Criminalística: Definición, Importancia, Ciencia e Historia

Criminalística: Definición e Importancia

Según el creador de esta ciencia, Hans Gross, es el «arte de la instrucción judicial fundada en el estudio del hombre criminal y los métodos científicos de descubrir y apreciar las pruebas».

Esta definición primigenia fue complementada por diversos estudios jurídicos y científicos. Los profesores Leopoldo López Gómez y Juan Antonio Gisbert Calabuig, en el Tratado de Medicina Legal, la definen como «el estudio de las técnicas médicas y biológicas, usadas en la investigación criminal sobre las huellas y los objetos de los hechos delictuosos».

La importancia de la Criminalística va en aumento. Desafortunadamente, nuestra sociedad está cada vez más expuesta a enfrentar hechos criminales y delictivos, es por ello que un especialista en el tema se vuelve pieza clave y fundamental para responder interrogantes.

En resumen: es importante porque técnica y científicamente nos permite encontrar la “verdad” y policialmente ayuda a responder las interrogantes: Qué, dónde, cuándo, quién, cómo, con qué, por qué.

La Criminalística es una disciplina del Derecho Penal, que se encarga de demostrar y explicar un delito, determinar sus autores y la participación de estos, mediante un conjunto de procedimientos, técnicas y conocimientos científicos.

Aunque originalmente se caracterizó como un cuerpo inorgánico de conocimiento dentro de un universo desconocido, ahora es reconocida por su naturaleza científica y su importante papel como auxiliar de la Justicia Penal.

La Criminalística como Ciencia

Es la ciencia que engloba a otras ciencias, conocimientos y disciplinas, cuyas técnicas y métodos son aplicables directamente al indicio y/o evidencia material hallados en la escena del crimen, para aportar elementos de juicio sobre la comisión de un hecho que puede ser delito e identificar a los presuntos responsables, aportando pruebas que determinen su grado de participación.

Naturaleza

Es indiscutible. Su contenido ha tenido variantes desde un simple conjunto de reglas prácticas hasta el conjunto heterogéneo de conocimientos tomados de otras ciencias para llenar sus fines en cuanto a la investigación del delito y del delincuente. El rango científico de esta disciplina se halla en la definición de la Escuela Alemana: «La Criminalística es ciencia de la investigación criminal».

Método

La Criminalística, al igual que las demás ciencias, está constituida por un conjunto de conocimientos y procedimientos propios, ordenados en principios debidamente comprobados y relacionados entre sí. Su método es el llamado «Experimental» y su fin es encontrar la verdad.

Principales Funciones del Método

Nos capacita para conocer la verdad de las cosas, materia de sus estudios, y luego nos adiestra para hacer bien tales cosas. Para llegar a esa verdad, se impone la ejecución de procedimientos:

  • Comprobación
  • Sistematización
  • Objetividad

No se limita a recoger indicios o la evidencia que cae en su dominio, sino que estos son sometidos a diversos experimentos y comprobaciones. El desarrollo de esta labor, así como sus resultados justificados, obedecerán a una organización metódica y sistematizada; finalmente, el saber científico de la Criminalística, en cuanto a su objetividad, se pone al servicio de la administración de justicia, para combatir el delito, contribuyendo a su esclarecimiento y señalando a los autores.

La Criminalística y la Investigación Criminal

La Escuela Alemana afirma: «La Criminalística es la ciencia de la investigación criminal«, pues la investigación criminal sin la Criminalística no sería científica, solo alcanzaría a ser una técnica policial, es decir, un procedimiento utilizado por la policía sin la aplicación de conocimientos científicos.

En el Manual de Criminalística de la ex PIP., de 1966, al tratarse sobre la función policial, sostiene: «Una de las fuentes del progreso y la más importante en la profesión policial es la Criminalística; mediante el dominio y aplicación de esta ciencia, la policía empírica o policía técnica alcanza la jerarquía de policía científica». Y luego agrega: «La parte científica de la investigación criminal está entregada a la Criminalística; ella resuelve científicamente los problemas relativos al delito y al delincuente».

La investigación policial, en la que se aplican conocimientos científicos y técnicos, no es solo investigación criminal; es mucho más, porque viene a constituir la investigación científica del delito.

La Criminalística es patrimonio de diversos actores clave en la administración de justicia, incluyendo:

  • Policía
  • Jueces instructores (que investigan el delito y al delincuente para establecer las responsabilidades)
  • Representantes del Ministerio Público (quienes conocen el delito y dirigen la investigación policial)
  • Magistrados de los tribunales correccionales y salas penales de la corte suprema
  • Abogados defensores
  • Médicos legistas o forenses
  • Secretarios de juzgados
  • Otros vinculados a la administración de justicia.

La Criminalística y la Criminología

La Criminalística (etimología: latín Criminis = «crimen o delito» / griego Logos = «Tratado»), no es la ciencia que trata del delito (como podría sugerir la etimología), sino que estudia al delincuente.

La Criminología se encarga de estudiar o establecer las causas del delito o explicar estas, denominándose la ciencia explicativo-causal del fenómeno delictivo. Busca responder: el por qué se cometió el delito.

La Criminología tiene cuatro campos diferentes:

  1. Antropología Criminal: Referida a los caracteres físicos y psíquicos del hombre delincuente, según César Lombroso.
  2. Sociología Criminal: Estudia el medio social en que se desenvuelve el hombre y cómo la sociedad misma influye en las personas para la comisión de delitos.
  3. Psicología Criminal: Referida a la parte psicológica que estudia la mentalidad y la conducta social de los delincuentes.
  4. Biología Criminal: Trata de demostrar el interés por establecer las relaciones entre el tipo psicológico y la constitución física de las personas.

La Criminalística, en cambio, busca responder: «El cómo del delito«. Es decir, lo investiga. Trata de establecer las circunstancias de cómo ocurrieron los hechos, quién o quiénes son los autores, busca indicios, acumula pruebas y posteriormente las pone a disposición de las autoridades encargadas de administrar justicia.

Historia de la Criminalística en el Mundo

La Criminalística tiene sus raíces en diversas disciplinas precursoras y avances a lo largo de la historia:

  • La Dactiloscopia (ciencia que estudia las huellas dactilares) es considerada una de las primeras disciplinas precursoras. Los primeros usos prácticos de la investigación mediante las impresiones dactilares son acreditados a los chinos, aplicándolo diariamente en sus negocios y empresas legales. Kia Kung-Yen (historiador chino de la dinastía Tang) en el año 650, mencionó la identificación mediante las impresiones dactilares en un comentario sobre un antiguo método en la elaboración de documentos legales. En el año 650, los chinos ya utilizaban las impresiones dactilares en sus tratos comerciales. También se menciona un método anterior que consistía en la utilización de placas de madera con muescas iguales recortadas en los mismos sitios de los lados, las cuales conservaban las partes del contrato; igualadas dichas tablas, se podía constatar la autenticidad o falsedad de los contratos de referencia.
  • La Medicina Legal es otra ciencia precursora, iniciada por el francés Ambroise Paré en 1575 y desarrollada por Paolo Sacchias en 1651.
  • En 1648, el Dr. Nehemiah Grew realizó las primeras publicaciones en Europa acerca del estudio de las impresiones dactilares en Inglaterra.
  • En 1665, Marcello Malpighi observaba y estudiaba los relieves dactilares de las yemas de los dedos y palmas de las manos.
  • En 1809, el francés Vidocq fue incluido en las filas de la policía francesa y se convirtió en el primer director de la Seguridad Nacional. Incluyó multitud de avances en el campo de la investigación criminal. A él se le atribuye el registro y creación de expedientes con las pesquisas de los casos y la introducción de los estudios de balística. Fue el primero en utilizar moldes para recoger huellas de la escena del crimen, definiendo la lofoscopia.
  • En 1823, un tratado escrito por el anatomista, fisiólogo y botánico checo Jan Evangelista Purkyně describe los tipos de huellas dactilares y las clasificó en 9 grupos.
  • Durante ese mismo año (1823), Huschke descubrió los relieves triangulares, conocidos como deltas, de las huellas dactilares de los dedos.
  • En 1835, aparece otro de los primeros precursores de la balística, Henry Goddard.
  • En 1840, con el español Mateo Orfila nace la Toxicología, ciencia que estudia los efectos de las toxinas o venenos vegetales, animales y minerales, tanto como tratamiento o intoxicación. El aporte de esta ciencia a la reconstrucción de homicidios y suicidios es enorme.
  • William Herschel, en 1858, adoptó el uso de las impresiones dactilares para evitar la suplantación.
  • Alphonse Bertillon creó en París el Servicio de Identificación Judicial en 1882, dado a conocer en 1885 y adoptado de forma oficial en 1888. Este método antropométrico consistía en el registro de las diferentes características óseas métricas y cromáticas de las personas mayores de 21 años en 11 diferentes partes del cuerpo. Además, publicó una tesis sobre el retrato hablado. Desde 1884, tomó fotografías de los lugares de los hechos con todos sus indicios.
  • En 1886, Allan Pinkerton puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes.
  • En Londres, Sir Francis Galton en 1885 sentó los fundamentos para la solución del problema que representaba hacer una clasificación de las impresiones dactilares. En 1905 modificó su sistema, citado en “Fingerprint Directories”.
  • En 1896, Juan Vucetich logró que la Policía de la Provincia de Buenos Aires (ciudad de La Plata), Argentina, dejara de utilizar el método antropométrico de Bertillon y redujo a cuatro los tipos fundamentales de Dactiloscopia, determinados por la presencia o ausencia de los deltas.
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