Desarrollo Socioemocional y Comunicación en Niños con Discapacidad Auditiva: Estrategias y Apoyo
Comprendiendo la Discapacidad Auditiva en la Infancia
Fomentando Habilidades Esenciales
1. Habilidades Relacionadas con la Comunicación No Verbal
- Algunos niños tienen grandes dificultades para comunicarse de forma oral, por lo que la comunicación no verbal será, en muchas ocasiones, la que les ayudará a transmitir más claramente la idea que quieren comunicar.
- Las habilidades más sencillas relacionadas con la comunicación no verbal son:
- La mirada
- La sonrisa
- La expresión facial
- La postura corporal
- El contacto físico
- La apariencia personal
2. Habilidades Relacionadas con la Comunicación Verbal
- Las habilidades sociales relacionadas con la comunicación verbal se ponen en práctica en múltiples y diferentes situaciones de la vida cotidiana.
- Si desde pequeños acostumbramos a los niños a utilizarlas, se convertirán en conductas espontáneas que les facilitarán la relación con los demás. Estas son:
- Los saludos
- Las presentaciones
- Pedir favores y dar las gracias
- Pedir disculpas
- Unirse al juego de otros niños
- Iniciar, mantener y finalizar conversaciones
3. Habilidades Relacionadas con la Expresión de Emociones
- El hecho de expresar emociones significa comunicar a otras personas cómo nos sentimos, cuál es nuestro estado de ánimo en ese momento.
- Transmitir correctamente nuestros propios sentimientos no siempre es fácil.
Debido a la falta de control emocional que pueden presentar los niños con discapacidad auditiva, podremos observar reacciones desproporcionadas que aparecen normalmente ante una frustración o un cambio en sus planes, como por ejemplo: llantos, rabietas, chillidos, etc.
- Por otro lado, cuando están contentos, pueden llegar a demostrarlo también de forma desproporcionada; es decir, se pueden mostrar excesivamente eufóricos.
- Es necesario que aprendan a expresar tanto las emociones agradables (haciendo partícipes a los otros de su alegría) como las desagradables, para que las otras personas comprendan su modo de actuar y, si es necesario, les ayuden.
- Emociones positivas: aquellas que resultan más agradables y producen bienestar, como: alegría, tranquilidad, optimismo, amor, confianza, diversión, etc.
- Emociones negativas: aquellas que resultan desagradables o menos placenteras, como: tristeza, vergüenza, enfado, aburrimiento, temor, furia, nerviosismo, agresión, ansiedad, etc.
4. Habilidades para Lograr un Autoconcepto Positivo
- Se relaciona con la autoestima, que consiste en la visión más profunda que cada cual tiene de sí mismo y la aceptación positiva de la propia identidad.
- La mayoría de los niños con discapacidad auditiva perciben con mayor intensidad sus puntos débiles y limitaciones, lo que les puede provocar un sentimiento de inseguridad y de no aceptación hacia sí mismos, que surge con mayor intensidad en la etapa de la adolescencia.
- Está comprobado que la mayoría de los niños intentan estar a la altura de las expectativas de los adultos.
- Tanto los padres como los profesores, de forma consciente o inconsciente, les enviamos mensajes de forma continuada a través de nuestras palabras, gestos, miradas, etc.
Estrategias de Comunicación Efectiva
Ventajas de la Escucha Activa
- Si sabemos escuchar, los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros.
- La persona que nos habla se siente valorada, y esta es una de las formas más económicas y sencillas de poner en práctica la motivación.
- Escuchar tiene efectos tranquilizantes y facilita que se eliminen tensiones. Esto es muy importante en ambientes laborales donde el estrés se está convirtiendo en el protagonista principal de las comunicaciones.
- Favorece una relación positiva con su interlocutor. Ya sea que usted ocupe o no un puesto directivo, siempre le servirá para fomentar unas buenas relaciones.
- Permite llegar al fondo de los problemas y no tomar medidas de emergencia que, con el tiempo, resultan ser un remedio peor que la enfermedad.
- Logramos el respeto hacia nosotros de la persona que nos habla, porque el respeto es una de esas cosas importantes en la vida que, «cuanto más se reparte, más se tiene».
- Es una recompensa para la persona con la que hablamos. De ahí que deba ser utilizada con prudencia cuando nos relacionamos con personas que tienden a hablar en exceso.
Consejos al Dirigirse a los Niños
Siga estos consejos al dirigirse a los niños:
- Use oraciones simples.
- Hable despacio y claro. Hable de frente y establezca contacto visual.
- Varíe el tono y las expresiones para enfatizar palabras clave. Recuerde que los elementos paralingüísticos y suprasegmentales comunican y complementan (refuerzan) el mensaje.
- Use pausas entre las oraciones.
Rasgos del Desarrollo Socioemocional en Niños Sordos
Etapa Previa: Gestación
- Los niños oyentes experimentan las primeras percepciones desde el vientre de la madre.
- Los niños sordos se ven privados de ello.
Causas de las Dificultades Socioemocionales
- Deprivación conversacional.
- Menor aprendizaje por imitación y observación.
- Sobreprotección (limitación de la autonomía y la independencia).
- Dificultades comunicativas (en la familia).
- No aceptación de la sordera ni visión positiva de sus potencialidades.
- Otros factores neurológicos asociados.
Desarrollo Socioemocional: Del Nacimiento a los 3 Años
Niños oyentes:
- Interactúan y se comunican con la madre antes del habla, lo que hará necesaria la adquisición del lenguaje.
- 3 meses: Reconocimiento de las personas y conductas. Busca la fuente sonora con la mirada.
- 4 meses: Relación entre lo que oyen y lo que ven. Busca la fuente, situada lateralmente y más abajo, con movimientos de cabeza. Interrumpe el llanto al escuchar música.
- 8 meses: Recelo ante personas extrañas. Localización de fuentes sonoras situadas lateralmente y más arriba mediante movimientos de cabeza.
- 10 meses a 1 año: Reacción vocal al escuchar música. Reacción a estímulos de baja intensidad a un metro de distancia.
- 18 – 24 meses: Reconocimiento de sí mismos y utilización de pronombres.
Niños con sordera:
- También interactúan con la madre, pero con diferencias debido a sus limitaciones:
- 4 meses: Comienza el retraso al solo disponer de un canal (visual).
- Pérdida de elementos sonoros, verbales y semánticos en la comunicación.
Desarrollo Socioemocional: De los 3 a los 6 Años
- Proceso de socialización: adquisición de conocimientos y habilidades para actuar en un grupo.
- Interacciones sociales y lingüísticas: desarrollo cognitivo y capacidades intelectuales.
- Tanto el niño oyente como el sordo han de aprender las habilidades y disposiciones para actuar en un medio o grupo.
Interacciones Sociales del Niño Sordo con sus Iguales
- Interacciones poco flexibles y estructuradas (especialmente en interacciones verbales).
- Interés social comparable al de los oyentes.
- Falta de habilidades para iniciar y mantener el contacto.
Interacciones del Niño Sordo e Hipoacúsico con Adultos
- En la familia, el niño con deficiencia auditiva encuentra dificultades para relacionarse en un medio de oyentes.
- Importancia de la actitud de los padres y la aceptación de la sordera.
- Las interacciones sociales son, fundamentalmente, interacciones comunicativas.
- Procesos comunicativos entre el adulto y el niño sordo presentan dificultades (por ejemplo, inexistencia de un código común).
- La dificultad de comunicación entre ambos puede desembocar en la permisividad del adulto hacia el niño, lo cual es perjudicial para su desarrollo.
- Dificultades en la planificación y en la comprensión de secuencias temporales.
- Dificultad para distinguir emociones, lo que limita la comprensión de situaciones y puede dar lugar a errores.
- Desconfianza, egocentrismo e impulsividad (características modificables).
- Situaciones de incomodidad y aislamiento (con negativa repercusión futura).
- Vivencia insegura del entorno.
- Tendencia a realizar comparaciones entre los niños con deficiencia auditiva y los niños oyentes (que pueden ser perjudiciales).
- Bajo autoconcepto y autoestima.
- Necesidad de modelos de identificación en los niños sordos, hijos de padres oyentes.
Promover la Competencia Socioemocional desde la Escuela
Las escuelas juegan un papel importante en la promoción de factores de protección que permitan a niños y adolescentes desarrollar sus capacidades sociales y emocionales, así como una buena salud mental.
En cuanto a los niños y jóvenes sordos, es probable, como señala Hindley (2003), que las experiencias educativas sean incluso más importantes que para los niños oyentes, en particular en el caso de aquellos niños sordos que cuentan con muy limitadas oportunidades de interacción en el medio familiar.
¿De qué Manera Puede la Escuela Promover Mayor Competencia Social y Bienestar Emocional en Niños Sordos?
Valmaseda (2004) señala cuatro grandes ámbitos de intervención en los que influye la escuela:
- Propiciar el reconocimiento y aceptación de uno mismo:
- Promover en los alumnos sordos una visión positiva y ajustada de sí mismos, de manera que desarrollen un sentimiento de optimismo y competencia acerca de sus posibilidades para encarar situaciones difíciles y para asumir decisiones a pesar de la incertidumbre y las presiones.
- Promover el conocimiento emocional tanto en uno mismo como en los demás:
- Poder identificar y nombrar las diferentes emociones, comprender sus causas y entender que existen diferentes grados de intensidad.
- Comprender los vínculos existentes entre sentimientos, pensamientos, palabras y acciones.
- Desarrollar de manera progresiva la autorregulación emocional:
- Aprender a tolerar la frustración, a expresar los impulsos agresivos de forma socialmente aceptable y a utilizar el pensamiento para organizar y planificar la conducta.
- Comprender las situaciones sociales y establecer relaciones que propicien la pertenencia y el sentimiento de bienestar:
- Desarrollar empatía, esto es, comprender los sentimientos de los otros, adoptar su punto de vista y respetar las diferencias existentes.
- Desarrollar habilidades de comunicación asertiva y manejar las dificultades en las relaciones.
¿Cómo Podemos en la Escuela Ayudar a los Alumnos a Alcanzar Estas Competencias? (según Valmaseda, 2004)
- Prestando atención a qué enseñamos, a cómo enseñamos y a cuáles son nuestras actitudes respecto a la sordera y a los alumnos sordos.
- Ofreciendo a los alumnos una imagen «en positivo»; una imagen en la que ser sordo no sea necesariamente sinónimo de limitación.
Por lo tanto, podemos decir que es necesario:
- Evitar el uso de etiquetas negativas, sobre todo ante los demás (ej. tímido, inquieto, hiperactivo, sordo, agresivo, pesado, terco, etc.).
- No dejar que nadie etiquete a los niños.
- Impedir las comparaciones, tan frecuentes en nuestra sociedad, sobre todo entre hermanos y compañeros de clase.
El Papel Fundamental de los Padres
- Proporcionar el amor, el afecto y la protección que los niños sordos necesitan, como todos los niños, está en manos de los padres. Los padres son los formadores en el afecto, la autoestima, la autonomía y la responsabilidad que caracterizarán la personalidad del adulto sordo.
- La familia es insustituible, pues además de ser la transmisora de vida, también es la transmisora del sentido de la vida, de la cultura y de la socialización.
- Es fundamental que el padre y la madre acepten la sordera de su hijo, y que lo valoren y respeten como persona sorda. Esto es lo primordial para ayudar a que, en el futuro, su niño o niña sorda acepte su condición y no se sienta menos que los demás. Entonces, es necesario dirigir la formación que nos corresponde como padres hacia:
- Socializarlos con niños y niñas oyentes y con la comunidad sorda, para que observen que hay más personas sordas y que pueden comunicarse con señas. No aislarlos, ya que ellos y ellas pueden aprender de los otros niños, tanto sordos como oyentes.
- Darles mucho amor, educarlos con valores y aprender con ellos para poder comunicarse. Inculcar la comprensión de que pueden salir adelante como muchas otras personas.
- Infundir en los niños y las niñas el aprecio y la valoración por las cosas que tienen, las que les dan los padres y las que los rodean, enseñándoles a cuidarlas, a usarlas adecuadamente y a conservarlas.
- Reconocer y valorar cualquier logro que tengan y nunca menospreciarlos.
- Confiarles responsabilidades que poco a poco puedan ir cumpliendo en casa. Enseñar las acciones de la vida cotidiana y, al mismo tiempo, contar con su opinión en la toma de decisiones.
- Procurar experiencias que permitan al niño el conocimiento de sí mismo a través del juego. El juego le permite al niño valorarse y así comienza a crear autoestima y a fortalecerla. A través del juego, procurar la búsqueda de identidad con la ayuda de la familia; dejar que los niños y las niñas se reconozcan como personas importantes, que se respeten y se acepten como son.
Los padres son quienes primero ayudan al reconocimiento y aceptación de los niños sordos, y para que en la comunidad sean valorados los adultos sordos como personas, como profesionales, como individuos que toman decisiones, que trabajan, que se casan y que forman hogares y familias.
Principios de la Práctica Auditivo-Verbal
- Detectar la deficiencia auditiva lo más tempranamente posible a través de programas de screening (cribado), idealmente neonatal, y a lo largo de toda la infancia.
- Ejercer la gestión médica y audiológica de forma enérgica e inmediata, incluyendo la selección, adaptación y mantenimiento de los audífonos, implantes cocleares u otros dispositivos de ayuda auditiva apropiados.
- Guiar, aconsejar y apoyar a los padres y cuidadores como los modelos primarios del lenguaje hablado a través de la audición, y ayudarlos a comprender el impacto de la hipoacusia y la sordera (deficiencia auditiva) en la familia entera.
- Ayudar a los niños a integrar la audición en el desarrollo de sus habilidades de comunicación y sociales.
- Apoyar el desarrollo auditivo-verbal de los niños a través de la enseñanza individualizada.
- Ayudar a los niños a «monitorizar» su propia voz y las voces de los demás en función de aumentar la inteligibilidad de su lenguaje hablado.
- Utilizar patrones del desarrollo de la audición, lenguaje, habla y cognición para estimular la comunicación natural.
- Considerar y evaluar continuamente el desarrollo de los niños en las áreas mencionadas en el punto anterior y, a través de la intervención diagnóstica, modificar el programa cuando sea necesario.
- Proporcionar servicios de apoyo para facilitar la inclusión educativa y social de los niños en clases de educación ordinaria.