístico.

Esta proyección debe ser adaptada y flexible, planteándose de manera más idónea en aquellos destinos de mayor escala, principalmente municipal o subregional.

El concepto de City Marketing o proyección territorial se plantea desde dos puntos de vista fundamentales y complementarios: la Promoción y la Visión territorial estratégica.

B) Articulación del Territorio Turístico (Oferta Turística)

Se busca articular el territorio turístico (oferta turística) en relación con las posibilidades de mantener y/o encontrar mercados. La proyección de un territorio turístico implica una Visión territorial estratégica que compagine la ordenación del territorio turístico con los segmentos del mercado.

Tres aspectos clave que deben considerarse:

  1. La delimitación nítida del territorio que se desea proyectar como elemento de consumo.
  2. Las referencias territoriales que se deseen destacar como características diferenciales de sus ventajas turísticas.
  3. La propia organización del sistema turístico en el territorio (diseño de productos turísticos específicos, orientados a segmentos concretos).

4. Capacidad de Carga Turística

La capacidad de carga turística hace referencia a la tolerancia para acoger actividades sin que se produzcan deterioros en el medio ambiente (MA). Según la OMT, es el número máximo de personas que pueden visitar al mismo tiempo un lugar turístico, sin causar daños físicos, económicos o socioculturales, así como un inaceptable descenso en la calidad de la experiencia de los visitantes.

Aspectos Criticables de la Definición de la OMT

Sin embargo, en esta definición existen algunos aspectos criticables:

  1. Consideración exclusiva de la variable “número de personas/usuarios”: El concepto de capacidad de carga debe asumir una perspectiva más amplia, no limitada a dicha variable, sino centrada en la consideración del nivel o intensidad de uso a partir del cual los impactos generados por el turismo exceden unos límites aceptables.
  2. No se considera específicamente el posible carácter acumulativo de los impactos generados por una excesiva carga turística.

Así, la OMT sugiere que hay que contemplar la capacidad de carga desde diferentes dimensiones:

Dimensiones de la Capacidad de Carga Turística

  1. Dimensión Física (Capacidad de Carga Física): Relacionada con la capacidad del medio físico para responder de manera adecuada y cualificada al uso turístico. Abarca dos aspectos fundamentales:
    1. La capacidad –a nivel de infraestructuras y servicios disponibles (turísticos y no turísticos)– para acoger una determinada afluencia o intensidad de uso turístico.
    2. Uso turístico respetuoso (sin procesos específicos de deterioro) de recursos de base física/territorial (naturales, culturales y/o paisajísticos).

    La capacidad de carga física es, por tanto, el nivel de uso a partir del cual se pueden producir impactos negativos sobre el medio físico (natural, cultural y/o paisajístico).

  2. Dimensión Económica (Capacidad de Carga Económica): Relacionada con la capacidad de absorción de (nuevas) funciones turísticas sin alterar o presionar sobre el resto de actividades económicas/productivas que interactúan en el medio local. La capacidad de carga económica es, por tanto, el límite hasta el cual se puede integrar la actividad turística sin que se vean desplazadas el resto de las actividades.
  3. Dimensión Social (Capacidad de Carga Social): Presenta una doble vertiente o percepción:
    1. Desde el punto de vista de los residentes: Relacionada con la capacidad para absorber el turismo sin que esta actividad genere efectos negativos para la población local. Es, por tanto, el nivel de uso turístico a partir del cual se pueden producir tensiones o insatisfacciones por parte de la población local.
    2. Desde el punto de vista de los turistas: Relacionada con la capacidad del destino para proporcionar una experiencia de calidad. Es, por tanto, el nivel de uso turístico a partir del cual se puede generar una pérdida de interés o cualificación en la experiencia turística del usuario.
  4. Dimensión Política (Capacidad de Carga Política): Relacionada con la capacidad organizativa de un lugar turístico dado para coordinar y gestionar el uso turístico (procesos concretos de toma de decisiones y de intervención por parte de gestores locales). La capacidad de carga política es, por tanto, el nivel de uso turístico que puede llegar a obstaculizar el desenvolvimiento de dicha capacidad.

A partir de la conjunción e integración de estas cuatro dimensiones, se podría definir la capacidad de carga global de un lugar turístico.

Límites de la Capacidad de Carga

La capacidad de carga tiene dos tipos de límites:

  1. Límite de subsistencia: El número máximo de turistas que un lugar turístico puede soportar, a partir del cual las condiciones del área se resienten.
  2. Límite óptimo: El umbral al que se debe tender, de manera que permita una situación más o menos cómoda (podría posibilitar un hipotético incremento al límite de subsistencia).

Desafíos en la Concreción y Operatividad de la Capacidad de Carga

La capacidad de carga es un instrumento de difícil concreción y operatividad práctica debido a varios factores:

  • a) Disparidad específica de los ámbitos de aplicación del concepto: Usuarios, base territorial (recursos/espacios) y tipologías turísticas.
  • b) Imposibilidad de establecer comparaciones y generalizar valores.
  • c) Naturaleza de las dimensiones: Algunas de las dimensiones de la capacidad de carga turística se encuadran dentro de lo que se denominan como dimensiones objetivas (Física y Económica), mientras que otras han de considerarse desde perspectivas más subjetivas, valorativas o cualitativas (Política y, sobre todo, Social).
  • d) Carácter dinámico: La capacidad de carga no es un concepto puramente estático, sino que es susceptible de evolución.