Explorando la Motivación y las Necesidades Humanas
Necesidades y Motivación
3.1. Introducción
Preguntarse por qué tanto nosotros como los demás nos comportamos de una manera o otra es indagar acerca de la motivación. El estudio de la motivación es bastante complejo: existen múltiples motivaciones, no sólo una; hay motivaciones individuales y colectivas; en ocasiones puede darse conflicto entre las motivaciones; las motivaciones dependen de factores sociales y culturales, así como de las diferencias individuales, etc. Además, una motivación excesiva puede traer consecuencias negativas, tal y como demuestra la teoría de la U invertida de YERKES y DODSON.
Motivación, motivo y emoción
Los motivos, conscientes o inconscientes, son las fuerzas o impulsos que llevan a las personas a realizar una determinada actividad. Un motivo será “un estado interior presupuesto de un organismo, con el fin de explicar sus elecciones y su conducta orientada hacia metas. Desde el punto de vista subjetivo, es un deseo o anhelo”.
Tanto motivación como emoción proceden de la raíz latina “movere”, que significa “lo que se pone en movimiento”; es decir, lo que impulsa a la acción. Una emoción es “un estado excitador del organismo”. Emoción y motivación son dos procesos psicológicos diferentes, que tienen, sin embargo, muchas características comunes e interactúan entre sí.
En definitiva, se puede decir que “la motivación, motiva”: nos hace actuar de una manera determinada (incluso no actuando); y “la emoción, emociona”: nos produce un sentimiento.
Hay que distinguir, asimismo, los motivos de los estímulos y de los instintos; los tres impulsan a actuar, pero su origen y sus funciones son muy diferentes. El estímulo produce una respuesta determinada en relación con una situación determinada. El motivo, por su parte, abarca muchas respuestas y existe antes de que aparezca el estímulo. Mientras una conducta instintiva no requiere «voluntad» por parte del sujeto, la conducta motivada sí que la requiere.
3.2. Definición de motivación
La motivación será entonces “un conjunto de motivos que intervienen en un acto electivo”; es decir, todas las razones que nos inducen a comportarnos de una determinada manera. Es la fuerza que activa el comportamiento, que lo dirige.
Características comunes de las definiciones de la motivación
- A. Se la considera un proceso psicológico, en el que intervienen también condicionamientos medioambientales.
- B. La desencadena una necesidad de cualquier índole (física, psicológica, social).
- C. Está orientada a una meta o a unos objetivos que la persona selecciona.
- D. Facilita la actividad.
- E. Está condicionada por un proceso de retroalimentación (feedback) entre las fuerzas internas y externas y el individuo.
DELGADO (1998) define la motivación como “el proceso mediante el cual las personas, al realizar una determinada actividad, deciden desarrollar unos esfuerzos encaminados a la consecución de ciertas metas u objetivos a fin de satisfacer algún tipo de necesidad y/o expectativa, y de cuya mayor o menor satisfacción va a depender el esfuerzo que deciden aplicar en acciones futuras”.
La motivación positiva es la que nos permite acercarnos a los objetos, mientras que la motivación negativa es la que nos aleja de los objetos. Ambas motivaciones generan acciones.
3.3. El proceso de la motivación
En líneas generales, se puede hablar de un modelo general que muestra el proceso a través del cual son motivadas las conductas de las personas.
En primer lugar, aparecen una serie de necesidades o expectativas que han de ser satisfechas. La aparición de esas necesidades o expectativas crea un desequilibrio interno (fisiológico –hambre, necesidad de comer– o psicológico –necesidad de creerse seguro–) que cada persona habrá de reducir, en la medida de lo posible; para ello dirigirá su conducta hacia aquellas metas u objetivos que crea que reducirán dicho desequilibrio. Como consecuencia de su conducta obtiene unos determinados resultados, que pueden producirle satisfacción o insatisfacción.
En caso de que los resultados fuesen satisfactorios para el individuo, se restablecerá el equilibrio y, además, se producirá un reforzamiento de su conducta, de tal forma que aumentará la posibilidad de que ante situaciones parecidas se vuelva a repetir esa misma conducta. Por el contrario, si los resultados obtenidos son insatisfactorios, continuará el desequilibrio interno, y la persona tendrá que modificar o cambiar la conducta a fin de obtener los resultados satisfactorios deseados.
Este proceso es dinámico, con lo que la intensidad de nuestra conducta va cambiando.
Etapas del cambio de la intensidad de la motivación
- Etapa anticipativa: La intensidad de la conducta aumenta por un motivo próximo.
- Etapa anticipativa: existencia de un motivo próximo que hace que se aumente la intensidad de una conducta.
- Etapa de activación de la conducta.
- Etapa del resultado: valoración de lo positivo o negativo de los resultados.
- Etapa de retroalimentación: condicionante para las etapas posteriores.
3.4. Conflictos motivacionales
En general, en la vida nos enfrentamos a dos o más posibilidades de actuación que pueden ser todas ellas motivantes. De esta forma, se producirán una serie de conflictos entre las diferentes opciones. LEWIN (1938) clasifica estos conflictos motivacionales en cuatro grandes apartados:
- Conflictos de aproximación-aproximación: ocurren cuando se siente atracción simultáneamente por dos o más actividades deseables.
- Conflictos de evitación-evitación: aparecen cuando se siente repulsión simultánea por dos o más actividades indeseables.
- Conflictos de aproximación-evitación: surgen cuando una sola opción tiene al mismo tiempo elementos positivos y negativos.
- Conflictos de múltiple aproximación-evitación: son los que encontramos en la vida más a menudo; incluyen situaciones en las cuales existen varias opciones y cada una de ellas contiene tanto elementos positivos como negativos. Estos conflictos son los más difíciles de resolver y los que generan mayor estrés, pues, independientemente de qué opción elijamos, las consecuencias serán previsiblemente muy complejas.
3.5. Teorías básicas sobre motivación
El estudio de la motivación ha dado lugar a múltiples teorías que se pueden clasificar dentro de dos grupos de teorías básicas:
- Teorías de contenido: intentan identificar qué es lo que motiva a las personas; es decir, estudia los motivos y las necesidades de los individuos. Es decir, las teorías de contenido tratan de identificar las principales variables sustantivas que motivan la conducta.
- Teorías de proceso: estudian todas las variables que influyen en el proceso motivacional. Es decir, atienden fundamentalmente a aquellas variables que intervienen en el proceso que hace posible la dirección y persistencia de los comportamientos.
A continuación vamos a analizar dos de las citadas teorías de contenido: la Teoría de la Jerarquía de Necesidades de MASLOW y la Teoría de las Motivaciones Sociales de McCLELLAND.
3.5.1. Teoría de la Jerarquía de Necesidades de MASLOW
La Teoría de la Jerarquía de Necesidades Humanas de Abraham MASLOW es sin duda la teoría más conocida sobre la Motivación. Esta teoría presenta una clasificación ordenada en una escala de necesidades humanas donde a medida que se satisface un grupo de necesidades, el siguiente se vuelve dominante.
Los primeros dos niveles de necesidades se consideran primarios o de orden inferior, y los siguientes tres niveles se consideran necesidades secundarias o de orden superior, ya que no adquieren importancia para el individuo hasta que puede aspirar a satisfactores internos de naturaleza psicológica.
- Necesidades fisiológicas: relacionadas con la supervivencia del individuo y con la preservación de la especie. Son necesidades instintivas y que nacen con el individuo. Entre ellas se encuentran la necesidad de liberación de sed y hambre; la necesidad de dormir, de sexo, de alivio del dolor y de desequilibrio fisiológico.
- Necesidad de seguridad: son las necesidades de seguridad o de estabilidad, la búsqueda de protección contra la amenaza o privación, un escape al peligro. Este tipo de necesidades se puede manifestar como miedo. Dentro de este tipo de necesidad se encuentran la necesidad de seguridad, de protección, de estar libre de peligro, de orden y de un futuro predecible.
- Necesidades sociales (de amor y pertenencia): son necesidades orientadas socialmente. Entre las necesidades sociales están las necesidades de asociación, participación, de aceptación por parte de los compañeros, de intercambios amistosos, de afecto y amor.
- Necesidad de estima: son necesidades asociadas a nuestra constitución psicológica. Se pueden subdividir en dos tipos: las que se refieren al amor propio y las que se refieren al respeto de otros (reputación, condición social, fama, etc). Dentro de la necesidad de estima se encuentran la necesidad de respeto, de confianza basada en la opinión de otros, de admiración, de confianza en sí mismo, de autovalía y de autoaceptación.
- Necesidad de autorrealización: varían de un individuo a otro. Incluyen la satisfacción de la naturaleza individual en todos los aspectos. Las personas que desean autorrealizarse desean ser libres para ser ellas mismas. Dentro de las necesidades de autorrealización se encuentran las necesidades de satisfacer nuestras propias capacidades personales, de desarrollar nuestro potencial, de hacer aquello para lo cual tenemos mejores aptitudes y la necesidad de desarrollar y ampliar los metamotivos (descubrir la verdad, crear belleza, producir orden y fomentar la justicia).
MASLOW propuso varios puntos relativos a la Jerarquía de necesidades:
- La conducta está dominada y determinada por las necesidades que están insatisfechas.
- Una persona satisfará sistemáticamente sus necesidades comenzando por las más básicas y ascendiendo por la jerarquía.
- Las necesidades básicas tienen preferencia sobre todas las superiores en la jerarquía.
Esta teoría es más filosófica que práctica. Está claro que en diferentes etapas de nuestra vida y ante determinadas circunstancias, el orden de las necesidades puede variar. Además, habrá que tener en cuenta las diferencias culturales, subculturales e individuales.
3.5.2. Teoría de las Motivaciones Sociales de McCLELLAND
La Teoría de las motivaciones sociales o Teoría de las tres necesidades de David McCLELLAND plantea tres necesidades que tratan de explicar las razones de la conducta humana:
- Necesidad de logro o realización: impulso de sobresalir, de tener logros en relación con un conjunto de normas, de luchar por tener éxito.
- Necesidad de poder: impulso para lograr influencia en los demás y modificar situaciones; es la necesidad de hacer que otros se comporten de determinada manera, diferente a como hubieran actuado de manera natural.
- Necesidad de afiliación: impulso para relacionarse socialmente; es el deseo de tener relaciones interpersonales amistosas y cercanas.
Cada una de estas necesidades permite caracterizar la personalidad de los sujetos. Estos tres patrones de motivación reflejan el ambiente cultural en el que se desarrolla y vive el individuo.
McCLELLAND trató de desarrollar la necesidad de logro en las personas sugiriendo cuatro etapas específicas:
- El individuo se debe esforzar por recibir la retroalimentación necesaria.
- El individuo debe buscar modelos de realización, escogiendo personas que desarrollen un buen trabajo y tratando de emularlos.
- El individuo debe tratar de modificar su imagen personal, imaginándose a sí mismo como alguien que necesita el éxito y los desafíos.
- El individuo debe controlar las fantasías pensando y hablándose a sí mismo en términos positivos.