La Transformación del Empleo: Del Modelo Fordista a la Flexibilidad Laboral Contemporánea
La Norma Laboral Flexible: Desafíos y Consecuencias
La norma laboral flexible se refiere a un conjunto de regulaciones y prácticas que buscan adaptar el trabajo y a los trabajadores a las demandas cambiantes de la economía y las empresas. Sin embargo, este enfoque presenta preocupaciones significativas en el ámbito de las relaciones laborales y la protección social.
Preocupaciones Clave de la Flexibilidad Laboral
- Inseguridad y falta de estabilidad: Las contrataciones flexibles generan incertidumbre en las condiciones laborales y económicas de los trabajadores.
- Organización del tiempo de trabajo: La priorización de los intereses empresariales puede llevar a una distribución desigual y, a menudo, desventajosa de los horarios para los empleados.
- Disparidad en las remuneraciones: Contribuye a la desigualdad salarial, ampliando la brecha entre diferentes grupos de trabajadores.
- Retroceso en los derechos de representación sindical y negociación colectiva: Limita la capacidad de los trabajadores para proteger sus intereses y mejorar sus condiciones.
- Protección social basada en capitalización: Las políticas de protección social se orientan hacia criterios de capitalización, lo que puede disminuir la seguridad y la mejora constante de las condiciones laborales.
La flexibilidad laboral implica el fin del pleno empleo y la segmentación de los mercados laborales. Además, introduce nuevos métodos de control, que convergen hacia un control ideológico-cultural sobre los trabajadores. En el denominado ciclo biográfico flexible, se promueve la movilidad y diversidad de formas de empleo, pero esto conlleva un deterioro de la acción colectiva. Esta dinámica se traduce en cambios frecuentes de trabajo, intensificación laboral y una mayor difuminación de los límites entre el trabajo y la vida personal.
El Estado keynesiano es percibido como un obstáculo para la competitividad en este nuevo paradigma, lo que conduce a procesos de remercantilización y activación laboral. Esto se traduce en una mayor interiorización de normas y una fuerte identificación con la empresa, promoviendo una forma de explotación que se extiende a la vida cotidiana. El desempleo, bajo esta óptica, se concibe como un problema individual, culpabilizando a los desempleados y atribuyendo sus causas a factores personales.
El Modelo de Producción Fordista: Estabilidad y Regulación
En contraste, el modelo de producción fordista se basaba en cadenas de montaje en grandes organizaciones jerárquicas y panópticas, con una producción estandarizada y asequible. Si bien este modelo no estaba exento de explotación laboral, se caracterizaba por establecer una sólida regulación de las relaciones laborales.
Características de la Condición Salarial Fordista (Según Castel)
Castel identifica cinco características que definen la condición salarial en la etapa fordista:
- La población asalariada o activa se diferenciaba claramente de la población inactiva.
- El trabajador estaba fijado a su puesto de trabajo, regulado mediante una organización taylorista del trabajo que definía tareas y tiempo de manera racional.
- El salario permitía el «consumo de masas».
- El trabajador tenía acceso a bienes comunes (servicios públicos y propiedad social), lo que lo elevaba a un estatus social.
- Se desarrollaba el derecho laboral, otorgando a la relación salarial un estatus social colectivo.
En este modelo, se producía una desjerarquización (limitación de las prerrogativas de los empleadores) y una desmercantilización (reducción de la influencia del mercado en las condiciones de trabajo). Es importante mencionar que este enfoque se centraba principalmente en la fuerza laboral masculina, mientras que la fuerza laboral femenina se asignaba al trabajo reproductivo, fuera de la norma salarial. Existía un mercado laboral de pleno empleo con una baja participación de las mujeres y un ciclo biográfico estable.
La Relación Laboral Integrada en el Fordismo
Las características de esta relación laboral integrada incluían:
- Integración laboral estable a través de contratos indefinidos a tiempo completo.
- Una carrera profesional basada en la antigüedad con progreso en la jerarquía y salario.
- El trabajo como protección contra la pobreza y acceso al consumo.
- Un retiro o jubilación ordenado y en tiempo.
Esta relación laboral integrada, que involucraba oficio, contrato y empresa, era equiparable a la relación amorosa, matrimonio y empresa. Además, se desarrollaba un Estado keynesiano como redistribuidor y garante de derechos sociales.
El Sistema Coercitivo Fordista (Según Alonso y Fernández)
Según Alonso y Fernández, el sistema coercitivo fordista se basaba en:
- La competencia salarial.
- El orden ideológico del capitalismo.
- La fábrica como orden disciplinario basado en la vigilancia en un espacio cerrado.
- La descualificación del trabajo.
Para lograr sus objetivos, el fordismo necesitaba construir una sociedad nueva (el «americanismo») y, para ello, requería la formación de un nuevo tipo de ser humano acorde con el nuevo tipo de trabajo y proceso productivo. Esto implicaba la racionalización de la producción y el trabajo a través de la fuerza (destrucción del sindicalismo obrero de base territorial) y la persuasión (altos salarios, diversos beneficios sociales, propaganda ideológica y política hábil).