Comprensión y Expresión Oral y Escrita: Estrategias y Modelos Educativos
Lengua: Segundo Cuatrimestre
1. Aspectos Generales de la Comprensión Oral
Según Ur, Penny (1984), las características de la comprensión oral son:
- Escuchamos con un objetivo determinado.
- En la mayoría de las ocasiones en las que escuchamos, podemos ver a quien habla. Esta presencia física permite el feedback inmediato, pistas e información no verbal.
- Quien habla necesita saber si seguimos bien sus intervenciones o si es necesario que se detenga y repita algo.
- Como consecuencia de estas respuestas continuas, pero también de los cambios de turno en la conversación…
- Además del discurso verbal, otros estímulos sensoriales nos dan información que utilizamos para interpretar el texto.
Finalmente, el tipo de lenguaje que se utiliza en la comunicación cotidiana es bastante diferente del escrito y del oral utilizado en contextos más formales. Suele ser espontáneo.
En definitiva, escuchar es comprender el mensaje, y para hacerlo debemos poner en marcha un proceso cognitivo de construcción del significado y de interpretación de un discurso pronunciado oralmente. André Conquet (1988), en una línea similar y en un libro destinado a la autoformación de adultos, propone un Decálogo del oyente perfecto, que recoge algunas de las ideas anteriores. Sus consejos pueden ser más útiles para las situaciones de comprensión más formales (conferencias, exposiciones, etc.).
DECÁLOGO DEL OYENTE PERFECTO
- Adoptar una actitud activa.
- Mirar al orador.
- Ser objetivo. Escuchar lo que dice una persona distinta de nosotros mismos.
- Conectar con la onda del orador. Comprender su mensaje y su manera de ver las cosas.
- Descubrir en primer lugar la idea principal.
- Descubrir también los objetivos y el propósito del orador.
- Valorar el mensaje escuchado.
- Valorar la intervención del orador.
- Reaccionar al mensaje. Actitud hacia el mensaje.
- Hablar cuando el orador haya terminado. No interrumpir al orador.
2. Modelos y Estrategias de Comprensión
Varios autores (Rivers y Temperley, McDowell y Stevens, y Rixon) entre 1987-1992, estos lingüistas estudian el proceso de comprensión y proponen modelos del proceso de comprensión, con pocas diferencias entre sí. Ya en plena conversación, el receptor despliega un abanico de estrategias: Reconocer (voz, los sonidos y las palabras de nuestra lengua), seleccionar mentalmente sin darnos cuenta lo más importante de lo menos importante, interpretar, anticipar, inferir/deducir y retener.
3. Microhabilidades de la Comprensión Oral
Macrohabilidad: las tres destrezas. Microhabilidades: pequeñas estrategias que tengo que desarrollar en el alumno, mecanismos que tiene el alumno para aprender esa comprensión oral.
- Reconocer: tener que distinguir una palabra, un fonema, un morfema, etc.
- Seleccionar: distinguir las palabras relevantes del discurso (nombres y verbos).
- Interpretar: finalidad básica de la comprensión; comprender la forma del texto.
- Anticipar: saber activar toda la información que tenemos sobre una persona o un tema para preparar la comprensión de un discurso.
- Inferir: saber adivinar datos del emisor.
- Retener: recordar algo en concreto.
Para poder poner en práctica estas microhabilidades, son necesarios e ineludibles conocimientos más o menos globales sobre la gramática (fonología, morfosintaxis) y el léxico de la lengua. Cada individuo comprende el discurso oral según su dominio gramatical y su diccionario personal.
4. La Expresión Escrita
Es importante porque en la vida cotidiana vamos a enfrentarnos a situaciones complicadas y debemos saber afrontarlas bien (hablando). Ejemplo: testigo de un juicio, etc. Podemos trabajar esto a través de las microhabilidades.
5. Didáctica de la Comprensión Oral
Nosotros tenemos que interiorizar que cuando un alumno está realizando una tarea, lo más importante es el resultado que se obtiene en el proceso. Tenemos que tener en cuenta estos 3 aspectos a destacar:
- Trabajar la lectura a través de tickets de supermercado, folletos de ferias del pueblo, etc. Cuando le planteemos a los alumnos la comprensión oral y las demás destrezas, tenemos que tener claro que tienen que tener un objetivo, una razón para escuchar (estimularlos, elección del texto de interés, etc.).
- Nosotros tenemos que comprobar que el alumno, cuando le explicamos, tienes que notar que ellos comprenden lo que le estás explicando: apuntes, anotaciones, preguntas.
- Si ponemos el texto oral sólo una vez, le tenemos que dar la oportunidad al alumno de que retenga la mayor parte de la información, no ceñirnos siempre a que solo lo vayan a escuchar una vez.
- Cuando le pongamos un texto oral, tenemos que prepararlos sobre el tema, darle información sin decir lo esencial del texto, pero sí una pre-comprensión (motivación). Presentar la tarea al alumno de forma clara y concisa (no irse por las ramas).
6. El Modelo Teórico de la Expresión Oral
Partimos estos procesos a partir de los textos cotidianos, se centra sobre todo en los textos duales y plurales.
Varios estudios sobre el análisis del discurso oral y de la conversación desgranan las estrategias que utilizan los interlocutores para comunicarse, pero pocos trabajos ofrecen un modelo esquemático del proceso de expresión oral. Bygate (1992) presenta un esquema interesante y suficiente para nuestros propósitos. Es importante saber que se centra principalmente en las situaciones de comunicación plurigestionadas.
Este autor distingue entre conocimientos y habilidades de la expresión oral:
- Conocimientos: son informaciones que conocemos.
- Habilidades: hacen referencia a los comportamientos que mantenemos en los actos de expresión.
La Planificación y la Selección
Rutinas: A partir de la experiencia que tenemos en situaciones parecidas a la que se va a producir, podemos prever lo que pasará y decidir cómo nos comportaremos: sobre qué temas hablaremos (información) y de qué manera (interacción). Ejemplo: entrevista de trabajo:
- Saber indicar que se quiere hablar (gestos, sonidos, saludos, etc.).
- Saber tomar la palabra en el momento idóneo.
Bloque III
1. Procesos Cognitivos Implicados en la Lectura: El Modelo Interactivo
La lectura y su comprensión se conciben hoy como un proceso complejo e interactivo, a través del cual el lector construye activamente una representación del significado poniendo en relación las ideas contenidas en el texto con sus conocimientos previos. El modelo interactivo enfatiza el uso que quien lee hace de sus conocimientos previos para la comprensión del texto.
2. Modelo Compositivo de Aplicación en el Aula
El modelo que presentamos (Gutiérrez, 2006) contiene las siguientes fases:
- Planificación: En esta fase el alumno comienza planteando y decidiendo acerca del contenido de su texto, a partir de un tema acordado por el grupo o directamente propuesto por el profesor.
- Primera redacción o borrador: Proyectado en la fase anterior el contenido del texto, el alumno procede a su redacción.
- Revisión del alumno y entrevista con el profesor: Una vez realizado lo anterior, el alumno procede a revisar su texto.
- Redacción provisional: Una vez resueltas sus dudas, y en la fecha fijada para el texto de que se trate, el alumno entregará su escrito pasado a limpio.
- Revisión del profesor: En esta fase el profesor recibe los textos de los alumnos y procede a su revisión, que consiste en leer el escrito y escribir en rojo unas claves acordadas, referidas a distintos aspectos de la expresión, para señalar con ellas los errores y aciertos allá donde aparezcan.
- Nueva revisión del alumno: las fichas: Cuando el profesor da por finalizada su revisión, entrega el texto al alumno.
- Redacción definitiva
3. Evaluación
Es de gran utilidad, para observar la evolución del alumno, usar una hoja de recaudo, en la que se recoja, para cada uno de los ejercicios, el número de apariciones de cada una de las claves de corrección, en cada uno de los ejercicios, así como la extensión del mismo expresada en el número de palabras que contuviera. La hoja de recaudo ofrece, así, la evolución del alumno en cada uno de los aspectos de la expresión escrita.
4. Intervención Educativa en la Expresión Escrita
El modelo más difundido y aplicado a la enseñanza y la teoría que describe con más precisión el fenómeno de la composición del texto escrito es el de Flower y Hayes (1980 y 1981), reflejado en el siguiente esquema.
Repasemos cada uno de sus componentes:
- El problema retórico: Es el elemento más importante al principio del proceso de composición. Está formado por todos los elementos de la situación de comunicación: la audiencia, la relación con el autor, los papeles del emisor y del receptor, el tema de que se habla, el canal, el código, etc.
- Proceso de escritura: El acto de escribir se compone de tres procesos básicos: hacer planes, redactar y revisar.
- Hacer planes: Durante el proceso de hacer planes configuramos una representación mental, más o menos completa y esquemática, de lo que queremos escribir y de cómo queremos proceder.
- Redactar: Mediante el proceso de redactar se transforma este proyecto de texto en un discurso verbal lineal e inteligible, que respete las reglas del sistema de la lengua, las propiedades del texto y las convenciones socioculturales establecidas.
- Revisar: En los procesos de revisión el autor compara el escrito realizado en aquel momento con los objetivos planificados previamente y lo retoca para adaptarse a ellos y, así, mejorarlo.
- El Monitor: Es un cuadro de dirección que regula el funcionamiento y la participación de los diversos procesos en la actividad global de la composición.
- La memoria a largo plazo: Es el espacio donde el escritor ha guardado los conocimientos que tiene sobre el tema del texto, la audiencia y las distintas estructuras textuales que puede utilizar.
Las consideraciones que Flower y Hayes proponen sobre la base del funcionamiento de este modelo pueden agruparse en cuatro puntos:
- Los procesos mentales de la composición tienen una organización jerárquica y concatenada, según la cual cualquier proceso puede actuar encadenado a otro.
- La composición es un proceso de pensamiento dirigido por una red de objetivos. El mismo escritor crea y desarrolla esta red. Las redes de objetivos tienen tres características importantes:
- No se crean durante la etapa de pre-escritura, sino que se desarrollan durante todo el proceso de composición.
- Los objetivos que componen la red no sólo formulan las metas de la composición, sino también puntos de partida, o caminos para conseguir determinados objetivos.
- Esta red dirige el proceso de composición, marca la dinámica con que avanza la elaboración del texto. Los escritores resuelven paso a paso los objetivos locales que se plantean y consultan los más globales, que son los que dan coherencia a la composición.
- Los planes del texto que diseña el escritor compiten con los conocimientos de la memoria a largo plazo y con el texto que se va gestando, para dirigir el proceso de composición.
- Durante el proceso de composición se producen actos de aprendizaje, que el escritor utilizará después para regenerar los objetivos y los planes del texto.