Influencia Ideológica y Formativa en la Enseñanza de la Geografía
La Influencia de la Ideología y la Formación en la Enseñanza de la Geografía
Desde el principio de los tiempos, la educación se ha considerado un arma muy poderosa. Las personas en cargos de poder se veían amenazadas por aquellos que poseían mayores conocimientos, por lo que la educación fue limitada (e incluso vetada) a quienes ocupaban los últimos peldaños en la escalera social. Ya podemos vislumbrar aquí tintes ideológicos que se aplican a la enseñanza en general.
Todo lo que se enseña en la escuela (y lo que no) ha sido decidido por instituciones superiores: el Gobierno, las Autonomías, las propias escuelas e incluso los propios docentes, con la finalidad última de adoctrinar a los ciudadanos. Limitar los conocimientos y el aprendizaje de estrategias para llegar a ellos es un método muy efectivo de mantener el control. De este modo, remontándonos a los años del Franquismo, encontramos que a la Geografía se le asignaba una función social o, como yo lo interpreto, los conocimientos en este campo servían para diferenciar a la sociedad. Únicamente aquellos en posiciones dominantes, como militares, políticos o comerciantes de prestigio, requerían conocimientos en geografía, pues eran quienes tenían contacto de algún modo con terrenos que se encontraban alejados. Estos cargos minoritarios necesitaban conocer el terreno y saber actuar sobre él, mientras que al resto de la sociedad le bastaba con conocer su entorno más inmediato (saber dónde debían plantar, qué terrenos eran más apropiados para qué cosechas…).
Algo similar ocurría en la Gran Bretaña del siglo XIX, donde esta concepción de la geografía trajo consigo el desarrollo de la **geografía comercial** (para que los comerciantes supieran acerca del origen y el destino de los productos).
No obstante, esta visión ideológica de la geografía no tuvo mucho éxito a largo plazo, pues esos conocimientos que se ofrecían quedaban obsoletos con el paso de los años. Como hemos dicho, la geografía se ocupa de las relaciones entre el medio y el ser humano, y estas se encuentran en constante cambio.
La Geografía y su Conexión con la Política
En la década de los años 1940 a 1950 hubo una fuerte conexión entre la **geografía y la política**, lo que le devolvió parte de ese saber ideológico a esta disciplina escolar. La geografía resultaba útil para proporcionar un “espíritu nacional”, es decir, para conocer mejor nuestra propia nación y compararla con el resto. También ayudaba a desarrollar sentimientos de tolerancia con otros pueblos, pues contribuía al estudio de su forma de vivir y sus creencias, así como su relación con el medio. No obstante, son pocas las evidencias que nos llevan a pensar que la geografía contribuye al desarrollo de actitudes tolerantes. Esto está relacionado con el hecho de que, cuando transmitimos algún conocimiento a otras personas, lo estamos impregnando de nuestra propia ideología y pensamiento. Nuestros comentarios no son completamente objetivos y se ven influidos por numerosos factores. Por este motivo, la geografía se ha considerado, al igual que otras materias, culpable de proporcionar pensamientos racistas al alumnado. Por ejemplo, son muchas las connotaciones ideológicas que se desprenden de los libros de texto, si bien hoy en día se tiene mucho más control a la hora de editarlos. Finalmente, pese a que las razones ideológicas han sido, en primera instancia, el motivo por el que se ha comenzado a impartir geografía en las escuelas, debemos ir más allá. Puede que al principio la geografía estuviera reservada a algunos pocos, pero los cambios económicos, sociales, políticos y culturales hicieron indispensable que la población aprendiera a tratar el espacio.
Razones Formativas en la Enseñanza de la Geografía
Surgen aquí las **razones formativas**, puesto que la geografía sirve para mucho más que para razones comerciales o militares. Sin embargo, esto fue difícil de ver al principio, ya que se interpretaba la enseñanza de la geografía como una mera actividad memorística. Esta forma de enseñar no aportaba nada a la formación humana e integral del alumno. Sin embargo, se produjo un cambio en este paradigma educativo, pasando a la definición de objetivos y las competencias que deben tener los alumnos.
También debemos tener claro que “no todo lo que se da en la escuela es educación” (N. Graves, 1985), puesto que el aprendizaje de la geografía no tiene como finalidad única la formación de personas cultas. De hecho, en ocasiones es mucho más importante el cómo se aprende que lo que realmente se aprende. De este modo, podemos decir que “los objetivos de la geografía serán tanto cognitivos (interesados por la adquisición de hechos y de destrezas) como afectivos (interesados por las actitudes de aprendizaje)” (N. Graves, 1985).
Evaluación y Contenidos en Geografía
Ahora bien, para saber si se han adquirido esos objetivos debe llevarse a cabo una **evaluación**, en la que se tendrán en cuenta los conceptos, procedimientos y actitudes adquiridas. Esto forma parte de los **contenidos de la Geografía**, que son todos los grandes temas que se hallan implícitos en ella.
Como bien hemos dicho, diferenciamos los contenidos en tres partes:
- Conceptos
- Procedimientos
- Actitudes
Los tres son igual de importantes, pese a que en la Educación Primaria se hace algo más de hincapié en los procedimientos, ya que, como he dicho, nos interesa la forma en la que el alumnado aprende (de este modo podrán aplicar esas estrategias en todos los campos de su vida diaria). Estos contenidos tendrán en cuenta tanto los aspectos sociales como los aspectos culturales, con la finalidad de formar estudiantes que puedan vivir plenamente en la sociedad de la que forman parte.
Estos contenidos se ordenarán por cursos y ciclos educativos atendiendo tanto a la dificultad de su aprendizaje como a su proximidad con respecto al alumnado. Teniendo en cuenta la teoría del **aprendizaje significativo**, el alumnado aprende mejor aquellas cosas a las que se les da una aplicabilidad en su entorno más cercano, por lo que tiene sentido utilizar el denominado “**modelo de círculos concéntricos**” por el cual se parte del espacio más cercano para terminar en el más lejano (primero se hablará de la localidad para finalizar con el continente).
Teniendo en cuenta también esta teoría del aprendizaje significativo, es necesario mencionar la importancia de que el alumnado aprenda por sí mismo, a través de modelos de **aprendizaje por descubrimiento**, investigaciones o **trabajo cooperativo**, entre otros. Esto hace que el alumnado sea participante activo en su propio aprendizaje y que se relacionen de forma directa los conceptos, procedimientos y actitudes. Es una metodología muy laboriosa y que requiere mucho tiempo, pero que es muy efectiva y que no deberíamos dejar de utilizar siempre que nos fuera posible.