Cuadro resumen código penal

Copia – Trampa – Plagio (Ética de la evaluación)


¿Cómo se da la predisposición a la evaluación?


Lo primero que muchos estudiantes aprenden del profesor es si ante él es necesario hablar bastante, guardar silencio, hacer preguntas, sentarse adelante, etc. Y esto se logra cuando ya el profesor ha explicitado lo que para él es legítimo como comportamiento, como intervención en clase, como respuesta, como trabajo. (Estos factores son muy notables en la educación básica, pues es allí donde te ubican en un puesto determinado, te dicen cuándo puedes hablar y cuándo no, debes pedir permiso para ir al baño, no se puede sacar el celular, no se puede comer en clase, hablar con el compañero está prohibido, etc.)  Por otro lado, los aspectos orientados al comportamiento a la larga configuran una conducta repetitiva, como por ejemplo, levantarse del pupitre para saludar al profesor en cada clase Comportamiento, intervención en clase, respuesta, trabajo, esto también nos condiciona siendo estudiantes universitarios y con miras a evitar este tipo de dinámicas propias de la educación tradicional solicitamos referencias sobre el docente que dirige el curso con la finalidad de hacer la mejor decisión posible frente a la inscripción de materias

¿Podemos hablar de la evaluación como algo ajeno a la trampa?


Los saberes evaluados no se alejan del marco del nominalismo, normativismo o formulismo, ello implica que el proceso evaluativo solo tome en cuenta la cantidad de datos que un estudiante es capaz de memorizar pues no se le presta atención al proceso del aprendizaje, sino únicamente a la transmisión de conocimientos.

Nominalismo:


Cuando el maestro supone que el nombre representa al objeto. El evaluado debe proporcionar los nombres que supuestamente constituyen el saber: autores, obras, fechas, lugares, máximas, accidentes geográficos, personajes, héroes, gobernantes, etc. Lo mismo ocurre en ciencias naturales, con un énfasis en nombres de plantas, animales, partes de los organismos, niveles taxonómicos, compuestos, elementos, números atómicos, etc.

Formulismo:


Cuando el maestro supone que el conocimiento está constituido por leyes incontrovertibles en la medida en que fueron demostradas una vez con un método infalible. El evaluado debe recordar y aplicar fórmulas, a través de secuencias con diversos grados de complejidad: balancear reacciones, encontrar los compuestos resultantes, averiguar la velocidad inicial, la fuerza resultante, la energía consumida, demostrar el teorema, hacer el cálculo, despejar la incógnita, etc.

Normativismo:


Cuando el maestro supone que la relación con el objeto respectivo es la de un deber-ser, necesario, preestablecido e incuestionable. El evaluado debe traer a cuento o aplicar las normas: cómo debe hablarse, cómo sacar provecho de la lectura, cómo escribir bien, cuáles frases son gramaticales, cuáles comportamientos deben caracterizar al sujeto, qué actitudes son condenables, etc.

Nombres, formulas, normas, todo cabe en un soplete. (Los autores de manera sutil advierten del absurdo que constituye guiarse por estos elementos para medir las capacidades de un estudiante)

Fragmento de TI – Min 23:12

La trampa como respuesta sistemática a la evaluación

Antes del examen:


Conseguir las preguntas, pidiéndoselas a los compañeros que ya cursaron ese nivel o a los que lo cursan paralelamente, metíéndose a la sala de profesores, e incluso pagándole a la persona encargada de duplicarlos, a la fotocopiadora donde el profesor acostumbra reproducir los exáMenes, etc.

Durante el examen:


Mirando el escrito de otro, mostrando el escrito a otro, “soplando” —incluso con lenguaje de señas—, suplantando al evaluado, o copiando de un texto no admitido durante la prueba, que puede ser un libro, unas notas, un cuaderno, o un texto más o menos cifrado en el pupitre, en el techo, en el cuerpo o en un papelito que tiene varios nombres en el país: “soplete”, “copialina”, “chancuco”, “pastel”, “machete”… Y que puede ubicarse en muchas partes, etc.

Después del examen:


Hurtando todas las pruebas respondidas, denunciando un fraude para que se anule el examen, haciendo el reclamo por una mala calificación puesta en un falso formulario bien respondido, etc.

En muchas páginas es posible encontrar trabajos, talleres y parciales de un curso determinado de una carrera determina de una universidad determinada, especialmente en materia de ingenierías, esto facilita a algunos estudiantes el poder desarrollar algunos recursos sujetos a evaluación. Teniendo esto en mente, ¿podría considerarse trampa el hecho de que un estudiante use para la realización de sus trabajos, otros iguales que ya fueron resueltos y que el docente decidíó mantener en vigencia?

Espacio de discusión

Hablemos sobre el plagio

El plagio se configura con la concurrencia de dos elementos: la utilización no autorizada de la obra ajena, en todo o en parte, reproducíéndola de manera literal, caso en el cual se denomina “plagio servil”, o simulada, en cuyo caso la doctrina lo denomina “plagio inteligente”, en el cual a la obra se le introducen algunas modificaciones que buscan disimular la copia realizada. (Rojas & Olarte, 2010)

¿Por qué se da el plagio?


En el medio académico, es común este tipo de infracción, en la elaboración de trabajos, proyectos o tesis de grado. Ésta encuentra un escenario favorable en el ámbito académico debido a la facilidad que presenta el entorno digital para copiar y pegar un texto, por la disponibilidad de información y facilidad de búsqueda en Internet y por el hecho de que los profesores orientan los trabajos de sus estudiantes hacia la recolección y presentación de información, más que hacia la solución de problemas o el desarrollo de su capacidad creadora.

El plagio en el código penal

El plagio en las condiciones expuestas se encuentra penalizado por los artículos 270, numeral 1, y 271 del Código Penal, donde se describen los tipos penales destinados a la protección del derecho de autor en sus dos esferas: moral y patrimonial.

Otro tema que nos compete en el terreno del plagio, más precisamente en términos de la capacidad creadora es la suplantación de los estudiantes al momento de componer su tesis o monografía. Existen casos en donde los estudiantes pagan para que se les realice su trabajo de grado y en última instancia, el susodicho solo tendría que sustentarla. Pero la cuestión no queda solamente en los estudiantes, algunos profesores usan a los estudiantes con motivo de beneficiarse a nivel salarial, esta tendencia radica en que el docente solicita la composición de un artículo de investigación a un estudiante habilidoso para luego asumir como autor y obtener el crédito tanto a nivel académico como a nivel económico, siendo esta la razón principal por la que muchos catedráticos publican en revistas indexadas.

¿La trampa es un asunto únicamente de los estudiantes?


Cuando los profesores están en la posición de evaluados, proceden de la misma manera en que lo hacen los estudiantes. La ley 115/94, otorga estímulos a las instituciones mejor evaluadas (art. 84); a los educadores estatales mejor evaluados (art. 133); a docentes y directivos cuyas instituciones y educandos se destaquen en los procesos evaluativos (art. 192); a los 50 estudiantes con más altos puntajes en el examen de Estado (art. 99); a los estudiantes que obtengan los primeros lugares en “rendimiento académico” (art. 101). También el gobierno —con la idea de que el “estímulo” es motor de la calidad— creó el Programa Nacional de Incentivos, que destínó 144 mil millones de pesos a los docentes e instituciones mejor evaluados. 

El MEN podría aprender muy poco sobre las instituciones cuando ordena “autoevaluaciones”, pues las instituciones estarían decidiendo la forma de responder, en función de garantizar unos recursos. Y esto se cumple para el caso de buscar deliberadamente un resultado positivo o uno negativo, en busca de un premio o para evitar unas sanciones.

Escándalos respecto a la trampa cometida por profesionales

Recientemente (2012) se publicitaron dos escándalos en Colombia: de un lado, el de unos representantes a la cámara, alcaldes, exalcaldes y candidatos cuyas matrículas fueron canceladas por una universidad de Bogotá, a causa del plagio en un trabajo que presentaron para el postgrado de Gobierno y gestión pública. Y de otro lado, el de 100.000 casos de trampa (entre un millón de pruebas), en las evaluaciones “Saber”, aplicadas este año en quinto y noveno grados. Lo curioso de este último caso es la manera como se descubre la trampa: las pruebas en mención son de escogencia múltiple, de manera que si todos los estudiantes de un salón sacan buenos resultados, no puede saberse si hay trampa (todos pueden saber); pero si en un salón todos los estudiantes sacan la misma respuesta incorrecta (que tiene una probabilidad del 25%), necesariamente es porque alguien les dictó las respuestas, pero se las dictó mal. Y bien, los que cuidaban las pruebas eran los profesores de los estudiantes evaluados, de manera que fueron ellos quienes hicieron trampa, con el agravante de que no sabían escoger las respuestas correctas de las pruebas.

Realizar lectura: Los profesores que compraron las respuestas al ICFES

Los efectos de la evaluación en otros sistemas educativos

Hasta este momento hemos visto cómo la evaluación por sí misma orilla a los agentes a hacer trampa debido a factores de distinto orden, ahora bien, en algunos sistemas educativos, la evaluación promueve conductas mucho más extremas, como ejemplo de ello, tenemos un caso de copia en la India que se dio en el 2015

Realizar lectura: ¿Por qué en India los papás ayudan a sus hijos a hacer trampa?