Empresa mercantil

MODELO DEL EMPLEO ESTABLE (1945-1973)


Estuvo caracterizada por varios elementos:

ERA FORDISTA:

Modelo de empleo estable

  1. Extensión del Modelo fordista-sloanista de producción (modelo de producción en masa).
  2. Papel activo del Estado, con el objetivo de la prioridad del pleno empleo.
  3. Crecimiento económico sostenido y pleno empleo.
  4. Norma de consumo de masas que complementa a la producción en masa.
  5. Expectativas de mejora de las condiciones de vida.

Carácterísticas del empleo (mencionadas por un sociólogo español, Carlos Prieto)

  1. Asalariado, con una relación salarial supervisada por la negociación colectiva.
  2. Estable, con contratación indefinida.
  3. Carrera ascendente, con posibilidad de promoción de la empresa.
  4. Jornada laboral regulada tanto por su cantidad (nº de horas) como para su distribución (vacaciones)
  5. Asignación de tareas limitadas y conectada con la formación de los trabajadores.
  6. Derechos de protección social y económica (Empleo protegido donde se reconocen y amplían los derechos de los trabajadores)
  7. Mejora permanente de las condiciones de trabajo y de vida.
  8. Contempla la retribución salarial cuyo nivel mínimo se fija en la negociación colectivo a través del Convenio colectivo.

Círculo virtuoso del fordismo


El fordismo se basa en el círculo virtuoso. Su funcionamiento se basaba en el incremento de la productividad y en el uso masivo de la mano de obra en las grandes fábricas, esto conduce al pleno empleo.

El pleno empleo, amplía la base social de los sindicatos, esto supone su mejora de posición negociadora y una dinámica de exigencia permanente de mejora de condiciones de trabajo.

Además, el incremento de la productividad permite incrementar los salarios y, por lo tanto, el poder adquisitivo. Esto permite a su vez que la población pueda acceder a bienes de consumo, por tanto, aumenta el mercado interno.

MODELO DE EMPLEO FLEXIBLE Y PRECARIO (1973 en adelante)


Desregulación y flexibilización del MT

Las reformas del MT (cuadro)
. Líneas de las reformas:

  • Reducción de “barreras” de salida y acceso al MT
  • Modificación estructura negociación colectiva (individualización)
  • Prestaciones por desempleo (cuantía, periodo y condiciones de acceso)

Flexibilidad y desregulación


La flexibilidad laboral es una de las estrategias más utilizadas para adecuar la cantidad y la calidad de la mano de obra a los requerimientos de la producción. “Trabajo justo a tiempo”, es decir, que las empresas dispongan de la cantidad y del perfil de trabajadores necesarios en cada momento según la demanda del mercado.

Se pueden distinguir dos tipos de flexibilidad:

  • Externa


    Se refiere a las condiciones de empleo en el mercado de trabajo (desregulación MT).

  • Interna

    Se refiere a la gestión flexible de la mano de obra en el proceso de trabajo.

FLEXIBILIDAD EXTERNA


Grado de flexibilidad de los mecanismos de entrada y salida al mercado de trabajo, de los costes laborales y sociales, y de la negociación colectiva.

Flexibilidad de los costes de contratación y despido


La reivindicación de una mayor flexibilidad de las relaciones laborales se ha traducido en una reforma del conjunto de la legislación laboral, con el fin de adaptar el número de trabajadores y la cantidad de horas trabajadas a las demandas de las empresas. Las medidas más significativas son:

  • Formación de diversos tipos de contratación temporal, a tiempo parcial, contratos en prácticas, becas, falsos autónomos, intermediarios…
  • Abaratamiento de los costes de despido.
  • Aumento de supuestos de despido procedente…

Flexibilidad de los costes salariales, sociales y fiscales


Desde los años 80 se ha impuesto la idea de que los elevados costes salariales y sociales del trabajo son los responsables de que no se creara empleo, partiendo del supuesto de que depende solo de la iniciativa privada.

  • Reducción de las cotizaciones empresariales a la seguridad social.
  • Subvenciones para algunos colectivos.
  • Compromiso con la moderación salarial: reducción de los salarios.
  • Costes fiscales: crear un clima atractivo para que las empresas generen empleo mediante la reducción del impuesto sobre sociedades, del IBI, etc.

Flexibilidad de los mecanismos de negociación colectiva


En la práctica, ha supuesto una pérdida de poder de negociación de los trabajadores frente a los empresarios. Se ha desarrollado una tendencia a la individualización de la negociación salarial por sector, por cualificación y, sobre todo, por empresa.

Flexibilidad externa (eufemismo) que equivale a la desregulación y abaratamiento de los costes laborales y sociales y de despido.

Con cambios en la correlación de fuerzas, entre las relaciones de poder entre empresarios y trabajadores.

FLEXIBILIDAD INTERNA


Se refiere a la reestructuración de los procesos productivos a varios niveles:

  • Estructura económica


    Desindustrialización y terciarización (creciente presencia del sector servicios).

  • Estructura ocupacional

    Terciarizada.

  • Proceso productivo

    Modelos posfordistas y reestructuración organizativa y tecnológica.

  • Flexibilidad funcional, temporal y geográfica

Las respuestas a la crisis de los años 70 se tradujeron en una progresiva deslegitimación y reestructuración de la intervención del Estado, y en la erosión de ese sistema de regulaciones. Se inició una tendencia hacia la flexibilización y desregulación del MT, que dio lugar a ese modelo flexible de empleo.

La presencia de elevadas tasas de desempleo dio lugar a que desde los años 80 se fomentaran nuevas formas de contratación temporal con el fin de facilitar esa creación de empleo. El discurso de la creación de empleo se enfocaba principalmente a las carácterísticas del marco normativo del mercado de trabajo y a las carácterísticas de los trabajadores.

La formación de los trabajadores había quedado obsoleta (los trabajadores tenían que reciclarse, actualizarse o ponerse al día), y se apoyaban en que el desempleo era el resultado de la rigidez del MT y de la inadecuación de los trabajadores. El problema eran las habilidades técnicas, sociales o emocionales de los trabajadores.

Los principales ejes sobre los que han girado las reformas laborales en los últimos años apuntan hacia la flexibilización y precarización.