Normas Sociales y Comportamiento: Influencia en la Acción Individual y Colectiva
Orientación Normativa de la Acción Social
La realidad social se nos presenta en forma de normas, modelos que inspiran nuestro comportamiento y que nos sirven de guía. Nuestras acciones se desarrollan de acuerdo con unas pautas o reglas colectivas a las que intentamos ajustarnos de modo más o menos consciente. Si dos personas pueden ajustar su conducta de acuerdo a unos patrones es porque ambos conocen las reglas de juego, interpretan la realidad con el mismo lenguaje, con el mismo código.
Estructura Normativa de la Acción Social
La acción humana, hasta la más personal y más privada, incluso los pensamientos más secretos, obedecen a reglas externas, comunes y colectivas. Si reflexionamos es porque usamos conceptos e ideas proporcionadas por los grupos e instituciones sociales. Nuestra conversación interior es siempre un intercambio con un yo personal, tomado como otro (Alter) constituido a partir de muchos otros. Nuestros impulsos, deseos y en definitiva lo que hacemos, responde a normas, valores y criterios que son tomados de la cultura y de la sociedad en la que vivimos. Es muy difícil determinar dónde empieza y dónde termina lo personal y lo social.
Modelos Culturales (Modelos Patterns)
También denominados Patrones, se refiere a los esquemas, guías que sirven de fuente de inspiración de la acción social. Los modelos culturales constituyen la matriz desde la cual actuamos. Pensemos, por ejemplo, que no es lo mismo una persona que tiene una visión religiosa de la vida que otra que no la tiene; una persona que vive en un entorno rural que otra que vive un entorno urbano.
El Rol Social
Etimológicamente, con el término Rol nos referimos al papel que desempeña un actor. En el caso de la Sociología, se refiere al comportamiento social de un individuo que desempeña una función en el seno de una colectividad. El concepto de Rol presupone la existencia de funciones diferenciadas en el seno de una sociedad dada. Incluso en los grupos de amigos, no todo el mundo desempeña el mismo Rol, unos ejercen de jefes, otros de organizadores, otros asumen funciones relacionales. Esto es todavía más evidente en el conjunto de la Sociedad y está unido al grado de especialización derivado de las funciones que desarrollan las distintas profesiones.
Consecuentemente, los Roles Sociales son conductas prefijadas derivadas del hecho de ocupar una posición (Status) en el seno de una sociedad dada en la que la división de tareas existe como un criterio de división social: Rol de Padre, Rol de la Madre, Roles derivados del Género, Roles Institucionales: Director, Mandos Intermedios, Administrativos. El desempeño de un rol supone: derechos y obligaciones derivados de unas normas socialmente aceptadas. Los Roles son bastantes uniformes, están prefijados, dan estabilidad a la sociedad y conllevan un acceso diferencial a los recursos y privilegios. Una persona normalmente desempeña distintos roles en función de la situación: Padre/Madre, Educador, Profesional, Cliente, Consumidor…. Todos ellos dependen del contexto situacional.
Las Sanciones
Las Sanciones constituyen sistemas de recompensa y de castigo que los individuos que viven en colectividad se otorgan a sí mismos a fin de buscar las conformidad a las reglas del grupo.
En toda sociedad existen diversos tipos de sanciones:
- Físicas: que van desde castigos físicos leves, reprimendas, hasta la pena de muerte.
- Económicas: bien de carácter público (multas, penalizaciones por infringir determinadas normas); o bien pueden ser de carácter privado (boicot ejercido a determinadas empresas, penalizaciones salariales, ascensos o recompensas, darse de baja de determinadas asociaciones o publicaciones).
- Sobrenaturales: están vinculadas a una visión religiosa. En las sociedades antiguas, la transgresión a los dioses, a las normas sagradas conllevaba el apartamiento del grupo e incluso la muerte. En el Occidente cristiano el pecado aparece como elemento de primer orden que ha estado marcado por un montón de sanciones negativas: el Infierno; pero lo mismo sucede en culturas totémicas donde echar el “mal de ojo” o “clavar alfileres” a un muñeco significaban el deseo de enfermedad o de la muerte.
- Sociales: pueden estar tipificadas en códigos penales o no. Pueden deberse a la trasgresión a normas jurídicas: no llevar el cinturón de seguridad en el coche, o rebasar el límite de cierre de un comercio a una determinada… Pero, son mucho más usuales las sanciones no tipificadas, aquellas que usamos a diario para aceptar o rechazar, mediante la burla, el estereotipo o la ridiculización. Se trata de códigos de conducta flexibles que utilizamos a modo de filtro para conseguir la aceptación al grupo.
Socialización
La Socialización es el proceso por el que internalizamos modos de comportamiento que nos vienen dados y las asumimos como propias. Abarcan desde aspectos elementales relacionados con las normas de higiene o de educación elementales hasta contenidos de conciencia altamente elaborados que nos hacen situarnos en el mundo de una manera concreta. Hoy no podemos aceptar determinados postulados que hace unos años eran “normales”, consideramos a los individuos libres e iguales (Declaración Universal de los Derechos Humanos). Nadie puede sojuzgar a otro e hipotecar su libertad, ni tiene la capacidad para obligar a otro más allá de su conciencia…, todo este sistema de creencias ha sido adquirido muy modernamente y se transmite a través del proceso de socialización.
Pero, si los modelos varían de un contexto a otro, esto plantea un problema de la relatividad los modelos culturales. Se ha dicho que la socialización es el proceso por el que internalizamos las pautas sociales, motivo por el cual asumimos voluntariamente las pautas de comportamiento dominantes y no sentimos el peso del ajuste. Esto plantea un problema importante: ¿hasta qué punto puede juzgarse lo Colectivo (sociedad, instituciones, organizaciones…) como la mera continuidad de conciencias individuales o, por el contrario, la sociedad con sus instituciones son realidades “ajenas” al individuo? Si las organizaciones están formadas por personas, puede concebirse que simplemente con pequeñas modificaciones de comportamientos individuales es posible conseguir modificaciones de las estructuras.
El gran problema con que nos encontramos es que los individuos mediante la socialización se convierten en censores de sí mismos: internalizan qué es lo que se puede y no se puede hacer, hasta qué punto se pueden comportar de una determinada manera o no, lo que todavía refuerza más el control que ejerce la sociedad sobre sí mismos. Lo cual nos lleva a la siguiente conclusión:
TESIS: la correspondencia de la conducta es no solamente aceptada, también deseada, querida y buscada.
Orden Social Natural
- Porque está basada en un sistema de regulación de comportamientos que hace que éstos tengan una cierta consistencia y aparezcan como realidades ajenas al sujeto.
- Porque los sistemas de regulación están basados a su vez sobre la lógica de la previsibilidad, es decir, de la regularidad de comportamientos y consecuentemente, la posibilidad de anticipación a ellos.
- Porque esto proporciona una uniformización de las conductas individuales sobre la base de unos patrones lo que otorga un grado de regularidad y de estandarización de las conductas.
- Porque como dice Giddens: “Genera un sentimiento de seguridad ontológica”, es decir, el hecho de conocer cómo funcionan las organizaciones y las instituciones nos da seguridad y alivia tensiones, tiene efectos positivos desde el punto de vista psicológico.
- Porque en definitiva, todos estos atributos hacen que la vida social parezca a primera vista que la sociedad esté basada en un orden natural y hasta cierto punto inmutable. El determinismo social se refiere al grado de predictibilidad de la conducta mediante patrones del comportamiento. En nuestras acciones damos por supuesto la existencia de un orden y nos conducimos de acuerdo con él.
Determinismo y Libertad: Diversos Grados de Obligación Social
Se ha dicho que nuestro comportamiento está inscrito en modelos culturales. El valor de la vida, de la familia, de la libertad, de la justicia o de la solidaridad no es uniforme, cambia de unas culturas a otras. Pensemos, por ejemplo, en el debate sobre el Aborto que está encima de la mesa de muchas sociedades occidentales, existe una enorme crispación porque se enfrentan dos modelos culturales distintos que otorgan un valor diferencial a la interrupción del embarazo en función de distintos criterios: unos religiosos, que entienden que desde el momento de la fecundación el feto tiene la potencialidad de un ser humano con todos sus derechos y obligaciones; otros seculares, que se guían por un conocimiento científico y que dicen que nadie puede fundamentar científicamente y legalmente que estemos ante una persona en el sentido pleno de la palabra. No se trata de abrir este debate, sino de constatar que la capacidad de aceptar las reglas de juego está en función del grado de legitimación otorgado a las reglas de juego y del grado de tolerancia otorgado.
Existen ámbitos privados que transgredir las reglas de juego, puede suponer una sanción moral, pero no tiene más consecuencias. Podrán estar muy mal, como por ejemplo en nuestro contexto, desde el punto de vista moral la infidelidad conyugal, pero no se trasgrede ninguna norma institucional y no tienen una sanción legal. Si pensamos, por el contrario, este mismo problema en una sociedad islámica: una situación de adulterio en una mujer islámica, ello puede ser causa de lapidación.
Todo lo anterior nos plantea el ajuste/desfase a los modelos que juzgamos ideales y en qué medida el comportamiento efectivo está midiéndose constantemente con esta realidad. Las obligaciones, entendidas éstas como los imperativos que guían nuestra conducta presentan una graduación escalonada que obliga en menor mayor medida. Esto se traduce en un margen menor o mayor del grado de tolerancia de una sociedad.
Varianza Comportamental
Hace referencia a la posibilidad de elegir entre diversos modelos normativos y que lleva a los individuos y a los grupos a barajar diferentes posibilidades de comportamientos o caminos a seguir. En este sentido, si pensamos desde el punto de vista individual, un individuo se puede ver en el conflicto de tener que elegir entre caminos alternativos, dependiendo de qué opción quiera tomar, puede así, enfrentarse por mantener lealtades a distintos miembros del grupo enfrentados en una situación determinada o a tener que optar entre diversos itinerarios personales: romper o no con la familia y emanciparse en un momento determinado.
Lo mismo sucede a las organizaciones e instituciones, ¿qué es mejor optar por una política que favorezca el gasto social a los grupos más desfavorecidos o, por el contrario, aquella que favorezca la creación de puestos de trabajos y de nuevas empresas aun al precio de despachar a un montón de gente? La varianza se refiere, por lo tanto, al margen de variabilidad de nuestra conducta, incluso en el marco de conformidad con las normas sociales vigentes.
Desviación
Es un tema clave, se refiere a modelos de comportamiento que se encuentran más allá de los modelos socialmente admitidos. Normalmente fuera de lo permitido. Es muy frecuente que la sociedad no tolere determinados estilos de vida, que los sanciones negativamente, impidiendo en unos casos o arrinconando, etiquetando en otros. Pensemos, por ejemplo, en el debate de la prostitución o de la homosexualidad en muchos países. Ser “etiquetado” de prostituta o de “homosexual” en muchas sociedades lleva inevitablemente a ser considerado asocial.
Sin embargo, no es menos cierto que la desviación es y ha solido ser fuente de cambio social. Históricamente todos los procesos revolucionarios han empezado como un desafío al sistema legal y cultural. Los revolucionarios han sido tachados históricamente de seres asociales o destructores de los sistemas y como tales arrinconados. Podemos retrotraernos a la figura de Jesucristo como un revolucionario que cuestiona el imperio Romano y del poder judío, acusado de zelota y de revolucionario que instigaba a las masas; o si queremos más modernamente podemos hablar de lo que supone la cultura hippy y el movimiento como tal cuestionando los valores del capitalismo occidental y la cultura de la acumulación. Líderes como Martin Luther King, Mahatma Ghandi constituyen lo que Max Weber llama líderes carismáticos dotados de unas cualidades personales excepcionales que hacen de estos líderes, inicialmente considerados desviados, unos seres con una capacidad de arrastre que transforman el orden social.
Sistema de Acción Social
Elementos de un Sistema
- Las Unidades o Partes. Personas Individuales que desempeñan Roles. Personas que son consideradas no tanto como individuos particulares sino como miembros de un sistema.
- Los factores de organización y de estructuración del sistema: modelos, roles, sanciones… Los elementos por los que los que los individuos se vinculan entre sí.
- Interdependencia. Los roles que desarrollamos están en función de las expectativas de los Otros. Vamos modificando nuestra conducta en función de cómo vayan actuando aquellos con los que me relaciono.
- Equilibrio entre los Sistemas. La sociedad mantiene una relación de equilibrio entre los subsistemas políticos, económicos, religiosos y sociales. Existe una política social porque existe un sistema económico que provee de fondos, y éste a su vez funciona porque hay un sistema educativo que provee de gente preparada. Estos equilibrios a veces se rompen o mejor dicho se debilitan: el paro es un buen indicador de una falta de equilibrio entre el sistema educativo y el mercado de trabajo, pero, siempre hay una relación homeostática.
Dos Niveles de Análisis
Desde el punto de vista de la Acción entendida ésta como un comportamiento guiado por Normas, desde el punto de vista sistémico permite diferenciar 2 niveles de análisis:
- El plano de la conducta de los sujetos: nivel microsociológico.
- El plano de la colectividad: se refiere al análisis de las organizaciones, grupos, contextos en los que la acción social tiene lugar. Nivel macrosociológico.