Desafíos Epistemológicos de la Objetividad Científica y las Ciencias Sociales
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Capítulo III
Actividad N° 1: Cuestionario sobre Epistemología de la Ciencia
- Señala las características de la objetividad según la tesis objetivista.
- Plantea las objeciones que se hacen a cada una de ellas.
- ¿Qué opinas sobre la objetividad científica? Fundamenta tu respuesta, tomando en cuenta el contenido de este capítulo y las diversas posturas en las ciencias sociales.
- ¿Por qué P. Feyerabend se opone a la unidad de método? ¿Qué significa para este autor el concepto de «desmitificar» la ciencia? ¿Qué relación guarda esta concepción con la posibilidad de conocimiento científico en las ciencias sociales?
- Realiza una breve síntesis del significado de los conceptos: historia externa e historia interna de la ciencia.
- ¿Qué relación adviertes que existe entre dichos conceptos y los contextos analizados en el Capítulo 1? ¿Cuáles de ellos y en qué sentido?
- A tu juicio, ¿cuáles son las posibilidades del conocimiento científico de lo social? ¿Cuáles son los principales obstáculos epistemológicos?
- ¿Crees posible el conocimiento científico de lo social? Cualquiera sea la respuesta, fundaméntala, tomando en cuenta los desarrollos del presente capítulo.
Desarrollo de Respuestas
1. La Objetividad según la Tesis Objetivista
La objetividad, según esta tesis, implica que el conocimiento científico se refiere netamente al objeto o al fenómeno de estudio, sin estar contaminado por los intereses, prejuicios, creencias o la personalidad de quien lo enuncia.
Características de la Objetividad:
- Conjunto de objetos estudiados: Se asume un objeto de estudio claro y delimitado.
- Lenguaje compartido: La ciencia utiliza un lenguaje unívoco que permite la comprensión uniforme de sus enunciados.
- Metodologías rigurosas: Se emplean métodos estrictos y universales para la formulación y validación de teorías.
- Comunidad científica: La validación del conocimiento recae en una comunidad de expertos que opera bajo principios metodológicos rigurosos e imparciales.
2. Objeciones a la Tesis Objetivista
Las objeciones a la tesis objetivista cuestionan la posibilidad de una objetividad pura y sin influencias:
- Puede que no haya un acuerdo unánime sobre el objeto estudiado, ya que este es a menudo constituido por las teorías y técnicas empleadas, no preexistente de forma independiente.
- Existen distintas interpretaciones sobre el mismo objeto de estudio, lo que dificulta la univocidad.
- No existe un juez totalmente ecuánime e imparcial para decidir entre teorías rivales, ya que los criterios de evaluación pueden ser influenciados por paradigmas o intereses.
- Las teorías vigentes que definen el objeto de estudio de una ciencia particular en un momento dado pueden tener una vigencia arbitraria; no hay pautas claras para decidir entre teorías rivales, ni un tribunal imparcial para aplicar tales pautas.
- La intersubjetividad, aunque busca la comprensión uniforme de los enunciados científicos mediante la univocidad de los términos y reglas, se ve comprometida porque la delimitación semántica de los términos (especialmente los teóricos) depende de las teorías vigentes en cada ciencia, lo que puede llevar a interpretaciones diversas.
- El hecho de que el científico disponga de un conjunto diverso de métodos para formular nuevas teorías cuestiona la idea de un método único y universalmente objetivo.
- Esta crítica se refiere a los sujetos que enuncian teorías y las someten a control. Aunque la comunidad científica opera conforme a una metodología, las objeciones previamente planteadas conducen a cuestionar la imparcialidad y objetividad de esta comunidad en la validación de teorías.
3. Reflexión sobre la Objetividad Científica y las Ciencias Sociales
La ciencia es indispensable para la vida del ser humano, ya que le permite progresar. Gracias a ella, la humanidad ha logrado modificar parcialmente la naturaleza para satisfacer sus necesidades y, a lo largo del tiempo, ha mejorado significativamente su calidad de vida. Si nos planteáramos un pequeño ejercicio mental sobre cómo sería el mundo sin la ciencia, veríamos que estaríamos muy atrasados: moriríamos antes por enfermedades intratables, la comunicación sería extremadamente dificultosa e ignoraríamos muchas cosas, atribuyéndolas a fuerzas desconocidas.
El ser humano necesita conocer la realidad que lo rodea, así sea la relación entre él y el objeto o la realidad misma, para poder adaptarse o adaptarla a sus fines. Los medios para conocer son variados, pero su finalidad es la misma.
La ciencia no es una entidad monolítica; está compuesta por muchas ciencias particulares que estudian un determinado objeto o el mismo objeto desde diferentes perspectivas. Idealmente, el científico debe ser objetivo, dejando a un lado todo lo subjetivo —una tarea difícil, pero no imposible— para ver las cosas tal y como son y, posteriormente, transmitir sus teorías a otros científicos y al mundo en general.
La Objetividad en las Ciencias Sociales
En las Ciencias Sociales, la objetividad en la investigación implica que el pensamiento abstracto se confronta constantemente con una realidad «objetiva», cuya existencia se considera ajena a la mente humana. Esta confrontación, mediada por modelos conceptuales y esquemas metodológicos, es el principal argumento de las Ciencias Sociales para construir una coherencia acumulativa en la producción de conocimiento y en los resultados de la investigación.
El conocimiento del mundo en todas sus dimensiones ha sido una preocupación constante del ser humano a lo largo de la historia, buscando permanentemente explicaciones a los interrogantes que surgen de su contacto directo o indirecto con los fenómenos naturales y sociales.
Una de las preocupaciones centrales de las Ciencias Sociales gira en torno a desvelar la verdad del mundo social. Esto implica la comprensión e interpretación de los mecanismos y condiciones sociohistóricas que orientan la práctica científica. Estos mecanismos y condiciones son productos cognoscibles de la mente humana, al igual que los aspectos económicos, políticos, religiosos, jurídicos o técnicos, entre otros. Son el resultado de la acción y práctica social promovida por un colectivo humano determinado, es decir, las obras de la sociedad y, en especial, el mundo social en el que se produce el conocimiento.
De hecho, la práctica científica en las Ciencias Sociales se materializa en las reflexiones, percepciones e imágenes que un sujeto cognoscente recibe de otros sujetos en condiciones similares, quienes utilizan instrumentos de análisis parecidos o distintos sobre el mundo social. La intencionalidad no es tanto cuestionar y polemizar, sino más bien develar, desenmascarar e iluminar lo oculto, sin dejar de lado la autorreflexión. Este proceso, lejos de destruir o desacreditar, posibilita mayores niveles de comprensión y el fortalecimiento de la producción y reproducción del conocimiento sobre la realidad del mundo social, que tiende hacia una verdad.
4. La Crítica de Paul Feyerabend a la Unidad de Método
La obra Contra el método de Paul Feyerabend es una crítica profunda a la lógica del método científico racionalista, apoyada en un estudio detallado de episodios clave de la historia de la ciencia. Feyerabend concluye que la investigación histórica contradice la existencia de un método con principios inalterables, argumentando que no existe una regla que no se haya roto. Esto indica que la infracción no es accidental, sino necesaria para el avance de la ciencia.
En las propias palabras de Feyerabend:
“La idea de un método que contenga principios científicos infalibles, inalterables y absolutamente obligatorios que rijan los asuntos científicos entra en dificultades al ser confrontada con los resultados de la investigación histórica.”
El Principio «Todo Vale»
Ante esta constatación, Feyerabend propone un principio que, según él, puede ser defendido bajo cualquier circunstancia y en todas las etapas del desarrollo humano:
“Me refiero al principio ‘todo vale’.”
A pesar de su propuesta, Feyerabend denuncia que persiste un esfuerzo continuo por encerrar el proceso científico dentro de los límites del racionalismo. Esto lleva a que un especialista se convierta en una persona sometida voluntariamente a una serie de restricciones en su manera de pensar, actuar e incluso expresarse. Él mismo los compara con «perros amaestrados».
Así como un perro amaestrado obedece a su amo sin importar su confusión o la urgencia de adaptar nuevos esquemas de conducta, un racionalista «amaestrado» será obediente a la imagen mental de su «amo». Se conformará a los estándares de argumentación aprendidos, mostrando adhesión a ellos sin importar las dificultades que encuentre. Será poco capaz de descubrir que lo que él considera «la voz de la razón» no es sino un post-efecto causal del entrenamiento recibido.